Capítulo 6: Quiero un dinosaurio

NARRA SORIMACHI

Voy de camino a casa. Estar en la casa de Kenny fue nostálgico. Amaba ir a su casa, ver a su humilde mamá, y a su hermanita tsundere, que estaba vestida con su uniforme de karate. No entendí por qué me pareció sexy cuando la vi.

─Te ves mejor con el traje de karate─ le dije en un tono pícaro.

Ella se ruborizó apenas, y levantó el brazo. Me encogí en mi lugar, temblando, esperando un golpe certero, pero no: apenas me tocó la cabeza.

─Onto baka nandakara─ traducción: "Eres un idiota".

Sumiye rió a su lado.

─Aunque en parte tiene razón. Je─ Jenru le dio el mismo golpe en la cabeza a Sumiye.

─Quizás no tenga la cintura o piernas de Kenny, pero igual es muy sexy─ le dije a propósito para que me diera otro golpe, y lo hizo.

─Es verdad─ le dio el mismo golpe a Sumiye.

Conociendo a Jenru, me hubiese dado con una escoba en la cabeza, sin importar que Sumiye estaba ahí, creo que en estos años cambió su actitud. Me alegra no ganarme más chichones en la cabeza, jeje.

Y no sólo eso, cuando iba pasando por la plaza, encontré algo que hizo que me mojara: Hyuga cogiendo con Hoshiko contra un árbol, menos mal que estaba totalmente vacía. De todas formas no cogerían en un lugar público si hay gente.

Me escondí detrás de una banca y los vi un buen rato.

─¡Nyaaaaaa! ¡Kojiro, no seas tan agresivo!

─¡Pero si fuiste tú quien pidió que lo haga así!

Ver eso hizo que metiera mi mando dentro de mi bóxer. Pensé: "Kenny, ¿por qué no puedo tenerte conmigo en este momento?".

Y hablando del Rey de Roma, el celular sonó. Era él. Me estaba llamando. Debí haberme retrasado mucho.

Ellos voltearon a donde estaba yo, pero no me vieron porque llegué a esconderme a tiempo en el arbusto.

─¿Oíste eso, Kojiro?

─Debió haber sido nuestra imaginación. En fin, sigamos, que no he terminado contigo.

Yo colgué la llamada y rápidamente le escribí un mensaje diciéndole que ya iba en camino. Me fui de ahí lo más silencioso posible para no ser comida de dos tigres.


─¡Ya llegué, Kenny!─ abrí la puerta de golpe.

Él y Oyuki estaban en la mesa. Kenny me miraba negando con la cabeza.

─Tardaste tanto que tuvimos que comer sin ti para asegurarnos de que no se enfriara. Los sorrentinos saben mil veces mejor si están recién hechos.

─Perdónenme, es que me retrasé viendo algo excitante en el parque...

─¿Había jóvenes rebeldes cogiendo?

─Esos "jóvenes" eran Hyuga y Hoshiko.

─¿Enserio? Vean al capitán teniendo sexo en lugares públicos─ rió.

─Eso no debería hacerse si no es a solas en una habitación─ dijo Oyuki.

─No había nadie en la plaza─ añadí.

─Igual, pudieron ser vistos por alguien a lo lejos.

─Mejor no sigamos hablando de esto, y ve a comer, Kazuki.

─Yo quería que mamá comiera con nosotros─ dijo Oyuki con los ojos tristes.

─Awww─ dije─. ¿Y si mejor me como a una niña de pelo rubio para el almuerzo?─ pellizqué suavemente sus cachetes. Ella reía y reía.

─Sírvete y nosotros nos quedamos en la mesa─ dijo Kenny─. Yo ya no puedo comer más.

─Yo sí quiero otro plato─ Oyuki se levantó y se fue a servir más en la olla.

─Veamos quién come más─ fui a servirme también. 

Oyuki y yo comíamos demasiado rápido. Kenny nos decía que nos podía dar dolor estomacal, pero yo soy Kazuki Sorimachi, y jamás me ha dolido la panza. Sin embargo, Oyuki dejó el tenedor a un lado, y se recostó en el respaldo de la silla.

─No puedo más─ dijo con un hilo de voz.

─Jajaja, te gané─ le dije.

─Ya, no la pelees, Kazuki─ Kenny se levantó de la mesa, y la cargó en sus brazos─. Acuéstate un rato hasta que se te alivie el dolor─ subía las escaleras.

Yo le eché la lengua para molestarla un poco, pero ella me echó el dedo del medio. ¡Ay, esta niña!


NARRA KEN

Entré a la habitación a darle a Oyuki un calmante para el dolor de estómago, y la encontré leyendo otro libro.

─¿Te sientes mejor?

─Síp─ respondió sin apartar la vista del libro.

─¿Sobre qué estás leyendo?

─Es un libro sobre dinosaurios. Son muy muy lindos. 

─¿Sabías que llegaron a existir?

─Síp. Es una pena que ese meteorito los haya matado. Eran criaturas sorprendentes.

─Pero si existieran lo más probable es que te comerían, y no quiero que se coman a mi hijita─ la abracé.

─El que a mí me gusta no, el Braquiosaurio─ me mostró una imagen del Braquiosaurio─. Quiero uno, papá─ me tomó del brazo.

─Pero ya están muertos─ reí.

─Pero uno de peluche aunque sea. Por favor. Quiero un dinosaurio.

─De acuerdo. Te compraremos uno esta tarde.

─¿Lo prometes?

─Lo prometo.

─¡SÍIIII! ¡Tendré mi dinosaurio!─ me abrazó con fuerza.


Más tarde fuimos al centro comercial a comprarle el famoso dinosaurio. Buscamos por todas partes entre todos los demás juguetes, hasta que Kazuki lo encontró.

─Ten, Oyuki─ se lo entregó.

─¡Es hermoso! ¡Me encanta!─ lo abrazó con fuerza─¡Muchas gracias, mamá, papá!

─De nada, cariño─ sonreí.

Ella nos hizo el signo de amor y paz.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top