010. a little trip to the past
☄️010. Un pequeño viaje al pasado
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LOS VIAJES EN AVIÓN HABÍAN SIDO sido una de las primeras cosas a las que Gisselle tuvo que acostumbrarse desde que ingresó a la UAC. Aunque volar no le daba miedo, los mareos eran un tema completamente diferente y uno con el que tenía que aprender a lidiar.
Para su buena fortuna, Spencer no tardó en darse cuenta de su incomodidad y sus malestares cada vez que abordaban un avión, por lo que una tarde se le acercó para compartir algunos consejos que, según él, podrían ayudarla a sentirse mejor durante los vuelos.
Ese día, su destino era la ciudad de las Vegas, una ciudad que emocionaba a Gisselle, ya que jamás la había visitado pese a sus grandes deseos.
Una vez que los datos del caso fueron repasados por todo el equipo, Gisselle decidió sentarse junto a una de las ventanas del avión para ir viendo cómo las nubes parecían formar un mar blanco infinito bajo ellos.
Adoraba las vistas que podían reflejar calma y tranquilidad, además de que sentía una gran emoción por conocer Las Vegas, por lo que en esos momentos sus mareos pasaron a un segundo plano. Sin embargo, el ignorar aquellos malestares no fue algo que pudiera hacer por mucho tiempo ya que en un momento, su estómago comenzó a revolverse, de manera que tuvo que alejar la vista de la ventana y esperar a que el malestar desapareciera.
Spencer, quien se encontraba sentado a su lado, notó como la rubia había alejado la vista de la ventana y ahora permanecía en silencio, por lo que sin levantar demasiado la voz, para que los demás no lo notaran, se inclinó un poco hacia ella.
—¿Estás bien? —preguntó, sus ojos estudiándola con una mezcla de preocupación y curiosidad.
Gisselle soltó una risa suave, intentando restarle importancia.
—Estoy bien, solo... ya sabes, mareos típicos. Pero sobreviviré.
Spencer ladeó la cabeza y soltó una ligera risa.
—Recuerda lo que te dije: mantente hidratada, evita mirar demasiado tiempo por la ventana y, si puedes, fija la vista en un punto fijo dentro del avión. Eso debería ayudar.
Gisselle lo miró con una sonrisa agradecida.
—Lo sé, Reid. Prometo que sigo tus consejos, aunque a veces me cuesta ignorar el paisaje— respondió, señalando la ventana— Es demasiado hermoso como para ignorarlo
Spencer sonrió ligeramente, pero no dijo nada más, devolviendo su atención a un libro grueso que sostenía en las manos.
La rubia aprovechó que la breve conversación había terminado para sacar su celular y tomar algunas fotos del hermoso paisaje que sus ojos observaban, sin saber que alguien en ese avión la miraba con la misma admiración, fascinación y curiosidad con la que ella miraba todos los paisajes que la rodeaban.
(...)
Al bajar del avión, el detective Jackson Milles ya estaba esperándolos en la pista de aterrizaje, cosa que Aaron notó al instante.
Con un gesto rápido, Aaron le indicó al equipo que lo siguieran para presentarse formalmente. El hombre de traje hizo las presentaciones de la mayoría, aunque no pudo evitar notar que Gisselle y Spencer no se encontraba con el grupo.
—Detective Jackson Milles, es un pla...— comenzó a decir el hombre, pero su voz se cortó de repente.
Al principio nadie pareció darle importancia, hasta que siguieron su mirada y lo vieron clavado en Gisselle, quien estaba distraída atando el cordón de sus botas.
—¡Lo siento, lo siento! Ya estamos aquí— dijo Gisselle apresurándose a reunirse con el grupo— Es que mi cordón se desató y Spencer decidió esperarme. ¿De qué me perdí?
—Decía que soy el detective Jackson Milles— repitió el hombre, aunque ahora su voz sonaba más pausada, como si cada palabra le costara salir.
—Agente Gisselle Pipes y el doctor Spencer Reid— respondió la rubia con un tono práctico, saludando al estilo de Spencer: un gesto breve con la mano y una sonrisa cortés, sin contacto físico.
Mientras el detective hablaba sobre los hallazgos de su equipo, todos notaron que sus ojos no se despegaban de Gisselle, incluso cuando intentaba concentrarse en lo que decía. la rubia, sin embargo, parecía completamente indiferente.
Apenas miraba en su dirección y se mantenía haciendo algunas anotaciones en la libreta que solía cargar. Eso provocó que algunos miembros del equipo, como Morgan y JJ, tuvieran que esforzarse para contener la risa.
—Bueno, iré con Reid con el forense para ver qué podemos averiguar de la última víctima— dijo Gisselle en cuanto el detective dejó de hablar
—Puedo llevarlos, si lo necesitan— ofreció el detective con un entusiasmo apenas disimulado— La ciudad es grande y podrían perderse.
—No se preocupe, detective. El doctor Reid conoce bastante bien el lugar, y confío en él. Pero gracias por la cortesía— respondió Gisselle con una sonrisa amable, alejándose hacia las camionetas que los esperaban.
Morgan y JJ, ahora de espaldas al detective, no pudieron evitar cubrirse los rostros con las manos, intentando ocultar las sonrisas burlonas que se les escapaban. La escena era demasiado buena como para no disfrutarla, aunque fuera en silencio.
Aaron observó toda la escena en completo silencio, como solía hacer. Desde el momento en que el detective Milles quedó boquiabierto al ver a Gisselle, hasta el intercambio final donde ella rechazó con elegancia su oferta de ayuda, Hotchner no apartó la mirada. No dijo nada, pero cualquiera de su equipo que le hubiera prestado la atención suficiente habría notado el leve endurecimiento de su mandíbula y la forma en que mantenía los brazos cruzados, como si eso lo ayudara a contener algún comentario que prefería no soltar.
Cuando Gisselle desapareció entrando a una de las camionetas en compañía de Reid, Aaron volvió la vista al detective Milles, quien aún parecía seguirla con la mirada, ajeno a lo obvio de su reacción.
—¿Continuamos, detective?— dijo Aaron finalmente, con un tono neutral pero firme que sacó al hombre de su ensimismamiento.
—¡Oh, claro! Por aquí, por favor— respondió Milles intentando disimular
(...)
El reloj en la pared de la comisaría marcaba casi las dos de la mañana. Aaron, consciente del agotamiento de su equipo, decidió que ya era suficiente por esa noche.
—Volvamos al hotel. Necesitamos descansar, mañana los quiero aquí a las 8 de la mañana— indicó Aaron cerrando la carpeta frente a él
Gisselle, que ya sentía los ojos pesados y un leve dolor en las piernas por tantas horas que había pasado de pie y caminando de un lado a otro, suspiró aliviada. Agradeció con un leve gesto y se apresuró a recoger su bolso.
Antes de salir, sacó su celular para revisar si tenía algún mensaje de su hermano o de sus amigos.
El club de los salados
Lysander: ¡Gisselle, tu hermano es un idiota!
Harry: ¡No es cierto, lo que sea que te diga no es cierto!
Gwen: Tampoco se trata de mentir por convivir, todos sabemos que si eres medio idiota
Harry: Muchas veces me pregunto, ¿Eres mi amiga o mi enemiga?
Gwen: Un poco de ambos
Gisselle: Estoy demasiado cansada para estar lidiando con sus peleas sin sentido
¿Qué hizo mi hermano ahora?
Lysander: Santo dios, mujer. Son como las dos de la mañana, ¿qué haces despierta?
Gisselle: Estoy en una fiesta
Embriagandome sin control
Besándome con quien se me ponga al frente y fumando marihuana
Lysander: ¡Pero invitaaaaa!
Espera, tu no fumas marihuana. ¿Es sarcasmo?
Me: Empiezo a creer que el idiota eres tú y no mi hermano.
¿Cómo me vas a preguntar que hago despierta? ¡Estoy trabajando!
Lysander: Oh bueno, es que contigo ya no se sabe.
Si me lo preguntas, si quitas lo de la marihuana, suena a algo que realmente si harías.
Pero bueno, te cuento la tontería de Harry en otro momento, que ya se nota que tienes sueño porque andas de un humor, que hasta yo que estoy en Nueva York me doy cuenta que estás dispuesto a golpear al primer idiota que se te ponga enfrente.
¿Hace cuanto no tienes sexo? Eso puede estar contribuyendo a tu mal humor
Gisselle: Definitivamente eres un idiota
Lysander: ¡Pero soy tu idiota favorito!
Gisselle rio, guardó su celular antes bostezar y se levantó de su lugar para irse al hotel.
Decidida a no manejar en ese estado de agotamiento, buscó a Morgan entre los policías de la estación, por lo que trató de llegar a él con la intención de pedirle si podía irse con él al hotel, pero justo cuando estaba por hablarle, un toque en su hombro la hizo detenerse.
Gisselle se giró lentamente, viendo al detective detrás de ella. Internamente suspiró, pero forzó una sonrisa lo más amable que podía.
—Detective Milles, buenas noches— saludó con amabilidad, aunque su voz dejaba entrever un toque de cansancio —¿En qué puedo ayudarlo?
A unos metros de distancia, Morgan ya había captado la escena. Con una sonrisa maliciosa, le dio un leve codazo a JJ y señaló con un movimiento de cabeza hacia Gisselle y el detective Milles. JJ, curiosa, siguió la dirección de su mirada y rápidamente entendió de qué se trataba.
—Cinco dólares a que intenta invitarla a salir— susurró Morgan, inclinándose ligeramente hacia JJ para que solo ella lo escuchara.
JJ dejó escapar una risa en tono bajo y cruzó los brazos, claramente disfrutando el momento.
—Cinco dólares a que Gisselle lo pone tan nervioso que no logra hacerlo— respondió en el mismo tono, con una sonrisa divertida
Ambos siguieron observando, intentando no reírse demasiado fuerte mientras esperaban ver
El detective Milles intentó mirar a Gisselle de frente, enderezándose como si estuviera a punto de dar un discurso importante.
—Gisselle...
Ella lo interrumpió antes de que pudiera continuar.
—Agente Pipes— corrigió con una sonrisa educada, aunque su tono dejaba claro que prefería mantener las cosas profesionales.
El detective titubeó, claramente nervioso por la corrección. Morgan tuvo que girarse ligeramente para disimular la risa que amenazaba con escaparse, mientras JJ ocultaba su sonrisa detrás de una mano.
Para no ser tan obvios con respecto a lo que hacían, fingieron que continuaban su camino y terminaron quedándose cerca de la salida del recinto para seguir observando lo que pasaba.
Gisselle, por su parte, se cruzó de brazos, esperando pacientemente lo que fuera que Milles tuviera que decir.
—Agente Pipes, disculpe que la detenga tan tarde... quería hablar con usted antes de que se fuera— decía el hombre mientras frotaba su nuca
— Ehhh, ¿esto va a ser tardado?— preguntó Gisselle acomodando su bolso en su hombro— No es por ser grosera, pero tengo bastante sueño y quisiera aprovechar las pocas horas de sueño que pueda tener antes de tener que volver...
—Oh, no, no. Prometo que no le quitaré mucho tiempo, agente Pipes— dijo el detective aún con la voz algo temblorosa— Solo... quería agradecerle personalmente por el trabajo que está haciendo aquí. Es admirable cómo se ha manejado en este caso.
Gisselle entrecerró los ojos confundida por el comentario.
— Está bien... ¿gracias? supongo— decía Gisselle intentando comprender que pasaba— Aunque bueno, el merito definitivamente no es solo mío. Todo el equipo se está esforzando
—¡Claro, claro! No quería restarle mérito a su equipo, por supuesto. Solo que... bueno, usted tiene algo, no sé, esa forma de... de manejarse en la escena, ¿sabe? Es inspirador
La rubia lo miró levantando una ceja, acción que ayudó a que el detective se diera cuenta de como su voz parecía temblar, por lo que respiró profundo para intentar calmarse.
—Lo que quiero decir es que... bueno, tal vez cuando todo esto termine, podríamos... ya sabe, salir a tomar algo. Como colegas... como colegas, claro.
Ante esas palabras, Gisselle logró entender lo que pasaba, por lo que rio en silencio mientras agachaba la mirada.
— Oh vaya, ya veo por donde va esto— suspiró la rubia mientras pensaba en una respuesta lo más cordial posible— Aunque agradezco la invitación, no me gusta mezclar mi vida personal con la laboral, así que creo que voy a declinar
—No, no, claro. Entiendo lo de mantener las cosas separadas, pero... vamos, no tiene que ser nada complicado. Sólo una copa, algo casual. Ni siquiera tiene que llamarlo una cita, ¿qué dice?
El detective dio un paso hacia ella, inclinando ligeramente la cabeza para intentar captar su atención con una sonrisa que pretende ser encantadora, cosa que la hizo sentir ligeramente incómoda.
—Es solo que... bueno, creo que es raro encontrar a alguien como usted. Una mujer tan brillante como hábil en el trabajo. Solo pensé que valdría la pena intentarlo.
La cercanía de aquel sujeto solo hacía que aquel momento se tornara cada vez más incómodo. Sin embargo, aunque Gisselle intentaba alejarse, él no parecía entender ninguna indirecta y continuaba acercándose.
—Y no tiene que responder ahora. Podría pensarlo, ¿no?— insistía el hombre
Gisselle quiso volverse a negar, claramente no estaba interesada en él y lo único que estaba logrando era hacer todo incómodo, cosa que la comenzaba a poner de mal humor.
Sin embargo, antes de que pudiera siquiera abrir la boca para responder, una voz conocida interrumpió la conversación.
—Detective Milles, ¿todo está en orden? ¿encontraron algo nuevo sobre el caso?— preguntó Aaron acercándose
Aaron se colocó junto a Gisselle, quien agradeció internamente por la intervención.
— Agente Hotchner, creí que ya se había marchado— decía Jackson dando algunos pasos atrás
— En eso estaba, pero me di cuenta que la agente Pipes se estaba demorando, por lo que regresé a buscarla para asegurarme de que todo estuviera en órden— respondió el de traje con su acostumbrada seriedad— ¿Lo está, cierto? Porque si no le molesta, mi equipo y yo quisieramos descansar unas horas
Aunque su rostro permaneció neutral, había algo en su postura y el leve énfasis en la manera en la que el hombre pronunciaba "agente Pipes" que hizo que Jackson diera otro paso atrás.
—Oh, claro, por supuesto. No quería retenerla demasiado...— decía Jackson rascando su nuca —Bueno, Gi... agente Pipes, supongo que hablamos después. Que tengan una buena noche.
El detective se marchó, dejando a Gisselle aliviada por no tener que seguir lidiando con aquel sujeto, quien ya comenzaba a ponerla de mal humor.
— Espero no haberme entrometido. Parecía que necesitabas un respiro— le dijo Aaron a Gisselle, quien sonrió como respuesta
— Llegaste justo a tiempo. Te juro que si hubiera seguido insistiendo y nadie hubiera intervenido, probablemente hubiera reaccionado bastante mal— contestó ella— Tengo demasiado sueño como para lidiar con sujetos que no saben entender un "no" como respuesta
— ¿Quieres que hable con él para que no vuelva a acercarse?— preguntó Aaron, a lo que ella negó inmediatamente— No quiero que vuelva a hacerte sentir incómoda
— No es la primera vez que tengo que lidiar con hombres como él, no te preocupes— contestó despreocupada y levantando los hombros— Lo de hace rato no es nada a comparación de lo que tuve que vivir con los sujetos ebrios de Nueva Orleans. Se como defenderme, pero gracias por interesarte
Aaron sonrió ligeramente y asintió. Sabía que Gisselle no necesitaba ninguna clase de protector, sin embargo, eso no significaba que la iba a dejar lidiar sola con esa clase de situaciones.
— ¿Nos vamos?— preguntó nuevamente el hombre— Te veo muy cansada para conducir
— Iba a pedirle a Morgan que me llevara, pero ya que te ofreciste, no me voy a negar porque tienes razón, estoy demasiado cansada— respondió ella antes de bostezar por el agotamiento— Gracias
Mientras Gisselle y Aaron se acercaban a la salida, Morgan y JJ intercambiaron una mirada rápida, tratando de actuar como si realmente estuvieran entretenidos en una conversación. Sin embargo, la ligera curva en sus labios los delataba.
—¿Qué hacen aquí? Les dije que podían irse hace un rato— preguntó al verlos
—Estábamos esperando a Spence— respondió rápidamente intentando no ser descubiertos
Aaron arqueó una ceja, claramente no muy convencido de la respuesta, sin embargo, antes de que pudiera decir algo, Gisselle intervino
—¿Spencer? Pero él se fue con Rossi y Blake hace un rato
JJ lanzó una risa que ante los oídos de Gisselle era una de nervios, mientras Morgan se rascaba la nuca, tratando de encontrar otra cosa que responder.
Era evidente que ninguno de los dos esperaba que su primera excusa no fuera creída.
Al final, Morgan decidió apostar por la verdad, aunque con un toque de humor, evitando contar la parte de la apuesta.
—Bueno, estábamos... evaluando la situación. Ya sabes, asegurándonos de que no necesitabas refuerzos, Hotch.
Aaron rodó los ojos sutilmente, aunque el leve levantamiento de la comisura de sus labios delataba que no estaba molesto.
—¿"Evaluando la situación"?— preguntaba con un ligero toque de diversión en su voz— ¿O entreteniéndose a costa de los demás?
Morgan levantó las manos en gesto de rendición, mientras JJ se cruzaba de brazos con una sonrisa divertida. Gisselle, por su parte, sacudió la cabeza, divertida por la situación.
—¿De verdad? ¿Se quedaron aquí solo para chismear?— preguntó riendo ligeramente
—¡No fue así!— mintió JJ siendo juzgada rápidamente por Gisselle— Bien, bien. Tal vez si lo hucimos.Es solo que... bueno, Milles no fue precisamente discreto y después de lo que pasó cuando llegamos, teníamos curiosidad por lo que podría pasar
Gisselle soltó una carcajada que hizo que algunos de los oficiales que aún se encontraban en el recinto voltearan a verla, por lo que de inmediato cubrió su boca para no hacer mas ruido.
—Bueno, al menos alguien disfrutó el momento, porque definitivamente ni Milles o yo lo hicimos— rio un poco más bajo
—Todos al hotel— decía Aaron mientras negaba con una ligera sonrisa— Mañana será un día largo, y los necesito descansados
Morgan y JJ intercambiaron una última mirada cómplice antes de seguir la orden, mientras Gisselle se quedó unos segundos junto a Aaron, todavía sonriendo por lo ocurrido.
(…)
El trayecto al hotel no era tan largo, sin embargo, para una Gisselle que estaba tan cansada, el camino le estaba resultando eterno.
— ¿Y cómo está Jack?— preguntó Gisselle
Su intención era entablar una conversación con Aaron para evitar quedarse dormida en el trayecto, ya que sabía que si cerraba los ojos, sería bastante complicado para Aaron el despertarla al llegar a su destino.
— Está bien. Le caíste bien— le respondió Aaron sin despegar la vista del camino— Después de que te fuiste de la casa de Rossi, el hijo de JJ se despertó y Jack, quien también se despertó, se ofreció a ir con él para volverlo a dormir y le contó la misma historia que tú le contaste
Gisselle sonrió enternecida.
— Y pensar que lo improvisé porque no pude recordar ninguna historia— sonrió Gisselle con orgullo
— Eres muy buena con los niños. No cualquiera tendría las atenciones que tuviste con Jack— le sonrió ahora Aaron— ¿Tienes mucha experiencia con ellos? Se que no tienes hijos, pero algún sobrino
— Mi experiencia con niños se resume a todo lo que hice por Harry cuando éramos jovenes— explicaba la rubia mientras sacaba su celular para buscar una fotografía— Verás... mi madre se fue al poco tiempo de que Harry nació. Mi padre tuvo que trabajar duro para seguir manteniéndonos, así que como una manera de ayudarlo, cuidé de Harry mientras crecía. Supongo que hacer esas cosas me hizo tener un poco de experiencia al momento de tratar con niños
— Lamento escuchar eso...
— Está bien, son cosas que ya quedaron en el pasado— respondió Gisselle no del todo segura de si era la verdad— El punto es que, Harry solía pedirme muchas historias para dormir, pero él al ser un niño tan creativo siempre quería que inventaramos cuentos juntos
Mientras la camioneta se detenía en un alto, Gisselle aprovechó el momento para girar su celular hacia Aaron, mostrando una de sus fotos favoritas.
En la imagen, una niña de cabellos rubios sonreía con los ojos ligeramente llorosos, sosteniendo a un recién nacido envuelto en cobijas azul cielo.
—Esa foto es del día que Harry nació —dijo Gisselle con una sonrisa que denotaba nostalgia—. Recuerdo que mi primer pensamiento al verlo fue: "Qué bebé tan feo". También recuerdo que lloré un poco porque no quería tener un hermano feo.
La confesión tomó a Aaron completamente por sorpresa, y no pudo evitar soltar una gran risa que llenó el espacio de la camioneta.
—¿En serio pensaste eso? —preguntó entre risas, claramente divertido por el inesperado comentario.
—¡Es que estaba muy rojo y arrugado! —respondió Gisselle, acompañándolo en las risas mientras señalaba la foto— Mi padre tuvo que explicarme que esa apariencia no iba a durar mucho. Lo cual agradecí, porque honestamente no quería un hermano feo.
Aaron, todavía riendo, la miró con una mezcla de diversión y asombro.
—¿De dónde sacaste esa idea?
—Supongo que de la escuela —dijo encogiéndose de hombros, aún sonriendo—. Tenía compañeras que siempre hablaban de sus hermanos, pero cuando los veía, me parecían horribles. Así que supongo que no quería uno igual.
El tono despreocupado y auténtico de Gisselle lo hizo reír nuevamente, algo que no le pasaba tan a menudo. Había algo en la manera en que hablaba de esos recuerdos infantiles, sin filtro pero con ternura, que hacía imposible no contagiarse de su alegría.
Cuando las risas finalmente disminuyeron, Aaron se permitió observarla con detenimiento. Había algo fascinante en cómo Gisselle podía pasar de ser una agente seria y profesional a una narradora de historias infantiles, todo en cuestión de minutos. Era como si tuviera un sinfín de facetas escondidas, cada una más inesperada que la anterior.
En ese momento, mientras ella volvía a guardar su celular con una sonrisa satisfecha, Aaron se dio cuenta de que la mujer frente a él era una auténtica caja de sorpresas. Una que, sin siquiera proponérselo, había logrado hacerlo reír de una forma que hacía mucho tiempo no experimentaba.
—Eres algo más, Pipes —dijo finalmente, con un tono que mezclaba admiración y diversión.
Gisselle levantó la vista hacia él, arqueando una ceja con curiosidad.
—No entendí. ¿Eso es algo bueno o algo malo?
Aaron negó con la cabeza, dejando que una pequeña sonrisa permaneciera en sus labios.
—Definitivamente algo bueno.
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OMG, ¿Yo? ¿Actualizando esta historia dos días seguidos? Hasta parece un milagro del año nuevo, jsjs
Gisselle y Aaron son tan bonitos juntos, que lloro brillitos cada que escribo un momento entre ellos.
Les quiero aclarar que no todas las reacciones de Aaron en este capítulo son por celoso. Sabemos lo mucho que él se preocupa por el equipo en general, lo mismo que hizo por Gisselle al intervenir con Jackson, lo haría por JJ o Blake en caso de necesitarse.
Él es un gran lider que siempre va a buscar el bienestar de su equipo.
Y esa va a ser una de las tantas cosas que Gisselle amará de él.
¿Qué les pareció? Disfruten que mi cerebro parece que está cooperando para darles estas actualizaciones.
30 comentarios para desbloquear el siguiente capítulo.
K. 🦋
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