NARRA HYUGA

¿Escuché bien? ¿Dijo que tenía un niño paralizado en su casa? ¿Y que ese niño es su hermano?

─¿A qué te refieres con eso, Hoshiko? Creí que no tenías hermanos.

─Perdón por haberte mentido a ti y a todos los demás, pero no quería que nadie lo supiera. Los únicos que lo saben son el director y los responsables del colegio.

─¿Por qué lo tienes ahí en tu casa?

─Verás... Hace dos años lo chocó un auto por detrás, y como consecuencia de eso quedó cuadripléjico. Desde entonces lo alimento, lo baño, lo cambio y lo llevo a pasear en una silla de ruedas. Lo hago yo sola porque nuestros padres nos abandonaron hace mucho. Tatsuki es todo para mí, y doy todo de mí para sacarle una sonrisa en medio de la oscuridad en la que está...─ hizo una pausa y miró al cielo─La razón por la que estoy siempre agotada, es porque duermo muy tarde debido a mi trabajo de la noche, que lo termino a las doce. Además me agota ayudarlo con sus necesidades básicas, pero tengo que hacerlo por él. Soy todo para él. Soy como la madre que apenas conoció por fotografías y que no recuerda nada de ella─ volteó a verme a los ojos─. Lamento mucho habértelo ocultado, pero no quería que nadie lo supiera. Quería cuidarlo por mí misma, como lo he hecho toda mi vida. Yo soy la dueña de la casa, y quien debe ayudar a los necesitados. Es lo único que sé hacer.

─Hoshiko... ¿Has estado encargándote de tu hermanito paralizado por dos años, y también trabajas hasta la noche?

Ella asintió.

─Necesito ganar dinero para cosas necesarias. El Toho cubre todos los gastos de comida y vivienda de nosotros, pero igual necesito mantenernos.

─Pero... No... no puedes dejarlo solo todo el tiempo que estás fuera, en el colegio y en tu trabajo. ¿Qué hace en esas horas que no estás?

─Le dejo el televisor del cuarto encendido a un volumen óptimo, o sino se queda dormido. Le doy de comer algo llenador antes de irme, y apenas llego le preparo otra comida.

─Eso no es suficiente. Si no puede usar sus brazos, ¿cómo hará para llamarte por si pasa algo?

─No lo hace. Siempre dejo todo trancado para que no entre nadie. Siempre ha funcionado.

─¿Pero si algún día pasa algo grave? No puedes sólo dejarlo ahí sin compañía de un mayor. Debes tener otros parientes que se queden con él hasta que vuelvas.

Negó con la cabeza.

─No. Solamente conozco a mis padres, quienes nunca me presentaron a nadie más. Jamás fui importante para ellos en ningún momento. No sé por qué nos tuvieron si nunca les importamos. El punto es que me crié yo sola en la vida, y a la única persona que considero familia es a Tatsuki.

─Comprendo... ¿Pero y tus vecinos?

─No los conozco tanto, y no tengo confianza en personas desconocidas.

─No puedes seguir así, Hoshiko. Mírate: estás agotada, y es peligroso dejar a un niño que no se puede mover solo por esa cantidad de horas.

─¿Pero qué hago? No puedo faltar a la escuela, y tampoco a mi trabajo. Tengo que trabajar todas las horas que tengo o sino no podré comprar nada...

─¿Y qué vas a comprar si tienes todos los gastos de comida y vivienda cubiertos por los del colegio?

─Abrigo para Tatsuki, cosas para entretenerlo como mangas... No puedo depender de los del Toho para siempre. Tengo que trabajar para que mi hermanito no siga sufriendo. Sólo me tengo a mí misma en la vida.

─¿Y si yo te ayudara?─ pasé un brazo por sus hombros.

─¿Enserio harías eso por mí?

─Hoshiko, soy tu amigo desde hace dos años. Los amigos se ayudan entre sí, y si ayudo a tu hermanito, también te estoy ayudando a ti. Si te ayudo, podrías dormir más.

─¿Estás seguro, Kojiro? No quiero ser una carga para ti.

─Ayudar a Tatsuki no es una carga para mí. Además, podría ser un nuevo objetivo en la vida para mí.

─¿A qué te refieres?

─Verás, quiero ser un jugador profesional. Sabes que el fútbol es todo para mí. Pero no sé hacia dónde debo ir. Al igual que tú, quiero ayudar a los necesitados, y tu hermano es alguien muy necesitado. Al cuidarlo estoy haciendo mi parte. Ya he cuidado a mis hermanos antes. No tendré problemas.

─Hyuga-san...

─Podría alimentarlo y llevarlo a pasear contigo. Tú puedes hacerte cargo de cambiarlo y bañarlo. También puedo hacer la comida para los dos. 

Ella me abrazó fuerte.

─Muchas gracias, Kojiro─ dijo en un tono tomado por la emoción.

Sonreí y acaricié su cabello rubio.

─Mañana ya es sábado, y tendremos más tiempo para estar con él.

─Es verdad. Mañana no trabajo, y los domingos tampoco, justamente para descansar y estar con él. 

─De todas formas iré para ayudarte. 

─Te lo agradezco mucho─ me sonrió.

NARRA HOSHIKO

No puedo creer que alguien me ayudará con Tatsuki. Es la primera vez que trabajo con alguien. Toda la vida fui un ser independiente, y me encargué de Tatsuki dos años sin descanso. Pero llegó la hora de hacer a un lado mi orgullo y dejar que Kojiro me ayude, porque para ser sincera quiero un descanso, y de paso mi hermanito podrá socializar con alguien después de años.

Kojiro no sabe lo afortunada que soy al tenerlo como amigo. De verdad se lo agradezco.