☄️002. Baja fidelidad (parte 1)

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2008

EL CAMINO PARA QUE GISSELLE SE UNIERA AL FBI no estaba resultando fácil, pero no por eso se desanimaba. Entendía que todo era un proceso y que debía seguir esforzándose para lograr su objetivo. Cada obstáculo que encontraba en su camino solo la motivaba a trabajar con más determinación.

Fue gracias a su gran esfuerzo que tan solo un par de meses después de que la UAC partió, las oportunidades comenzaron a aparecer para la rubia, quien durante días se sentó a pensar sobre cual opción era la mejor para impulsar su carrera. 

La primera opción era ser oficial en Baton Rouge, Nueva Orleans. La ciudad ya se había restablecido después del huracán Katrina del 2005, por lo que ahora se buscaban nuevos reclutas.

Su segunda opción era ser oficial en la gran ciudad de Nueva York. Al ser un lugar tan grande, siempre se necesitaban oficiales nuevos para cubrir lo más que se pudiera de terreno.

La tercera opción era ser capitana en San Antonio, Texas. Siendo un estado fronterizo, con el tema de los migrantes ilegales, se necesitaba una vigilancia constante.

La decisión había sido complicada, pero decidió seguir los consejos de Gwen, quien se sentó junto a ella por varios días a analizar todas sus opciones con gran detenimiento, desde sus pros, hasta sus contras. Cada opción parecía ofrecerle algo diferente, pero también presentaba desafíos únicos que podrían influir en su futuro.

En Baton Rouge, Gisselle sabía que podía marcar una diferencia en una comunidad en reconstrucción, pero la estabilidad de la ciudad aún era frágil. Nueva York le ofrecía la emoción y la adrenalina de la gran ciudad, pero también un ritmo de vida frenético que podría consumirla. San Antonio representaba una posición de liderazgo y un reto en temas fronterizos, pero conllevaría una responsabilidad enorme desde el primer día.

Gwen la ayudó a ver más allá de lo inmediato, considerando cómo cada elección podría influir en su meta final de llegar al FBI. ¿Qué camino le proporcionaría las experiencias y habilidades necesarias para destacar en una futura solicitud? ¿Cuál de esas ciudades la pondría en contacto con personas que pudieran ser clave en su carrera? 

Finalmente, Gisselle agradeció todas las opciones que se le presentaron, todas sonaban como algo realmente emocionante, y aunque la opción en Nueva Orleans llamó demasiado su atención, sabía que la mejor opción era Nueva York. Y es que al ser un lugar tan grande e importante, las oportunidades para conocer más contactos eran mucho mejores.

Gwen estaba emocionada por su amiga a quien extrañaría demasiado cuando su mudanza concluyera. Sin embargo, la despedida entre ambas no fue necesaria, ya que tan solo días después de que Gisselle aceptara la propuesta, su amiga recibió la oportunidad de trabajar a su lado, cosa a la que ella accedió de manera inmediata.

Ahora Gisselle y Gwen estarían juntas en Nueva York.

— ¡Harry, tengo el empleo en Nueva York y...!— celebró Gisselle mientras abrazaba a su hermano

— ¡Lo sé! Te llevé a cenar por eso hace una semana, pero felicidades de nuevo— respondió el hombre correspondiendo la acción de su hermana mayor— Pero claro que lo sabía, hasta te ayudé a guardar tus cosas en el camión de mudanza y me gritaste en el oído cuando recibiste la llamada por parte de la capitana de la unidad

— Déjame terminar y no me interrumpas— rio Gisselle separándose y golpeando el brazo de su hermano de manera juguetona— Lo que quiero decir es que tengo el empleo en Nueva York junto a Gwen

— Bueno, así cambia la cosa. ¡Eso es increíble!— sonrió Harry— Espera, ¿Eso significa que ahora también la tengo que invitar a cenar para celebrar? 

— Y que ahora la vas a ayudar a cargar sus cosas para su mudanza— sonrió Gisselle— Vamos a vivir juntas

— Sounds pretty gay, but ok— rio Harry, llevándose una mala mirada por parte de la rubia— Yo solo decía. Honestamente empiezo a creer que cuando tenga hijos serás la tía que vive con su "amiga" de toda la vida, y a como veo las cosas, esa "amiga" puede ser Gwen

— Ya te dije que no soy lesbiana. Soy bisexual, así que no es forzoso que me vaya a juntar con una mujer— dijo Gisselle mientras sacaba su celular para ver el mensaje que acababa de recibir por parte de Gwen— Hablando de Gwen, dice que si podemos ir a ayudarla a empacar

— Es que prefiero que estés con mujeres. Los hombres mienten, ninguno es lo suficientemente bueno para ti— decía Harry mientras tomaba las llaves del auto que estaban sobre una mesita— Vamos, pero me vas a invitar a la inauguración de tu apartamento en Nueva York. He cargado mucho en estos días como para que una vez que comience tu nueva vida, te olvides de mi

— Harry, tú eres hombre...

— Conozco a los de mi especie— rio de vuelta— Ya vámonos, antes de que me arrepienta de que me estés usando de burro de carga

Gisselle rio y volvió a golpear ligeramente al castaño para después pasar su brazo por su cintura y caminar a la salida del departamento en compañía de Harry. Sin duda estaba demasiado emocionada por lo que la vida le deparaba. 

Sabía que llegar al FBI no sería un trabajo fácil, pero no por eso se iba a desanimar. Todo lo contrario, se esforzaría el doble para llegar con las mejores conexiones a esa gran agencia. Nueva York, con su diversidad y ritmo implacable, era el lugar perfecto para forjarse un nombre. Gisselle entendía que cada patrulla, cada caso, y cada contacto en la ciudad le ofrecerían oportunidades únicas para aprender y destacarse. 

Aprovecharía cada experiencia, desde las más rutinarias hasta las más desafiantes, para construir un perfil sólido que la hiciera destacar ante cualquier reclutador del FBI. Con cada paso, se acercaría un poco más a su nueva meta, convencida de que su dedicación y trabajo duro la llevarían al lugar que tanto deseaba.

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Gisselle y Gwen llegaron a Nueva York en una mañana fresca, cuando el sol apenas comenzaba a filtrarse entre los edificios altos que formaban un paisaje imponente a su alrededor. Las luces y los sonidos de la ciudad despertaban una mezcla de emoción y nerviosismo en Gisselle, quien llevaba consigo una pequeña maleta llena de ropa y grandes metas por cumplir.

Mientras caminaban por las concurridas calles, Gwen le sonreía con orgullo. Ella había sido un pilar fundamental en la decisión de Gisselle de elegir Nueva York como el lugar para dar el siguiente gran paso en su carrera.

—Mira a tu alrededor, Gisselle. Este es solo el comienzo— dijo Gwen, deteniéndose en una esquina para observar a la multitud apresurada que pasaba a su lado— Nueva York puede ser algo aterrador, pero está llena de oportunidades y nosotras las vamos a aprovechar

Gisselle asintió, respirando profundamente el aire urbano, cargado de una energía que solo había sentido en esta ciudad. Sabía que no sería fácil, pero se sentía lista. Había algo en el caos organizado de Nueva York que la hacía sentir viva, como si cada paso que daba en estas calles la acercara más a su objetivo final de unirse al FBI.

—Gracias por estar conmigo en esto, Gwen. —Gisselle sonrió mostrando como sus ojos brillaban con gran alegría— No podría haber tomado esta decisión sin ti.

—No tienes que agradecerme nada —respondió Gwen, poniendo una mano en el hombro de Gisselle—. Estoy aquí porque creo en ti. Y sé que, con el tiempo, vas a hacer grandes cosas

— Vamos a hacer grandes cosas. Las dos las haremos— corrigió Gisselle

Con una última mirada a la gran ciudad, ambas se encaminaron hacia el edificio donde Gisselle y Gwen comenzarían su nueva vida. El camino sería arduo, pero en ese momento, mientras Nueva York se desplegaba ante ella, Gisselle supo que había tomado la decisión correcta y que estaría en compañía de la persona indicada.

Cinco meses después, Gisselle se encontró de pie en el mismo cruce donde, aquella mañana de su llegada, había contemplado por primera vez la inmensidad de Nueva York junto a Gwen, cuando recibió la llamada de uno de sus compañeros pidiéndole que llegara lo más pronto posible a la oficina.

Un homicidio en vía pública. Un tiro en la cabeza y en pleno día. Pero nadie había visto o escuchado algo que pudiera ser de utilidad, lo cual comenzaba a preocupar a todo el departamento de policía.

— ¿Cómo es posible que nadie escuchara nada?— preguntó Gwen mientras veía el cuerpo sin vida de la victima— Digo, yo se que la ciudad es ruidosa, pero ¿De verdad es tan ruidosa que se puede cubrir un sonido de un disparo?

— Tiene que ver con el arma que usa, ya sea en caso de que use un silenciador o del calibre del arma— respondió Gisselle viendo la herida de bala— Eso último influye mucho en el volumen del disparo

— ¿Crees que fuera personal? Asesinar a alguien en plena luz del día es algo muy osado, creo que demasiado como para que sea al azar— decía Gwen 

— Quisiera darte una respuesta, pero honestamente no tengo idea— negó Gisselle— Solo nos queda investigar todo lo que se pueda

Pasada una semana, ya había cinco victimas en total. Todas en diferentes precintos, por lo que juntas la información estaba resultando solo un poco más complejo, en especial porque fue hasta el tercer homicidio que Gisselle tuvo la idea de que las muertes podían estar relacionadas de alguna manera.

Ante eso, todos los departamentos de policía en Nueva York parecían estarse volviendo locos. Tenían teorías diferentes y maneras de querer llevar el caso bastante contrarias, el pánico en las calles cada vez se hacía más fuerte, los medios generaban demasiada presión al crear teorías absurdas que solo generaban confusión y caos entre los civiles e incluso entre algunos policías.

Gisselle se estaba frustrando, puesto que nada en el método del asesino parecía tener sentido. Cinco victimas sin relación alguna, en lugares completamente diferentes, pero que habían muerto de la misma manera y con el mismo tipo de arma. Nada parecía tener sentido.

Tenía algunas ideas, sin embargo nada conciso, por lo que prefirió guardar para si misma todo lo que pensaba, o al menos hasta que saliera alguna pista que pudiera darle fuerza a sus teorías.

— Iré por algo a la maquina expendedora, tengo hambre. ¿Te traigo algo?— le preguntó Gwen a Gisselle. Cosa a la que la rubia se negó mientras continuaba pensando— Entonces no tardo

— Yo iré con Cooper y Brustin. Se que fueron a la última escena, así que aprovecharé para ver si algo de lo que vieron, puede darle fuerza a mis teorías— anunció Gisselle poniéndose de pie— ¿Sabes dónde están?

— Me dijeron que iban a ir con Joyner, búscalos cerca de su oficina

Gisselle asintió y se dispuso a caminar hasta el elevador para llegar al piso en donde se encontraría la oficina de Kate Joyner, su superior.

Mientras el elevador la llevaba a su destino, su celular sonó. Era un mensaje por parte de su hermano, quien le informaba que su nuevo destino era la ciudad de Las Vegas, por lo que probablemente no estaría tan al pendiente de su celular, pero que ante cualquier situación que se llegara a presentar, podía llamarlo y que atendería al momento.

La rubia sonrió y mientras escribía su respuesta, el elevador llegó a su destino, por lo que Gisselle avanzó mientras miraba la pantalla de su celular.

“Ten un buen viaje y por favor no apuestes todo tu dinero, no quiero tener que ir por ti para salvarte la vida” escribió mientras reía de tan solo imaginar a su hermano menor en La Vegas.

— Es hora de fingir ser amables y darles lo que quieran— escuchó Gisselle

Extrañada, Gisselle levantó la mirada, encontrándose así con las espaldas de un grupo de personas que a primera vista parecían desconocidos para ella.

La risa incómoda de Kate Joyner fue lo único que se escuchó después de eso.

— Agente Pipes, que bueno que está aquí— dijo Kate para intentar romper el momento tan tenso que se había creado— Le quiero presentar a la UAC...

Los ojos de Gisselle se abrieron llenos de sorpresa.

Aquellas personas que antes le habían dado la espalda se voltearon, dejando ver los rostros del equipo que había conocido años atrás en el caso de las estudiantes asesinadas en Arizona.

Spencer Reid, Emily Prentiss, Derek Morgan, Jennifer Jareau, dos personas más que no reconoció... y frente a ellos, junto a Kate, el hombre que permaneció en los pensamientos de la rubia durante algunas semanas después de su partida y a quien de alguna manera le debía la idea de llegar en algún momento al FBI...

Aaron Hotchner.

Por un momento, el tiempo pareció retroceder ocho meses. Gisselle sintió esa misma chispa, esa mezcla de curiosidad y algo más profundo que había experimentado al conocerlo. Pero esta vez, había una diferencia: el peso de los meses que habían pasado sin verse, la distancia que se había formado y la vida que había seguido adelante.

Los ojos de Aaron se encontraron con los de Gisselle, y por un instante, él pareció quedarse sin palabras. No era común verlo tan desconcertado, y eso solo acentuó la intensidad del momento. Gisselle pudo notar el leve endurecimiento de su mandíbula, como si intentara recomponerse rápidamente.

— Agente Pipes— dijo finalmente, su voz sonando un poco más baja de lo habitual, como si estuviera procesando su presencia— No esperaba verla aquí...

— ¿Se conocen?— preguntó Kate desconcertada

— Si... cuando era capitana en Arizona, la UAC nos auxilió en un caso— dijo Gisselle sonriendo y extendiéndole la mano a los agentes frente a ella— Si les soy honesta, tampoco esperaba verlos, digo, sabía que el FBI apoyaba en el caso... pero no sabía que también los habían llamado, pero me alegra que así fuera... aunque no recuerdo a dos de ustedes

— Si, nadie esperaba verlos— habló Brustin con evidente molestia en su voz, recibiendo un pequeño codazo por parte de su compañero

— Ella es Penélope García, es nuestra técnica— presentó Aaron sin dejar de ver a Gisselle

— ¡Oh si, ya se quien eres! La genio de las computadoras, es un placer conocerte al fin. Quedé muy impresionada y agradecida por lo que hiciste en el caso— sonrió Giselle tomando la mano de la rubia de lentes— Gisselle Pipes, un placer

— Y él es el agente David Rossi— prosiguió Aaron

— Un placer conocerlo— dijo ahora extendiéndole la mano al hombre de bigote

— Bueno, ahora que ya todos se conocen, dejaré que se pongan al corriente con lo que haga falta— habló Kate— Solo les pido que me informen de todo a mi. Estoy convencida de que arriesgar un empleo es más que suficiente

Gisselle asintió, aunque algo confundida por las palabras finales de su jefa.

Por un momento, volvió su mirada a Aaron, sintiendo que la sala se había reducido a ellos dos, aunque a su alrededor el bullicio continuaba. No podía negar que ver a Aaron después de tanto tiempo la había desestabilizado un poco. Era como si todo el progreso que había hecho para mantenerse enfocada y profesional se tambaleara con solo una mirada de él.

—¿Puedo hablar contigo en privado?— preguntó Kate, a lo que el hombre de traje asintió y se disculpó para caminar junto a ella

Gisselle no dijo nada, tampoco mostró ninguna emoción, aunque extrañamente para ella, había sentido un pequeño pinchazo en el pecho al verlo alejarse sin darle una última mirada.

Los vio caminar hasta la oficina y mientras lo hacía, Gisselle trataba de entender porque se había sentido de nuevo de esa manera por alguien a quien llevaba meses sin ver, por alguien con quien solo había hablado de manera profesional y con quien jamás había vuelto a tener contacto... o al menos hasta ese momento.

— Oye... ¿Cuál es el problema de tu pareja?— preguntó la voz del doctor Reid, haciendo que la atención de Gisselle volviera a sus compañeros y a la unidad que acababa de llegar

— Ehhh, bueno, con la cuarta muerte llegó el FBI... y, necesitamos mucha ayuda, pero, de pronto ella se reúne con el alcalde y los llama a ustedes sin avisarnos nada— explicó Cooper viendo a la oficina de su superior

— Pero es bueno que estén aquí— habló Gisselle con una sonrisa— Creo que si Kate no los hubiera llamado, probablemente le hubiera hecho la sugerencia para que lo hiciera

— Solo queremos ayudar. Véanos como un recurso— dijo Emily 

— Muy bien... perfílame... ¿Qué estoy pensando?— preguntó Cooper de manera algo coqueta 

Gisselle en ese momento deseó darle un golpe a su amigo.

No podía creer que estuviera haciendo esa clase de comentario en ese momento.

Emily rio y se negó a hacer lo que Cooper le pedía, recibiendo una respuesta que hizo molestar a Gisselle.

"Sin ofender, pero van cinco homicidios, ojalá sea mejor que esto"

— Eres un sujeto con baja autoestima que disfruta de subirse el ego con las mujeres de esta oficina— habló Gisselle con seriedad— Pero que también se asusta cuando alguna le corresponde. Eso te lo digo yo que no soy perfiladora, ¿De verdad quieres que ella te haga un perfil? Honestamente no creo que tu frágil ego lo sepa manejar

Reid y Prentiss tuvieron que morder el interior de su mejilla para no reír ante la expresión de Cooper, quien no supo como responder y prefirió alejarse.

— De verdad lamento eso. Entiendo que Cooper y Brustin estén molestos por lo que pasa, yo también lo estoy, pero eso no significa que tengan que ser groseros con ustedes— se disculpó Gisselle

— No tienes nada de que disculparte. Suena mal que lo diga así, pero hemos recibido peores tratos— dijo Emily levantando los hombros

— De mi parte jamás será así. Ahora díganme, ¿En que los ayudo?— preguntó Gisselle sin dejar de sonreír

●●●

Cuando una nueva victima apareció, la ciudad entró de nuevo en un completo caos. Los medios rodeaban la escena del crimen y la estación. Todos querían respuestas, el problema es que la policía aún no parecía tenerlas, lo que empeoraba la situación para los ciudadanos que ya temían por sus vidas.

Gisselle llegó en compañía de Cooper y Brustin a la escena. La gente detrás de las bandas amarillas se asomaba para intentar ver que pasaba, algunos otros solo agachaban la mirada mientras los oficiales les hacían preguntas. Gisselle asumió que estos últimos eran los testigos potenciales y que posiblemente se encontraban en shock por ver el cadaver.

— Por la ubicación de la cámara, es probable que solo podamos ver su nuca— sugirió Morgan

Gisselle levantó la mirada para observar en que posición se encontraba la cámara. Al verla, concordó con las palabras del moreno

— No nos adelantemos a decir que tenemos o no— dijo Kate en un tono que a la percepción de Gisselle, había sonado bastante grosera

Cooper, Brustin y Morgan estaban igual de sorprendidos que ella. Ninguno parecía entender el porque de las actitudes de Joyner.

— Pero... él tiene razón— dijo Gisselle tratando de defenderlo— El ángulo de la cámara no es bueno. No nos va a servir de mucho, por no decir de nada

Kate la volteó a ver. En su mirada se notaba la molestia. Gisselle sabía que estaba mal desacreditar a sus superiores, sin embargo, no iba a permitir que una injusticia se cometiera solo porque parecía que a Joyner no le agradaba Morgan. Se supone que eran profesionales, por lo cual debían de actuar como tal.

— ¿Y ahora que dije?— preguntó Gisselle confundida por la mirada de su jefa

— ¿Puedes decirme por qué no le caigo bien?— le preguntó Derek a Hotch en cuanto Cooper, Brustin y Kate se alejaron— ¿O por qué está comportándose así con Pipes? No creas que no lo he notado

— El FBI le aclaró que si no soluciona este caso, van a tener que reasignarla— dijo Hotch, dejando a Gisselle sorprendida. Jamás se hubiera imaginado que el empleo de Kate estuviera en tanto peligro— Y tu encabezas la lista para reemplazarla... seguida por algunas opciones, incluida tu, agente Pipes

— ¿Qué?— preguntó Gisselle aún más sorprendida— ¿Yo? Pero... yo llevo solo meses aquí... eso no tiene sentido...

— ¿Es una broma?— preguntó Derek igual de confundido y sorprendido

— ¿Les sorprende? Morgan, eres bueno y todos lo notan— decía Hotch con seriedad— Agente Pipes... tiene un gran índice de casos resueltos de manera satisfactoria, eso es lo que les importa, no la cantidad de tiempo que lleve trabajando en esta unidad

— ¿Pero que no el buró se estuvo alegrando de que se la lograron robar a Scottland Yard?— siguió preguntando Derek

— No lo sé... la política aquí es diferente, y no es una pelea honesta... créanme— dijo Aaron antes de alejarse

Gisselle se quedó unos instantes sin moverse. Intentaba encontrarle sentido al hecho de que el FBI quisiera encontrarle un reemplazo a su superior y que una de esas opciones fuera ella. Por una parte se sentía feliz ante el hecho de que su nombre comenzaba a hacerse conocido y que el FBI ya comenzara a conocerla... ¿Pero a que costo? 

Entendía que ese puesto tenía el nombre de Derek Morgan, pero sabía que con el simple hecho de que su nombre figurara en la lista de posibles candidatos, Kate Joyner comenzaría a comportarse de manera mas hostil ya no solo con Morgan, si no también contra ella.

Y eso era algo que Gisselle jamás permitiría.

La situación no pareció mejorar en el resto del día. Kate seguía haciendo comentarios pasivo-agresivos a Derek y solo algunos a Gisselle, solo que esta última no pretendía dejarse y respondió todos de la manera mas educada que podía. Tampoco era tonta, Kate aún tenía el poder para correrla, por lo que no discutiría con ella, sin embargo iba a dejar en claro que no permitiría que nadie minimizara su trabajo.

Para cuando la noche cayó, Gisselle optó por irse en compañía de Gwen a dormir. Ambas llevaban mas de 48 horas despiertas, por lo que ya era necesario que se tomaran un descanso, aún cuando ninguna lo quería. Necesitaban resolver el caso antes de que mas inocentes murieran, sin embargo, ambas mujeres sabían que no podrían hacer mucho si no descansaban.

— Me alegró mucho que la UAC viniera a ayudar. Esa chica... García, hizo magia con esas comparaciones para descubrir que estamos en busca de dos responsables— dijo Gwen mientras abría la puerta del departamento— Además, ¿Viste el mapa anti geográfico que hizo el doctor Reid? Es impresionante. Nunca había visto a alguien hacer algo como eso

— Si, si lo vi. Yo también quedé sorprendida, y ni hablar de las habilidades de García. Es realmente buena en lo que hace— dijo Gisselle entrando a su hogar— Y también estoy feliz de que vinieran, creo que nos van a ayudar bastante

— Hablando de ellos, ¿Notaste lo cercanos que están el agente Hotchner y Joyner?— preguntó Gwen— Nunca la había visto de esa manera

Gisselle hizo un mueca al escuchar eso.

Había pasado los últimos días tratando de no pensar en eso. Claro que había notado que parecía existir una cercanía entre su jefa y el lider de la UAC, solo un ciego no podría notarlo. Ambos iban a todos lados juntos, cada que alguien quería hablar con el agente Hotchner, Kate estaba ahí, y eso comenzaba a molestar a Gisselle.

No porque sintiera celos, si no porque cada que intentó hablar con Aaron Hotchner para dar alguna teoría que tal vez podría ayudar al caso, Kate intervenía e intentaba quitarle merito a sus palabras o simplemente le pedía que no hiciera teorías tan pronto y con tan poca evidencia.

— ¿Crees que tienen una historia juntos?— preguntó Gwen mientras comenzaba a desmaquillarse— Es raro. Yo recuerdo que el agente Hotchner estaba casado...

— No lo sé, Gwen. Y honestamente no podría interesarme menos— contestó Gisselle abriendo una botella de cerveza— Y eso tampoco debería de interesarte a ti

— Wow, alguien ya comienza a ponerse de malas por la falta de sueño. Bien, creo que mejor te dejaré sola...

— Lo siento, lo siento— se disculpó Gisselle de inmediato— No quise ser grosera... es solo que tengo mucho en la cabeza. Los homicidios, la actitud de Kate conmigo, la lista de reemplazos...

— ¿Lista de reemplazos? ¿De que hablas?

— El FBI amenazó a Kate sobre la resolución de este caso. Si no lo logra, la van a reasignar... Derek Morgan encabeza la lista para su reemplazo, pero al parecer mi nombre también figura entre los candidatos— confesó Gisselle mientras bebía su cerveza

— Oh wow, esto es grande. ¿Cómo que quieren reemplazar a Kate? ¿¡Cómo que tu nombre es parte de la lista!?— preguntó Gwen sorprendida

— No sé mucho al respecto. El agente Hotchner nos lo dijo al agente Morgan y a mi cuando fuimos a la escena de la última víctima— explicaba la rubia— Entiendo que el agente Morgan es muy bueno en su trabajo. Es natural que lo quieran en otros puestos... pero yo acabo de llegar hace tan solo unos meses...

— Ahora comienzo a entender porque Joyner estuvo sobre ti en los últimos días. Te ve como una amenaza... lo cual no tiene sentido porque ni siquiera eres la primera en esa lista de opciones...

— ¡Eso mismo pienso yo!— exclamó Gisselle— Como sea. Intento no pensar en eso. La condición para reasignar a Kate es que no resolvamos el caso, y por mucho que ahora no la esté soportando, me niego a no darle resolución al caso

•••

Para el día siguiente, ocurrió lo que Gisselle mas temía. Otro homicidio.

Maldijo al ver el vídeo de la cámara de seguridad. Todo estaba ocurriendo en vivo y no podía hacer nada para advertirle a esa persona.

Sentía tanto coraje por estar viendo esas imágenes, pero sintió uno mas grande en cuanto escuchó que Derek Morgan había propuesto que la UAC formara parte de las brigadas que cubrían la ciudad.

Kate Joyner parecía estar desperdiciando el apoyo de la UAC, limitandolos a hacer perfiles, aún cuando sabía que ellos estaban mas que calificados para hacer trabajo de campo.

— Todos mis oficiales estaban en la calle— habló Kate sin voltear a verlo

— Falso. Yo estoy aquí— dijo Gisselle con seriedad— Te pedí que me mandaras a las calles junto a Gwen y me dijiste que no. Dijiste que ya eran suficientes hombres en el campo. Ya vimos que no fue así

— Lamentarnos ahora no sirve de nada— intervino Aaron en un intento de que la discusión no se hiciera mas grande

Gisselle lo miró sorprendida. Era como si la estuviera defendiendo, aún cuando era claro que había cometido un error.

— Hotch, ¿Cómo veré a estos policías de frente para decirles que venimos a ayudar?— preguntó Morgan visiblemente molesto

— Venimos a presentar un perfil y eso haremos— le contestó el de traje

La tensión se sentía en ese pequeño espacio. Gisselle permaneció a un lado de Rossi sin decir nada, pero manteniendo su expresión molesta por lo que estaba ocurriendo.

Entendía que Kate temía por su empleo, pero sus decisiones estaban siendo las peores, todo por negarse a aceptar las sugerencias de aquellos que estaban como candidatos a su puesto, lo cual no tenía sentido. No cuando ellos ni siquiera estaban enterados de eso.

— ¿Concentración?— preguntó Morgan sacando a Gisselle de sus pensamientos— Desde donde lo veo, solo te concentras en ella...

Gisselle quedó sorprendida por la valentía o tal vez la estupidez de Morgan por decir algo como eso, después de todo era algo que ella también había pensado, pero que se había limitado a mantener en sus pensamientos.

Aaron de inmediato le pidió a Morgan que se fuera, orden a la que él acató sin decir ni una sola palabra.

La rubia estaba molesta. Se perdió un poco en medio de toda la discusión en un intento de ponerle calma y orden a lo que estaba sintiendo, sin embargo estaba de acuerdo con varias de las cosas que Morgan había dicho. Kate y Aaron estaban actuando de una manera terrible al no estar aceptando los consejos de los demás y eso solo iba a causar que mas personas siguieran muriendo.

Y eso, era algo que Gisselle no iba a permitir.

— Iré con Gwen a patrullar, con suerte podremos encontrar algo que sea de utilidad— habló Gisselle después de unos momentos de silencio— Tal vez un oficial más en las calles no marque una diferencia, pero me niego a quedarme aquí, viendo como matan a alguien más solo porque no quieren seguir sugerencias del resto del equipo

— ¡Agente Pipes!— regañó Kate

— Lamento mucho que su empleo esté en riesgo, de verdad que si, entiendo de alguna manera su desesperación. Pero no por eso, significa que está bien hacer menos a quienes están en una lista de posibles candidatos, menos cuando nosotros ni siquiera pedimos formar parte de esa lista— respondió Gisselle, mostrándose seria ante quienes la escuchaban— A mi no me importa su puesto, agente Joyner. A mi me importa salvar a las personas de esta ciudad y darle justicia a aquellos que ya no están

Y con esas últimas palabras, Gisselle dio la media vuelta para alejarse en dirección a los elevadores.

¿Lo que había dicho estaba mal? Probablemente.

¿Eso podría poner en riesgo su trabajo? Era lo más seguro.

¿Se sintió bien decirlo? Definitivamente.

¿Se arrepentía? Por supuesto que no.

•••

Horas mas tarde, Gisselle volvió a la estación en compañía de Gwen. El salir la había ayudado a calmar el mal humor que tenía. Ahora ya sentía que estaba nuevamente lista para regresar y trabajar sin conflictos internos o con alguien más.

Ya no le tomaría importancia a los comentarios pasivo-agresivos de Kate y hablaría aún cuando ella la quisiera silenciar o menospreciar. Tenían que ser profesionales y si Joyner no sabía como serlo, ella si lo sabía y lo sería.

Gwen la acompañó hasta la oficina de su supervisora, lugar en donde se encontraba acompañada por Aaron Hotchner (cosa que no fue una sorpresa para nadie). Planeaba pedir disculpas por su comportamiento, pero también aclarar que no se quedaría callada en caso de que algo fuera injusto.

— Buenas noches. ¿Puedo pasar?— preguntó Gisselle, llamando la atención de ambos agentes que veían una pantalla

— Adelante— asintió Kate

— Quería disculparme por mi comportamiento... en ningún momento quise faltarle al respeto o...

— Dijiste lo que pensabas y eso me gusta. Probablemente no esté de acuerdo con algunas de tus actitudes, pero eres eficiente y dices lo que piensas— interrumpió la mujer— Eso lo respeto y lo valoro demasiado. No tengo nada porque disculparte

Gisselle forzó una sonrisa, agradeciendo las palabras de su supervisora.

Gwen estaba por preguntar si había algún avance en el caso, sin embargo fue interrumpida por Derek Morgan, quien entró con las mismas intenciones que Gisselle, ofrecer una disculpa por su comportamiento.

Kate contestó casi lo mismo que le había dicho a ella instantes atrás, por lo que ambos eligieron no agregar ningún otro comentario y dejar la situación así.

— ¿Tenemos algo nuevo?— preguntó Gwen, intentando quebrar la incomodidad de la habitación

— Su analista técnico revisó el vídeo del nuevo homicidio. Es un tirador diferente— informó Kate

— ¿Eso significa que tenemos a tres responsables? No puede ser— exclamó Gisselle pasando su mano por su cabello con frustración— ¿Quiénes son esos sujetos? ¿Qué demonios están buscando?

— Quiero a todos mañana en la mañana en las calles— dijo Kate recargandose en el escritorio— No importa quienes sean estos sujetos, están avanzando y si ya mataron a dos personas en tan solo 48 horas, es seguro que no se detendrán. Por el momento pueden ir a descansar, mañana necesitaremos estar en nuestro 100%

Gisselle asintió, dio las buenas noches y salió de la oficina en compañía de Gwen, no sin antes notar que la mirada de Aaron Hotchner pareció centrarse por completo en ella después de que ofreciera las disculpas.

En esta ocasión, no habían tenido ni una sola oportunidad para hablar en privado, algo que, si bien a Gisselle no le angustiaba, sí le causaba cierto mal sabor de boca. Habían trabajado bastante bien la primera vez, con una conexión casi instantánea que facilitaba la comunicación. Sin embargo, ahora, parecía que Aaron ni siquiera podía mirarla por más de cinco segundos.

Cada vez que sus miradas llegaban a cruzarse, él rápidamente desviaba la vista, y eso la dejaba con una sensación de vacío que no podía explicar.

Gisselle no era alguien que se aferrara al pasado, pero no podía evitar recordar cómo se había sentido la primera vez que lo vio: esa chispa de curiosidad, la tensión palpable en el aire, y la forma en que habían logrado trabajar juntos sin esfuerzo.

¿Había cambiado algo entre ellos? ¿O era simplemente su mente jugando trucos? Gisselle intentaba convencerse de que todo estaba en orden, que quizás Aaron solo estaba demasiado concentrado en el caso. Después de todo, eran profesionales, y esto no era más que otro trabajo que tenían que resolver.

Pero aún así, la confusión persistía, mezclada con una punzada de nostalgia por esos breves momentos en los que había sentido que, tal vez, algo más podría haber existido entre ellos. La rubia sacudió la cabeza, casi como si intentara deshacerse de esos pensamientos. No podía permitirse distracciones, no ahora.

Decidió no pensar de más la situación e intentar regresar toda su atención al caso, repitiéndose que su enfoque debía estar en las evidencias y en el trabajo, no en lo que podría o no podría haber sido. Pero incluso mientras lo hacía, una pequeña parte de ella no podía evitar preguntarse si Aaron se sentía de la misma manera que ella.

A la mañana siguiente, las parejas para realizar la vigilancia fueron formadas. Gisselle esperaba trabajar junto a Gwen, después de todo ella era su compañera, pero vaya sorpresa la suya cuando se le informó que trabajaría en compañía de Aaron, esto bajo el argumento de que Gwen sería de mayor utilidad en la estación junto al doctor Reid, el detective Rossi y Brustin.

Gisselle intentó mantener una expresión neutral mientras procesaba la información, pero no pudo evitar sentir un nudo en el estómago. La idea de pasar tiempo a solas con Aaron la inquietaba más de lo que estaba dispuesta a admitir. Sin embargo, se obligó a recordar que eran profesionales, y que trabajar juntos en una vigilancia no debía ser diferente a cualquier otra tarea.

Una vez que se encontraron en la calle que se les había asignado, el silencio se instaló entre ellos, solo roto los ruidos de la ciudad. Gisselle trató de concentrarse en su entorno, en las calles que pasaban a su lado, en los posibles lugares que debían vigilar. Pero era imposible ignorar la presencia de Aaron a su lado, tan cercana y a la vez, tan distante.

Cada tanto, sus miradas se cruzaban brevemente, y en esos momentos, ambos podían sentir una tensión sutil, como un hilo invisible que los unía y los separaba al mismo tiempo. No sabían si esa tensión era buena o mala, solo sabían que estaba ahí, como una constante que los hacía sentir conscientes del otro de una manera que no podían controlar.

Gisselle se encontró preguntándose nuevamente si Aaron también sentía lo mismo, si era consciente de esa energía latente que parecía flotar en el aire cada vez que estaban juntos. Pero no se atrevió a preguntar, ni siquiera a mencionar el tema. Después de todo, esto no era más que un trabajo, una misión que debían cumplir, y cualquier otra cosa no tenía lugar en ese momento.

Aaron, por su parte, también notaba la tensión. Había intentado mantenerse enfocado en el caso, en las razones por las cuales estaba allí, pero cada vez que su mirada se desviaba hacia Gisselle, sentía un leve escalofrío recorrerle la espalda. No era incómodo, pero tampoco era algo a lo que estuviera acostumbrado. Era... diferente.

— Felicidades— habló Aaron rompiendo el silencio y confundiendo a Gisselle por su elección de palabras— Por llegar aquí. La agente Joyner me contó que solo meses después de que nos conocimos se le hizo llegar la oferta para llegar aquí... felicidades por eso

— Oh ya, entiendo. Gracias— dijo Gisselle forzando una sonrisa— Si... bueno, después de que se fueron y después de la breve conversación que tuvimos antes de su partida, comencé a considerar el llegar mas lejos... y pensé que el llegar a Nueva York era un gran paso

— Me da gusto que así sea. Nuevamente felicidades, agente Pipes...

— Gisselle. Puede llamarme Gisselle— sugirió la rubia sin poder mirarlo— Agente Pipes suena... muy formal y no me gusta del todo

— Está bien... Gisselle

La manera en la que Aaron pronunció su nombre, provocó que la piel de la rubia se erizara, sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, pero no de miedo o incomodidad, sino de algo mucho más profundo y sorprendente. La forma en que su voz, grave y firme, envolvió esas dos sílabas, hizo que un cosquilleo recorriera su piel desde la base del cuello hasta la punta de los dedos.

Se sorprendió al notar que su piel se erizaba, como si su cuerpo respondiera de manera involuntaria a la simple mención de su nombre.

No entendía completamente por qué le afectaba de esa manera, pero no podía negar la extraña mezcla de nerviosismo y emoción que la invadió. Era como si, en ese instante, hubiera un significado más profundo en la simple pronunciación de su nombre, como si esas palabras hubieran marcado algo dentro de ella, algo que no podía ignorar...

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El capítulo me quedó mas largo de lo esperado, por lo que me tuve que ver en la necesidad de dividirlo en dos (igual que el episodio en la serie), porque si no, esto seguramente terminaba con mas de 10 mil palabras, y eso ya es una exageración, jsjs.

Se que la historia va comenzando, pero les agradezco que le estén dando una oportunidad a esta nueva historia, tqm.

+15 comentarios estarían cool para saber que la historia les está gustando y así poder actualizarles mas seguido.

K. 🦋