Capítulo treinta- Todo termino
Narrador omnisciente

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DESPUÉS DE un largo tiempo, que par Finney fue una eternidad, habían llegado al hospital. Finn y su hermana bajaron de la ambulancia y aunque por un poco molesto que fuera para el, Gwen no soltaba a su hermano, entendible ya que ella creía que si lo soltaba volvería a estar en peligro, mientras que también sufría por el miedo que tenía al ver a Sam recostada en la camilla llena de sangre mientras la bajaban de la ambulancia.

Con cuidado entraron a él hospital.

-¡Código rojo! hay que prepararla para crujía.- un escalofrío recorrió el cuerpo de Finn al oír eso, ¿operación?.

Finn camino junto a la camilla por un largo pasillo sin soltar su mano.

-Todo estará bien Sam, estarás bien, lo prometí.- sonrió a la debil y pálida cara de su amiga.

-Hasta aquí pequeño.- dijo un enfermero deteniendo a Finn colocando la mano en su pecho.

-Pero.- trató de quitar la mano de su pecho.- quiero ir con ella, no quiero alejarme de ella.- dijo viendo como los demás doctores y enfremeras la llevan a a otra habitación.

-Hey tranquilo, también tienes heridas así que te llevaremos a otra habitación donde te atenderemos, nosotros nos haremos cargo de tu amiga.- Finn negó repetidas veces.

-Finn.- habló Gwen tomando su mano, con tan sólo una mirada pidio "por favor" entonces Finn la miró y entendió.

-¿Ella... va a estar bien?.- el enfermero asintió con la cabeza.

-Claro, tu padre está en camino, también la familia de ella así que.- miró hacia otra dirección.- ¡Doctora West!.- miró de nuevo a Finn.- ella se hará cargo de ti.

Finn miró a la doctora quien le sonrió, Gwen y él caminaron hacia otra área de él hospital.

-Tu pequeñita puedes esperar aquí, revisaré a tu hermano y pronto estarán juntos.- Finn la soltó y Gwen suspiro sentándose en una pequeña banca de la sala de espera.

Mientras la doctora revisaba a Finney de pies a cabeza anotaba en una hoja cada cosa que también mencionaba a Finn.

-Desnutrición, ¿cuántas veces comiste en la semana que....- se detuvo tratando de formular una nueva pregunta para hacerla más delicada respecto al tema.

-Está bien... amh, fueron unas dos veces.- la doctora anotó y de un cajón tomó un pequeño frasck y de otro una jeringa.- ¿Qué....- trató de hablar el.

-Tranquilo, es solo un suero leve por ahora Lara que no te desmayes o algo peor.- dijo, Finn bajo un poco su camiseta de el hombro hacia abajo para que pudieran inyectarlo.

Luego un estruendo asustó a ambos, era el padre de Finn quien al mirar a su hijo corrió a abrazarlo y comenzó a sollozar.

La doctora de alejo un poco para darles su momento.

-Lo lamento.- dijo el padre, Gwen también entró a la habitación y su padre estiró el brazo haciendo ademán de que ella se acercara de igual manera para abrazarla y así fue.

Se quedaron así hasta qie decidieron separarse.

-Por favor perdóneme.- repitió de rodillas frente a ambos, Gwen tomo la mano de su hermano y se sonrieron mutuamente.

-Esta bien.- respondió Finn acariciando la cabeza de su padre quien se levantó de él suelo y examinó a Finn mirándolo de arriba a abajo.

-¿Sam?.- una voz femenina se hizo presente en la habitación, todos allí giraron a ver q quién era.

Una mujer pelirroja se asomaba en la puerta, Finn la reconoció y lo confirmó cuando dijo el nombre de su amiga.

-Señora Jade.- dijo, Gwen hizo espacio para que pudiera verlo mejor.

-Oh cariño, tu debes ser Finn.- los ojos de Emely comenzaron a cristalizarse y camino con rapidez para abrazar al chico con delicadeza.

-Tranquila, ambos estamos bien.- dijo dando palmadas en su espalda.

Luego un chico más de asomo por la puerta, Emely se separó.

-Shean, aquí no está.- dijo su madre.

-Ella está en urgencias creo, dijeron que iba a crujía.- su madre cerró los ojos dejando escapar un par de lágrimas más.

-Bien creo que mi consultorio está un poco lleno, ¿podrían....

-Oh si lo siento.- todos asintieron y salieron de la habitación excepto Finn quien iba a seguir siendo observado.

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Habían terminado de revisar a Finn, le recetaron vitaminas y un par de medicamentos más, habían curado sus heridas y su padre le había llevado ropa limpia, estaba "bien". Gwen, Finn y su padre estaban en la sala de espera, la niña se había quedado dormida en el hombro de su hermano y no lo soltaba por ningún motivo, el chico estaba recargado de el brazo de su padre quien estaba tratando de no cerrar los ojos.

Emely estaba recostada en el brazo de su hijo mayor quien no habia cabeceado o tan siquiera cerrado los ojos por el cansancio, estaba despierto y eso era di respuesta. Habían pasado ya cuatro horas desde la llegada de ambos niños.

Fuera de el hospital se encontraban varios reporteros, se podían escuchar desde adentro, varias luces se veían a fuera, probablemente de las camionetas y cámaras sin mencionar la cantidad de voces a fuera o incluso en la sala de estar en donde las demás personas no despegaban la vista de ambas familias. En seguida una doctora llegó ahí mimsoo y aclaró la garganta llevando la atención de todos.

-Familia de Samantha Jade.- miró todo a él área mientras que Shean, Emely y Finn se levantaban, este último lo hizo tan rápido que hizo despertar a Gwen.

-Aquí, soy su madre.- dijo Emely acercándose.

-Traigo buenas noticias y malas noticias, la buena es que la crujía salió excelente.- todos soltaron un suspiro de alivio.

-¿Cuál es la mala?.- preguntó Shean.

-Aún no despierta pero cuando lo haga será algo complicado, la costilla rota casi llegó al pulmón así que podría costarle respirar. La recuperación será lenta y el dolor no desaparecerá en breve, el medicamento sí puede ayudar pero se viene lo más difícil.- dijo pasando la mirada a cada uno de ellos.

-Entiendo.- dijo la madre bajando la mirada.

-¿Cuándo podremos verla?.- preguntó Finn, la doctora bajó la mirada hasta el chico.

-Por ahora esta cedada aún, podría despertar en una hora pero no es seguro, tal vez en media hora usted.- dirigió la mirada a Emely quien seguía perdida en sus pensamientos.

-Ma.- susurro Shean dando un ligero golpe con su codo en el brazo de su madre para llamar su atención.

-Oh perdone ¿Qué?.- la doctora hizo una mueca.

-Usted no, usted necesita ir a casa y descansar pero alguien tiene que quedarse con Samantha en la noche.- Shean y Finney hablaron al mismo tiempo.

-¡Yo lo haré!.- dijeron al mismo tiempo, su padre coloco sus manos en su cintura no estando de acuerdo.

-Espera, ¿qué? Yo lo haré.- dijo Shean mirándolo.

-Yo quiero estar con ella, prometí no dejarla.- dijo estirando sus brazos.

-Niño, lo que hiciste por ella jamás podre para de agradecerte y de ninguna manera podré pagártelo pero... estas cansado, débil, necesitas dormir, ir a casa y tener una buena ducha, descansar, yo me encargaré de Sam.- dijo colocando su mano en el hombro de el niño.

-¿Se... guro?.- dijo con la voz cortada.

-Te lo prometo, mañana puedes volver temprano y probablemente esté despierta.- Finn asintió y miro a su padre quien le sonrió y asintió.

-Bien, cuidala bien.- Shean asintió y quito su mano de el hombro de él niño.

-Vámonos Gwen, ven Finn.- dijo tomando la mano de su niña y tomando de él hombro a Finney.

Emely miró a su hijo y acarició su mejilla.

-Ve a casa y duerme, me quedaré aquí y la cuidare, ¿bien?.- su madre asintió.

-Llama si algo ocurre, si ella despierta o necesitas algo.- Shean asintió.

Se separó y tomó sus cosas para salir de él hospital. Al dirigirse a la salida vio a la familia Blake aún en la entrada.

-¡Finney!.- corrió hasta el niño.

-¿Señora Jade?.- la miró.

-Quería decirte, gracias.- Finney arqueo una ceja.

-¿Por qué?.- giro levemente la cabeza.

-Por salvar la vida de mi hija eres nuestro héroe, ¿cómo puedo pagarte?.- Finn negó.

-No lo quiero ni lo necesito, en realidad ella me salvo ya que no dudo en correr hacia el Raptor cuando me capturó, ambos salimos de allí y si la cuide trate de hacer lo mejor que pude, lo haría una y mil veces, tiene una hija maravillosa señora Jade.- Emely rio dejando salir un par de lágrimas.

-Lo sé, cuidate.- sonrió a los tres y al salir Finn sonrió de lado.

¿Era un héroe?, eso se escuchaba realmente bien hasta que al salir de él hospital varias luces lo.egarin por un momento.

-Hey Finney, ¿qué se siente haber matado al Raptor?.- al recuperar su visión sólo se vio rodeado de gente, perdistas con micrófonos y camarografos que no paraban de sacar luces y luces de sus cámaras.

-La niña con la que estabas, ¿tienes noticias sobre ella?.- Finn miró de un lado a otro tratando de entender alguna pregunta, su padre tomó a ambos de las manos y caminaron.

-No contestara nada.- dijo y trataron de salir de entre tanta gente.

-¡Finn por aquí!.- dijeron varios y comenzaron a sacar fotos.

Finney comenzaba a agobiarse, entre tantas luces y ruido, preguntas estúpidas que lo hacían sentir peor.

-¿Qué hay de Robin Arellano?.

-¿Alguna vez viste los cuerpos?.

-¿Bruce Yamada?.- y más y más preguntas.

Aunque el auto estubiera estacionado frente al hospital, para el fueron kilómetros y kilómetros por caminar, kilómetros de palabras llenas de apatía, si antes le caían mal los periodistas, ahora no podía ni escuchar la palabra "reportaje" porque por lo menos todo un mesa será relacionado a ellos.

Subieron al auto con velocidad y su padre arrancó sin aviso.

-Tranquilo Finn, ya pasará, tiene que pasar.- dijo el hombre mirandolo por el retrovisor.

-¿Días? ¿Meses? ¿Años?.- respondió lleno de ira y tristeza.- salí de un maldito infierno para entrar a otro.- Gwen tomó su mano pero el la quito.

Sabía que nadie de ellos tenía la culpa pero el enojo lo consumía. Pará Emely Jade era un héroe, para el mismo, era un asesino, si, lo merecía pero sólo era un chico de TRECE AÑOS lidiando con un psicópata abusador de menores.

Todo el camino miró por la ventana, varios recuerdos horribles sobre aquella semana de nerviosismo y heridas consumían hasta la última neurona de su cerebro, su pecho dolía al recordar todo y por más que trataba no podía parar, ¿tratar de dormir? Lo había intentado en vano ya que cerraba los ojos y al segundo de encontraba en esa habitación oscura con las paredes agrietadas y con sangre así que los abría de inmediato.

Mientras con Shean, ya habían pasado treinta minutos desde aquella noticia de la doctora, ahora podía ir a la habitación de su hermana y verla. Cuando lo hizo no pudo evitar llorar, verla allí, pálida, llena de heridas conectada a aparatos que asustaban.

Sabía que no era su culpa, pero algo en su interior decía y gritaba en silencio que pudo hacer más, si tan sólo no se habría quedado ese día en la biblioteca.

Todo sería diferente, pero el "hubiera" no existe, ahora estaba allí, sentando junto a una camilla en donde su hermana reposaba con los ojos cerrados, a pesar de estar pálida había un pequeño rubor en sus mejillas, sus pecas aún se veían, Shean cerró los ojos tratando de dormir junto a ella pero cada que lo hacía la imaginaba de nuevo lejos de él, ¿quién podría dormir?

Ni Emely, ni Finn, nadie. Lo más doloroso es eso justamente, si, El Raptor daño de la manera más cruel a siete niños pero ¿qué hay de sus familias?.

El saber que cinco cuerpos han sido encontrados, que tu mete y tu corazón no estén de acuerdo ya que la mente necesita descansar y saber si el cuerpo de algún niño que no pudo volver a casa está allí mientras que el corazón ruega y aun tiene la esperanza de hallarlo con vida.

Dos niños habían vuelto a casa, cinco más habían muerto a manos de Él Raptor, quien ahora también estaba muerto.

Varios cuerpos descansaron esa noche, el de Sam estaba luchando por mantenerse de pie.

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HOLI HOLI HOLI.

Aclarando que la historia aún no termina y que si, subire tal vez dos o uno más no lo sé, espero esta historia sea de su agrado, CASI LLEGAMOS A LOS 10K esperaba llegar a ello para subir este pero ahh no podía esperar más.

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Byeee <3