𝐗𝐗. 𝐈 𝐡𝐚𝐯𝐞 𝐚 𝐩𝐚𝐫𝐭𝐲 𝐭𝐨 𝐚𝐭𝐭𝐞𝐧𝐝
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—Os estoy diciendo que necesitamos un nuevo plan, porque la próxima vez uno de nosotros va a estar demasiado herido como para sanar —nos dijo Derek a Scott y a mí mientras entrábamos en el vagón que usaba de casa, yo con la ayuda de Scott, ya que aún seguía débil por lo de hacía unas horas.
—Lo entendemos, no podemos salvar a Jackson —le dijo Scott.
—Tampoco parece que podamos matarlo —dije yo.
—He visto muchas cosas, chicos. Pero nunca he visto algo así. Cada luna llena se hace más fuerte —nos dijo Derek sin saber que hacer. Y os aseguro que era la primera vez que lo veía así.
—Entonces, ¿como lo paramos? —le preguntó Scott.
—No lo sé, ni siquiera sé si podemos.
—A lo mejor, deberíamos dejar a los Argent ocuparse de esto —les dije.
—Yo soy quien lo convirtió. Es culpa mía —dijo y por primera vez en meses, sentí pena por él. Así que puse la mano en su hombro, a lo que me miró y pude ver que me daba las gracias solo con la mirada, antes de que agachara la cabeza.
Se que era demasiado orgulloso como para decírmelo, pero me alegraba que al menos, estuviera intentando cambiar.
—Sí, pero no lo convertiste en esto, Derek. Esto pasó por algo de su pasado —le dije intentando reconfortarlo, al fin y al cabo, era la verdad.
—Eso es una leyenda de un libro, no es tan simple —dijo levantando la cabeza.
—¿De que hablas? ¿Que no nos estás contando? —le preguntó Scott, y la verdad es que yo también tenía la sensación de que nos ocultaba algo.
—¿Por qué siempre pensáis que os oculto algo?
—¡Porque siempre nos ocultas algo! —dijimos ambos a la vez.
—Bueno, puede que lo haga para protegeros.
—¿Estar en tu manada no significa "no más secretos"? —le preguntó Scott.
—Iros a casa, chicos. Dormir, curaros, estad seguros de que vuestros amigos están a salvo. Porque la luna llena está por venir. Y por como están yendo las cosas, creo que va a ser una noche muy dura.
Scott salió, y cuando iba a hacer lo mismo Derek agarró mi mano. Me giré hacia él y por primera vez en mucho tiempo, lo vi nervioso
—¿Que pasa, Derek?
—Lo siento mucho, Grace. Por todo, lo de mamá, lo de Laura, pero sobretodo por no haber estado ahí cuando más me necesitabas. Nunca me paré a pensar en cómo te ibas a sentir respecto a mis acciones, y fue muy egoísta —no me lo podía creer.
Jamás había visto a Derek disculparse por nada, ni con nadie. Era la primera vez y no sabía muy bien cómo reaccionar, así que cuando Derek me abrazó me costó unos segundos devolverle el abrazo. Pero lo hice. Rodeé su cintura con mis brazos y sentí esa sensación de familia, de hogar. La misma que había sentido con Melissa, y en ese momento supe, que Derek y yo teníamos una oportunidad de volver a ser una familia, una de verdad.
***
Ally 🏹: tenemos que hablar, YA.
Al leer eso salí de la guarida de Derek, ya que había decido quedarme con él, y vi el coche de Allison frente a mí. Me acerqué rápidamente y ella salió del coche apresuradamente.
—Allison, ¿que pasa?
—No puedes seguir viendo a Matt, nunca más, Grace.
—¿De que estás hablando?
—Sí, ¿que pasa? —preguntó Derek saliendo y quedando a mi lado.
—Se había olvidado la cámara en mi coche, quise mirar sus fotos, y vi fotos tuyas, Grace. Muchas. Muchísimas. Incluso había algunas fotos de ti en tu casa, en toalla, en pijama, recién llegada del instituto... Daba muchísimo miedo, Grace.
Derek y yo nos miramos con la misma cara de horror y mi cabeza hizo click.
—Osea que no fue mi imaginación —murmuré para mí misma.
—¿A que te refieres? —me preguntó mi hermano.
—Fui al bosque a tranquilizarme después de discutir contigo. Escuché ramas crujir, pensé que habría sido alguna ardilla o algo. Pero sabía que había algo raro en aquella situación —les dije y ambos se miraron disgustados.
Derek me abrazó por la espalda antes de mirar a Allison.
—Yo cuidaré de ella. No se le acercará —le dijo Derek, con bastante menos asco del que esperaba.
Después de que su madre intentara matarme hacía menos de dos horas, no me hubiera extrañado que incluso le hubiera arrancado la cabeza.
—Ten cuidado —me dijo Ally, agarrándome la mano.
Yo asentí y ella se marchó.
—Te lo dije, ella no es como el resto de su familia —le dije.
Él no sabía que había sido Chris quién me había salvado del incendio, por lo que pensaba que todos los Argent eran monstruos.
***
Esa noche era la de la luna llena y Derek trajo una caja llena de cosas que lo ayudarían con sus Betas esa noche. Yo me puse junto a Erica, quién me rodeó el cuello con los brazos desde atrás. Yo agarré sus manos y ambas sonreímos.
Derek abrió la caja y Isaac se acercó al símbolo druida que estaba marcado en la tapa de esta.
—¿Que es esto? —dijo tocándolo con la yema de los dedos.
—Es un trisquel —dijo Boyd, y los cuatro nos giramos a mirarle intrigados—. Las espirales significan diferentes cosas. Pasado, presente, futuro. Madre, padre, hijo.
—¿Sabes lo que significa para nosotros? —preguntó Derek señalándonos a ambos y Boyd negó.
—Alfa, Beta, Omega —dije yo—. Es una espiral. Nos recuerda que todos podemos alcanzar a ser uno, y de repente cambiar, y caer a ser otro. Los betas pueden convertirse en Alfas, pero los Alfas también puedes caer, y convertirse en Betas, e incluso Omegas.
—¿Como Scott? —preguntó Isaac y le gruñí.
—Scott está con nosotros —le dije.
—¿Enserio? —me preguntó él acercándose a mí, lo que no le hizo ninguna gracia a Derek—. ¿Y donde está ahora?
—Está buscando a Jackson —le dijo Derek, al notar que mi pulso estaba aumentando rápidamente—. Tranquilo, él tampoco va a tenerlo fácil esta noche. Ninguno lo tendrá. Hay un poder que pagas por tener todo este poder —dijo sacando cadenas de la caja.
—Conseguís la habilidad de curar, pero esta noche querréis matar todo lo que se os ponga por delante.
—Menos mal que me bajó la regla la semana pasada, entonces —dijo Erica detrás de mí, lo que me hizo soltar una risa.
—Pues este es para ti —dijo enseñándole la cadena más dolorosa.
—Derek —le advertí.
Yo había pasado por esa maldita cadena durante casi un año, todas las lunas llenas, hasta que aprendí a no querer matar a todo el mundo a mi alrededor. Sabía lo dolorosa que era esa mierda.
—Estará bien —me dijo—. Ya puedes irte.
—Espera, ¿ella se va?
—Tengo una fiesta a la que asistir —le dije con una sonrisa burlona.
—Ella sabe controlarse, Isaac.
—Además, teniendo en cuenta que Lydia está teniendo alucinaciones, lo mejor es que no me despegue de ella en toda la noche.
Fui a la casa de Lydia tras ponerme un vestido que ella me había comprado. Era de color rojo, tenía mangas muy anchas, pero el torso era completamente pegado y era de escote cuadrado. Además, tenía cuerdas colgando de los lados y me llegaba justo debajo del culo, es decir, era bastante corto.
Al llegar me encontré con Allison en la entrada, quién parecía algo perdida.
—Hola —la saludé y dio un pequeño bote.
—Hola —dijo y me agarró la mano—. Por Lydia —dijo y asentí.
Sabíamos que con todo lo que estaba pasando, no podíamos permitirnos una fiesta, pero no teníamos más remedio. Llevábamos semanas ignorando a Lydia y dejándola de lado, se lo debíamos.
Fuimos a paso lento hacia la casa y cuando entramos la casa estaba casi vacía. Estábamos Scott, Stiles, Allison y yo.
—Jackson no está aquí —dijo Allison mientras nos acercábamos a los chicos.
Las cosas no estaban bien entre ella y Scott. Y la verdad es que no tenía muy claro que me estaban entre él y yo.
—Ya, no hay nadie aquí —dijo Stiles.
—Igual es muy pronto —dijo Scott y yo negué con la cabeza.
—O igual nadie va a venir porque Lydia se ha convertido en la loca del pueblo —le dije mirando a nuestro alrededor.
—Tenemos que hacer algo porque la hemos ignorado las últimas dos semanas —nos dijo Allison.
—Ella ha ignorado a Stiles los últimos diez años —dijo Scott, y tengo que admitir, que el comentario me molestó más de lo que debería.
—Prefiero pensar que es que aún no he entrado en su radar —dijo él y rodé los ojos.
—No le debemos una fiesta —dijo Scott.
—Casi la matan por nuestra culpa, se lo debemos, Scott —le dije algo cabreada, y debió notarlo porque dio un pequeño paso hacia atrás.
—Además, no sería la loca del pueblo si no fuera por nosotros —me apoyó Allison.
—Supongo que podría usar mi título de co-capitán para traer al equipo de lacrosse —dijo Scott.
—Yo puedo escribirles a los del instituto, de algo tiene que servir ser popular —les dije yo.
—Sí, yo también conozco gente que podría animar esto un poco, animar de verdad —dijo Stiles y Allison y yo fruncimos el ceño.
—¿A quién? —le preguntó ella.
—Los conocí la otra noche, digamos que saben montar una buena fiesta.
Unos minutos después, la casa estaba a rebosar de gente. Apenas podía ver nada con tantas cabezas, brazos y cuerpos a mi alrededor. Lo malo de no ser muy alta.
Lo que si hacía era escuchar, sobretodo escuchaba la voz de Stiles. Todo el tiempo, cada palabra que decía.
—¿Vas a pedirles perdón a Allison y a Grace o qué? —le preguntó Stiles al que supuse que era Scott, la verdad es que no podía pensar con claridad.
—¿Por qué debería disculparme?
—Porque eres el chicos, es lo que hacemos —un punto para Stiles.
—Pero no he hecho nada malo.
—Entonces, definitivamente deberías disculparte, sobretodo con Grace. Tío, la usaste de cebo y casi morís los dos. Además, cada vez que un chico piensa que no ha hecho nada malo, significa que definitivamente ha hecho algo mal —otro punto para Stiles.
—No voy a disculparme.
—¿Es esa la luna llena hablando, amigo?
—Probablemente. ¿Por qué te importa tanto, de todos modos?
—Porque, Scott, algo tiene que salir bien. Quiero decir, nos están dando golpes por todos los lados, por si no te has dado cuenta. La gente está muriendo. Han despedido a mi padre. Tú vas a repetir en el instituto. Yo estoy enamorado de una mujer lobo que pasa de mí, y encima de todo eso, si tengo que ver cómo pierdes a Allison y a Grace por un acosador como Matt creo que voy a apuñalarme la cara.
Después de esa frase dejé de escuchar. Me había bebido ya unos cuantos vasos de ponche y me sentía bastante rara, lo que era imposible, ya que yo no podía emborracharme. Pero me gustaba la sensación así que seguí bebiendo hasta que vi a Lydia.
Me acerqué a ella y la abracé.
—¡Feliz cumpleaños, Lydia! —grité por encima de la música y ella sonrió.
—Gracias —me dijo y no se que me hizo hacer lo siguiente, pero lo hice de todas maneras.
La agarré del cuello y junté nuestros labios. Sabían a cereza, supuse que sería su pintalabios. Me separé de ella unos segundos hasta que ella puso sus manos en mis brazos y volvimos a besarnos.
La verdad, no se cuánto tiempo estuvimos así, pero os aseguro que lo disfruté cada segundo, ahora entendía a los tíos que la buscaban después de acostarse con ella. Besaba genial.
Sentí una mesa detrás mío y me apoyé en ella mientras seguíamos besándonos. Estuvimos así unos minutos más mientras yo dejaba que mis manos tocaran lo que quisieran, ya que Lydia no se quejaba ni intentaba pararme. Moví mis manos desde su cuello a sus hombros, después hasta sus pechos y los acabé bajando a su cadera.
Pero cuando iba a mover las manos un poco más abajo, sentí mi cuerpo mojarse así que me separé de ella.
Volvieron a lanzarme agua a la cara y de repente fui consciente de lo que hacía. Fue como si durante los últimos minutos hubiera estado bajo algún tipo de droga que no me permitía pensar con claridad. Y entonces conseguí olerlo. Acónito. Olía por todas partes, ¿como no lo había olido antes?
Me giré hacia Scott y Stiles, que me miraban algo sorprendidos por la situación, pero al girarme de nuevo hacia Lydia ella ya no estaba.
—Nos ha drogado —dije y Scott asintió.
—Sí, y cualquiera que haya bebido ese ponche, ahora está flipando —me dijo Stiles, y pude ver cómo esquivaba mi mirada.
La gente empezó a tirarse a la piscina y de repente tiraron a Matt, quién empezó a gritar que no sabía nadar.
Los tres lo miramos, ya que el que controlaba al Kanima le temía al agua, y eso solo lanzaba todas nuestras sospechas sobre Matt. Pero lo que realmente lo confirmó, fue que Jackson fue el que le ayudó a salir. Yo ni siquiera sabía que Jackson estaba en la fiesta.
Al notar que me tensaba Scott me agarró la mano y se lo agradecí con la mirada.
—¿Que estáis mirando? —preguntó Matt al salir del agua y se nos quedó mirando.
Primero miró la mano de Scott, que agarraba la mía, y después se quedó mirando mis labios. En ese momento supe que al besar a Lydia se me había corrido el pintalabios y que seguramente tenía toda la boca manchada con él.
Pasó entre Stiles y yo asesinando a Scott con la mirada y de un momento a otro, todos empezaron a correr ya que las sirenas de la policía se empezaron a escuchar.
Al salir de la casa Scott y yo nos quedamos mirando a Matt, que estaba al otro lado de la cera, y nos miraba muy cabreados, sobretodo a Scott. Pero mi mirada bajó al ver al Kanima a sus pies.
Agarré el brazo de Scott con fuerza y él me atrajo hacia sí mismo abrazándome, ya que supuse que había notado que había empezado a temblar. Aquello hizo que Matt lo mirara aún peor. Y de repente ambos desaparecieron.
***
Outfit:
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