Capítulo 28: Melancolía

NARRA DESUKA

Finalmente es el último recreo. Aprovecharé estos diez minutos para platicarle a Takeshi sobre mis teorías acerca de esa mujer que me arruinó la vida.

Nos vimos en el mismo rincón de siempre. Nos sentamos y apoyamos la espalda contra la pared. Nos daba un poco de sol, pero de todas formas sentía frío.

─¿Tienes frío?─ me preguntó. Acto seguido se quitó su campera y me la puso─No quiero que te enfermes. 

A-arigato─ sentí un leve calor en mis mejillas. Al darme cuenta de eso sacudí mi cabeza, y se me fue─. En fin, ¿qué te iba a decir? Ah, sí, ya me acordé─ me arreglé la garganta─. Recuerdo una vez que ella le dijo a papá que había estado con más de veinte hombres anteriormente, pero que ninguno la había tratado bien. Siempre era un imán de hombres hermosos, la zorra esa─ dije con desprecio─, y ha tenido relaciones con todos ellos.

─¡¿Veinte hombres?!─ casi se muere Takeshi.

─Sí. Y le dijo a papá que de todos los hombres con los que ha estado, él es el más guapo. Era muy popular en la escuela, y también se enamoró de Noriko por su enorme belleza. Noriko es bonita, pero su mirada hace temerle.

─A mí también me dio miedo cuando la vi ayer al pasar por tu casa...

─Al ver su mirada la primera vez me dio miedo, pero cuando comenzó a maltratarme, le tuve más que miedo: le tuve terror. Esa mujer es muy astuta. Tanto que hasta creo que está planeando algo para deshacerse de mí y quedarse sola con papá...

─¿Algo como qué?

─No lo sé. Se me pone la piel de pollo cuando pienso en ella.

─Entonces no lo hagas─ posó una mano en mi hombro─. ¿Entonces dices que quiere alejarte de tu padre?

Asentí.

─Le tengo terror a esa mujer, tanto que casi estoy considerando la opción de irme a vivir con mamá.

─Va a ser lo mejor para ti. No es bueno que te haga tanto daño, y que te amenace. La verdad es que con todo lo que me estás diciendo, y las películas que he visto que tienen que ver con padrastros y madrastras malas, no me hacen desear tener uno o una si mis padres se llegan a separar.

─Intento de todo por volver a juntar a mis padres, a esas dos personas que me trajeron a este mundo, pero cada día que pasa siento que la esperanza se pierde─ bajé la mirada, y observé atentamente mi atrapasueños─. Este atrapasueños atrapa cada sueño que tengo de volver a unirlos, y espero pacientemente a que se cumplan. Lo traigo todos los días porque me da suerte, y además Noriko amenazó con quemarlo si intentaba decirle a mi padre, pero sospecho que de igual forma lo quemará si lo dejo solo, así que lo traigo. Si algo le pasa a esta cosa, me muero.

─¡Esa mujer está loca! ¡Tengo que hacer algo para que se vaya!

─Agradecería mucho tu ayuda, enserio─ sonreí─. Te convertiste en mi mejor amigo, Takeshi-kun─ me acerqué más a él.

Etto... Estás muy cerca─ su rostro se tornó de un rojo fuego.

El timbre sonó.

─Últimas dos horas de clase, y tendré que volver a casa─ me levanté y lo ayudé a levantarse también.

─Te deseo suerte─ me dijo.

─Gracias─ sonreí levemente.


Llegué a casa. Subí las escaleras y dejé la mochila en mi habitación. Fui al baño a hacer pis, cuando oigo algo que me extrañó: parecían jadeos provenientes del cuarto de mi padre y Noriko.

Caminé en puntillas para no hacer ruido, y pegué una oreja a la puerta de su habitación. Y sentí una enorme amargura clavándose en mí como si fuera un aguijón.

─¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Haruto! ¡Lo haces de maravilla!

Mi padre y Noriko estaban teniendo relaciones.

Inmediatamente corrí al baño, me incliné ante el inodoro y vomité con todo. Me da asco imaginar a mi padre con otra mujer en la cama...

Nunca olvidaré este día.


NARRA TAKESHI

Ayer fui a lo de Sorimachi y su madre me dio una caja que contenía panecillos de cerdo.

─Muchas gracias, Yui─ me incliné.

─De nada. Espero que los disfrutes─ dijo ella, muy sonriente como siempre. Amo a la madre de Sorimachi, aunque no tanto como a la mía.

Hoy se los voy a dar a Desuka, y quedará encantada.


Volví a verla en la entrada con su atrapasueños. Se ve más abatida que otras veces. ¿Qué tendrá?

─Hola, Desuka─ saludé.

─Hola, Takeshi─ dijo un poco fría.

─¿Sucedió algo hoy o ayer?

─Además de que Noriko me empujó de las escaleras en ropa interior, sucedió algo que no me gusta recordar.

─Si no lo quieres decir, no lo digas. No quiero incomodarte más.

─Gracias por entender─ sonrió levemente.

─Por cierto, tengo algo para mostrarte─ le mostré la caja.

─¿Qué es?─ ella la abrió, y su mirada pasó de una triste a una sorprendida.

─¿Son... panecillos de cerdo?

─Síp. Los probé ayer, y me fascinaron. Así quería mostrártelos.

─Yo... No los había comido en meses...

─¿Ya los conocías?

─S-sí...

Agarró uno y se lo llevó a la boca.


NARRA DESUKA

Al tragar el nikuman, se me vinieron a la mente recuerdos de cuando mi madre los preparaba para los tres. Eran los mejores del mundo, y desde que llegó Noriko, mi padre no los prepara porque a Noriko no le gustan. Ella pasó a tener preferencias en la casa. No los he comido desde entonces. Sentí muchísima melancolía.

Sin darme cuenta, las lágrimas me bañaban el rostro.

Takeshi me miró apenado, y me abrazó.

─Vaya, no era mi intención hacerte llorar. Lo siento.

─De-descuida. No es tu culpa─ sollocé─. Tú querías hacer algo lindo por mí. Arigato.

Acarició mi cabello y me consoló un rato. 

Cada vez me lacera el alma el hecho de tener a mis padres separados y tener que vivir con esa abusiva de mierda.

Quiero recuperar mi felicidad.

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