☏Capítulo 31☏

Capítulo treinta y uno- ¿Final feliz?.
Narrador omnisciente

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SHEAN ESTABA en la habitación de Sam sentando en la pequeña silla junto a ella, recargaba su cabeza en la pared mientras sus ojos se cerraban pero él en realidad no quería dormir, los abría de un momento a otro. Su cabeza iba de enfrente a adelante tratando de ni caer, dejó su cabeza en una posición "cómoda" y no pudo más, se quedó dormido.

Pará el fueron horas pero en realidad sólo habían pasado quince minutos en cuando su sueño fue interrumpido por el sonido de la máquina a la que su pequeña hermana estaba conectada.

-Mierda.- dijo parándose de manera rápida, tanto que hasta se había mareado pero ignoro todo para salir velozmente de la habitación a llamar a una enfermera.- ¡Ayuda! sala 103.- dijo buscando a alguien, una enfermera salió de otra habitación y corrió hacia el lugar, Shean la siguió pero al estar cerca noto como el sonido de la máquina había bajado, no podía ver ya que la enfermera bajó la velocidad y estorba la vista de su hermano.

-Creo que no hay de que preocuparse.- dijo y se puso de lado junto a la puerta deja di ver a Shean.

Allí estaba, Sam, con los ojos abiertos observando todo a su al rededor.

-Sam....-dijo su hermano sin creerlo.

-¿Shean?.- respondió delicadamente tratando de enfocar a su hermano ya que su vista aún estaba acostumbrándose a la luz.

-¡Sam!.- cambio rápido hasta ella y agachó su cuerpo para abrazarla un poco sin dejar caer nada de peso, mucho menos lastimarla.

-La máquina sonó ya que la adrenalina de su cuerpo subió, eso provocó que despertará, llamaré a él doctor.- dijo la enfermera dando una sonrisa a ambos y salió de la sala.

-Ah niña, no me asustes así otra vez por favor.- dijo acariciando su cabeza mientras salía una lagrima grande de su ojo.

-Jamás niño.- dijo con una leve sonrisa que hacía una delgada línea en sus labios mientras que con delicadeza limpiaba la lágrima de su hermano.- ¿Finn? ¡¿Dónde está Finn?!.- dijo tratando de sentarse pero su hermano negó y ella se quedó quieta debido al dolor, reviso su abdomen que estaba rodeado en una gran venda.

-El está bien, está en casa.- sonrió mientras no paraba de acariciar su cabeza.

-¿Y mamá?.- dijo luego de un gran suspiro ya que por fin su respiración no costaba.

-Está en casa, estaba muy cansada pro eso me quede aquí.- se separó ya que el doctor llegó.

-Vaya, despertaste. Me alegro mucho, eres una campeona.- dijo mientras se acerca a a ella y veía las máquinas y hacía anotaciones en su hoja.

-Iré a llamarla, ¿bien?.- Sam asintió mientras que el doctor seguía revisándola, Shean salió de la habitación directo al teléfono de el hospital para llamar a su madre quien rápidamente contestó.

-¿Si?.- Shean no pido contenerse y lágrimas de felicidad salieron de sus ojos.

-Mamá, despertó, ella despertó.- con dificultad el muchacho escucho a su madre llorar, también de felicidad.

-Dios, eso es una gran noticia, voy para allá enseguida.- Shean no contestó nada, solo sonrió y continuó llorando.

Colgó el teléfono y dejó su mano allí un rato, luego dio un par de brincos lleno de alegría, si hermana estaba viva, lo que más quería en el mundo y así fue.

(•••)

Ahra Emely y Shean estaban allí a su lado, su madre acariciaba su nariz con amor mientras que Sam dormía. Está vez no fue por anestesia o algún medicamento, por fin pudo dormir con algo de paz por un tiempo ya que las pesadillas ganaban y atormentaban su mente una y otra vez. Ya tenía una hora dormida luego de la última pesadilla y eso calmaba a su familia.

Decidieron no avisar a Finney porque creían que estaba en casa durmiendo de manera tranquila, lo que no sabían es que estaba en la misma situación.

Finn se movía en la cama de un lado a otro tratando de dormir pero cada que cergaba los ojos, allí estaba él, El Raptor, con esa estúpida máscara que los ponía tan nerviosos, en esa habitación oscura y fría de la que tanto hicieron por escapar. Esta vez en el sueño, corrigo, pesadilla, Finn estaba a punto de morir y en cuando el hacha atravesaria su cuerpo desperto con un gran grito, el sudor en su frente recorría hasta sus mejillas, los escalofríos y espasmos disminuían pero aún así dolían. Gwen apareció rápidamente en su habitación ya que ese grito la había despertado.

-Yo... ah, él.- trató de formular una oración pero el miedo se acomulaba cada vez más y más.

-Hey, tranquilo estas bien.- dijo su pequeña hermana acercándose hasta el, subió a su cama y lo abrazo sin importarle el sudor que desprendia por todo di cuerpo.

-Pe- perdón por despertarte.- dijo aferrado a los brazos de su hermana.

-Esta bien.- acarició su cabello.- tampoco pude dormir, soñé con Sam y Robin... fue extraño, aun no se si sea de Esos sueños.- Finn cerró los ojos imaginado lo peor.- tranquilo, si lo que soñe es cierto... Sam volverá, lo hará.- sonrió mientras enredaba sus dedos de manera juguetona en los rulos de Finney.

-Eso espero.- dijo más relajado.- ¿Puedes quedarte conmigo?.- dijo acurrucandose más.

-Claro que sí.- dijo mientras ambos se acomodaban en la cama metiéndose en las cobijas.

Después de todo Finn pudo dormir un poco más, Gwen lo hizo también, juntos.

(•••)

A la mañana siguiente Finney se preparaba junto a su padre para ir a él hospital, quería visitar a Sam, lo que no tenía idea es que ella había despertado.

Decidió comprarle unas flores, por alguna razón de el destino fueron las mismas que Robin quería darle a Sam, lindo detalle, ¿no?.

Al llegar al hospital se dirigió a urgencias en donde Emely se encontraba en la sala de estar sirviéndose café.

-Buenos días señora Jade.- dijo Finney tratando de sonreír, Emely lo miró y no pudo evitar sonreír de oreja a oreja.

-Llegaste.- dijo sosteniendo su café con ambas manos.- es mejor que vayas rápido, te gustara la sorpresa.- Finney frunció el ceño y miró hacia la habitación de Sam, algo en su interior lo sabía pero necesitaba estar seguro.

-No....- dijo sin creerlo mirando a Emely quien soltó una risita y elevó sus hombros.

Eso confirmaba todo, no dudo en correr hasta la habitación aun con las flores en sus manos y al llegar la vio, allí. Ella estaba sentada en la cama, recargada de sus almohadas comiendo de su desayuno que daban en el hospital. De un segundo a otro ambos se encontraron con la mirada, Sam no tenía ninguna expresión al igual que Finn.

Ambos no podían creerlo, estaban frente a frente, a salvo después de todo.

-¡Sam!.- por fin habló el.

-¡Finn!.- dijo emocionada, ambos sonriendo mientras que Finn corrió de nuevo hasta a ella y se puso a su lado para abrazarla.

Ella al instante reaccionó de la misma manera y se abrazaron, Emely y el padre de Finn estaban en la puerta observando a sus pequeños juntos sonriendo, luego de mucho sonreían.

-Estás viva.- dijo separándose para verla de piez a cabeza.

-Lo lograste Finn, me cuidaste.- dijo con una sonrisa en la cual se podían ver sus dientes, Finn no pudo evitar sollozar.- no te pongas sentimental porque también lloro.- Finn solto una risa mientras limpiaba una lagrima.

-No es eso es solo que... lo logramos, juntos.- dijo, olvidó completamente las flores hasta que las sintió en su mano de nuevo.- ah, son para ti.- dijo mientras se las extendía.

-Aw, gracias.- respondío de manera dulce mientras las recibía, al tenerlas en sus manos no dudo en acercarla a su nariz y oleras, su aroma hizo que su humor bueno volverá y cerró los ojos sonriendo.

-Si yo... no sabía que traerte y bueno de hecho no me dijeron que habías desertado.- dijo girando su mirada a la madre de Sam quien sólo giro la vusta haciéndose la desentendida.

-Bien, los dejaremos solos.- dijo el padre de Finn, Emely y el se fueron.

-Perdonalos, no querían despertarte.- habló mientras se movía un poco al lado contrario.- ven siéntate.- dijo dando golpesitos en la cama en el lugar vacio.

-Gracias aunque igual no pude dormir... yo tuve.- Sam terminó la oración.

-Pesadillas, lo sé.- dijo devolviendo la mirada a si desayuno.- ¿Quiéres?.- preguntó mientras le daba una barra nutritiva.

-Estoy bien, desayune antes y bueno tu no has comido en mucho tiempo.- Sam asintió rodando los ojos.

-Si bueno, todo el suero que a entrado en mi sistema ya lo compenso creo.- dijo abriendo la barra y le dio un mordisco.

-Aún no puedo creerlo.- habló serio.

-¿Qué? que luego de cinco víctimas, en una semana y con sólo un teléfono viejo y feo derrotamos a El Raptor, si yo ya lo procese completamente, fue fácil.- dijo de la manera más irónica/sarcástica que pudo.

-No, aún no puedo creer que estés comiendo eso, la comida de hospital es un asco.- dijo susurrando lo último, ambos soltaron una carcajada.

-No siquiera me importa, podrían ser aceitunas pero por favor muero de hambre.- dijo dando otro mordisco.

-Aunque si lo anterior también es correcto, matamos....- ambos se miraron.

-Si....- miraron de nuevo al frente y Sam siguió comiendo.

-¿Volveremos a la escuela?.- Sam alzó los hombros.

-No ahora, no mañana... no estoy lista ni física ni mentalmente.- comió un poco más.

-Tal vez nunca... pero sería épico entrar por esa puerta, todos nos miraría y no nos molestaría más.

-Si bueno ese es tu sueño, lo que menos quiero ahora son ojos mirándome como si fuera un fenómeno.- dijo dando el último morisco a su barra y tirando la basura desde lejos al cesto de basura de la esquina encestando.

-Deberías jugar basquetbol no béisbol.- Sam entrecerro los ojos ofendida.

-No tendrás que preocuparte por ninguna, con esta herida seguro ni correr podré.- dijo mirando su abdomen.

-Será difícil pero seguro lo lograrás, estaré contigo todo el tiempo.- Sam sonrió ante las bellas palabras de su amigo, no pudo evitar recostar su cabeza en su hombro.

Eso hacía a ambos recordar cuando estaban en ese habitación fea, todo era malo allí abajo pero cuando decidían descansar y estar juntos, recostado uno en otro dandose esperanza mutua, eso fue lo que en verdad los mantuvo con vida.

Y así fue, estando en el hospital, juntos, su "final feliz". Pero eso es mentira, no existió ningún final feliz.

Si habría un final feliz, Finney no tendría que haber ido a terapia debido a las pesadilla de todas las noches, ni tendría que vivir con el miedo todo el tiempo de salir a la calle sin ver tan siquiera una persona para luego correr de vuelta a casa. Si habría un final feliz, Sam no estría sufriendo en silencio cada que recordará a Robin, a Bruce. No lloraría en silencio cada que mirara sus heridas y cicatrices en todo su cuerpo cada día odiando más existir. No sería un final feliz ya que Shean no se parara de culpar por lo que le paso a su hermana. Emely no tendría que trabajo dos turnos ya que el pagar el hospital costaba demasiado.

Y eso es solo el inicio. Si fuera un final feliz Griffin sería conocido, habría tendí la oportunidad de ser alguien más popular debido a su inteligencia y asu linda forma de ser.

Si fuera un final feliz, Billy Showalter aún estaría repartiendo periódicos como todos los días con su perro Harper muy feliz por tener un lindo momento en las calles de Denver.

Si fuera un final feliz, Vance Hopper seguiria jugando en el Árcade como todos los fines de semana, podría cambiar o mostrar su verdadero yo para no ser temido y poder tener amigos, habría roto su marca en su juego.

Si fuera un final feliz, Bruce Yamada estaría en el campo de Béisbol con el bat en sus manos golpeando la pelota lejos mientras buscaría a Sam en las gradas siempre apoyándolo.

Si fuera un final feliz, Robin Arellano estaría en el autocinema junto a Samantha Jade viendo una película de terror, "viendo" ya que Robin seguro ni podría dejar de mirar a Sam y esos ojos, esa sonrisa que provocaba mariposas en su estómago. Estaría con su tío jugando y divirtiéndose. Estaría con Finn en su casa aprendiendo matemáticas.

Eso sería un final feliz, pero no lo fue. Si, todo pasará y nadie lo va a recordar.

En esta historia por más dolorosa que sea, pasará. Quédense con los hermosos recuerdos que vivieron cada uno de estos personajes, en su momento donde brillaron, su más sincera y linda sonrisa, eso es lo que en realidad vale.

Te extraño Robin, te extrañare toda la vida.

NOOO lloro, consideraré este el último capitulo de esta historia, probablemente suba un extra pero eso lo veré después.

Solo les digo, esta historia está escrita con toda la imaginación que pude y no lo habría logrado sin ustedes. Gracias por todo el apoyo que me dieron desde el inicio, lamento que no les diera el fi al que deceaban, pero si quieren podría hacer otra historia con Robin en donde salga ¿vivo? 😭. Aún así espero les haya gustado, se que no es la mejor pero trataré de mejorar.

Esto no es un adiós, es un hasta pronto, los quiero <3.

Elizabeth ♥︎.

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