𝐗𝐕𝐈𝐈𝐈. 𝐖𝐞'𝐥𝐥 𝐝𝐨 𝐭𝐡𝐢𝐬 𝐭𝐨𝐠𝐞𝐭𝐡𝐞𝐫

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—Si Jackson no sabe lo que está haciendo, probablemente tampoco sepa que alguien lo controla —les dije a los chicos por teléfono.

O no lo recuerda —me dijo Scott.

¿Y si es lo mismo que le pasó a Lydia cuando salió del hospital? —preguntó Stiles.

—Un estado de fuga —deduje.

Tuvo que olvidar todo. El asesinato... —empezó a decir Scott.

—Deshacerse de la sangre —continuó Allison, quién estaba a mi lado.

Pero tuvo ayuda con una cosa, el vídeo. Quizá alguien más le ayudó a borrar eso  —dijo Stiles.

Quien quiera que lo controle —dedujo Scott.

—¿Estáis seguros de que Jackson no sabe nada de lo que le pasa? —les preguntó Ally.

No, él aún cree que se está convirtiendo en un hombre lobo y que el haber estado con Lydia lo está retrasando  —le respondió Stiles.

—¿Tratamos de convencerle de que no es así? —les pregunté.

Si eso va a ayudarnos a descubrir quién lo controla, entonces sí —nos dijo Scott.

—¿Creéis que nos hablará después de lo que le hemos hecho? —les preguntó Allison.

Sí, claro. Somo nosotros, nos hablará —dijo Stiles convencido.

Y si no, nuestra única solución eres tú, Grace —me dijo Scott y mi corazón empezó a acelerarse por el terror—. Eres la única que no estuvo allí más que para advertir a Stiles.

***

Scott y Melissa salieron de la sala donde les dijeron los cargos a los chicos por haber secuestrado a Jackson y me acerqué a ellos.

—No es solo esto. De todas maneras una orden de alejamiento es otro nivel al que no creí que llegarías tan pronto —le dijo Melissa enfadada—. Es todo lo que está encima. El comportamiento extraño, que llegues tarde a casa, el tener que rogarle al señor Harris para que te dejara hacer el examen de química que te perdiste.

—¿Me perdí un examen de química? —le preguntó su hijo y suspiré.

¿Enserio, Scott?

—¿Enserio, Scott? ¿Enserio? —le preguntó Melissa—. Tengo que castigarte, te estoy castigando, estás castigado.

—¿Y que pasa con el trabajo? —le preguntó Scott mientras Stiles se acercaba a nosotros.

—Bien, a parte del trabajo y sin televisión —le dijo Melissa satisfecha por su castigo.

—Mi televisión está rota —dijo Scott y me golpeé la frente con la mano.

¿Enserio? ¿Por qué no se quedaba callado?

—Entonces sin ordenador.

—Necesito el ordenador para el colegio.

—Entonces sin... —empezó Melissa mirando a su alrededor y su mirada se clavó en Stiles—. Sin Stiles.

—¿Qué? ¿Sin Stiles? —le preguntó Stiles pero Melissa levantó la voz.

—¡Sin Stiles! —a lo que Stiles retrocedió asustado mientras yo reía—. Y no más privilegios con el coche. Dame tus llaves —dijo ella extendiendo su mano y tras unos segundos él se las dio.

Melissa intentó quitar la llave del coche del llavero pero no era capaz.

—Melissa —la llamé pero negó.

—No —pero seguía sin poder sacarla y cada vez se ponía más nerviosa así que puse mis manos sobre las suyas, lo que la tranquilizó—. ¿Que está pasando contigo? —le preguntó mirando a su hijo—. ¿Es por Allison?

—¿De verdad quieres saberlo? —le preguntó Scott y mi corazón se aceleró.

No pensaba contárselo, ¿verdad?

Melissa asintió mientras Stiles negaba desde la lejanía.

—¿Es esto por tu padre? —le preguntó y sentí que ya no me correspondía estar allí así que me alejé un poco antes de que la mano de Melissa me detuviera—. No se que os pasa últimamente, pero vamos a hablar de esto al llegar a casa. Ahora los tres somos una familia y las familias confían las unas en las otras, ¿verdad? —nos preguntó y ambos asentimos—. Voy a por el coche —dijo antes de alejarse.

Ambos nos acercamos a Stiles y nos apoyamos en la pared suspirando.

—Soy el peor hijo del mundo —dijo Scott.

—Bueno, yo tampoco me llevo ningún premio —respondió Stiles y los tres nos miramos cansados.

***

Allison y yo entramos en la biblioteca del colegio ya que habíamos quedado allí con los chicos para poder hablar, teniendo en cuenta que Chris había prohibido a Allison tener algún tipo de relación con Scott.

Fuimos detrás de unas estanterías y Allison sacó su tablet, donde estaba todo lo traducido por Lydia. Se la pasamos a los chicos teniendo cuidado de que nadie nos viera.

—Es todo lo que Lydia pudo traducir —les susurré—. Y creedme, estaba muy confusa.

—¿Que le dijiste? —me preguntó Scott.

—Que éramos parte de una comunidad online que lucha con criaturas mitológicas —dijo Allison aguantando la risa y Scott sonrió.

—Yo soy parte de una comunidad online que lucha contra criaturas mitológicas —dijo Stiles y los tres nos pusimos serios enseguida.

—Genial —dije yo cortando el silencio incómodo.

—¿Dice aquí algo de cómo encontrar al que lo controla? —nos preguntó Scott.

—No, pero Stiles tiene razón sobre los asesinatos —le dije.

—¡Sí! —celebró Stiles en un susurro.

—Llama al Kanima el arma de la venganza —les dijo Allison.

—Hay una historia de un sacerdote sudamericano que usa al Kanima contra los asesinos de su pueblo —les expliqué.

—¿Veis? Alomejor no es todo tan malo —dijo Stiles.

—Hasta que el vínculo se hizo tan fuerte que mató a quien quiera que quisiera —le dije y él me miró asustado.

—Todo malo, todo muy, muy malo —se rectificó.

—Esta es la cosa —les dijo Allison—. El Kanima se supone que debería ser un hombre lobo pero no puede...

—"Hasta que resuelva la razón por la que se manifestó" —leyó Scott de la tablet.

—Eso significa que Jackson podría usar un par de cientos de horas de terapia. Os podría haber dicho eso yo mismo —dijo Stiles.

—¿Y si tiene algo que ver con sus padres? —les pregunté—. Sus verdaderos padres —dije cuando Scott me miró confuso.

—¿Sabe alguien realmente que les pasó? —nos preguntó Scott.

—Lydia podría —dedujo Stiles.

—¿Y si no sabe nada? —le preguntó Scott.

—Como dijiste, yo era la única alternativa, así que hablaré con él —le dije.

—Hablaremos —me corrigió Ally y Scott nos miró preocupado.

—¿Y que hago yo? —nos preguntó.

—Tienes un examen que recuperar, ¿recuerdas? —le dije y tanto Stiles como Allison asintieron dándome la razón.

Ella le dio la mano para tranquilizarlo.

—Prometeme que irás.

—Si hace lo que sea, empezad a correr —nos dijo.

—Scott, no dejaré que nada le pase —le dije.

—Sabemos cuidarnos solas —le dijo ella.

—Chicas, si os pasa algo mientras estoy haciendo un estúpido examen alguien va a tener que cuidarme a mí. Sí hace lo que sea... —nos dijo Scott y pude oler su miedo.

—¿Como? —le preguntó Allison.

—Cualquier cosa rara, extraña... Lo que sea.

—¡Cualquier cosa malvada! —dijo Stiles asomando la cabeza por la estantería.

Yo sonreí antes de poner mi mano en su cara y empujarlo al otro pasillo.

***

Seguimos a Jackson por los pasillos hasta que lo vimos entrar en los vestuarios. Una vez él estaba dentro, ambas fuimos con la intención de entrar pero Matt salió asustandonos.

—Me habéis asustado —dijo él riendo.

—Lo siento, estábamos... Da igual —en cuanto dije eso su olor se me hizo familiar. Sabía que lo había percibido en algún otro lugar, pero no sabía dónde.

—Bonitos... Tacones —dijo señalándolos ya que los llevaba en la mano. Me los había quitado para no hacer ruido.

—Sí, es que me dolían los pies así que me los quité —dije poniendomelos de nuevo.

—Esa es la razón por la que no me pongo los míos —dijo y reí—. Oye, por cierto. ¿Has oído hablar sobre la fiesta secreta? Al parecer van a tocar muchas bandas increíbles.

—Oh, ¿quieres decir una rave? —le pregunté.

—Sí, bueno, prefiero llamarla fiesta —me dijo y asentí sin pillar el punto—. Es que tengo un amigo que nos podría conseguir entradas si quieres. ¿Quieres que te consiga una?

—Es que últimamente me paso todas las tardes con Allison —dije enganchando mi brazo al suyo—. No quisiera dejarla tirada.

—Puedes venir si quieres —le dijo mirándola y ella asintió.

—Sí, claro, vamos —le dijo ella.

—¿Sí? Genial, guay. Es el viernes así que... Lo estoy esperando con ansias —dijo mirándome a mí antes de marcharse.

Miré a Allison con el ceño fruncido.

—¿Acaba de sacarnos una cita? —le pregunté y antes de que pudiera responder escuchamos un especie de gruñido salir del vestuario.

—¿Jackson? —pregunté una vez dentro.

Allison me dio la mano al notar mis nervios y se lo agradecí con una sonrisa.

—Aquí —dijo él desde las duchas y cuando nos acercamos lo vimos desnudo —. ¿Hay algún problema? —preguntó cuando nos giramos para no mirarlo.

—Podrías habernos avisado —le dijo Ally.

—Vosotras sois las que habéis entrado en el vestuario de los chicos —dijo saliendo de la ducha aún desnudo.

—Creíamos haberte oído... Da igual —dijo Allison.

Yo no era capaz de hablar, sentía que mis palabras se quedaban atascadas en mi garganta.

—¿Queréis hablar sobre algo? —preguntó acercándose y se que escuchó mi corazón acelerarse—. Bueno, está claro que tú no, Hale —dijo poniéndose frente a mi acorralandome contra la pared.

—Tengo... Tengo que irme a clase —dije intentando salir pero se puso en medio.

—No, que va —dijo y miré a Allison aterrada—. Tienes notas perfectas, puedes saltarte una clase —dijo y el terror me invadió por completo—. ¿Estás bien? Tú corazón está latiendo demasiado rápido —dijo y Allison salió de allí.

Solo esperaba que hubiera sido para llamar a Scott, en ese momento me daba igual que se saltara ese maldito examen.

Intenté alejarme pero Jackson se puso delante.

—Creí que querías hablar —me dijo tan tranquilo mientras a mí me daba un ataque de pánico.

—Yo... He... He cambiado de opinión —dije pasando por debajo de su brazo e intentando salir.

—¿Segura? Porque pareces un poco estresada. ¿Es por Stiles? ¿Es ese el problema? Sigo sin creerme que todavía creas que alguna vez podáis estar juntos. Sabes perfectamente que al final saldrás corriendo detrás de Derek y te unirás a su pequeña manada. Si no te das cuenta entonces eres seguramente la puta más estúpida de este pueblo —dijo acorralandome de nuevo contra la pared y agaché la cabeza—. Aparte de Scott, claro está, el ya es bastante estúpido por si mismo.

—¡Déjame en paz! —le grité.

—¿Y que vas a hacerme? Cada vez que me ves te pones a temblar. Sin Scott o Derek no eres nadie contra mí, Grace. Se lo que le pasó a tu padre. ¿Quieres sentir lo mismo que sintió el la última vez que lo viste? —me preguntó clavándome las garras en el bajo abdomen.

Empezó a subir desgarrandome el abdomen mientras intentaba detener su mano.

Entonces, y solo entonces me miró a los ojos y algo cambió en él.

—¿Grace? —preguntó apartándose de mi.

En cuanto lo hizo caí de rodillas al suelo con la mano en la herida que acababa de hacerme.

—¿Que haces aquí? —me preguntó él retrocediendo.

Scott entró junto a Allison y en cuanto Scott me vio en el suelo sangrando corrió hacia Jackson tirándolo contra las taquillas.

Allison se acercó a mí intentando parar la hemorragia.

—¡Tengo una orden de alejamiento! —gritó Jackson muy cabreado.

—Creeme, me he controlado mucho —dijo Scott antes de que Jackson se lanzara contra él.

—Oye, todo va a estar bien —me dijo Allison quitándose la chaqueta y poniéndola en mi estómago.

Yo gruñí antes el contacto de la tela en la herida, por alguna razón no se estaba curando como debería. Estaba tardando demasiado.

Jackson volvió a intentar venir a por nosotras pero Scott lo detuvo golpeándolo por la espalda, haciéndolo caer.

Empecé a sentirme muy mareada, tanto que todo a mí alrededor se hizo borroso. Allison no se apartó de mi lado en ningún momento y me pareció escuchar la voz del profesor Harris de fondo.

Tras varios minutos, que fue lo que tardó mi vista en volver, pude reconocer a Erica frente a mí, que me miraba preocupada.

—¿Estás bien? —me preguntó y asentí levemente.

El dolor había cesado un poco, haciéndome capaz de levantarme y ambas me ayudaron a llegar a detención, ya que Harris nos había castigado a todos después de la pelea de Scott y Jackson.

Al llegar me senté en una mesa con Scott, Stiles y Erica pero después del discursito de la orden de alejamiento de Jackson, el profesor Harris movió a Stiles y a Scott a la mesa de al lado, dejándome sola con la beta de mi hermano.

—Lo voy a matar —escuché decir a Scott.

—No, que va. Vas a encontrar al que lo controla y luego vas a ayudar a salvarlo —le dijo Stiles.

—No, tienes razón, matemoslo —le dijo Scott y negué con la cabeza mientras Erica sonreía.

—Oh, no —murmuró Stiles—. Hey, ¿y si es Matt? Quiero decir, todo esto refiriéndome al vídeo.

—Danny dijo que fue él quien encontró el trozo de vídeo que faltaba.

—Exactamente. Está intentando que no sospechemos de él.

—Es idiota —suspiré por lo bajo.

—Osea que, ¿él fue el que ordenó matar al padre de Isaac, a un cazador de los Argent y al mecánico que estaba arreglando tu Jeep?

—¡Sí! —dijo Stiles convencido.

—¿Por qué?

—Porque... Es malvado —dijo y negué con la cabeza.

—Solo te cae mal —le dijo Scott.

—Hay algo en el que no me gusta, no se el que.

—Yo sí, te cae mal porque ha conseguido una cita con Grace antes que tú.

—No es una cita, Allison también irá —le corrigió Stiles.

—¿Alguna otra teoría? —le preguntó Scott algo cansado de las teorías descabelladas de Stiles.

Tras unos segundos Jackson salió de la biblioteca con el profesor Harris detrás y los chicos se sentaron en nuestra mesa.

—Stiles dice que sabes cómo murieron los padres de Jackson —le dijo Scott a Erica nada más sentarse.

—Puede —dijo ella.

—Habla —le dije fríamente.

—Fue un accidente de coche. Mi padre fue el investigador del seguro y cada vez que ve a Jackson conduciendo su Porsche hace algún comentario sobre la enorme cantidad de dinero que recibirá a los dieciocho.

—Osea que no solo es rico ahora, ¿sí no que será más rico a los dieciocho? —le preguntó Stiles.

—Sí.

—Hay algo horrible en eso —dijo Stiles irónicamente.

—¿Sabéis que? Podría intentar encontrar el informe del seguro en el correo de mi padre. Lo guarda todo —dijo ella abriendo su portátil.

Scott McCall, por favor acuda al despacho del director —se escuchó la voz de Victoria en los altavoces y todos nos miramos preocupados.

Scott se marchó y tras unos minutos Jackson volvió, por lo que me tensé.

—"El pasajero llega al hospital DOA. Hora estimada de la muerte 14 de Junio de 1995 a las 9:26 p.m." —leyó Erica

—El cumpleaños de Jackson es el quince —nos dijo Stiles y supimos que nació del cadáver de su madre.

El profesor Harris empezó a recoger sus cosas así que nos levantamos de nuestro sitio y él empezó a reírse.

—No, lo siento. Yo me voy, pero ninguno de vosotros va a hacerlo. Os iréis cuando hayáis terminado de organizar todos los libros. Disfrutad el resto de vuestra tarde —nos dijo a lo que rodé los ojos.

Las vendas que me había puesto en el abdomen ya estaban empezando a llenarse de sangre, no se cuanto más tardaría antes de que la camiseta nueva empezara a mancharse también.

Nos pusimos manos a la obra ya que queríamos salir de allí cuanto antes. Stiles les explicó a los chicos todo lo sé Jackson mientras yo estaba en otro pasillo junto a Erica.

—Estarás contenta —me dijo y la miré con el ceño fruncido.

—¿Por qué lo estaría?

—Stiles está celoso, y no hay que ser un genio para saber que te mueres por él —dijo y reí.

—Cariño, yo nunca he dependido de ningún chico, te aseguro que no voy a empezar a hacerlo ahora —dije colocando libros, sin si quiera mirarla.

—Mejor díselo a tu corazón, parece no haberse enterado todavía —me dijo con burla pero antes de poder responder las luces del techo empezaron a caer.

Mis ojos y colmillos aparecieron sin si quiera poder controlarlo y vi que a Erica le pasaba lo mismo.

—¡Grace, Erica! —nos gritó Scott desde otro pasillo.

—¡Scott! —grité.

El Kanima se paró frente a nosotras por lo que me quedé paralizada. Pero no fue a por mí a por quién vino, si no a por Erica. En cuanto cayó al suelo corrí hacia ella y la agarré en mis brazos.

—Hey, todo va a ir bien —le dije acariciándole el pelo pero empezó a convulsionar.

Escuché una ventana romperse y supe que el Kanima se había marchado.

—¡Chicos! —grité—. ¡Ayuda! ¡Está teniendo un ataque! —dije y los chicos vinieron a mi lado mientras que Allison iba a por Matt.

—Está vivo —dijo Allison desde el otro pasillo.

—Necesitamos llevarla a un hospital —noa dijo Stiles mirando a Erica.

—No —le dije—, por mucho que me joda, el único que puede ayudarla es Derek. Tenéis que ayudarme a llevarla con él —dijo con las lágrimas cayendo por mis mejillas.

—Iros —nos dijo Allison y le sonreí.

—No nos iremos sin tí, Grace puede llevarla sola —le dijo Scott.

—No, no puede. Sus heridas no se están curando. Tiene el abdomen abierto. Tenéis que llevarlas a ambas a donde Derek —le dijo ella y Scott me miró sin poder creérselo.

—La sangre que olía era la tuya —dedujo en voz baja y asentí levemente.

—Chicos, marcharos —Scott besó su frente antes de ayudarme a levantar a Erica.

Él la cogió en brazos y Stiles me ayudó a caminar rodenadome la cadera con un brazo y yo su cuello con el mío mientras que con el otro me agarraba el abdomen adolorida.

Al llegar a donde Derek vivía con sus betas metieron a Erica en uno de los vagones abandonados y me puse a su lado agarrando su mano.

—¿Se está muriendo? —preguntó Stiles asustado.

—Puede. Mira, esto va a dolerte —dijo mi hermano y Erica me miró.

Haremos esto juntas —dije agarrando su mano con fuerza y cuando Derek le rompió el brazo empecé a quitarle dolor.

Erica empezó a gritar mientras yo gruñía por lo bajo y lágrimas caían por mis mejillas.

—¿Que está haciendo? —le preguntó Scott.

—Está quitándole dolor —dijo Derek mientras le estrujaba el brazo, haciéndola sangrar.

—¿Quitándole como? —preguntó ahora Stiles.

—Ella está cogiendo su dolor, Stiles —dijo mientras sentía el dolor incrementar en todo mi cuerpo.

Tras unos segundos Erica dejó de gritar y cayó sobre mí, completamente agotada y dolorida.

—Grace, eres una buena amiga —susurró dejando caer su cabeza sobre mi regazo mientras seguía quitando su dolor.

Tras unos minutos Scott y Derek salieron del vagón dejándonos solos.

—¿Por eso me besaste? —me preguntó Stiles y su pregunta me pilló desprevenida.

—¿De que hablas?

—Aquella noche, cuando el Kanima me atacó. ¿Me besaste solo para saber si sentía dolor? —me preguntó y aunque sabía que no fue solo por eso, asentí.

Él bufó antes de salir cabreado pero no fui detrás de él, me quedé allí, con Erica inconsciente en mis brazos.

—Te ayudaremos a pararlo —escuché la voz de Scott—. Grace y yo nos uniremos a tu manada. Si nos quieres en ella, bien. Pero con una condición. Vamos a atraparlo, no a matarlo.

—¿Y? —le preguntó mi hermano.

—Lo haremos a mi modo —le dijo Scott pero Derek sabía que no aceptaría.

—Grace jamás me ayudará después de lo que le hice.

—No lo entiendes, ¿verdad? Lo único que tú hermana ha esperado de ti toda la vida, es una disculpa. La culpaste de la muerte de tu madre, de la de tu padre, y después mataste a la única familia que os quedaba, aunque fuese un monstruo. Ni si quiera te importó lo rota que estuviese. Grace se sintió abandonada y sola y no has hecho nada para que piense lo contrario. La dejaste tirada cuando más te necesitaba. Por eso te odia, y lo hará hasta que te des cuenta de que tú has sido un hermano de mierda mientras ella siempre ha estado para ayudarte, incluso cuando más daño le habías hecho.

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