☏Capítulo 6☏
Capítulo Seis- Terror de medianoche.
Narrador omnisciente.
"Fake Blood"
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ELLA SE ENCONTRABA en un lugar oscuro y frío, no distinguía donde estaba ni como llegó allí. Aunque estaba parada, no podía moverse, ninguna parte de su cuerpo en sí, sólo los ojos que a penas se acostumbraban a la falta de luz, olía horrible y por alguna razón tenía tantas ganas de llorar, la verdad no entendía por qué pero las tenía. Tenía miedo, ira, algo que no podía describirse.
Empezo a escuchar pasos, cada vez se escuchaban más y más fuertes, tenía que correr, esconderse, sabía que era malo pero no podía moverse. En menos de un segundo, lo que parecía una puerta se abrió tan fuerte que provocó un dolor de cabeza y odios en ella. No podía moverse, no hacía absolutamente nada y el hombre... un hombre con una máscara horrible ni siquiera la notaba, solo camino directo a una cama, que cabe aclarar, Sam aún ni había notado, el con cuidado tomó a una persona, cabello rubio y aunque no pudo mirar su cara definitivamente no era un adulto, en cuanto lo levantó camino fuera de la habitación pero se detuvo antes de salir.
-Se que estas aquí.- el hombre habló, claramente era para ella. Un escalofrío recorrió su cuerpo y lo miró, él sólo siguió su camino y cerró la puerta fuertemente.
En cuanto salió las piernas de Samantha se debilitaron haciéndola caer de rodillas, ahora podía moverse pero en realidad no quería hacerlo, escucho unos pasos y levantó un poco la mirada encontrándose con unas botas llenas de sangre, levantó totalmente la mirada.
-Vance Hopper.- habló ella aunque las palabras se escuchaban con distorsión y eco.
-Hagas lo que hagas corre, corre y no pares.
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-Samantha Jade con un demonio ¡despierta!.- Samantha se sento de golpe asustada, todo había sido un sueño, un simple sueño.- Mierd- me asustaste ¿estas bien?.- pregunto su hermano asustado.
-Ah ¿eh?.- Sam sudaba frío y su cerebro no tenía conteo sobre sus ojos y boca, ni tenía idea de nada pero el miedo ya se había ido, solo estaba procesando todo.-Estoy bien, fue una un sueño.
-Eso no fue un sueño, fue una pesadilla ¿Qué fue?.- ella no podía decirle, mejor dicho, podía, pero no quería hacerlo.
-Una araña enorme.- dijo ella, una vieja mentira confiable ya que Samantha había desarrollado un gran miedo a las arañas, una fobia realmente.
-Te creó, mamá dijo que te despertará, irán a la plaza comercial así que vístete y apurate por qué las llevaré.- Sam miró la hora en su reloj, eran más siete de la mañana, solo había dormido tres horas ya que en la madrugada no podía dormir y esas tres horas de sueño fueron realmente un infierno.
Shean salió de su habitación y Samantha rápidamente busco ropa y se cambio, se puso unos shorts que apenas y rosa an su rodilla, se visto con una pollera larga de su banda favorita color gris y sus converse favoritos, los negros ya que los blancos estaba sucios.
En cuanto bajó vio a su madre, tan arreglada y hermosa, hace mucho que no la miraba así, su cabello pelirrojo estaba suelto y tenía un lindo vestido que le encajaba perfecto.
-Que linda te ves madre.- dijo ella bajando rápidamente las escaleras.
-Gracias pequeña, ¿estas lista?.- Sam asintió con la cabeza y los tres subieron a el auto.
Shean las dejó en el supermercado y luego se fue a su trabajo.
-¿Vemos primero la ropa y luego los útiles o primero los útiles y luego la ropa?.- seguramente otras chicas preferirían la ropa antes que ver útiles, pero Samantha sabía que si gastaban en ropa no alcanzaría para las cosas importantes ahora.
-Los útiles estarán bien, sabes que me encantan las cosas de papelería.- y no mentía, le gustaba ver mucho las cosas para dibujo, papeles decorativos y libretas perfectas.
-Vamos.- ambas caminaron hasta llegar donde vendían todas esas cosas, el lugar no estaba muy lleno lo cual es raro para ser el día anterior del primer día de clases, probablemente era muy temprano.
Al entrar Sam indicó que útiles le faltaban y Emely los metió a una canastilla. Luego de unos treinta minutos en la tienda, fueron a la caja para pagar todo.
-Tranquila, segurame me alcanza para que mañana lleves ropa nueva a la escuela.
-Hey no es necesario, no te preocupes por eso.- Emely le sonrió a su hija.
Luego de pagar Emely contaba el cambio para verificar que estubiera correcto, mientras que Sam esperaba a su madre, en otro local cerca vio una tienda de discos de vinillo así que se acercó a mirar, mientras movía con sus dedos uno tras otro encontró uno de Led Zeppelin.
-Carajo que hermoso.- miró la cubierta y una sonrisa se dibujo en su rostro, sabía lo caro que podía ser pero tenerlo en sus manos lo hacía emocionante.
-¿Lo quieres?.- Emely salió tras ella cuestionado.
-¿Qué? no no, solo observaba.- Emely negó y acarició su mejilla.
-No sabes mentir.- Emely sacó dinero y empezó a contarlo.
-Mamá ¿qué haces? no no no ¡mamá! ni siquiera me gusta.- mentira, ¿Quién carajo no ama Led Zeppelin?.
-Ay por favor, lo escuchas todos los días y tienes un maldito poster en tu pared de ellos, ¿realmente crees qhe no te conozco?.- tomó el disco y lo puso en la caja.
-Pero cuesta demasiado y mira, la ropa, quiero la ropa.- trataba que su madre no gastará ese dinero.
-Este es de mis ahorros para cuando mjrira les dejara algo, no te preocupes, te compare la ropa también.- Sam seguia insistiendo pero en un abrir y cerrar de ojos el disco ya era de ella.-Toma.- con una sonrisa Sam miró a su madre y decía que no con la cabeza muchas veces sin creer lo que había hecho.
-Gracias.- ambas se abrazaron y salieron de él lugar, Sam tenía un hermoso "regalo" de parte de su madre en sus manos y parecía que no lo solitaria por nada en el mundo.
Luego de una hora y media en el centro comercial, ambas salieron, Sam tenía ropa nueva y no podía dejar su felicidad con aquel disco, Emely tomaba a su hija de el brazo. Sam no podía creerlo, hace mucho que no se divertía así con su madre, realmente hace mucho que no convivía de esa manera con ella.
Caminaron a casa felizmente, lo cual ni duro mucho ya que Emely tomó el camino que Sam evitaba todos los días, las casas que provocaban alhi extraño en ella y por alguna razón ahora era más fuerte y flashbacks de su pequeña pesadilla venían a su mente.
-¿Te encuestas bien?.- preguntó Emely a su hija que tenía una notable preocupación.
-Si sólo... nada.- siguieron caminando hasta llegar a casa.
Al entrar Sam subió a su cuarto con rapidez y puso el asombroso regalo en su tocadiscos, en cuanto la música sonó Sam ni dudo en cantar y brincar con emoción.
-¿Te gustó?.- preguntó su madre desde abajo.
-ES EL MEJOR REGALO DE LA HISTORIA.- continuó cantando.
Pasado un rato y de una cuantas canciones más, Sam bajo con su madre a ayudarle en la cocina.
-Cocinare la pasta, tu puedes descansar.- dijo Sam y tomó una olla para empezar a prepara todo.
-Gracias cariño, tu hermano sale témpano hoy así que comeremos juntos, ¿bien?.- asentio y siguió cocinando, Emely se fue a su habitación y Sam supuso que dormiría.
La tarde continuó del todo normal, Shean llegó y los tres comieron tranquilos y sin alguna discusión, por lo menos no una real y si alguna estúpida donde no faltaron rusas y bromas.
Sam no quería que terminará el día, aun no sabía si era por que mañana iría a la escuela o por qué no quería dormir y volver a tener una pesadilla, pero tenía que hacerlo si o si.
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LISTOOO, un capítulo más de esta historia que espero les guste. Gracias por sus comentarios y votos, me hacen querer seguir y de verdad me hace muy feliz.
Pronto les subiré otro asi que atentxs, byeee ❤️💐.
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