NARRA JENRU

Tengo frente a mí a la persona a la que le he tenido tanto aprecio desde siempre, esa persona que me hacía reír, esa persona que me hacía sentir mejor cuando lloraba (más que nada cuando el tema era mi padre), esa persona que me dijo que debía pelear hasta conseguir mis metas...

Sin duda el estar lejos de Hyuga por meses no fue fácil. Cuando me enteré de lo que le hizo a mi hermano y a Kazuki, en lugar de tenerle rencor como Hoshiko, me encerré en mi cuarto y lloré hasta inundar la habitación. Sentí que todo lo que habíamos pasado juntos se fue por el caño, y nada fue lo mismo. La graduación de mi hermano no fue lo mismo sin él, ir a la playa no fue lo mismo sin él. Nada.

Pero ahora que lo encontré, quizás no sea muy tarde para empezar de cero. Claro que no será sencillo perdonarlo por todos sus pecados, pero nunca es tarde para perdonar.

─Jenru... Ha pasado una eternidad...─ dijo sin dejar de mostrar sorpresa.

Sin embargo, antes de que pudiera articular una palabra, mi voz salió rota, y las lágrimas que intentaba retener, escaparon e inundaron mi cara. Me tapé la cara y me arrodillé en el piso. Mi cuerpo saltaba por el hipo, y no dejaba de sollozar.

Sentí unos brazos cubriéndome. Levanté la mirada y era nada más ni nada menos que Kojiro, quien arrimó mi cabeza a su pecho.

─No llores, por favor─ me dice─. Estoy aquí y estoy bien. ¿Te asusté con mi desaparición?

─¡¿ASUSTARME?! ¡ME PREOCUPÉ MUCHÍSIMO, IDIOTA!─ golpeé su pecho con mi puño, a la vez que no dejaba de llorar.

─Oye, pero no te pongas así─ sujetó mis muñecas y me apartó del abrazo.

─¡CREÍ QUE ESTABAS MUERTO, ESTÚPIDO DE MIERDA!─ simplemente no me puedo calmar.

─Escucha, lamento mucho haberme ido de esa forma, pero ya no podía quedarme en Tokio después de lo que hice...

─¿Abandonaste a tu familia así nada más?

─¿Y qué otras opciones tenía? No pueden vivir con un violador que intentó matar a alguien. Simplemente no pueden...

─Sin ser nosotros, nadie sabe lo que tú hiciste, pero aún así sienten un enorme vacío porque tú no estás. La graduación de los chicos no fue lo mismo sin ti. 

─Lo sé, pero fue lo mejor. Aunque... los extraño de verdad, a ti, a Ken, a Takeshi, a Hoshiko, a Tatsuki...

─Ah, ahora que mencionaste a Hoshiko y a Tatsuki, tengo que decirte algo importante─ necesito decirle que Hoshiko va a tener un bebé, y que ese bebé también es de él.

─Deben estar enojados, ¿verdad?

─Quizás... Hoshiko no te quiere ni ver.

─Lo suponía, cuando la llamaba me decía que no me quería más, y que me muriera─ bajó la mirada.

─Siempre que te mencionamos, ella dice que te olvidemos de una vez. No lo haré jamás.

Sonrió levemente.

─Pues tendrías que hacerlo, le hice un daño irreparable a tu hermano, y eso no es algo que se pueda perdonar.

─Después hablamos de eso. Escucha, Hoshiko va a tener un bebé en pocos meses, y tú eres su padre...

La sorpresa en su rostro se notaba de aquí hasta el otro extremo del Sistema Solar.

─¿E-estás diciendo que voy a ser papá?

Asentí con la cabeza.

─Ella le puso Hisao. Es un niño. Y otra cosa sorprendente, es que Tatsuki volvió a caminar.

─¿L-lo dices enserio?

─Síp.

Lo siguiente que vi por parte de él fue una sonrisa temblorosa y lágrimas resbalando por sus mejillas.

─Qué felicidad, Jenru. Qué felicidad─ se pasó un antebrazo por sus ojos y se quitó las lágrimas─. Cómo quisiera estar con ella hasta que el bebé nazca, pero lo más probable es que si me ve me arranque la cabeza y la clave en una lanza.

─Lo más probable es que sí─ dije pesimista─. Kojiro, en lugar de abusar de mi hermano, pudiste confesártele, y si te rechazaba, pudiste haber escogido a Hoshiko y a su hermanito. Así Ken era feliz con Sorimachi, y tú tenías a Hoshiko.

─No me recuerdes más lo que hice, por favor. Sé que eso estuvo muy mal, que no tiene arreglo. Ni siquiera yo sé por qué tomé esa decisión tan espantosa. No estaba ebrio del todo, y si lo hubiera estado, no hubiera ido a violarlo de una. Creo que mis celos se salieron de control. Cómo quisiera retroceder en el tiempo y no haber hecho esa estupidez. Todos seríamos más felices...

No me resistí y lo volví a abrazar.

─Quiero que vuelvas con nosotros, Kojiro. No es igual entrenar sin ti, no es lo mismo salir sin ti. Nada es igual sin ti. Necesitamos que estés de vuelta en Tokio. Por favor, regresa.

─Jenru, yo...

Por mi mente pasaron un montón de momentos juntos. Como una película, yo lo iba a ver a sus entrenamientos con el equipo, recuerdo cuando cayó enfermo al final del partido contra el Furano, y yo fui a verlo a la enfermería. Acariciaba su frente hirviendo mientras roncaba como un felino. También recuerdo una vez que mis padres habían discutido la noche anterior, y yo lloraba desconsolada en el patio, entonces él vino, se agachó y me dio uno de sus tantos abrazos que me hacían sentir mejor. Puede que era un chico rudo que se burlaba de los más débiles, pero en el fondo tenía un muy buen corazón.

Él fue mi ejemplo a seguir desde siempre. Me convertí en la chica que soy gracias a él. Le debo la vida...

Siento que estoy tocando algo suave. Antes de darme cuenta, estoy tocando una de las nalgas de Kojiro...

Recordé esa escena entre mi hermano y Sorimachi, y no puedo evitar ponerme totalmente roja.

─Je-jenru, tu... tu mano me está...

─¡L-lo siento, Kojiro! Supongo que me dejé llevar por el abrazo, jeje─ río nerviosa.

─Mmmmm está bien.

─Kojiro, no te lo tomes a mal, pero me siento demasiado caliente.

─¿A... a qué te refieres?

─A que quiero que nos besemos y que nuestras manos recorran el cuerpo del otro.

─¿Q-qué?

Entonces sucede: lo agarro de las mejillas y uno mis labios con los suyos.

Cuántas veces había soñado este momento. Fueron infinitas las veces en las que imaginaba esa escena: Kojiro y yo besándonos apasionadamente. 

Hyuga tiene unos buenos labios, puta madre. Siento como si cuerpo se calentara más y más. Estoy tan excitada, creo que es por culpa de Sorimachi y mi hermano, malditos hormonados. Me van a llamar zorra, pero tengo unas ganas de hacer el delicioso con Kojiro, aun teniendo a Sawaki de novio, pero no puedo hacerlo, yo no soy infiel. Con este beso ya estoy más que feliz.

Pero mi mente no está de acuerdo: empieza a crear una escena ficticia en la que Hyuga y yo realmente lo estamos haciendo...

─Ya me excitaste demasiado, Jenru-san. Ahora yo tengo el control─ se pone de pie y abre mis piernas. Veo su miembro gigantesco y me provoca un poco de miedo, pero necesito que lo meta─. Ya que tú lo pediste, no seré nada amable─ se acuesta sobre mí, en la mesa, y apoya mis muñecas, sujetándolas bien fuerte. Su monstruoso miembro se adentra de una en mí. 

─¡AAAAAAH!─ grito de dolor.

─Te lo dije: no tendré piedad por más que llores o patalees.

─Sólo no te pases de la raya, por favor─ digo entre dientes.

─Descuida, no habrá sangre en el piso del entrenador Kira─ comienza a empujar, fuerte y rápidamente, a su vez que sus labios se posan en mi cuello. Caramba, jamás había sentido nada igual.

Okey, ya no más escenas sexuales ficticias. Kojiro y yo estuvimos un rato besándonos apasionadamente sobre el sofá de Kira, tenerlo arriba mío fue una fantasía fugaz, pero que realmente valió la pena.

Sin duda, fue uno de mis mejores momentos con Kojiro.