𝐊𝐈𝐃𝐍𝐀𝐏𝐏𝐄𝐃
—¡Ayuda! ¡Abrir la puerta! —grité con fuerza mientras golpeaba la puerta frente a mí, ya que, tras haberme quedado dormida en el château junto a JJ, me desperté en una habitación minúscula cerrada con llave—. ¡Ayuda! —volví a gritar con todas mis fuerzas.
—¿Ivy? —escuché la voz de mi hermano por fuera.
—¡John B! ¡Ayuda! ¡Sácame de aquí! —le grité mientras golpeaba la puerta.
—¡No te muevas! O juro que voy a matarte, Ward —escuché que decía mi hermano antes de empezar a escuchar golpes.
Unos segundos después, JB abrió la puerta y tiró de mi brazo hasta llegar a un camarote diferente. Él cerró la puerta antes de abrir una trampilla y hacerme subir rápidamente.
—Voy a sacarnos de aquí, te lo prometo —me dijo mientras agarraba el mando que controlaba los agarres de la moto acuática—. Súbete —me ordenó y, aún sin saber que sucedía, me subí a la moto antes de que John B se subiera delante de mí.
Ward nos disparó un arpón que conseguimos esquivar por segundos antes de que John B arrancara y nos sacara de allí.
Me pasé el viaje temblando, completamente aterrorizada y, de repente, en mitad de las marismas, la moto se detuvo.
—Mierda —murmuró John B antes de girarase hacia mí—. ¿Estás bien? —me preguntó mientras me agarraba las mejillas preocupado.
—Sí —respondí con las mejillas empapadas en lágrimas, así que, sin pensarlo, John B me abrazó con fuerza.
Me acarició la espalda durante unos segundos mientras sentía las lágrimas volver a caer por mis mejillas.
—Mírame, mi vida —me pidió separándose de mí—. Vamos a tener que nadar, ¿vale? —me preguntó, pero yo aún seguía demasiado en shock como para responder—. Ivy, te prometo que nunca más voy a separarme de ti, tenías razón, tendría que haberme ido a vivir contigo y con Audrey, lo siento, pero nos tenemos que ir ya —me dijo y yo asentí levemente.
John B saltó al agua antes de subir a la superficie y esperarme. Salté unos segundos después y, en cuanto toqué el agua fría, fue como si mi cerebro volviera a funcionar correctamente.
—Ha intentando matarnos, JB —le recordé aterrada.
—Lo sé, Ivy, lo sé —me dijo en un suspiro antes de empezar a nadar lentamente, acción que yo imité enseguida.
Nadamos durante un buen rato hasta llegar a la casa de Scooter y Lana Grubbs y, una vez en la superficie, ambos empezamos a intentar recuperar la respiración.
No quería volver a nadar en mi vida.
Ambos subimos al porche de Lana y, una vez allí, cuando la mujer nos vio, ambos la miramos con los ojos cristalizados.
—Necesitamos saberlo —le pidió John B mientras agarraba mi mano.
Ella asintió con la cabeza antes de dejarnos pasar y darnos un par de prendas de ropa seca, ya que estábamos tiritando.
La mujer nos sirvió un café antes de ofrecernos asiento, gesto que ambos le agradecimos.
—La noche que vuestro padre desapareció, vine pronto a casa del trabajo y encontré a Scooter discutiendo con Ward —nos explicó antes de empezar a contarnos qué era lo que había oído aquella noche.
Nuestro padre intentó negociar con Ward, pero éste le golpeó la cabeza y lo lanzó al mar sin ningún remordimiento.
—Así que le robó a mi padre su mapa, ¿y después lanzó su cuerpo al mar? —le preguntó John B con los ojos llenos de lágrimas.
Aquello no me afectaba demasiado, ya que nunca había sido cercana a Big John, pero sabía que aquello estaba siendo horrible para John B, así que agarré su mano antes de acariciar su brazo para intentar tranquilizarlo.
—Hundió el barco de vuestro padre donde nadie pudiera encontrarlo —nos explicó mientras se sentaba a nuestro lado antes de que John B se levantara cabreado—. Y empezaron a buscar el oro todos los días por nueve meses. Cuando el huracán Agatha llegó, solo había un lugar donde no miraron, así que Ward mandó a mi marido a esa tormenta —nos dijo mientras yo iba hacia John B y lo abrazaba por la espalda—. Le pedí que no fuera, pero me dijo que Ward estaba preocupado de que la tormenta se lo llevara todo de allí. Pero Scooter sí encontró algo allí fuera. No lo que esperaba —nos explicó, refiriéndose a la brújula—. No estaba muerto cuando Ward lo lanzó por la borda.
John B se dio la vuelta y lloró en mis brazos mientras yo le acariciaba la espalda, intentando tranquilizarlo.
—Llegó hasta una isla —dijo antes de hacer una pausa—. Y la última cosa que hizo... fue para vosotros. Lo siento mucho, chicos. Debí haberos contado esto hace mucho tiempo —nos dijo antes de que John B se separara de mí y empezara a caminar hacia fuera agarrado de mi brazo—. No puedes decir nada, John B. Es peligroso —le advirtió, pero mi hermano no se detuvo y siguió tirando de mi brazo.
—No me importa, Lana —le dijo él antes de cerrar la puerta de la casa con fuerza.
Durante un rato, ambos estuvimos en silencio, pero John B empezó a apretar su agarre en mi muñeca y empezó a hacerme daño.
—John B, me haces daño —le avisé intentando soltarme de su agarre, pero parecía no haberme escuchado—. ¡John B! —lo llamé más alto mientras apretaba aún más su agarre—. ¡John B! —le grité antes de que me mirara confuso—. Suéltame —le ordené e, instantáneamente, soltó su agarre.
En cuanto lo hizo, vi que se me quedaba una marca rojiza en la muñeca y lo miré incrédula.
—¿Estás sordo, o qué? —le pregunté molesta y, cuando intentó agarrarme la mano, me aparté.
—Lo siento, no me había dado cuenta —se disculpó y fruncí el ceño antes de rodearlo y seguir caminando a casa.
Ese era el John B en el que se convertía cada vez que Big John estaba cerca. Dejaba de ser mi hermano mayor protector para convertirse en un capullo que solo pensaba en sí mismo.
Por eso no me dolió en absoluto la desaparición de “nuestro padre”, como John B lo llamaba. Sí, era mi padre, pero solo de manera biológica, porque jamás había sido un buen padre, ni para JB, ni para mí.
Por eso JJ y yo nos hicimos tan cercanos, él se quejaba de su padre, y yo del mío. Y, cuando estábamos con John B, ambos ignorábamos el tema por completo, ya que siempre acababa en una discusión entre John B y yo.
Al llegar al château, vimos que los Pogues estaban allí, pero, sin decir una palabra, entré a la casa dando un portazo antes de encerrarme en mi habitación.
Escuché como John B buscaba algo en la sala, pero lo ignoré y agarré la almohada antes de hundir la cabeza en ella y gritar.
No quería a ese John B de vuelta. No podría volver a soportarlo, necesitaba a mi hermano, no a un capullo que me dejaba de lado cada vez que tenía una oportunidad.
Unos minutos después, alguien empezó a tocar la puerta de mi habitación con insistencia, así que no tuve mas remedio que abrir y, al hacerlo, vi a JJ frente a mí.
—¿Estás bien? John B nos ha dicho lo de vuestro padre antes de marcharse —me dijo y solté una risa irónica.
—Me importa una mierda lo que le pasara a Big John —le aseguré antes de que JJ me agarrase las mejillas.
—Mírame, soy yo, ¿vale? Habla conmigo, Ivy —me pidió mirándome a los ojos—. ¿Qué ha pasado?
—Ward me ha secuestrado, JJ —le dije mientras se me llenaban los ojos de lágrimas—. Ha intentando matarnos, pero a John B sólo le importa Big John. Era un padre de mierda y una persona aún peor, de verdad, no entiendo porque lo quería tanto —le expliqué mientras las lágrimas caían por mis mejillas.
Sin responder, JJ tiró de mí hasta tenerme entre sus brazos y me abrazó con fuerza.
—Lo siento mucho, bichito, de verdad —me susurró mientras yo lloraba entre sus brazos.
Nota de la autora:
No puedo hacer a Big John cercano a Ivy, de verdad, lo odio demasiado como para eso.
Siento si este capítulo ha quedado demasiado rápido, pero este capítulo me parece demasiado irrelevante para la trama de Ivy
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top