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Los chicos empujaban la puerta mientras el Alfa intentaba entrar. Los aparté y encendí mis ojos usando mi fuerza sobrenatural para mantener la puerta cerrada. Tras unos segundos el Alfa pareció calmarse.

Stiles miró por la ventana mirando una herramienta.

—No —dijimos Scott y yo.

—Sí —dijo Stiles.

—Stiles, no lo hagas —le dijo Scott pero le dio igual y Stiles salió del instituto a por la herramienta.

Scott y yo le vimos cogerla pero entonces el Alfa apareció por detrás del Jeep.

—¡Stiles vuelve! —le grité—. ¡Corre! —Stiles levantó la mirada y vio al Alfa correr hacia el así que se levantó del suelo y corrió hacia nosotros.

Entró y bloqueó la puerta para que el Alfa no entrara. Miramos por las ventanas pero no lo veíamos por ninguna parte.

—¿Dónde está? —preguntó Scott—. ¿A donde ha ido? —nos separamos de la puerta—. Eso no va a aguantar, ¿verdad?

—¿Tú que crees? —le pregunté.

Entonces escuchamos al Alfa aullar y corrimos hacia una de las clases. Scott y yo cogimos una mesa y empezamos a mover la.

—Esperar —nos dijo Stiles—. Esa puerta no lo mantendrá fuera.

—Lo sabemos —le dije.

—Es tu jefe —dijo Stiles mirando a Scott.

—¿Que? —preguntó Scott.

—Que Deaton, el Alfa, es tu jefe.

—No.

—Sí, un hombre lobo asesino y psicópata —le dijo Stiles.

—No puede ser.

—O venga ya. ¿Desaparece y esa cosa parece a los diez segundos para lanzar a Derek por los aires? —cuando dijo eso mi corazón de estrujó—. ¿No tienes sentido?

—No es él —le dijo Scott.

—Él ha matado a Derek —eso fue un cuchillos directo al corazón.

—Derek no está muerto, no puede estarlo —les dije con lágrimas en los ojos.

—Le salía sangre por la boca, ¿vale? Eso no es exactamente una herida leve. Está muerto y somos los siguientes —dijo Stiles y Scott me abrazó al ver que estaba llorando.

—Vale, entonces... ¿Que hacemos? —preguntó Scott.

—Vamos hasta el Jeep y nos vamos. Y piensa seriamente en dejar ese trabajo, ¿vale? —Scott me soltó e intentó abrir as ventanas.

—No se abren —dije—. El centro está climatizado.

—Pues la rompemos.

—Eso hará mucho ruido —dijo Stiles.

—Entonces tenemos que correr rápido —me acerqué a ellos y miramos el Jeep—, muy rápido.

—Stiles, ¿que le pasa al capó de tu coche? —le pregunté.

—¿A qué te refieres? No lo pasa nada —me respondió.

—Está doblado —le dijo Scott.

—¿Abollado? —preguntó Stiles acercándose a nosotros para mirar el Jeep.

—No, doblado —le dije.

—¿Que narices...? —no pudo terminar ya que algo se estrelló contra la ventana.

Los tres nos agachamos y vimos una pieza del Jeep frente a nosotros. Stiles la alumbró con la linterna.

—Esa es mi batería —intentó levantarse pero le paré.

—Ni se te ocurra.

—Tenemos que irnos.

—Podría estar ahí fuera —le dijo Scott.

—Está ahí fuera —dijimos Stiles y yo.

Me levanté asomando la cabeza para mirar el exterior.

—¿Ves algo? —me preguntó Stiles.

—No —le dije.

—¿Nos vamos ya? —preguntó el rapado de nuevo.

—Nos vamos ya —le dije.

Salimos de la clase y nos paramos en el pasillo.

—Por aquí —dijo Scott.

—No, no. Algún sitio sin ventanas —dijo Stiles deteniendo a su amigo.

—Todo aquí tiene ventanas —le dije.

—Pues a un sitio con menos ventanas.

—Los vestuarios —dijimos Scott y yo.

—Sí —dijo Stiles y corriendo hasta llegar a los vestuarios de hombres.

—Llama a tu padre —le dijo Scott a Stiles.

—¿Y que le digo?

—No lo sé, cualquier cosa. Que hay una fuga de gas o un incendio, lo que sea. Si ve a la policía, a irá.

—¿Y si no lo hace?

—No lo hará —dije yo—. ¿Os acordáis? Vino al colegio y el sheriff estaba aquí, incluso Argent estaba aquí. Esa cosa no se irá hasta que consiga lo que quiere.

—¿Y que quiere? —preguntó Scott.

—Una buena pregunta —le dije.

—Vale, pues entonces tenemos que encontrar una salida y huir —dijo Scott.

—No hay nada cerca en 1,5 kilómetros a la redonda —le dijo Stiles.

—¿Y el coche de Derek? —preguntó Scott y mis ojos volvieron a llenarse de lágrimas.

—Podría servir —le dijo Stiles—. Salimos, le quitamos las llaves a su cadáver y cogemos su coche.

—Y a él —dijo Scott y me acerqué a él antes de que me rodeara con el brazo acercándome a él.

—Vale, lo que queráis —dijo Stiles mirándonos mal.

Empezamos a andar hacia la puerta de los vestuarios, cuando Stiles iba a abrir la puerta me separé de Scott y lo detuve agarrándole del brazo.

—¿Que? —me preguntó.

—He oído algo —le respondí.

—Sí, creo que yo también —dijo Scott.

—¿El que?

—Silencio —le dijimos ambos y agudizamos nuestros oídos escuchando pasos acercándose.

Los tres empezamos a retroceder hasta quedar a unos metros de la puerta.

—Esconderos —les dije y ambos fueron a esconderse a las taquillas haciendo demasiado ruido.

Yo me escondí en el despacho de el entrenador pero en cuanto escuché a los chicos gritar y al conserje hablar salí viendo a los chicos intentando calmar al conserje.

—¿Os proponéis matarme? —les preguntó y me acerqué a ellos—. Los tres fuera —dijo agarrando los brazos de los chicos y sacándolos de los vestuarios. Yo salí tras ellos.

—Déjeme explicarle algo un segundo —le dijo Stiles.

—Cerrad el pico y marcharos —le dijo el conserje.

Entonces la puerta del vestuario se cerró y el conserje chocó con la puerta dejando ver marcas de sangre mientras escuchábamos los gruñidos del Alfa. Scott intentó abrir la puerta pero no lo consiguió, Stiles y yo lo separamos de la puerta llevándolo lejos de allí.

Los chicos y yo intentamos abrir las puertas de la salida pero algo las bloqueaba. Los chicos siguieron intentándolo pero yo desvíe mi atención a algo escrito en la pared. Encendí mis ojos para ver mejor y vi que estaba escrito con sangre.

“Venganza”

—Chicos, creo que deberíais ver esto —ambos se giraron y se quedaron petrificados al verlo—. Ya sabemos lo que quiere —les dije y empezamos a andar buscando otra salida.

—No voy a morir aquí. No pienso morir en el instituto —dijo Stiles histérico.

—No vamos a morir —le dijo Scott.

—Dios, ¿Contra quién quiere venganza? —preguntó Stiles.

—¿Contra quién crees listo? Si ha... —me quedé callada un segundo intentando quitar el nudo de mi garganta —Si ha matado a Derek significa que también quiere ir contra mi. Pero no solo quiere eso.

—Me quiere a mi —dijo Scott—. Derek dice que la manda lo fortalece.

—Así es —lo afirmé.

—Vale, genial. Un hombre lobo psicótico al que le va el trabajo en equipo. Que bonito —dijo Stiles con su usual nivel de sarcasmo pero lo detuve junto a Scott al ver al Alfa por la ventana, en el tejado del instituto.

Él empezó a correr hacia nosotros así que empezamos a correr por el pasillo buscando un lugar donde escondernos. El Alfa atravesó la ventana chocando con la pared mientras corríamos. Empezó a correr tras nosotros así que decidimos bajar al piso inferior y seguir corriendo.

De fondo conseguí escuchar voces, una de ellas a la que reconocí enseguida como la de Allison y no supe muy bien que pensar. Quiero decir, ¿que hacía ella allí?

Lo pasé por alto ya que teníamos al Alfa pisandonos los talones. Corrimos hasta el vestuario de las chicas y nos escondimos detrás de las taquillas.

—Allison está aquí —susurré solo para que Scott consiguiera oírlo.

Al ver que iba a gritar estupefacto le tapé la boca. Me asomé y vi al Alfa mirándome, por alguna razón algo se me hizo familiar en ellos pero no supe el qué. Lo que entendí aún menos fue por qué se había marchado de la habitación sabiendo que estábamos allí.

—Marcharos, yo la busco —les susurré al entender que era a ella de quien el Alfa quería vengarse.

Ambos empezaron a correr en la dirección contraria mientras que yo iba detrás del Alfa con mucho cuidado. Se metió en una habitación pero sabía que Allison no estaba allí ya que no percibía su aroma. Llegué hasta su taquilla y saqué una chaqueta para olerla y seguir el aroma. Dejé la chaqueta en la taquilla antes de empezar a avanzar hacia las piscinas. Cuando llegué vi Allison allí.

—¿Allison? —la llamé y vino hacia mi antes de abrazarme—. ¿Que haces aquí?

—Scott me mandó un mensaje —me dijo y escuchamos un gruñido.

—Corre —le dije antes de agarrar su mano y empezar a correr mientras llamaba a Scott.

—¿La has encontrado?

—Está conmigo.

—Nos vemos en el vestíbulo.

No esperé más para empezar correr aún más rápido hacia el vestíbulo. Tras unos minutos corriendo llegamos y los chicos ya estaban esperandonos. Allison fue a abrazar a Scott y Stiles se acercó a mí antes de rodearme con su brazo.

—¿Estáis bien? —les pregunté.

—Sí, estamos bien —me dijo Stiles.

—¿Por qué has venido? ¿Que haces aquí? —le preguntó Scott a su novia.

—Porque me lo has pedido.

—¿Que te lo he pedido? —ella sacó su teléfono y nos enseñó un mensaje.

Reúnete conmigo en el colegio URGENTE
-Scott

—¿Por qué me da que no fuiste tú?

—Porque no fui yo.

—¿Has venido en coche? —le preguntó Stiles.

—Ha sido Jackson.

—¿Jackson ha venido? —le pregunté.

—Y Lydia. ¿Que está pasando? ¿Quién me mandó el mensaje? —preguntó Allison pero su teléfono empezó a sonar—. ¿Dónde estás? —la puerta tras ella se abrió dejando ver a Lydia y a Jackson.

—Por fin —dijo la pelirroja—. ¿Podemos irnos ya? —Allison asintió pero escuchamos un ruido en el techo y todos miramos hacia arriba.

—Corred —dijimos Scott y yo a la vez antes de empezar a correr.

El Alfa cayó del techo y empezó a correr tras nosotros. Vimos una puerta frente a nosotros y cuando entramos vimos que era la clase de química. Scott y yo empezamos a apilar cosas frente a la puerta mientras Allison nos preguntaba cosas.

—Ayudarnos. Apilar sillas —les dije y así lo hicieron.

—¡Hola! —gritó Stiles y nos giramos para mirarlo una vez que habíamos apilado todo frente a la puerta.

—Vale, bien trabajo. Habéis hecho un trabajo maravilloso. Ahora. ¿Que hacemos con los seis metros de ventanal? —dijo señalándolo con las manos.

—Mierda —susurré.

—¿Alguien puede explicarme qué está pasando? —preguntó Allison—. Porque estoy muerta de miedo y me gustaría saber por qué —ninguno contestó—. ¿Scott? ¿Grace? —miramos a Stiles en busca de ayuda.

—Alguien ha matado al conserje —dijo.

—¿Que? —preguntó Lydia.

—Sí, el conserje ha muerto.

—¿De que está hablando? ¿Es una broma? —nos preguntó Allison con lágrimas en los ojos.

—¿Que...? ¿Quién lo ha matado? —preguntó ahora Jackson.

—No, no, no. Se suponía que esto se había acabado. El puma... —empezó a decir Lydia.

—No, ¿no lo entiendes? No fue un puma —le dijo Jackson.

—¿Quién fue? —preguntó Allison—. ¿Que quiere? ¿Que pasa? ¡Scott! ¡Grace!

—No lo sé —le dijo Scott—. Solo se que... Si salimos ahí fuera, nos va a matar.

—¿Nos matará? ¿Va a matarnos? —preguntó Lydia aterrorizada.

—¿Quién? —preguntó Allison—. ¿Quién es?

—Ha sido Derek, Derek Hale —dijo Scott.

Levanté la mirada y podría jurar que si las miradas matasen Scott hubiera muerto en ese mismo instante.

—No acabas de decir eso —le dije mientras me acercaba a él. Vi que Stiles tenía intención de acercarse así que le advertí—. Ni se te ocurra acercarte Stiles —éste dio un paso atrás y Scott me miraba con miedo mientras me acercaba a él. Me acerqué lo suficiente como para que si susurraba solo él me escuchara—. ¿Sabes qué? Se acabó, a partir de ahora te las apañas tú solito con todo esto y si el Alfa te mata, un problema menos para el pueblo. Al fin y al cabo es a tu novia a quien busca —le susurré antes de salir de la clase.

El Alfa estaba frente a mi, a unos metros. Encendí mis ojos y este parecía confuso pero se apartó de mi camino. Fruncí el ceño confundida hasta que escuché la voz de Stiles.

—¿La está dejando salir?

—Eso parece —le dijo Scott.

No esperé un segundo más. Corrí hacia la salida y cuando salí fui directa hacia Derek. Me agaché a su lado y limpié las lágrimas que caían por mis mejillas al escuchar su corazón latir.

—Grace —murmuró Derek y sonreí.

—Derek —dije en un suspiro—
Tengo que sacarte de aquí —dije ayudándolo a levantarse.

Le ayudé a subirse al coche y arranqué escuchando la voz de Scott pidiéndome perdón desde el instituto.

***

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