Capítulo 11: No puedo sonreír más
NARRA INORI
La policía vino a investigar el caso, y una ambulancia vino a llevarse a mamá.
Llamé a Ken para que venga a consolarme. Me cubrió con su abrigo y yo rompí en llanto muy fuerte en su pecho.
─Dime, ¿qué fue lo que pasó?─ me preguntó.
Quería responderle, pero por el llanto y el hipo no podía ni siquiera articular una palabra.
─Yo te responderé eso─ le dijo Sawaki detrás de él─. La traje cuando era hora de irse, cuando llegamos estaba la caldera echando humo como loca. Inori entró a ver por qué su madre no la apagó, y la encontró muerta...
─Eso es... horrible... ¿Por qué la mataron?
─¡¿Se supone que tengo que saberlo todo?!─ Sawaki se encogió de hombros.
Yo no dejaba de llorar.
Sé que Kiyoko nunca fue la mejor mamá del mundo, pero era mi madre, la única familia que tenía. Me dijo que si hubiese sido por ella, me hubiese dejado por ahí, pero no lo hizo porque la sociedad se lo iba a recriminar, aunque conociéndola, no le hubiera importado lo que la gente opinara de ella. "Todos tienen derecho a hacer lo que quieran sin que nadie los detenga", dijo una vez. Lo que significa que no me quiso dar a nadie por eso, era porque en el fondo sentía algo por su hija, fui su única compañía desde que papá nos abandonó.
Y ahora estoy sola...
─Ya, Inori. Por favor no llores─ me pidió Sawaki.
─¿Entonces dices que no saben quién lo hizo?─ le preguntó Ken.
─No. No había más nadie a parte de Kiyoko-san.
─Y... y ahora─ sollocé─, ¿a dónde─ volví a sollozar─ iré?
─Oh, bueno, podrías quedarte con nosotros─ me dijo Ken.
─¿E-estás seguro? ¿N-no seré una molestia para todos ustedes?─ apenas puedo hablar. Tengo un nudo en el pecho que no me deja tragar nada.
─Tenemos un cuarto para huéspedes. Kei duerme en el suyo, Oyuki duerme con Kazuki y conmigo en su cuarto, los padres de Kazuki en el suyo y nos queda ese cuarto para ti.
─No lo sé...─ las lágrimas no dejan de caer.
─Inori, estar en la casa en la que murió tu madre, sola, te hará sentir peor─ dijo Sawaki─. No tendrás ánimos para cocinar o hacer el resto de las cosas de la casa, y tu aspecto empeorará.
Esas palabras son ciertas, pero de todas formas me dolieron.
─¡GRACIAS POR HACERME SENTIR PEOR, TONTO!─ justo cuando me había calmado un poco, volví a romper en llanto y a abrazar fuertemente a Ken, quien lo miró como diciendo: "¿Ves lo que hiciste, gran inútil?".
─¿Qué dije?
─No lo escuches, Inori. Ven con nosotros, estarás acompañada─ me dice Ken.
Me separé de él y me limpié las lágrimas con el antebrazo. Tenía la cara hirviendo y roja. Medité lo que dijo unos segundos y finalmente respondí:
─Está bien. Iré con ustedes. ¿Seguro que no seré una molestia?
─Para la familia Sorimachi, nada es una molestia, y más si se trata de recibir a alguien en la casa─ sonreí.
Esas palabras me emocionaron. Sonreí levemente y asentí.
La ambulancia se llevó a mi mamá, esa persona que para mí significa mucho. La policía también comenzó a irse. Sawaki nos llevó a Ken y a mí a su casa.
Ken entró a la casa, seguido de mí, que tenía los ojos rojos de tanto llorar.
─Oh, Inori-san─ Yui-san se acercó a mí con preocupación─. Lamentamos mucho lo de tu...
─No lo menciones, cariño─ Gakuto-san posó una mano en su hombro─. Inori, buscaré al que hizo esto y lo haré pagar─ cerró el puño.
─Ni siquiera sé quién le pudo haber hecho esto a mi mamá─ sentí las lágrimas asomarse de nuevo.
─¿No había nadie con quien haya tenido alguna deuda o algo?
─No lo sé. Que yo sepa, no, pero mamá nunca me contaba lo que hacía cuando salía.
─Ya veo. No te preocupes. Lo encontraré de alguna forma, lo prometo.
─Muchas gracias─ intenté sonreír, pero volví a llorar.
Ken y Yui-san me consolaron un rato. Gakuto fue a hablar de esto con sus colegas por teléfono, y Kazuki me miraba preocupado.
Por el rabillo del ojo vi que Oyuki me miraba en las escaleras. La pobre no debe imaginar la espantosa situación en la que se encuentra su tía, o tal vez sí... Ella es muy inteligente.
Intenté dormir anoche, pero daba vueltas y vueltas como un trompo, sin dejar de pensar en ella. En mi madre, en lo mucho que la quería a pesar de que nunca fuimos esas madre e hija muy cercanas, pero me hubiera gustado haberlo sido. Como Ken con Jenru, Hoshiko con Tatsuki, Kazuki con Kei... Son hermanos, pero también son super cercanos. Comer juntas, charlar, salir juntas...
Cuando quería darme cuenta, tenía el rostro bañado en lágrimas.
Oficialmente, ya no puedo sonreír más.
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