Capítulo 16: ¿Con quién te quedas?
NARRA KEN
¿Estoy escuchando bien? ¿Ese señor dijo que Oyuki en realidad se llama Suika, y que es su hija?
─¿Le puso "Sandía" a mi hija?─ preguntó Kazuki. Suika quiere decir "sandía"─Pero si tiene la cabeza pequeña─ sujetó a Oyuki de ambos lados de su cabeza.
─Kazuki, déjate de bromas─ le dije con seriedad.
─En realidad le puse Suika porque la fruta preferida de mi esposa era la sandía. Así que le puse Suika, que tanto a ella como a mí nos encantó el nombre─ dijo Manabu-san.
─Ya veo... Con que usted es el hombre que la dejó en el hospital cuando era recién nacida─ dijo Yui.
─Es correcto.
─¿Pero por qué me dejaste ahí, siendo tú mi padre?─ intervino Oyuki. Esa pregunta me dolió un poco. Ella debe estar muriendo por querer saber todo acerca de su nacimiento.
Ella es muy inteligente para su edad, hace todas sus necesidades sola, habla con propiedad sobre diversos temas... No me sorprendería que recordara los rostros de sus verdaderos padres.
─Oyuki-chan...
Manabu se arrodilló frente a ella y la tomó de las mejillas.
─Oh, Suika, estás tan grande... Y pensar que solamente pasaron cuatro años desde ese día...
─¿Podrías decirme por qué me abandonaste?
El significado detrás de esas preguntas es muy obvio: ella está muy molesta por el simple hecho de que la abandonaron.
─Oyuki-chan, no te pongas así─ Kei posó una mano en su hombro.
Manabu suspiró.
─Escucha, Suika, yo no te quise dejar en ese hospital, pero no tenía otra opción. No me sentía bien emocionalmente como para cuidarte.
─¿A qué te refieres?
─Me refiero a que... Midori, tu mamá, falleció debido a una extraña enfermedad, un día después de que tú nacieras.
La cara de Oyuki denotaba sorpresa.
─¿En-en serio?
Manabu asintió.
─Ella estaba cada vez peor, y cuando llegó el momento del parto, apenas podía tener los ojos abiertos, y su voz apenas se escuchaba cuando hablaba. Pero cuando te tuvo en sus brazos (apenas llorabas un poco, a diferencia de otros bebés), pudo sonreír después de tanto tiempo de estar encerrada en ese hospital. Lloró sus últimas lágrimas, y al día siguiente no volvió a despertar...─ dos lagrimillas se encontraron en el mentón, y cayeron al piso. Manabu comenzó a derramar aún más lágrimas.
─Manabu-san, ¿necesita que le traiga un pañuelo?─ le preguntó Yui, pero él se quitó las lágrimas con el antebrazo.
─No se preocupe, señora. Estoy bien, sólo recordé su dulce rostro y me puse sentimental─ rió levemente.
─Entonces dejó a Oyuki debido a que el dolor de haber perdido a su esposa no le dio las fueras para cuidar de ella, ¿no?─ intenté entender.
─Así es. Pasó una semana y Suika ya había abierto los ojos.
─No me sorprende de alguien como ella─ dijo Kazuki─. De seguro aprendió a hablar antes de los seis meses.
─¿No lo recuerdas?─ le pregunté─Ya era parte de nuestra familia en ese entonces, y su primera palabra fue a los cinco meses y medio. Dijo "Kenny", de tantas veces que me llamabas así─ dije con algo de nostalgia─. Ella dijo Kenny sin problemas, y luego aplaudía mientras reía.
─Vaya, veo que te llevaste bien con tu nueva familia─ le sonrió Manabu a Suika, digo, Oyuki. Aún me cuesta creer que ese es su nombre real.
Ella no respondió.
Manabu volvió a suspirar.
─Me odias, ¿verdad?
─Tal vez...
─Sé que no merecías eso, pero no podía criarte en ese estado, no hubiera sido para ninguno de los dos.
─Eso es cierto─ Kazuki se puso en su lugar.
─Le pedí a la enfermera del hospital que no le dijera a la familia que te adoptara que te llamabas Suika. Quería darles la libertad de elegir un nombre para ti, que pudieras empezar de cero con otra familia que te diera amor y todo lo que yo no pude darte, pero que me hubiera gustado haberte dado...
Kazuki y Kei se abrazaron y se pusieron a llorar con todo.
─¡Esto es más triste que cualquier película!─ gritó Kei.
─¡Más triste que el Titanic! ¡Al caño Jack y Rose, esto es mucho más triste!
No pude evitar reír un poco. Por el rabillo del ojo vi que Jenru e Inori observaban todo desde las escaleras.
─Cuando me di cuenta de que me faltaba mi hija, decidí buscarte, y preguntarte esto: Suika, dime, ¿te gustaría vivir conmigo?
No sé por qué siento un nudo en el pecho. Tendría que sentirme feliz por este momento. El verdadero padre de Oyuki encontró a su hija después de tanto. Pero... no quiero separarme de ella. Después de estos cuatro años de estar jugando juntos, riendo juntos, entre muchas otras cosas... No quiero que se vaya, pero debo respetar su decisión. Quizás ella quiera irse con su verdadero padre.
─Oyuki, es tu decisión─ le dije─. Nosotros respetaremos lo que tu desees. ¿Quieres quedarte con nosotros, aquí en esta casa, o irte a vivir con tu verdadero padre?
Manabu tomó su mano.
─Sé que la pasaste bien aquí, ¿pero no quieres vivir conmigo? No he estado presente en tu día a día sin ser tu primer semana de vida, que no hice nada por ti, y por eso quiero recuperar todo el tiempo perdido.
Ella seguía sin hablar.
─No te preocupes. Vivo en el distrito de Asakusa, cerca de aquí. Te puedo traer en el auto a que los veas a ellos. ¿Qué te parece?
─Yo...
En el fondo de mi corazón, quería que la respuesta fuera: "No. Me quiero quedar aquí", pero debes ser fuerte, Ken, por ella.
─Yo...
─Oyuki, ¿con quién te quedas?─ le preguntó Yui.
Varios segundos de silencio invadieron el lugar. No me gustaba nada este silencio. Tenía miedo de lo que Oyuki pueda elegir.
Oyuki separó su mano de la de él. Lo siguiente que hizo fue abrazarme a mí y a Kazuki con toda la fuerza del mundo. Empezamos a escuchar sus llantos.
─¡Y-yo no me quiero separar de ustedes!─ dice─¡No son mis padres biológicos, pero los considero mi verdadera familia!─ sollozó un par de veces.
─Oyuki...─ mis ojos comenzaron a aguarse.
─¡No quiero dejar a mamá, a papá, al tío Kei, a la tía Jenru, a mis abuelos, a nadie! ¡Mi lugar está aquí!
Kazuki y yo finalmente rompimos en llanto junto con ella.
─¡No sabes cuánto nos alegra oír eso, tesoro!─ dije. Sollocé dos veces y volví a hablar─¡Fue un placer haberte adoptado, cariño! ¡Para mí siempre serás una Wakashimazu!
─¡Te amamos, Oyuki!─ dijo Kazuki.
─¡También los amo, mamá, papá!
La cara de Manabu denotaba tristeza. Mucha tristeza. Debo admitir que sentí mucha pena. Debe ser muy feo cuando una hija no reconoce a su padre como su padre.
─Lo lamento, señor, pero yo no lo veo como a mi padre.
¡Auch! Esas palabras de seguro le rompieron el corazón.
─Oyuki, no seas tan directa─ le dijo Yui─. Es tu padre, el que ayudó a tu mamá a que nacieras...
─Más allá de que tenga recuerdos vagos sobre su rostro, no lo reconozco como mi padre.
─Está bien. Lo entiendo─ dijo Manabu, con una sonrisa pequeña. De seguro está intentando contener las lágrimas─. Si eres feliz con ellos, acepto tu decisión. Lo único que te deseo es que seas feliz.
─Le prometemos que la vamos a cuidar mucho. No debe preocuparse─ le aseguró Kei.
─Confío en ustedes─ sonrió. Caminó hacia la puerta y la abrió, dispuesto a irse─. Bueno, nos veremos algún día, supongo.
─Nos vemos─ saludamos los cuatro.
─Nos vemos, Oyuki─ saludó con la mano.
Ella apenas la agitó.
Manabu cerró la puerta detrás de él. Lo vimos subirse al auto e irse.
─Supongo que eso es todo─ dijo Kazuki─. Oye, mamá, tengo hambre. ¿Qué hay de comer?
Yui rió.
─Ay, este niño, siempre con hambre. Qué se le va a hacer. Vamos a cenar Buey de Kobe con puré de papas.
─¡QUÉ RICOOOOO!─ gritaron Kazuki y Oyuki.
Oyuki, vamos a hacerte la niña más feliz del mundo, para que Manabu se sienta contento, y nosotros también.
NARRADOR
Manabu se encontraba manejando a su casa. No dejaba de pensar en las palabras de su hija.
─Midori─ miró por la ventana las primeras estrellas que comenzaron a verse en el cielo─, no pudimos cumplir nuestro deseo de criar a Suika los dos juntos, pero al menos ella está feliz con esas personas que sé que la van a hacer muy feliz. Ya con verla feliz es suficiente para mí─ una lágrima resbaló por su mejilla.
Mientras tanto, Desuka y Takeshi caminaban a casa del segundo. Lo que no sabían, era que alguien los observaba, y no de una buena manera.
─Ya te encontré, puta niñita─ se relamió los labios, los cuales brillaban por su labial rojo.
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