𝐅𝐔𝐆𝐈𝐓𝐈𝐕𝐄

—Ahí va el oro —anunció JJ cabreado cuando el avión de Ward pasó volando sobre nosotros.

—¡Mierda! —exclamó Pope antes de golpear una silla—. ¡Joder! —gritó antes de lanzar parte de la silla contra una de las paredes—. ¡Me cago en la puta! —exclamó antes de empezar a golpear varios objetos más mientras maldecía.

Los tres nos miramos asustados mientras Pope dejaba salir su rabia. Al fin y al cabo, acababa de perder su beca por nada.

Tras lanzar un cubo de basura, Pope se sentó en el suelo mientras lloraba.

—Me preguntaba cuando iba a suceder esto —admitió JJ mientras se acercaba a él—. Ahí va, jefe —dijo mientras le extendía su porro electrónico.

Dando por perdido a JJ, agarré la mano de Kiara y la alejé de los chicos mientras pensaba en como iba a disculparme con ella.

—Kiara, lo siento mucho. Sé lo jodido que fue para ti el año Kook y me comporté como una persona miserable —le dije avergonzada de mis actos.

—Lo entiendo, Ivy. Pope me contó lo de John B, yo no lo sabía. No debería haberme metido —se disculpó, pero, antes de que pudiera abrazarla, vi a John B detrás de ella, así que la rodeé y abracé a mi hermano con fuerza.

Él me abrazó con tanta fuerza que, por un par de segundos, pensé que iba a romperme, pero, dejó de importarme el momento en el que John B empezó a llorar sobre el hombro.

Escuché a los Pogues acercarse mientras acariciaba la nuca de mi hermano, intentando tranquilizarlo.

—¿Qué ha pasado? —le pregunté mientras JB se apartaba de mí—. ¿De quién es esta sangre? —le pregunté asustada mientras veía sus manos llenas de sangre.

Él simplemente agachó la cabeza antes de volver a dejarse enredar por mis brazos.

Volvió a llorar mientras los Pogues lo miraban preocupados y yo intentaba tranquilizarlo con caricias por la espalda.

Una vez se había tranquilizado, John B nos hizo conducir hasta la estación de policía, idea que, por cierto, me parecía horrible.

—John B, ¿qué estamos haciendo en la comisaría de policía? —le preguntó JJ tan confuso como el resto de nosotros.

—Alguien tiene que contarles lo que ha pasado —nos explicó John B aún afectado por la muerte de la sheriff Peterkin.

—Voy a ser sincero contigo, bro. Puede que acabes en la boca del lobo, pero no entras a propósito —le dijo JJ asomándose entre los asientos—. Es un hecho. Como mi viejo solía decirme, nunca deberías fiarte de un poli, da igual las circunstancias.

—Tu viejo en un mentiroso abusivo —le recordó Kiara dando a entender que no había que fiarse de él.

—Yo estoy con JJ. Que le jodan a la policía —nos dijo Pope puesto, ya que JJ le había dado un par de porros.

—¿Vas a entrar al lado oscuro? —le pregunté confusa, ya que Pope no era para nada así.

—¿Cuándo fue la última vez que la policía nos ayudó? —nos preguntó Pope irritado.

—Peterkin cuidó de mí y de mi hermana, ¿vale? —nos interrumpió mi hermano antes de hacer una pausa—. O lo intentó, al menos. Deben saberlo —nos dijo, y me miró antes de darme un apretón en la mano y salir de la furgoneta de Kiara.

—No te preocupes, John B es un chico fuerte —me dijo Kiara antes de darme un apretón en el hombro, así que, sin pensarlo más, me acerqué a ella y la abracé con fuerza.

—Lo siento —susurramos ambas a la vez, haciéndonos sonreír, pero nos separamos de golpe al escuchar a mi hermano.

—¡Kie, arranca el coche! —nos gritó y, confusa, ella así lo hizo.

En cuanto John B entró al coche, una policía corrió hasta la puerta e intento abrirla mientras Kiara aceleraba.

Todos estábamos gritando a la vez para que Kiara nos sacara de allí muy asustados mientras ella le gritaba confusa a mi hermano.

—Abre la puerta —le ordené a mi hermano entre los gritos.

—¿Qué? —me preguntó confuso, así que, me incliné y abrí la puerta antes de volver a cerrarla, haciendo que la agente de policía cayera al suelo, soltando así la puerta.

Kiara nos llevó a una caseta vieja en mitad del bosque mientras John B nos explicaba que lo buscaban por el asesinato de la sheriff.

—¿Estás de coña? —le pregunté aterrada.

—No, Ivy —me dijo aún algo en shock.

—¡Joder! —exclamé mientras le daba una patada al asiento de delante.

—Ivy, tranquilízate —me pidió Kiara mientras apagaba las luces de la furgoneta, dejándonos completamente a oscuras.

Una vez el sol había salido, le revisé los bolsillos a JJ mientras dormía y le quité un par de porros y el mechero. Salí de la furgoneta y me escondí entre los árboles, por si acaso pasaba la policía.

Encendí uno de los porros antes de darle una larga calada y sentarme en el suelo, dejando caer mis lágrimas.

Me fumé el porro más rápido de lo que me hubiera gustado, así que, sin esperar, me encendí otro.

Sabía que aquello no era bueno, pero me ayudaba a relajarme.

Escuché unos pasos acercarse a mí y, cuando giré la cabeza, vi a John B sentarse a mi lado.

Ojalá no lo hubiera hecho, porque estaba demasiado colocada cómo para controlar lo que decía.

—Hola —me saludó mientras me limpiaba una lágrima de la mejilla.

—Hola.

—Lo siento mucho, Ivy. Yo no quería que esto pasara —admitió intentando agarrar mi mano, pero la aparté.

—Te lo dije. Te dije que alguien iba a morir por ese estúpido tesoro, y ahora tú vas a ir a la puta cárcel —le dije cabreada antes de colocarme el porro entre los labios y darle una larga calada.

—Lo siento —repitió, lo que me hizo cabrear aún más.

—No es suficiente. Te comportabas como un idiota conmigo cuando papá estaba aquí. Cuando desaparece y tú empiezas a ser un hermano decente, empiezas a salir con la chica que me gusta. La cosa es que siempre acabo yo jodida por tus decisiones, JB —le eché en cara.

Estaba harta de toda esa mierda, y el hecho de estar colocada no ayudaba para nada.

—Espera, ¿te gusta Sarah? —me preguntó confuso.

—Llevo dos años enamorada de ella, JB. Por eso me enfadé cuando me dijiste que habías empezado a salir con ella. No sé cómo no podías verlo —le dije apartando la mirada, pero sentí la suya pegada a mi perfil.

—Si lo hubiera sabido... —empezó a decir.

—¿No hubieras salido con ella? Y una mierda. Ambos sabemos que eso no es verdad. Porque eso no te impidió liarte con Lizzy. ¿O creías que no lo sabía? Fue ella quién vino al día siguiente a decirme lo bien que os lo habíais pasado la noche anterior. Eres un egoísta, John B, así que no me vengas con ese discurso de “soy el mejor hermano” de mierda —le pedí muy molesta.

John B me miró unos segundos más antes de levantarse y dejarme sola, cosa que agradecí, ya que no quería tenerlo delante.

Me quedé dormida apoyada en el árbol y, lo próximo que sé, es que estaba en la furgoneta mientras todos gritaban.

De repente el coche dio un parón, pero el brazo de JJ me mantuvo en mi sitio mientras escuchaba a Kiara gritarle a Pope que nos sacara de allí.

Estaba tan cansada por los porros, que volví a dormirme sin problema, aún con los gritos de los Pogues de fondo.

Sentí un beso en mi frente en algún momento y, según lo que me explicó JJ más tarde, John B me había dado un beso antes de irse.

Cuando me desperté, ya era de noche, y vi que estábamos fuera de la casa de los Cameron. Me dolía la cabeza, pero, aún así, miré a mi alrededor y vi un cartel de “Se busca” con una foto de mi hermano y una recompensa de veinticinco mil, cosa que me hizo levantarme de golpe, sin importarme en absoluto el dolor de cabeza.

—Joder —murmuré por lo bajo.

—Sí, estábamos esperando a que te despertaras para que fueras a hablar tú con Sarah. Al fin y al cabo, siempre os habéis llevado muy bien, y es tu hermano con el que sale —me explicó Kiara y, tras suspirar, salí de la furgoneta con el cartel.

Me acerqué a la casa con cuidado, ya que veía luces encendidas dentro, y escalé un árbol que había cerca de la ventana de Sarah.

Entré en su pequeño balcón antes de tocar ligeramente la ventana y llamar su atención. Sarah corrió hasta llegar a mí e intentamos abrir la ventana, pero estaba cerrada.

—¿Estás bien? —me preguntó, y me di cuenta de que tenía lágrimas acumuladas en los ojos. 

Levanté el cartel y lo alumbré con una linterna mientras la miraba de manera dubitativa.

—¿Tú tuviste algo que ver? —le pregunté tras unos segundos.

—¿Crees que sí? —me preguntó casi dolida, pero no lo pensaba, así que negué con la cabeza.

—No. Así que necesito que vayas a la policía y digas lo que pasó realmente, por favor. Es mi única familia, Sarah —le pedí mientras los ojos se me volvían a llenar de lágrimas.

Ella colocó su mano en la ventana y yo la mía frente a la suya.

—Siento no haberme dado cuenta de lo que sentías. Nunca quise hacerte daño —me dijo y sonreí de manera leve.

—Soy una Pogue, estoy acostumbrada a no conseguir lo que quiero —le aseguré antes de escuchar a Ward gritar, así que me aparté de la ventana y bajé antes de entrar en la furgoneta.

—¿Va a hacerlo? —me preguntó JJ y, tras unos segundos, respondí segura.

—Sí, positivo —les dije y todos suspiraron aliviados.

Nota de la autora

La verdad es que me estoy preparando para llorar en el próximo capítulo 😔

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