Capítulo 10: ¿Soy popular?
NARRA TAKESHI
Jenru parece extrañar vivir en su casa. Creo que ya no la quieren más en la casa de sus tíos.
No sé muy bien qué pasó con exactitud, pero tuvo una pelea con su padre y se fue a vivir con sus tíos, aunque ahora está pasando algo allá y la está haciendo arrepentirse de irse.
Quisiera poder algo por ella. Es mi amiga desde la primaria. La conocí por Ken cuando jugábamos juntos en el Meiwa, y ella decía que era una ternura, jaja. Una vez me confesó que le gustaba Hyuga desde siempre. La veía al lado de él, tratando de retener suspiros y evitar ponerse como un tomate. Babeaba por él. Y el verlo muy poco ahora debe ser horrible para ella. También anda a saber qué pasa en la casa de sus tíos...
Dejando de lado lo de Jenru, tuve un gran comienzo en el Toho. Una chica rubia de la clase de Hyuga me recibió muy bien, me mostró todos los alrededores, cada centímetro cuadrado de la institución, ahora ya no me voy a perder en este lugar tan gigantesco. Después el salón donde me tocaba era grande, y estaba casi lleno de chicos que me miraban directamente al entrar por la puerta. Me puse un poco nervioso, pero disimulé ese miedo con una sonrisa pequeña.
─Bu-buenos días─ dije con timidez.
─¿Pero estos jóvenes de hoy en día qué tienen que siempre llegan tarde?─ preguntó el docente que estaba ahí parado.
─Yo... Lo siento, señor, es que soy nuevo y...
─¡Jaja! ¡Era broma, hijo!─ me palmeó la espalda─Entiendo que en tu primer día estés un poco perdido. Me refería a que el año pasado y el anterior a ese habían dos alumnos que ahora están en tercero que también llegaron tarde, y justo les tocó conmigo.
─¿Enserio?
─Sí. Yo soy el profe de Historia de toda la secundaria. No doy en la preparatoria.
─Oh...
─¡Yaaaaay! ¡Es tan kawaii!
Muchas chicas me miraban con los ojos de corazón. Me avergoncé un poco, pero decidí ignorar eso, y buscar un asiento libre para sentarme.
─Por favor siéntate al lado de Desuka─ me dijo el profesor.
La tal Desuka levantó la mano para indicarme dónde estaba. Fui a sentarme a su lado.
No dejaba de sentir los ojos clavados en mi espalda. ¿Acaso soy popular?
La clase fue interesante, por más que no dejaban de mirarme.
Aunque... Desuka era demasiado callada. Estaba en su lugar, cabizbaja, dibujando algo, y de vez en cuando se bajaba la manga de su camisa, como si ocultara algo.
¿Qué le pasa?
El timbre de cambio sonó, antes de que el profesor se fuera, Desuka le pidió para ir al baño. Se fue corriendo, y yo aproveché para ver qué estaba dibujando en su cuaderno (no me juzguen, pero tal vez ese dibujo tenía mucho que ver con su actitud extraña).
Yo, Takeshi Sawada, mirando las cosas de los demás, y encima de gente que ni conozco. Es un don.
Parecía ser una pareja con una niña. La niña era igual a Desuka, y sus padres muy similares. ¿Estará triste por su familia? ¿Les habrá pasado algo?
Además de saber qué le pasa a Jenru, quiero saber qué tiene Desuka. Y Hoshiko también actúa extraño. Las pocas veces que nos hemos reunido junto con Hyuga y los demás, ella se va corriendo apresurada a su casa, como si tuviera algo que hacer, y se le nota cansada.
Ahora que lo pienso, ninguno de nosotros jamás pisó la casa de Hoshiko. Eso sí es un misterio.
NARRA JENRU
Estoy en mi cuarto. Agarro una foto de mí, Ken, Takeshi y Hyuga de niños (bueno, no muy niños. Fue hace tres años). Miro a Hyuga principalmente.
─Él es realmente hermoso.
Yo estoy enamorada de él desde siempre. Solía decirme Izzy, mi apodo que él me puso. No puedo creer lo feliz que era en ese momento. Ahora es una miseria lo que vivo.
En los recreos solíamos sentarnos debajo de un árbol Sakura y hablar de fútbol. TODO EL TIEMPO hablábamos de fútbol. Era nuestro mayor sueño en la vida.
Yo tenía pegatinas de los jugadores más populares versión chibi, y también de balones de fútbol.
─Ken, Kojiro, ¿qué tal si usamos las mismas pegatinas?─ les pregunté.
─¿Eh?
─Vean, ¿no son bonitas?─ les mostré dos pegatinas de un balón de fútbol─Les daré una.
Se las pegué en sus cajas de almuerzo y se las di.
─Gracias, hermanita.
─Están lindas─ dijo Kojiro─. Pero tú eres mucho mejor que estas pegatinas baratas.
No pude evitar sonrojarme por su comentario.
Las lágrimas volvieron a asomarse. Bajé la mirada, volviendo a recordar lo que estoy viviendo ahora.
─¡JENRU!─ mi tía me llama─¡VOY A SALIR!
Si Ippei está en la casa, me voy volando de acá.
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