Capítulo 26: La verdad tras Desuka

NARRA SORIMACHI

─Kazuki. Kazuki. Despierta. Tenemos que desayunar con tiempo o sino llegaremos tarde al colegio─ Kenny me sacude. 

Bostezo y me estiro en la cama. Dormí nueve horas, pero el día de ayer me dejó agotado. Lo que menos quiero un lunes es verle la cara de amargado al de Matemáticas...

¡Ay, la re puta madre! ¡Es verdad que tenemos dos horas a primera! Ahora me quiero pegar un tiro.

─Ñoooo. No quiero tener Matemáticas, y menos a primera─ me quejé.

─Si no vamos nos perderemos el entrenamiento para el Torneo Nacional─ me dijo al oído.

Inmediatamente me reincorporé. Me regresaron todas las energías al cuerpo.

─¡Vamos, Kenny!─ lo tironeé del brazo y lo llevé a la cocina.

─¡Kazuki, Ken, el desayuno está listo!─ nos grita mamá.

Kei bajó las escaleras a la velocidad de la luz. Es como yo: donde haya comida, vamos como Flash a buscarla. Somos iguales. Es como un pequeño yo.

Jenru parecía un zombie caminando. Tenías los ojos casi cerrados y se tambaleaba al caminar. 

─¿Siempre es así cuando se levanta?─ le preguntó mi madre a Kenny.

─Todos los santos días, hasta los sábados y domingos, que duerme doce horas. PORQUE ES UNA VAGA─ levantó la voz para que Jenru lo oyera.

─Tú cállate, perra histérica─ señaló el florero que estaba al lado de la ventana. No ve nada la pobre, jaja.

Entonces pisa mal el primer escalón y se cae de las escaleras.

─¡¿Estás bien?!─ le preguntó mi madre con preocupación.

Ella se levantó tambaleante. Cuando pudo mantener el equilibrio de pie, le dio un pulgar arriba.

─Si nuestra casa tuviera escaleras, se caería de ella todos los días─ se burló Kenny.

─Yo resisto los golpes, no como tú─ se sentó en una de las sillas vacías.

─¿Quién dice que no los resisto?

─Yo lo digo.

─¿Y quién eres tú para decirme eso?

─Dejen de pelear, por favor─ nos pidió mamá. Acto seguido sirvió el desayuno.

Itadakimasu─ agradecimos y empezamos a degustar la comida.

─Huelo a comida deliciosa─ mi padre sale de su cuarto y baja las escaleras.

─¡Papiii!─ dijimos Kei y yo.

─Buenos días, señor Sorimachi─ saludó Kenny.

Ohayo─ Jenru hizo el signo de amor y paz.

─¿Van a la escuela?

─Tristemente, sí─ dijo Jenru─. Significa que tengo que soportar al denso de Sawaki todo el día─ bufó─. Ayer me lo encontré en el centro comercial y me persiguió hasta el segundo piso.

─Tienes un fan─ rió.

─Yo quiero que mi fan sea Kojiro─ empezó a comer rápido─. Tengo que tomar el tren en quince minutos. Si logro convencer a mis padres de que me dejen ir al Toho el año que viene, me abstendré de tomar el tren a las apuradas.

─Estaría genial que estés con nosotros─ dije, y me terminé mi plato.

─No comas rápido, Kazuki, o te dolerá el estómago─ me dice papá.

─Ñel, mi estómago no tiene fondo─ me limpié con una servilleta─. ¿Qué hay para llevar al colegio?

Nikuman que sobraron de ayer.

─¡Me encantan los nikuman!

Jenru se acabó el plato.

─Voy a cambiarme y me iré─ volvió a subir las escaleras.

─Yo iré a trabajar─ dijo papá, levantándose.

─Atrapa muchos criminales, papi─ le dije.

─Así será─ me guiñó el ojo y fue a cambiarse al igual que Jenru.

─Estuvo delicioso, Yui─ le dijo Kenny a mamá.

─Eres igual a Kazuki: adoras mi comida.

─Adora tu comida y a mí─ dije.

Su cara se puso colorada. 

─Bueno, un poco─ dio dos tragos a su vaso de agua.

─¿Y cuándo se van a casar?─ preguntó Jenru.

Kenny le escupió el agua en la cara a Kei, quien estaba sentado en frente de él.

─¿Es cierto, Jenru? ¿Onii-chan y Ken se van a casar?─ preguntó alegre.

─¡NADIE SE VA A CASAR AQUÍ!─ exclamó con el rostro rojo.

Yo lo quedé viendo. 

Casarme con Kenny...


NARRA TAKESHI

Ahí está ella de nuevo: parada en la entrada, sola.

Sólo que esta vez es distinta. Tiene entre sus manos un atrapasueños.

─¡Desuka!

─Oh, Takeshi. Ohayo─ sonrió levemente.

─¿Cómo estás?─ le pregunté con preocupación─Cuando te vi ayer...

─No puedo creer que me vieras─ cerró los ojos con fuerza─. Ahora ya conoces a Noriko...

─¿Noriko?

─Es la novia de mi padre.

─¿No es tu madre?

─No. No le dije esto a nadie. Es un asunto delicado...

─Dime. Puedes contarme todo lo que quieras. Somos amigos, y los amigos se cuentan sus cosas─ tomé sus mejillas─. Dime, ¿esa mujer te maltrata todos los días?

Ella asintió.

─Desde que se mudó a la casa de mi padre, me maltrata porque cree que soy un estorbo para su relación con mi padre.

Finalmente supe por qué tenía esa actitud tan triste todos los días.

─Soy sometida a todo tipo de tortura: mete mi cabeza al retrete, corta mis muñecas, piernas y cualquier parte de mi cuerpo con una trincheta (el día que fuimos a la playa no llevé bikini porque había hecho una cicatriz inmensa en mi panza)─ levantó un poco su camisa, y quedé espantado con esa marca.

─Ay, Desuka...

─También me golpea, me tira del cabello, me cuelga del techo y me usa como saco de boxeo... Todo eso cuando papá no está.

─¿Y no le dijiste a tu padre que ella te maltrata?

─Quiero decirle para que la eche a patadas de ahí, pero ella me amenazó con matarme si le decía. La creo capaz.

─Dios mío... Qué horrible historia...

─Te diré todo con más detalles cuando sea la hora del recreo. Vamos, tenemos Ciencias Físicas─ entramos.

Me pregunto qué tan oscura se volverá la historia de Desuka. No puedo creer que todo este tiempo estuvo sufriendo abusos por parte de esa bruja.

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