EL GRUPO de amigos se encontraba caminando en dirección a la cafetería.

—Creo que deberíamos quejarnos con el consejo, si quitarán la carne del menú...

Zach y Hannah se miraron horrorizados ante la idea de su amiga, Layla desde hace años se había vuelto vegetariana, sus amigos no tenían problema alguno, pero obviamente querer quitar la carne del menú era un atentado contra ellos.

—Layla yo te quiero pero también a la carne.—le dijo Hannah, su amiga hizo una mueca asqueada.

Siguieron caminando hasta que Will choco con alguien, para su suerte era Gwen, aunque no para la suerte de Layla, la chica le dijo que necesitaban otro integrante para el consejo y Will solo quería estar a su lado.

—Ellos son mis amigos Zach, Layla y Hannah...—le presento con nervios, la chica les dio una mirada corta.

—Lindo sueter.—elogió Gwen a Hannah, ella le dio una corta sonrisa y luego la mayor se fue dándole un pequeño empujón a Layla.

La rubia y su amiga se miraron entre si, sabiendo que a ninguna le caía tan bien la chica pero no dirían nada por Will, quien estaba encantado con Grayson.
Retomaron su camino volviendo al gimnasio.
Está vez fue turno de Hannah chocar con alguien, al subir su mirada la rubia vio al peli-negro de mechones rojos.

—Disculpa.—murmuro la rubia comenzando a caminar rápidamente con sus amigos.

—Diablos, ¿que más puede ocurrir hoy?—se pregunto Will algo enojado.

La rubia evito mirar hacia atrás, Warren se había volteado hasta perder a la rubia entre los estudiantes.

Se quedaron mirando a Will quien ahora estaba al frente junto con el entrenador.
Will pareció susurrarle sobre su ausencia de superpoderes al momento.

—¡¿Cómo que aún no sabes cuales son tus poderes?!—repitió el entrenador en voz alta,aún sin creerle.—Ya entiendo, eres muy chistoso.

El entrenador tocó un botón haciendo que un auto cayese sobre Will.
A sus amigos se le escapo un grito de miedo pero por suerte Will había logrado tirarse al piso antes de que el auto lo aplastara.

—Esta demente.—susurro Hannah horrorizada.

Su amigo se levantó del suelo volviendo a repetir que aún no tenía poderes pero el entrenador seguía insistiendo, después de tocar otro botón su amigo salió volando por el aire.
Todos corrieron hacia el preocupados.

El entrenador lo miro con decepción antes de asignarlo como asistente.

Acompañaron a Will hasta la enfermería pero luego de eso todos comenzaron sus clases aunque distintas clases, claro.

Hannah fue llevada a la clase de primer año para súper héroes en cambio Zach, Ethan, Magenta y Layla tuvieron que irse a la clase para asistentes.

Hannah entro al aula tomando asiento en el fondo, sintió algunas miradas sobre ella pero las ignoro.

—Hey.—un chico a su lado tendió su mano con intención de presentarse.—Soy Jake.

—Hannah.

—¿Tu eres la que iba a llorar en la exploración de poderes, no?

La rubia borro su sonrisa causando una risa burlona por parte del chico.

—Yo no iba a llorar.—dijo ella enojada.

—¿No?—pregunto, la miro con burla luego escucho la risa de otros más.

Hannah los miro llena de odio antes de volver su mirada al frente, solo debía ignorarlos.

—Buenos días y bienvenidos a todos.—interrumpió una tercera voz entrando al aula.

La rubia mantenía su mirada hacia el frente mirando a la pizarra y se mantuvo en silencio durante todo el resto del día hasta la salida donde se encontró con sus amigos.

Bajo del autobús despidiéndose de sus amigos y luego del conductor amable.
Camino por las calles asimilando todo lo que había pasado ese día, aunque sentía felicidad de ser asignada como héroe una parte de ella se sentía mal por ser la única del grupo de sus amigos en serlo, al llegar a su casa dejo su mochila adentrándose en la sala.

—Hola cielo, ¿cómo te fue?—le pregunto su madre con ansias, su padre entro en la sala dándole una sonrisa a su hija esperando la respuesta.

—Me asignaron como héroe.—les respondió la chica, sus padres saltaron de la emoción dándole un abrazo.

—Felicidades.—su padre le sonrió.—¿Y tus poderes, cómo has logrado ser asignada?

Su sonrisa disminuyó pero les contó sobre todo lo que había pasado en la exploración de poderes, sus padres sabían sobre la falta de control en sus poderes pero aún así su fé en que sería asignada como héroe estaba intacta.

Luego de cenar subió hacia su habitación, al cabo de unos minutos su teléfono sonó indicando una llamada, era Layla.

—¿Cómo te fue con tus padres?

—Bastante bien, ¿y tus padres?

—Ya sabes, están felices de que no haya usado mis poderes si no eran requeridos.—contesto la pelirroja.—Hannah, ¿has visto como Will la miro?

—No puedo mentirte...pero no creo que tenga oportunidad Layla, tu deberías decirle lo que sientes.—le aconsejo la rubia tirándose en su cama.

—Olvida eso, ya demostró que jamás se fijaría en mi, yo solo soy su mejor amiga...—suspiro y luego se escuchó un pequeño sonido.—Oh es...Will.

Sabía que la pelirroja tenía ansias por atender a su mejor amigo.

—Responde Layla, hablaremos mañana.—se despidió la rubia.

Al colgar la llamada dejo su teléfono y comenzó a cambiarse por su cómodo piyama.
Había sido un día largo y algo horrible, jamás olvidaría la escena de nervios que tuvo, nunca había sentido de manera tan fuerte los nervios hasta ese día enfrente de todos, agregando que ahora en su aula lleno de héroes la conocían como "la chica que casi llora en la exploración de poderes".

Suspiro y cerró sus ojos, quizá mañana sería un día mejor...