—¡Tú!— Jongho volteo al escuchar a San— No te vuelvas a desaparecer de mi vida, no ves que te amo— El menor ladeó su cabeza confundido.

—¿Anoche me siguieron cierto?— El pelinegro sonrió— Está bien, no importa.

—Estabas con Yunho— Jongho asintió— Tengo muchas dudas al respecto y no sólo porque saliste con él, Jong es momento de nos sentemos y hablemos— Tomo sus manos y notó sus nudillos— ¿Que te paso?— La preocupación fue evidente.

—Anoche tuve un accidente cuando cerré la puerta de mi habitación— Si, sabía que no era lo mismo que le dijo a Yunho, pero no podía decirle eso cuando su papá estaba cerca, ademas de que eso le dijo a su papá.

—Veo, debes tener más cuidado— Jongho asintió lentamente— ¿Y tienes tiempo?

—En realidad no, iré a visitar a la abuela de Yunho— El mayor ladeó su cabeza y después sonrió.

—Ustedes están pasando mucho tiempo juntos— Alzó sus cejas.

—Es agradable— Murmuró con una pequeña sonrisa.

—Bueno todo estaba bien mientras estés sonriendo— Jongho se avergonzó— ¿Pasa algo?

Jongho pensaba hablar pero justamente llegó Yunho por él así que sólo negó.

—Hola— Saludo al amigo de Jongho con una amistosa sonrisa— ¿Estás lista?

—Solo debo avisarle a mi papá, ya vuelvo— Yunho asintió.

El menor se fue a buscar a su papá y el par no pudo evitar preguntarse lo mismo sobre la herida que Jongho teni en sus nudillos.

—Me dijo que se lastimo al cerrar la puerta de su habitación— Yunho no se sorprendió, había sido claro que Jongho le mintió— ¿A ti te dijo algo?

—Nada— Murmuró, Jongho le había pedido que no mencionara nada hasta que él estuviera listo e iba a cumplir esa promesa.

—Jongho me tiene preocupado, pero me alegra que este contigo— Yunho ladeó su cabeza— Gracias por eso.

—No es nada, pasar tiempo con Jongho es agradable— San sonrió.

Cuando Jongho regreso notó como platicaban cómodamente, ambos sonreían, incluso San parecía nervioso con lo que sea que Yunho le estuviera y su mente comenzó a traicionarlo de forma cruel, quiso deshacerse de cada pensamiento negativo pero no podía.

Poco a poco comenzo a sentirse tonto, sabía que no valían la pena las sensaciones que se formaban cada que estaba con Yunho, cada que lograba sacarle una auténtica sonrisa, no era nada especial, Yunho podía ir por la vida haciendo sonreír a las personas.

Mientras el par lo recordaba comenzo a juguetear con sus dedos y sin querer comenzo a quitar la costra de sus nudillos hasta que una gran mano se lo impidió.

—No hagas eso— Miró a Yunho—  ¿Ya nos vamos?

—Supongo— Murmuró.

—Bien, nos vemos— Se despidió de San, Jongho igual con su mano disponible.

—Yunho— El pelinegro lo miró dispuesto a prestarle toda la atención que necesitará— Nada.

—¿Realmente se lastimaste en el trabajo?— Preguntó lentamente intentando no escucharse tosco.

—No quiero hablar de eso— Musitó— ¿Te agrado San?— Soltó sin pensarlo. A Yunho le sorprendió el repentino cambio.

—Bueno, es amigable así que sí ¿Por que?— Jongho negó— ¿Que sucede dentro de esta cabecita?— Se detuvieron frente al auto del mayor.

—Nada interesante— El pelinegro negó.

—Algo pasa y no quieres decirlo— El menor podría llorar en ese momento al no poder decir lo que quería— Algún día lo sabré, espero— Le sonrió.

[…]

Jongho no podría negar que la abuela de Yunho era un amor y que lo trataba bastante bien, se sentía como en casa en ese momento, no se sentía juzgado o alejado, era un ambiente tranquilo.

—De verdad que tienes un novio tan lindo— Yunho simplemente sonrió.

—¿Un qué?— Jongho se confundió, hasta que lo recordó y entro en pánico sin saber que decir

—Sabía que estabas demasiado cansado— Escucho a Yunho— Trabaja mucho aún cuando su padre es su jefe— Le comentó a su abuela— Está tan cansado que olvidó que somos novios— Jongho sólo rió junto a Yunho.

—Si estabas cansado no debiste haber venido, tienes que descansar muy bien— Incluso cuando parecía que la mayor lo regañaba, no dejaba su tono dulce y cariñoso— Promete descansar bien, lo necesitas— Tomo sus manos y con su pulgar las acaricio, Jongho creyó que le preguntaría por su herida pero no, sólo le sonrió.

—Lo prometo— Murmuró algo avergonzado.

—Bien, Yunho quiero que lo lleves a su casa y veas que descanse— El menor miro a Hyemin y después a Yunho.

—Como tú ordenes, ¿Nos vamos?— Jongho quiso negar pero la mayor parecía que enserio se fuera a descansar así que asintió.

—Saben que fue un placer que vinieran— Jongho se dejó abrazar por la mayor.

Después se fue a abrazar a su nieto, aunque primero lo hizo bajar pues la diferencia de estatura era demasiada.

—Cuidalo bien, es muy frágil— Yunho miro a Jongho y asintió.

Claro que lo sabía, desde el primer momento en que pudo verlo en su punto más vulnerable aún cuando era sólo un desconocido, pudo ver qué era como un cristal que podría romperse en cualquier momento y con cualquier cosa, por eso se había quedado con él, además de quererlo conocer.

—Hago lo mejor que puedo— Le murmuró— Bueno, entonces ya debo llevarlo a su casa para que descanse.

—Por supuesto.

Yunho tomo la mano del menor entrelazando la de él con la suya, Jongho se despidió de la mayor antes de salir.

—¿De verdad me vas a llevar a mi casa?— Preguntó con curiosidad.

—Claro que no, a menos que quieras— El castaño negó— Perfecto— Abrió la puerta de su auto para que entrara y después rodearlo para entrar él, se despidió una vez más de su abuela y arranco el auto.

—Tu abuela me agrada, me hace sentir cómodo— Yunho sonrió.

—Eso es bueno, ella en realidad es amable con todos pero es distinta contigo— El menor ladeó su cabeza.

—Quizas porque cree que soy tu novio— Murmuró.

—A lo mejor— Tomo una su mano izquierda y acarició sus nudillos lastimados— ¿Pasó por provocarte el vómito?

—¿Qué?— Miró al mayor, después bajo su mirada— Yunho de verdad no quiero hablar de esto.

—Me preocupas— Confesó— Por cierto mañana tendré un evento ¿Me acompañas?

—¿Yo?— El mayor asintió— ¿Por qué?

—Puedo llevar a alguien y tú eres mi única opción— Jongho dudo de eso.

—¿Que hay de tu amigo?

—Él va a trabajar y de todas formas no iría tiene cosas que hacer, ¿Quieres venir? Si no quieres está bien— El menor lo pensó un poco.

—¿Qué clase de evento es? Depende si te acompañó— El pelinegro sonrió.

—Es el cumpleaños de alguien, normalmente no voy a esos eventos porque noe gusta pero quería la semana libre y esa fue la condición porque uno de los que iría se lastimó— Explicó— No será la toda la noche, sólo estarías solo un rato y después yo te hago campañia.

—Mas te vale que así sea, porque de lo contrario me iré y no volverás a saber de mi— Sentenció cruzándose de brazos, acto que a Yunho le pareció tierno.

Si era muy tierno y esperaba que lo aceptará en algún momento.

Fue una tarde bastante entretenida, está vez Yunho no se puso a coquetear con nadie y le dió toda su atención a Jongho, y pudo verlo sonrojarse luciendo así más tierno de lo que era.