Capítulo 34: El cumpleaños de Tatsuki

NARRA SORIMACHI

─¿El cumpleaños de Tatsuki-chan, dices?─ le pregunté a Hoshiko, para confirmar que lo que dijo era cierto.

─Exacto.

─Cuenten con mi presencia─ dijo Kenny.

─Obvio yo estaré también─ dije─. Primero: porque amo a Tatsuki-chan; es muy kawaii. Segundo: amo las fiestas. Y tercero: amo la comida que sirven─ relamí mis labios.

─No se te ocurra ir solamente por la comida─ me miró con desaprobación.

─Yo soy incapaz.

─Más te vale.

─¿Y en dónde será?

─En mi casa. 

─Jamás pisamos tu casa─ dijo Kenny.

─No es muy grande que digamos, pero solamente pensamos invitarlos a ustedes, a Takeshi y Desuka, a Jenru y a Kei. Así que no habrá que preocuparse por el espacio.

─¿Es formal, semi-formal o informal?─ pregunté.

─Es una fiesta de cumpleaños de un niño de casi once años, ¿qué crees?─ me miró de manera obvia.

─No tenías que hablarme así─ dije haciendo pucherito.

─Ni se te ocurra traer una minifalda o una tanga, ¿oíste?─ Kenny me miró fijamente.

─¿Por qué no?─ lo miré con ojos de perro triste.

─Porque no vas a hacer el ridículo en la fiesta de cumpleaños del pobre Tatsuki.

─Pero Tatsuki-chan necesita reír, y yo lo haré reír con todas las idioteces que se me ocurran.

─Mi respuesta es NO. Compórtate como un chico normal de quince años─ se cruzó de brazos y giró la cabeza a otro lado.

Yo lo volví a abrazar de la cintura y a apoyar mi mentón en su miembro. Está durito. Lo miré con la cara más triste que podía hacer.

Por unos segundos me miró como a punto de apartarme de un enorme empujón, pero suspiró, controlando su ira, y me acarició la cabeza con fuerza.

─Si alguien nos hubiese visto, te hubiese golpeado, pero por esta vez lo dejaré pasar.

─Kenny ya se está acostumbrando a mi amor─ sonreí.

Enrojeció y sonrió levemente.

─Ah, Hoshiko. Tengo una mejor idea─ le dije.

─¿Qué?

─¿Y si lo hacemos en mi casa que tiene enorme espacio? Además hay piscina, podemos calentar el agua si hace mucho frío.

─¿En tu casa? ¿Estás seguro de que podemos? ¿No molestaremos a tus padres?

─Tranquila. Justo es el día de su vigésimo aniversario; estarán fuera de casa. No será problema.

─¿Pero nos dejarán?

─Claro. Mamá hace lo que sea por mí y mis amigos. Te apuesto quince mil yenes a que va a decir que sí.


─Por supuesto─ nos dijo mamá.

─¿Lo ves?

─Le agradezco mucho, señora Sorimachi─ Hoshiko se inclinó ante mamá.

─No agradezcas, querida. Tu hermano merece el mejor cumpleaños de la vida. Voy a contratar a un chef que es conocido mío para que prepare todos los platillos que ustedes quieran. También prepararé mis batidos helado especiales.

─Wow... La admiro, señora Sorimachi.

─No es necesario que me digas así, Hoshi. Con tan sólo decirme Yui está bien.

─Está bien, Yui-san. 

─Te dije que mi mamá es la mejor─ le dije.

─Confío en que no hagan destrozos en la casa. ¿Oíste, Kazuki?─ me miró fijamente.

─¿Pero por qué siempre yo?

Todos se rieron.


Finalmente es sábado, y son las seis de la tarde. Mi casa ya está lista para la fiesta. Kenny, Hoshiko y Kei me ayudaron con todos los preparativos. Pusimos papitas y otras botanas para comenzar la fiesta.

También pusimos unos tarros pequeños con golosinas y los batidos helados de mamá.

Primero llegaron Takeshi y Desuka. Luego el capitán y Jenru fue la última en venir, ya que estaba con las perras de sus amigas. 

La vi con un microshort de jean azul oscuro que marcaba la redondez de sus nalgas, y una blusa negra ajustada que hacía que sus senos fueran más grandes. Pero ni intenté tocarla porque la última vez me dio una patada de karate en mis pobres genitales.

─Tuve que venir corriendo porque Sawaki me venía siguiendo─ dijo ella, agitada después de haber corrido la carrera de su vida.

─No me sorprende de Sawaki─ dijo Kenny.

─Y con esta ropa enloqueció más todavía.

─Te ves más sexy─ dije.

Me miró como diciendo: "¿Quieres que lo vuelva a hacer?", y yo me escondí detrás de Kenny.

─Chicos─ habló mamá─, antes de irme, él es Kosuke, el chef que les preparará toda la comida que quieran.

─Es un placer─ dijo Kosuke─. Les puedo preparar toda la comida que quieran.

─¿Yakitori?─ pregunté.

─Sí.

─¿Buey de Kobe?

─También.

─¿Capelinas de helado?

─Todo lo que ustedes deseen.

Me acerqué a mamá y le dije en el oído:

─Te amo, mami.

Ella rió levemente y me dio un beso en la frente.

─Espero que la pasen bien. Y feliz cumpleaños, Tatsuki-chan.

─Gracias, Yui-san─ sonrió el pequeño.

─Tatsuki-chan, si quieres reírte un rato, tengo una tanguita debajo de mis pantalones─ dije.

Las risas de todos se dejaron oír.

Me conocen como Don Comedias, jaja.

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