𝐓𝐇𝐄 𝐏𝐇𝐀𝐍𝐓𝐎𝐌
Me desperté al escuchar la voz de los chicos de fondo y, cuando abrí los ojos, pude escuchar las sirenas de policía de fondo, trayéndome de vuelta a la realidad en la que mi hermano mayor era un fugitivo por un asesinato que no había cometido.
—Nosotros estábamos en la furgoneta, así que es probable que nos estén buscando a nosotros también —nos informó Kiara mientras me estiraba, ya que dormir en un banco de madera no era lo más cómodo.
Habíamos dormido en el Naufragio, el restaurante de Kiara, ya que todas nuestras casa estaban vigiladas por la policía.
—Si vamos a romper la ley, al menos podríamos ayudar a John B —nos dijo Pope, haciéndome recordar aquella horrible conversación que tuve con mi hermano.
—No, joder —murmuré por lo bajo mientras colocaba mi cabeza entre mis manos.
—¿Qué pasa? —me preguntó JJ preocupado.
—Por culpa de los porros, ayer discutí con John B y le dije que me gustaba Sarah —les informé totalmente arrepentida.
—No me jodas —exclamó JJ divertido antes de que lo asesinara con la mirada—. Quiero decir, estoy seguro de que John B no lo tuvo demasiado en cuenta. Sabe que tú también estás sufriendo por ésto —dijo antes de acercarse a mí y darme un beso en la cabeza.
—Voy a ir a por gasolina para el barco —nos avisó Pope cogiendo las llaves de la moto de JJ.
—Ten cuidado —le pedí y él me sonrió ligeramente antes de imitar el gesto de JJ—. Nos vemos en el puerto a las tres. No lleguéis tarde —me pidió antes de salir del restaurante sin siquiera mirar a Kiara, lo que pareció molestarla, ya que salió detrás de él.
—¿Qué ha pasado? —le pregunté confusa a JJ.
—Tú no fuiste la única que confesó sus sentimientos anoche —me dijo y lo miré sorprendida.
¿Pope le había dicho a Kiara que le gustaba?
—¿En qué momento se complicó todo tanto entre nosotros? —le pregunté sentándome en una mesa y JJ se acercó a mí antes de abrazarme.
Nos separamos rápidamente en cuanto escuchamos un helicóptero, y ambos salimos corriendo del restaurante antes de verlo pasar sobre nosotros.
—¿Quién coño es ese? —nos preguntó JJ tan confuso como nosotras.
Todos fuimos a la furgoneta de Kiara, ya que teníamos que ir a la casa de JJ para coger las llaves de la Phantom, un barco que Luke solía utilizar para competir.
Nos interrumpió la madre de Kiara y, tras una muy desagradable discusión entre ellas, emprendimos camino hacia la casa de los Maybank.
Al llegar, le pregunté a JJ si prefería que entrase con él, pero me dejó claro que estaba bien y que le esperara en el coche, así que no rechisté y me quedé con Kie.
—¿Puedo preguntar qué pasó con Pope? —le pregunté dubitativa.
—Le dije que no podía ser, ya sabes, nada de líos entre Pogues —me explicó, haciéndome negar con la cabeza.
—Kiara, esa regla es estúpida, y no debería detenerte si quieres estar con Pope —le dije, y ella apartó la mirada.
—Es que no sé si quiero estar con Pope, pero no quiero hacerle daño —me dijo, así que agarré su mano a modo de apoyo.
Me giré al escuchar la puerta y JJ se sentó a mi lado, en los asientos de atrás, con las mejillas empapadas en lágrimas.
—¿Cómo ha ido? —le preguntó Kiara y JJ le enseñó las llaves.
Le sequé las lágrimas de las mejillas antes de abrazarlo mientras Kiara nos sacaba de allí.
JJ se aferró a mí con fuerza mientras dejaba caer un par de lágrimas más, cosa que me sorprendió, ya que Kiara estaba con nosotros y, aunque intentó disimular que no escuchaba, ambos sabíamos que nos estaba prestando atención.
No tardamos demasiado en llegar al muelle, cerca de donde el barco estaba guardado en un remolque. Entramos con cuidado, Kiara agarrando mi mano, y JJ pareció ver al amor de su vida.
—Ahí está —nos avisó JJ tras abrir la puerta del garaje—. Hola, chica —le saludó JJ quitándole la lona de encima—. La Phantom —anunció JJ mirándola encantado.
—Así que, ¿este es tu tipo? Pensaba que te gustaban morenas, especialmente las turistas —le dije, ganándome un suave golpe el el brazo, lo que me hizo sonreír divertida.
—El primer barco en hacer un viaje a las Bermudas en menos de dieciséis horas, chicas. ¡Cuarenta años! Cuarenta —nos informó JJ aún embobado con el barco—. Y, aún así, la cosa más rápida que Kildare ha visto jamás.
—Es más bien, chatarra —le corrigió Kiara, ganándose una mirada de desapruebo de parte de JJ.
—¿Enserio? Está justo aquí, Kie. Te puede oír —le dijo JJ como si hubiera herido sus sentimientos—. Movámoslo. No estaríais fumando María si ella nunca hubiera existido, ¿vale? —nos explicó JJ antes de mirarme—. Por cierto, me debes dos porros —dijo señalándome, así que le lancé un beso mientras él enganchaba el remolque a la furgoneta.
—Solo esperamos que sea rápida —le dije sin demasiado interés en sus clases sobre el barco.
—Es más rápida que cualquiera —nos aseguró JJ antes de escuchar unas llantas.
—Pope, por fin —celebró Kiara mientras caminaba hacia fuera, pero se detuvo al ver al idiota de Rafe frente a ella.
—Hola, ¿qué está pasando aquí? ¿JJ? ¿Ivy? —nos preguntó, preocupándonos.
Eso iba a ser un inconveniente.
Cuando creímos que no podía ir a peor, Barry entró también al garaje.
—Vaya, vaya —murmuró él antes de sacar una pistola, haciendo que JJ se colocara frente a mí—. Qué bonito —dijo de manera burlona al ver la acción del rubio—. No creas que he olvidado lo que pasó en la carretera, y estoy aquí porque quiero mi puto dinero —le dijo antes de golpearlo, haciéndome saltar, no literalmente.
—¡JJ! —grité preocupada intentando acercarme, pero Rafe me agarró de la cintura para detenerme—. ¡Suéltame, psicópata! —le grité mientras me sacudía entre sus brazos.
—No te queremos a ti. ¿Dónde está tu hermano? —me preguntó al dejarme en el suelo, y le pegué un puñetazo en respuesta.
—De verdad, desearía que no hubiera hecho eso —me aseguró antes de intentar acercarse a mí, pero Kiara se metió en medio.
—No te acerques a ella —le advirtió mientras yo miraba a Rafe con rabia.
—Sabemos lo que hiciste —le dije furiosa.
—¿Qué? ¿Qué hice? —me preguntó cómo si fuera estúpida.
—¡Asesinaste a Peterkin! —le grité antes de que intentara acercarse a mí, pero Kiara se colocó en medio.
Rafe agarró su cuello apretándolo con fuerza, haciéndome enfadar aún más, así que, como en el cine, salté sobre su espalda, haciendo que soltara a Kiara.
—¡Eres un cabrón y un asesino! —le grité mientras Rafe intentaba librarse de mi agarre.
Tiró de una de mis piernas y me tiró al suelo antes de empezar a darme patadas, pero se detuvo en cuanto Pope lo golpeó en la espada con una vara de metal.
—¡No la toques! —le gritó mientras lo volvía a golpear.
Gruñí en el suelo mientras Kiara se arrodillaba junto a mí muy preocupada.
—¿Estás bien? —me preguntó antes de levantarme la camiseta y ver mi torso y parte de la espalda rojos por culpa de los golpes—. Dios mío, Ivy —susurró con los ojos llenos de lágrimas.
—Estoy bien —le aseguré como pude antes de levantarme del suelo y ver a Pope y Rafe pegándose.
En cuanto Barry se despistó, JJ lo agarró del pie, tirándolo al suelo y, cuando tiró la pistola, la cogí antes de apuntar a Rafe con ella. Él se quedó quieto mirándome con burla.
—No vas a dispararme —me dijo y lo miré seria, más de lo que jamás lo había estado nunca.
—¿Crees que tú eres el único capaz de matar por su familia? ¿Quién coño crees que echaría de menos a un trozo de mierda como tú? —le pregunté con la pistola en alto.
De repente, Pope rodeó el cuello de Rafe con un tubo de plástico y empezó a ahogarlo, haciendo que soltara la pistola y corriera hacia él.
—Pope, para —le ordené colocándome a su lado—. Mírame, soy tu hermana. Pope, para —le repetí y, tras unos segundos, que parecieron horas, Pope soltó el tubo.
Se quedó en silencio unos segundos intentando recuperar la reparación mientras fijaba su mirada en mí.
—¿Ibas a dispararle? —me preguntó y miré a JJ de reojo, quién también me estaba mirando.
—No, solo quería asustarle —le respondí y me abrazó antes de agarrarme la cara con las manos.
—¿Estás bien? —me preguntó preocupado y asentí con la cabeza antes de que me volviera a abrazar, haciéndome soltar un pequeño quejido de dolor—. Lo siento —se disculpó y le di un beso en la mejilla antes de ir junto a JJ, quién agarró mi mano antes de empezar a caminar hacia la furgoneta de Kie.
Conducimos hasta el muelle y bajamos el barco con ayuda del remolque antes de ver un coche de policía acercarse, cosa que nos asustó a todos, pero nos tranquilizamos al ver a John B salir de él.
Corrí hasta él y lo abracé con fuerza, ignorando el horrible dolor en mi torso.
—Shoupe me lo ha dejado para dar una vuelta —les explicó mi hermano a los Pogues mientras me abrazaba.
—No ha sido fácil, tío. Pero hemos conseguido la Phantom para ti —le dijo JJ mientras mi hermano y yo caminábamos hacia el barco—. Corre como si hubiera sido fabricada ayer —aseguró lanzándole las llaves—. ¿Listo para huir?
—¿Dónde está Sarah? —nos preguntó y todos le miramos confusos.
—¿No está contigo? —le pregunté, ya que Sarah y él habían huido juntos del campanario al que solíamos ir JB y yo de pequeños.
—No, no, nos separamos en las marismas —nos explicó mi hermano preocupado.
—No la hemos visto, JB —le respondió Pope.
—Pues no me voy a ir sin ella —nos dijo y me acerqué a él.
—John B, mírame —le pedí, y así lo hizo—. Esto es más grande que cualquiera de vosotros, ¿vale? Sé que no quieres dejarla atrás, pero no queda tiempo, tienes que marcharte —le dije y, tras unos segundos mirándome, John B me abrazó con fuerza.
Utilicé todas mis fuerzas para no soltar un quejido, ya que no quería preocupar a John B. Huir era su objetivo ahora.
—Siento lo que te dije —me disculpé entre sus brazos, con los ojos llenos de lágrimas.
—No, tenías razón. Siento no haber sido un mejor hermano —se disculpó antes de darme un largo beso en la cabeza.
Me soltó y Kiara me abrazó por la espalda mientras JJ le explicaba la ruta que tenía que hacer para salir de la isla.
Kie apoyó su cabeza en mi hombro y Pope agarró mi mano mientras varias lágrimas caían de mis ojos.
Odiaba llorar frente a la gente, pero estaba a punto de perder a mi hermano. No sabía cuánto tiempo pasaría hasta que se demostrara que era inocente, pero no creía que fuera a ser poco.
—Siento habernos tirado por este precipicio de la búsqueda del tesoro —se disculpó John B con los ojos llenos de lágrimas mientras JJ se colocaba a nuestro lado.
—John B, estábamos destinados a tirarnos por un precipicio en algún momento, ¿vale? —le aclaró JJ, haciéndonos reír levemente—. Y no te preocupes, Ivy está en buenas manos. Te prometo que a partir de ahora nuestra relación será estrictamente de hermanos, sin sexo —le prometió, haciendo reír a John B.
—Gracias, J —le agradeció él antes de mirarme—. Te prometo que cuando vuelva seré el mejor hermano que jamás podrías haber imaginado —me dijo, y asentí mientras sentía el nudo en mi garganta hacerse más pesado.
—Al estilo Pogue, Gru —le dije y sonrió.
—Al estilo Pogue, Minion —me dijo antes de arrancar el barco—. Decidle a Sarah adiós de mi parte, ¿vale? —nos pidió y todos asentimos con la cabeza—. Adiós, chicos.
—Te queremos —le dijo JJ antes de ver a mi hermano marcharse.
JJ me envolvió entre sus brazos y lloré en ellos durante unos segundos antes de ver varios coches de policía detenerse frente a nosotros.
—¡Manos arriba! —nos ordenó un agente del SBI antes de que Shoupe se acercase a mí.
—¿Dónde coño está? —me preguntó y agaché la cabeza, ya que no pensaba responder a eso—. ¿Dónde está? —me gritó antes de girarse hacia JJ.
—Veo que vives al mismo nivel que tu nombre —le dijo el nuevo sheriff antes de obligarnos a entrar en sus coches.
Nos llevaron hasta la carpa donde estaban todos los agentes y, al llegar, la prensa nos avasalló a preguntas que ninguno contestó antes de entrar en la carpa y sentarnos en unas sillas.
Un agente se quedó frente a nosotros vigilándonos mientras escuchábamos de fondo a todos los agentes hablar sobre mi hermano, lo que me hizo sentir una rabia feroz en mi interior.
Tendría que haber golpeado a Rafe con más fuerza.
JJ agarró mi mano antes de rodear mis hombros con su brazo y acercarme a él.
—Va a estar bien —me aseguró, pero no me tranquilizó para nada.
Un tiempo después, varios agentes salieron al mar detrás de mi hermano y Sarah mientras Ward hablaba con ellos por la radio del barco, ya que parecía que Sarah había conseguido llegar a tiempo para marcharse con JB.
Todos estábamos inquietos, y necesitábamos saber que estaba pasando, así que, en cuanto Shoupe volvió a entrar, todos nos levantamos y fuimos hacia él en busca de respuestas.
—¿Los has encontrado? —le preguntó Pope.
—No —le respondió mientras negaba ligeramente con la cabeza.
—Así que se han escapado —dijo Kiara esperanzada, pero Shoupe apartó la mirada.
—Los... los hemos perdido. Lo siento —nos informó Shoupe, haciendo que mi respiración se agitase.
—¿Los has perdido? —le preguntó Pope molesto—. ¿Qué quieres decir que los has perdido? ¿Se han ido? —le preguntó Pope perdiendo la paciencia mientras un horrible dolor se instalaba en mi pecho.
—Han cogido un barco abierto y han ido hacia una tormenta tropical, Pope —le explicó Shoupe, haciendo que mis ojos se llenase de lágrimas.
—¿Están muertos? —preguntó Kiara, y sabía que la respuesta a esa pregunta cambiaría mi vida para siempre.
—No lo sabemos —nos dijo Shoupe, y mis piernas dieron de sí, haciéndome caer al suelo de rodillas.
Cualquier sonido a mi alrededor había desaparecido, y solo conseguía escuchar los latidos de mi corazón acelerarse con rapidez.
Mi hermano había muerto.
La única familia que me quedaba, había muerto.
Empecé a respirar con dificultad y, tras unos segundos, grité.
Grité como jamás lo había hecho antes.
De manera tan desgarradora, que incluso pude divisar a Ward mirándome con pena.
Todos fijaron su atención en mí mientras dejaba salir toda esa rabia y tristeza que se había acumulado en mi interior.
No iba a volver a verlo.
No iba a volver a discutir con él.
Y jamás iba a volver a abrazarlo cuando tuviera miedo.
John B ya no estaba.
Sentí unos brazos rodearme con fuerza antes de dejarme caer sobre el pecho de la persona y empezar a sollozar.
Si hubiera visto a alguien llorar de la manera en la que yo lo estaba haciendo, probablemente les habría llamado exagerados, pero, el dolor que estaba sintiendo en el pecho en ese momento, no podía compararse con ningún otro que jamás hubiera sentido.
¿Recordáis esa pelea que tuve con Topper en la playa?
Pues sus golpes ni siquiera son una décima parte del dolor que estaba sintiendo en ese momento.
—Está muerto —susurré mientras sentía los brazos de Audrey abrazarme con fuerza.
—Lo sé, cariño. Lo sé —susurró de vuelta y, por su voz, supe que ella también estaba afectada por la noticia—. Lo siento, Ivy. Siento no haberos podido cuidar mejor —se disculpó mientras lloraba desconsoladamente entre sus brazos.
Nota de la autora:
No voy a mentir, estoy llorando 💔
Aquí acaba este libro, el siguiente se llama “best of us” y es la segunda temporada<3
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