𝟬𝟮. 𝗹𝗮𝗿𝘁𝗶𝘂𝘀

     EL DESFILE DE TRIBUTOS FUE EXTRAÑO EN ALGUNOS SENTIDOS, pues la estilista de Jackson, Artemiss, nos prohibió rotundamente tomarnos de las manos por más que le insistimos, pero pareció ser que esa discusión se la llevó el viento cuando vimos a los pobres chicos del distrito doce, pues sus estilistas habían tenido la brillante idea de desnudarlos y cubrirlos totalmente de carbon.

Neroh se echó a reír sin importarle las miradas asesinas de los autores de tal obra, mientras que Jackson y yo nos miramos sin saber que decir o si era apropiado reírnos por más que lo deseamos. Artemiss se frotó las sienes soltando un suspiro y Ermilia se dedicó a curiosear los trajes de los demás candidatos. Los profesionales del uno y el dos son los más llamativos, pues mientras que los chicos del primer distrito se ven elegantes con sus togas blancas bañadas detalles dorados los del distrito dos están más firmes en sus trajes grises que se ven tan profesionales a pesar de las piedras coloridas repartidas por toda su ropa. Cada uno refleja el alma de su distrito.

     ━━ Se ven bien, pero aún así nada supera lo que Artemiss y Neroh hicieron con nosotros ━━ Jackson susurra a mi oído poco antes de que tengamos de dejar los trajes, y realmente no miente.

El viste una camisa blanca de cuello con los dos botones de arriba desabrochados y mangas arremangadas a dos dedos antes del codo, guantes negros que apenas llegan a la muñeca, un chaleco café de botones dorados, pantalones de un marrón oscuro y unas botas algo altas que nunca imaginé que se vieran tan bien en un hombre. Adornando su, ahora mas pareja, cabellera hay unos lentes muy parecidos a los que usan en nuestro distrito para soldar pero estos claramente están en mejores condiciones y mucho más estilizados. Su cara y brazos tienen pequeños rastros de tierra y manchas de aceite cuidadosamente colocadas por el equipo de Artemiss.

Neroh me ha vestido con una blusa blanca de mangas que apenas me cubren los hombros y dejan a la vista mi cuello y clavículas, un corsé café con detalles dorados como el chaleco de Jackson, guantes cafés que de igual manera apenas llegan a mis muñecas, unos pantalones cortos con una asombrosa cantidad de bolsillos para su tamaño y tirantes sueltos de una tela beige oscuro a rayas además de unos botines que dejan a la vista mis piernas envueltas en medias semitransparentes negras. Al igual que a Jackson me han cubierto las partes libres de la piel con aceite y tierra de manera estratégica. Todo con una trenza del lado derecho que fue cuidadosamente coronada con una gorra que, según Neroh, es al estilo "Baker".

Ahora que no tenemos los ojos del Capitolio encima me doy cuenta que Jackson parece una versión estilizada de los trabajadores de las centrales electrónicas de nuestro distrito que se dedican a reparar los mecanismos averiados y yo soy una versión femenina de su vestimenta en pantalones cortos. Sonrió con ganas al ver que nuestros estilistas tienen una noción verdadera de lo que hacen y no solo nos vistieron con algo de colores llamativos lleno de cosas brillantes y con maquillaje chillón en la cara solo por venir del distrito que alimenta todo Panem con energía.

Mire una vez más a los pobres chicos del distrito doce que parecen estar muriendo de pena al bajar de su carruaje y en silencio agradecí al cielo por el talento que nos rodea.

     ━━ No voltees otra vez ━━ me dice Ermilia a mi izquierda de repente. No tengo idea de en qué momento se paró a mi lado mientras Syrus y Porter Millicent halagan a Artemiss y Neroh por su trabajo ━━ Lartius te está mirando.

He notado eso de ella. En lugar de hablar hasta por los codos como que visto que hacen algunos capitolinos, mi escolta se dedica a mirar a todo el mundo con ese par de ventanas al cielo que tiene por ojos mientras los analiza. Me preguntó porque no tiene un trabajo más profesional, quizás algo más metido en los juegos en lugar de ser solo una escolta.

     ━━ Del distrito dos ━━ me aclara Jackson a mi derecha mientras pasa su brazo por encima de mis hombros de manera protectora ━━ No me gusta su cara.

No necesito voltear en ese momento para ver al tal Lartius, pues al salir del gran establo fue inevitable debido a que se habían movido y ahora estaban a solo cinco metros de la salida. Sonreí ligeramente por cortesía antes de mirar al piso, huyendo de la mirada tan penetrante del profesional.

     ━━ Nuestro está casi en medio ━━ dice Ermilia con su voz cantarina mientras el elevador que nos llevará a nuestro piso en el edificio pasa el segundo piso según mi perspectiva ━━ Oh, en estos momentos envidio a Effie y su penthouse. La vista debe ser divina.

     ━━ No te lamentes pequeña, por dentro es lo mismo pero con otra decoración ━━ le dice mi estilista ━━ Además, ella tiene que cargar con el desastre con dos piernas y alcohol en sus venas llamado Haymitch Abernathy. Seguro no tiene mucho tiempo para admirar la vista.

Jackson y yo nos miramos con una mueca que no pretende ofender pero no podemos suprimir. Haymitch Abernathy, el vencedor del segundo vasallaje de los veinticinco y un alcohólico empedernido que aparece en público en cada cosecha y desaparece después de que sus tributos mueran en la arena. Es el único vencedor del distrito doce conocido.

     ━━ Y yo tengo que cargar contigo ━━ se lamenta ella con un tono de falso pesar, lo que provoca que Neroh abra su boca en una expresión de indignación total.

     ━━ Con estos sobrinos uno no necesita enemigos ━━ dice el dramáticamente con una mano en el pecho y nos saca unas risas discretas a Jackson y a mi.

Nunca podría haber deducido el parentesco entre esos dos por mi cuenta, quizás por lo joven que luce mi estilista, aunque si lo pienso bien eso podría atribuirse a modificaciones estéticas del Capitolio. ¿Será por eso que Neroh es estilista del distrito cinco?¿Para estar cerca de un familiar? No se cuanto tiempo lleva en esto, así que podría ser al revés y entonces Ermilia es la escolta de este distrito para estar cerca de su tío.

Mi cuarto es aún más confuso que el Capitolio mismo. La ducha fue una batalla feroz con la tecnología que usan para regular la temperatura, la presión del agua y muchas cosas más que no tuve el valor de aventurarme a descubrir. La cama es tan grande y suave que me siento pequeña y resisto como puedo las ganas de ir a buscar a alguien para que me haga compañía en el lugar que en conjunto fácilmente mide lo que dos terceras partes de mi casa. La ropa es cómoda y simple, a lo que solo puedo respirar aliviada porque no nos dieran ropa de capitolinos, tan llamativa y extravagante.

Quizás es porque la mayoría ni siquiera nos consideran personas.

Unos toques en la puerta interrumpen mis pensamientos. Son suaves y armoniosos, lo que me lleva inconscientemente a la mañana de la cosecha y sonrió como si Kalia aún estuviera en su cuarto dando los detalles finales a su trenza. Como si nunca hubiera salido de casa.

     ━━ Pasa.

Del otro lado de la puerta se asoma la cabellera de Jackson y sus grandes ojos brillantes. Una pequeña sonrisa adorna sus labios y por primera vez en el día me doy cuenta del cansancio convertido en el nacimiento de ojeras que adornaran sus ojos muy pronto y seguramente Artemiss cubrirá con maquillaje.

     ━━ Este lugar es tan. . . ━━ hace gestos con las manos como si no encontrará las palabras para describir ese torbellino de emociones que hay en su pecho, entonces finaliza con una risa tenue que me saca una sonrisa.

     ━━ Creo que voy a tirarme por la ventana ━━ le confieso finalmente y mi corazón se siente más liviano después de expresar las ganas que tengo de morir antes de entrar en la arena y ser solo otro animal luchando contra depredadores más experimentados que yo.

     ━━ No podemos. Artemiss me dijo que el vidrio es a prueba de balas y no podemos abrir las ventanas ━━ revela mientras se sienta a mi lado. No dura ni cinco segundos sentado cuando se echa para atrás y termina acostado en la cama.

Le sigo por comodidad y ambos miramos al techo lo que parece ser una eternidad, sin decir nada, solo acompañándonos el uno al otro.

     ━━ Me dijo que me amaba.

Inmediatamente volteo la cara en su dirección y puedo ver una sonrisa que roza lo idiota en su rostro. Entonces eso fue lo que hizo mi hermana en el minuto final de la despedida.

     ━━ No me importo si es mentira, me hizo feliz escucharla antes de subir al tren ━━ no deja de sonreír y siento que el no merece nada de esto. Ninguno de los veintidós chicos en este edificio lo merece, por mucho que entrenarán o les inculcaron que esto es lo correcto ━━ Mi madre se veía molesta. Le gritó que era su culpa, que yo no debía tener esos dos papeles extra.

     ━━ Y tiene razón ━━ le confieso mirando otra vez al techo ━━ No debías tener el peso de nuestras necesidades en tus hombros.

     ━━ No debía. Pero quise ━━ sus manos descansan sobre su estómago y gracias a ellas puedo ver claramente lo serena y suave que es su respiración ━━ Después de la cena, ¿Quieres que venga a dormir contigo?

La propuesta es limpia, inocente. Estoy tentada a decir que no, ¡Por el cielo, tengo quince! Pero miro la habitación una vez más y por una fracción de segundo me parece que algún muto saldrá de las sombras para devorarme mientras duermo.

     ━━ Por favor Jackson.

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