Capítulo veintidós- Duele muchísimo.
Gwen Blake

Cambio de narradores

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TODA LA ESCUELA se había reunido, estábamos en la cancha de basquetbol sentados en las gradas, me encontraba sola y en la última fila de abajo a arriba, los policías que me habían preguntado sobre Bruce eran los mismos que estaban allí junto a la directora de la escuela, sabía de que se trataba todo esto lo cual me ponía los nervios de punta.

—Como sabrán, el Lunes por la tarde se reportaron dos personas favoritas, dos estudiantes, según nuestras investigaciones hasta ahora pueden contarse como víctimas de el Raptor, la gente está alerta, ya que no fue sólo un niño, también fue una niña. Finney Blake y Samantha Jade son los niños desaparecidos, si alguien sabe algo que pueda ayudarnos a encontrarlos nos sería de mucha ayuda, mi teléfono lo podrán pedir a la directora de la institución.- desde que dijeron el nombre de mi hermano y el de Sam muchos niños y niñas comenzaron a mirarme, varios susurraban cosas y otros comenzaban a ponerse nerviosos, antes solo se llevaba niños pero ahora las niñas también estamos en peligro. Solo quiero que ambos vuelvan a casa.

Varias lágrimas salieron de mis ojos al sentir sus miradas penetrantes en mi, trataba de entender algo de alguna conversación y seleccione la peor.

—Si ellos han sido secuestrados seguramente Robin ya está muerto.- escuché decir a alguien, no pude contenerme más así que me baje de las gradas como pude y salí de allí furiosa, nadie tenía un poco de corazón para entender la situación.

—Gwen ¿estás bien?.- escuché una voz femenina atrás de mi, limpie mis lágrimas y me gire a verla, era Donna.

—Oh sí lo lamento.- seque mi mejilla.

—Tranquila, te entiendo.- se acercó a mí y me abrazo.

Bueno, creo que si hay alguien que entiende la situación. Extrañaba a mi hermano, mentiría si no extraño también a Sam, ella no me consideraría como su mejor amiga pero yo a ella si y ahora que estoy en los brazos de Donna me duele mas saber que ahora puede ser ella, en otra ocasión menos dolorosa.

⌲• Samantha Jade.

ME ENCONTRABA sentada en el colchón del suelo, mi panza sonaba de hambre al igual que la de Finney, el estaba sentando recargado de la pared mirando fijamente el teléfono.

—¿Crees que suene de nuevo?.- el iba a contestarme en cuanto el seguro de la puerta sonó, Finney y yo nos levantamos rápido, el se mlvio rápido hasta a mi, me colco tras el como protección lo cual agradezco mucho.

—Hola, les traje el desayuno.- la respiración de ambos era muy fuerte que hasta el mismo Raptor probablemente podía oír sin importar la distancia que teníamos.

—¿Qué le pusiste?.- pregunte tomando el brazo de Finney.

—Sal y pimienta.- rio pero al notar nuestra seriedad se callo.— coman o no no importa, ya están aquí, ¿por qué los drogaria?.- preguntó pero ninguno de los dos contestó.— me voy.- dijo dándose la vuelta y cerrando la puerta, note que faltó un ruido al hacerlo y trate de adivinar que era pero Finney interrumpió mis pensamientos acercándose a la comida.

—¿Qué haces?.- lo detuve.

—Tiene razón, ya estamos aquí.- se soltó y comenzó a comer lo que había en el plato, un poco de huevo y un refresco a lado, por mucha hambre que tenía no quería comerlo.— ven, esta rico, es un hijo de puta pero tiene buen sazón.- dijo con la boca llena pero negué.

—Es muy poca para ambos, puedes comerlo, no tengo mucha hambre.- mentí y le regale una sonrisa pero el se detuvo en seco.

—Si tu no comes yo no lo haré.- dijo alejándose mínimo de la comida.

—Finn habló en serio, puedo aguantar un poco más sin comer, hazlo tú.- el parecía pensarlo.

—Cuando traiga el siguiente plato lo comerás tu sola ¿trató?.- asentí con la cabeza.

—Trato.- dije algo seca mientras me acercaba a la puerta.

—¿Qué?.- preguntó mientras tomaba de su soda.

No respondí, simplemente llegué a la puerta, unos 20 centímetros de distancia y la observe, mire la manija y por alguna razón la tome.

—¿Sam?.- preguntó levantándose, lo mire, ya había terminado de comer, si que tenía hambre y la verdad no me arrepiento de no comer, el ya cuido bastante de mi.

Me gire de nuevo a la puerta, ejercí algo de fuerza, la suficiente para abrir levemente la puerta y una sonrisa salió de mi boca.

—El idiota la dejó abierta.- Finney sonrió, la abrí un poco más pero el estúpido teléfono sonó de nuevo asustandonos a ambos, me dirgi hasta el seguida por Finn y conteste.— ¿Hola? ¿Bruce?.- hable.

—No vayan a subir.- se escucho una voz diferente.

—¿Qué hay arriba?.- pregunte, girando de nuevo a ver la puerta.

—Es una trampa.- respondió soltando aire de manera pesada.

—¿Bruce eres tu?.- pregunto Finney quitandome el teléfono de las manos.

—¿Quién es Bruce?.- lo sabía, sabía que no era el.

—¿Qué? yo estaba hablando con Bruce.- dijo Finney girando hacía la pared de el teléfono.

—No conozco a ningún Bruce.- respondió.

—El juega beisbol.- ahora yo le quite el teléfono.

—No jugamos beisbol aquí niña.- dijo con notable tono triste.

—¿Quién eres?.- pregunté girandome al lado contrario, sentí alguien a mi lado, diría que era Finney pero el estaba atrás de mi, gire con temor pero no había nadie, solo se que alguien estaba allí con nosotros.

—Ya no me acuerdo.- respondió, entrecerre mis ojos hacia la dirección de la presencia que sentía.— ¿Qué? ¿Puedes verme?.- pregunto lo cual me asuto aún más.

—¿Estás aquí? ¿quién eres?.- pregunté de nuevo.

—Ya te dije que no lo recuerdo.- traté con algo diferente.

—¿Jugabas Béisbol o Soccer?.- pregunte girando completamente mi cuerpo a su dirección.

—Yo repartía periódicos.- Finney me arrebato el teléfono.

—Billy.- dijo el.— eres Billy Showalter.- dijo con algo de sorpresa, vi su nombre en uno de los carteles pero nunca lo conocí, cuando me mude ya estaba desaparecido.

—Quizás.- dijo sentí como comenzó a caminar, realmente no podía verlo pero sabía que estaba allí así que lo seguí con la mirada.

—Si eres Billy.- continuó Finney.

—No subas... las escaleras.- mire de nuevo a la puerta.

—¿Qué está haciendo?.- hable, sabía que me escuchaba aunque ni estubiera acerca de él teléfono, sentí como camino hacia a mí, no podia verlo pero una respiración se sentía en mi nuca.

—Los espera... pero más a ti niña.- cerré mis ojos girando un poco mi cabeza, lo entendí todo.— allá arriba ¡con ese cinturón!.- abri mis ojos asustada por sus palabras, ahora lo escuchaba ma cerca de mí.

—¿Qué quiere?.- pregunté, sentí moverse hasta mi oído.

—No dijo que te fueras y si lo intentas te castigará, más ahora que te ve la más débil, podría ignorar al chico pero a ti... te ve como nuevo trofeo.- gire mk cabeza como si pudiera verlo aunque no lo hacía.— te golpeara tanto hasta que te desmayes.- una pequeña lagrima salió de mi ojo.— y duele, duele muchísimo.- fruncí el ceño con dolor, sabía que entonces al chico Showalter lo había vivido.— lloraras, le rogaras que pare... todos lo hicimos.- un suspiro salio de mi boca... Bryce y Robin... no.

—Lo lamento.- dije dejando salir un par de lágrimas más.

—Tranquila, no te pasara lo mismo.- me dijo con un tono un poco más alegre.

—¿Por qué a mí?.- pregunte.

—Eso no importa, no tengo mucho tiempo, solo no suban.- y dejo de escucharse.

—¿Hola? Contesta.- dijo Finn.

—No lo intentes.- sugerí y me acerque a la puerta y la abrí.

—¡Sam no!.- subí solo un escalón y le detuve, algo está mal y si el chico Showalter tiene razón, entonces le haría caso.

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LISTO otro capítulo listo, espero les guste, perdón por no actualizar estaba ocupada.

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Byee 😽💌