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     CORRIENDO POR LAS CALLES DE LOS ÁNGELES, Lou e Isa habían decidido quedarse en el césped de un parque, había gente, ya que algunos locales comerciales estaban abiertos, incluso los parques, y la verdad sí había resultado divertido el hecho de haberse escapado en plena noche. Ahora los dos estaban lanzados en el césped, Isabella apoyaba su cabeza en el pecho de Louis, mientras ambos comían de las galletas de chocolate que Isabella había traído en su bolso.

—¿Te acuerdas la primera vez que nos conocimos? —Isabella preguntó soltando una risita que le contagio a Louis.

—¿Cómo olvidar cuándo conocí a la odiosa más hermosa del mundo? —besó su mejilla, Isabella se rió— lo único que pensé fue "por Dios, quién fuera el suertudo que le calma ese mal genio a besos" y mira, soy yo.

Besó sus labios, haciéndola soltar una carcajada.

—Eres un tonto, ¿lo sabías? —Louis se rió—. Fui odiosa porque soltaste ese comentario tan... confianza nivel rayo McQueen y yo tipo ¿qué onda con este?

Los dos se rieron.

—Eres la primera chica con la cual me comporte así, es que ese momento fue como "es hermosa" Realmente no podía controlar las estupideces que decía, era como natural, el nerviosismo me hacía actuar así —se rió— aunque era todo en juego porque nunca pensé que me terminaría enamorando de ti, después me di cuenta de que sí pasó, y que me encanta eso.

—A mi me encantas tú —ella le sonrió— y para ser sincera, tus comentarios si eran lo mejor —soltó una risita— sobretodo el del monumento, ese me gustó mucho.

—Ya yo lo sé, lo vi en tú carita. Tus mejillas se pusieron rositas y yo lo único que pensaba era "Dios, que no tenga novio por favor" —Isabella soltó una carcajada.

Los dos se quedaron hablando, y ni siquiera se dieron cuenta de que la hora fue pasando demasiado rápido, sin notarlo, el amanecer estaba comenzando aparecer, y se levantaron lo más rápido que pudieron del suelo.

—¡Ay, Lou ya van a ser las cinco! —Isabella comenzó a recoger todas sus cosas—. ¡Papá se despierta justo a las cinco para ir a trabajar! Dios, si no ve que estamos, estamos más que fritos...

—La hora se pasó demasiado rápido —dijo, refregando sus ojos— pero nos dará tiempo de llegar, andando, bonita.

Los dos empezaron a correr, y justo cuando estaban por entrar a la casa de Isabella, el seguro de la puerta cómo sí estuviera abriéndose los hizo asustarse, y corrieron hasta tras el auto que estaba estacionado afuera, Louis se quiso reír, al ver al papá de Isabella salir, estaba en pijama y sacando las bolsas de basura, Isabella estaba más pálida de lo normal.

"Estamos en problemas, grandes" era lo único que la castaña susurraba, haciendo reír al británico que tenía que morder sus labios para no soltar una carcajada. Él volvió a mirar a la calle, para finalmente entrar a la casa y cerrar la puerta.

—¿¡Cómo se supone que vamos a entrar sin que lo noten!? Estaré castigada hasta los treinta —palmeó su frente, Louis la miró con una sonrisa.

—No seas una exagerada, princesa —besó su mejilla— tengo una idea, aunque no sé si funcione de igual manera, vamos.

Isabella terminó confiando en él, presionando más el agarre entre sus manos, los dos abrieron la puerta, en silencio, asomándose para la casa, dónde no se escuchaba ruido cerca, más que en la cocina. Entraron, volviendo a cerrar la puerta en silencio, suspirando al notar que ya para subir las escaleras, ir hasta la habitación de Isabella era pan comido.

Así que eso fue lo que hicieron, sin soltarse de la mano el uno del otro, subieron en silencio, corriendo hasta la habitación de Isabella y quitándose los bolsos que llevaban, para lanzarse en la cama y soltar una risita.

—No había sentido tanta adrenalina en mi vida, como este momento —se rió.

—Te dije que no nos iban a descubrir...

La puerta de la habitación se abrió, y ambos se hicieron los dormidos, por suerte las persianas estaban abajo y para ver la cara de ambos tenían que encender las luces. El padre de Isabella entró, encendiendo el flash de su celular, mirando a ambos con una ceja alzada, no dijo nada, buscó la cesta de ropa que Diana le había pedido.

—La verdad es que los dos son pésimos actuando  —Isabella volvió a ponerse pálida, su padre encendió la luz, y Louis abrió los ojos, apretando la mano de Isabella por debajo de las sábanas con más nervios que los de antes.

—Hola papi, buenos días —la castaña estiró sus brazo— ¿De qué hablas?

Fingió estar dormida, Louis siquiera quería ponerse de pie para mirar a su suegro.

—Estoy segurísimo de que ninguno de los dos durmió viendo películas —dijo él, viéndolos con una ceja alzada— pero no los molesto más, tienen suerte de que ya me vaya a trabajar, nos vemos en la tarde, cariño.

—Está bien papi, te amo —Isabella se levantó para dejar un beso en su mejilla, Louis agitó su mano en señal de despedida.

—¡Buenos días yo también lo amo suegro!

Él rodó los ojos divertido y terminó por salir de la habitación, con una Isabella mordiéndose el labio de los nervios y recostandose tras la puerta, Louis se puso de pie, acercándose a ella.

—Te juro que estaba más que asustado.

—Sí, no creas que no lo noté británico.

Los dos se rieron, Louis besó sus labios, y la tomó de la mano para ambos finalmente acostarse a dormir las horas que restaban, ya que no lo habían hecho en el parque por estar hablando de cualquier cosa, de igual manera había valido la pena, había sido una madrugada demasiado divertida, y el tiempo se había pasado demasiado rápido a decir verdad, había sido bastante increíble, y ambos estaban consientes de que repetirían ese momento muchísimas veces más.

me estresa escribir momentos cursis
pero ni modo, sonnobios jjksjajs 👉🏻👈🏻😳

sooo, espero que les guste el
capítulo!

—girlofmyidols.💖