Jongho bufó cuando llegó a donde Yunho lo citó, él sabía a dónde estaba por ir pero aún así se avergonzó, ya se le estaba haciendo costumbre ir a ese club, dejo de pensarlo tanto y entró.

Casi después de su llegada San, Yeosang y Hongjoong llegaron igual sólo que ellos se desconcertaron al ver que era el club al cuál según su amigo no iba a volver por nada del mundo.

—¿Por qué Jongho vino aquí?— Cuestionó Yeosang.

—Sigo diciendo que no debimos seguirlo— Bufó Hongjoong que había sido obligado por los menores.

—Jonggie a estado muy raro en el último mes y quiero saber porque, no nos ha contado nada— Soltó San con preocupación pues de todos era el que más preocupado estaba— Ahora vamos a ver qué le pasa y si se enoja, yo me culpó de todo.

Sin más entraron al establecimiento nocturno y buscaron a Jongho pero este no se veía por ahí.

Por su parte Jongho estaba llegando a dónde Yunho lo esperaba, el mayor estaba hablando con un par de personas y él no quiso interrumpirlo así que se quedó alejado.

Aún no entendía cómo es que terminó considerando a Yunho como un amigo, quizás porque lo ha apoyado con su problema o porque lo escucha sin el mayor de los problemas, cosa que sus amigos podrían hacer muy bien pero él no se atrevía a nada aún.

—Mi pequeño amigo si vino— Jongho lo miró— Hablamos después— Los chicos con los que hablaban asintieron y se alejaron — Por un momento pensé que no vendrías.

—No iba a hacerlo, pero eras tú o ver películas aburridas con mi hermano— Yunho sonrió.

—Me conformo ¿Quieres algo de beber?— El menor nego— ¿Seguro?

—Estoy bien— Murmuró— ¿Y que hago aquí? Todavía me duelen los brazos— Yunho lo miró enternecido.

—Ya pasará, recién estás comenzando— Jongho abulto sus labios— Lo hiciste bien para ser tu primera vez— Jongho lo miró y bufo— Tú aceptaste y opciones tenías de sobra.

—¿Y que hago aquí?— El mayor asintió.

—Bueno no trabajo hoy, a menos que quieras— Jongho frunció el ceño— Estoy aburrido y eres el único que conozco que no le interesa en lo mas mínimo mi trabajo.

—¿Que hay de Mingi?

—Él no puede venir a este lugar, y no porque su novio no lo deje sino por un accidente que pasó y bueno yo tengo que esperar a un amigo— El menor asintió— ¿Cenaste?— Preguntó con gran interés.

—Un poco— Yunho sonrió— Yo de verdad no quería volver a estar aquí.

—Prometo que será la última vez, es más salgamos a caminar— Miró la hora en su reloj— Faltan un par de horas para que su turno termine, tenemos tiempo.

—Si con eso salgo de aquí— El pelinegro tomo su mano y lo jalo sin tanta fuerza para salir.

Jongho no va a negar que se sintió extraño cuando Yunho tomo su mano, no sabía ni porque se sintió así si antes lo había abrazado cuando tenía una de sus tantas crisis.

En un mes se habían vuelto cercanos y siempre encontraban un tema del cual hablar, se podía decir que se conocían lo suficiente, a Yunho le agradaba que a Jongho le diera igual su trabajo de hecho eso no lo emocionaba como a cualquier otra persona, y Jongho agradecía que Yunho lo estuviera apoyando sin juzgarlo o algo parecido.

Al salir del lugar Jongho reconoció el auto de Hongjoong y se le hizo raro pero tampoco es como si le hubiera dado tanta importancia.

—Hace mucho no salgo a caminar de noche— Comento Yunho sacando así un tema de conversación— Caminar de noche es tranquilo.

—Lo es— Murmuró el menor— Aunque no había querido salir a caminar de noche.

—¿Te trae recuerdos?— Jongho asintió lentamente— Son lindos al menos.

—Supongo— El pelinegro lo miró — Prefiero no pensar en eso, ya pasaron casi dos meses y estoy bien.

—Hay que sacarlo todo, no debes guardarte nada o jamás lo superarás— Jongho suspiro— Pero todo a su debido tiempo.

—Aun no estoy listo del todo.

—En algún momento lo estarás—  El menor sonrió— Mejor cuéntame ¿Cómo te sentiste en tu primera clase?

—Extraño, yo jamás me imaginé practicar eso— El mayor sonrió— Aunque sentí que no pertenecía ahí.

—¿Y por qué no?— Preguntó con algo de desconcierto.

—Soy diferente— Murmuró.

Yunho detuvo y por obvia razón Jongho además de que sus manos seguían unidas, el menor notó su semblante serio.

—¿Diferente?— Jongho asintió lentamente— Todos lo somos, sería aburrido que todos fuéramos iguales.

—Yunho— El mayor suavizó su mirada— ¿Cómo ignoras todos los comentarios que te hacen fuera y dentro de tu trabajo?

—No vivo de ellos, no tengo porque vivir la vida que ellos piden— Jongho asintió lentamente.

A él igual le gustaría pensar de esa forma, bajo su cabeza encontrándose con su mano entrelazada con la de Yunho, se sonrojó.

—Y-Yunho, nuestras manos— Murmuró.

—¿Qué?— El menor señaló sus manos— ¡Oh!— Levantó sus manos y sonrió, después notó que había un especie de corte en sus nudillos que por lo que veía era muy reciente— ¿Que es esto?— Jongho instintivamente quiso apartar su mano pero Yunho no se lo permitió.

—Yo... No es nada, tuve un accidente en el trabajo— El mayor alzó una de sus cejas pero no le dijo nada, no quería abrumarlo.

—Podrías tener más cuidado— Pidió en un tono ciertamente cariñoso y mirándolo directamente a los ojos— Por favor.

—Claro— Yunho le sonrió y asintió para después bajar sus manos y seguir caminando— Lo lamento.

—No tienes que lamentar nada— Jongho lo miró para después bajar su cabeza aún mirando sus manos entrelazadas.

La caminata era silenciosa más no incómoda ambos estaban disfrutando del silencio y de la compañía del contrarió, todo estaba perfecto hasta que un grupo de mujeres reconoció a Yunho y se acercaron como si Jongho no estuviera ahí, él simplemente los observó. Sabía que la personalidad de Yunho dependía mucho de la persona con la que estuviera, y bueno con desconocidos extrañamente era coqueto, así que estaría de más decir que Yunho estaba coqueteando al igual que esas mujeres, y Jongho ya se estaba poniendo incómodo así que se puso a jugar con sus manos.

Suspiró al ver los cortes en sus nudillos, esa no había sido su intención pero todo lo que pretendió no escuchar llegó a él una vez que estuvo solo en su casa, una mano tomo la suya ocultando esos cortes alzó su cabeza encontrándose con Yunho.

—Lamento eso, ¿Quieres seguir caminando o te llevo a tu casa?— Jongho negó.

—Quiero seguir caminando— El pelinegro sonrió— Aún no quiero volver.

—¿Mañana te gustaría acompañarme a visitar a mi abuela?— El menor lo miró y asintió sin dudarlo— Ha querido verte desde hace unas cuantas semanas.

—¿Y por qué a penas me lo dices?— Reprochó de una forma tierna que hizo reír al mayor— ¿De qué te ríes?

—De lo tierno que te ves— Jongho frunció su ceño.

—¿De que hablas? Yo no me veo tierno— El mayor lo abrazo.

—No vamos a discutir por algo de lo cual yo tengo la razón— El castaño bufó— Algún día verás que tengo la razón, o quizás alguna vez supiste que era verdad.

—A veces creo que esperas mucho de mí.

—Lo único que espero es que puedas superar todo lo que te lastima, dejar las culpas a un lado y que puedas vivir lleno de felicidad— Jongho bajo la mirada — No hagas eso, en algún momento va a pasar, sólo que aún no lo sabes.

—No quiero hablar de eso— Yunho asintió, si no quería hablar de eso entonces no hablarían de eso.

Aún tenía la esperanza de que en algún momento Jongho quisiera hablar sobre eso, pero no podía obligarlo o las cosas podrían ponerse mal y no quería eso.

Ya habría tiempo.