𝗔𝗰𝘁𝗼 𝘂𝗻𝗼: 𝗝𝗮𝗰𝗸𝘀𝗼𝗻

Cosecha de los 67° juegos del hambre

NO RECUERDO LA ÚLTIMA VEZ QUE VI A MI HERMANA tan serena en un día lúgubre. Ni siquiera hace un año, cuando termino con su novio en turno antes de tiempo y ella misma tuvo que pedir dos teselas para nosotras y que pudiéramos llegar a la cosecha sin estar muriendo de hambre.

¿A qué punto llegarías por amor? La estrategia de Kalia era inmortal a simple vista, pero para mí solo era otra manera de sobrevivir para dos huérfanas. Cada año desde que ella tiene trece años y yo apenas diez, Kalia se encargaba de conseguir un novio de familia pequeña, daba igual el estatus, amigable y por supuesto algo vulnerable, así eran ellos los que pedían las teselas y se las daban a mi hermana. Gracias a la suerte o al destino ninguno de sus novios había resultado elegido hasta ahora por más veces que sus nombres estuvieran.

     ━━ Nuestros nombres no estan más veces de las necesarias ━━ me dijo con su voz suave y cantarina. Sonreía como si fuera un día normal.

Kalia tenia unos suaves risos dorados y la mirada tierna de un ángel adornada con una sonrisa inocente. Algunos solían decir que habíamos heredero la belleza de mi madre, y que si ella hubiera sido más lista tendríamos el apellido Feldt, Pyrmont o alguno que nos diera mejor vida. A mí también me importaría si eso hubiera marcado la diferencia cuando murió mamá. ¿Alguno de esos apellidos le habrá dado una mejor atención médica? Quizás.

     ━━ Eres hermosa ━━ alaga al verme usando una camisa blanca y falda marrón, ambas de mamá. Los cumplidos sobre la belleza eran las muestras de amor de mi hermana, las únicas que conocía realmente, pues apenas tenía siete cuando nuestra madre murió por "un dolor de estómago muy fuerte" y los consuelos de la gente eran halagos a su imagen.

Consejos silenciosos. Seguramente todos solo pensaban "Se más lista que tu madre y consigue a alguien rico. Estás a tiempo". O tal vez era solo su lastima hablando al verla con una niña de cuatro años tomada de la mano, totalmente sola.

     ━━ ¿Irás a ver a Jackson? ━━ le pregunte, sonriendo al verla usar también uno de los vestidos viejos de mamá. Uno de color crema simple y liviano que la hacía ver más hermosa.

     ━━ Vendrá por nosotras ━━ vi una sombra de tristeza en su sonrisa, como si un mal sueño hubiera arrasado su noche ━━ Lamento si no te dije.

     ━━ Esta bien. Me agrada Jackson.

No miento como los años pasados con los otros chicos, realmente me agrada. No recuerdo cuando mi madre murió, pero si recuerdo despertar en su cama por las mañanas abrazando la pobre almohada que ella usaba para dormir, así que con el paso del tiempo el cuarto de mamá se convirtió en el mío y Kalia tuvo un lugar privado donde besarse con sus novios cada vez que hacían lo que ella queria. Ellos siempre querían llegar a más, entonces mi hermana daba la excusa de mi presencia en la casa y les cortaba las alas, pero Jackson nunca fue así. Se conformaba con abrazos, besos pequeños y siestas en privado por más que Kalia se preocupará. Quizás ser hijo único lo hizo tímido.

El novio del año de mi hermana es tierno a su manera, siempre ayudando donde puede a pesar de su delgado cuerpo y sonriente aunque el mundo se le caiga encima.

Oigo unos golpes armoniosos y dulces en nuestra vieja puerta y sonrió inconscientemente a la par de mi hermana. Ella no lo dice, pero le gusta que sea su último año en la cosecha y que realmente nos adaptemos a no necesitar teselas extra, así podrá dejar de buscarse más novios y formalizar algo con Jackson, a pesar de que eso me deje a merced de la cosecha los próximos tres años. No me importa, quiero verla feliz.

Caminamos hacia la plaza en medio de otros jóvenes, algunos acompañados de sus familias, pero todos van en silencio, con las miradas frías y perdidas. Algunos han llorado. Veo a Jackson besar los nudillos de mi hermana antes de irse a buscar a su madre entre los adultos para que ella le dé un beso fuerte en la mejilla como suele hacer cada año desde sus doce, según nos ha contado. La señora Marsh se ve feliz, es el último año de su único hijo, su sol.

Me despido de mi hermana y me formó junto a otras chicas de mi rango de edad, pero ninguna me mira, y si lo hacen solo ponen mala cara y miran a otro lado, como si no estuviéramos aquí para sortear quien morirá este año. A mi lado está Julia Shaw, la que alguna vez fue mi mayor aliada en la escuela apenas y me da una mirada lastimera, como pidiendo perdón por dejarme de lado incluso en lo que podría ser nuestro último día juntas. Me he quedado sin amigas desde mi décimo tercer cumpleaños, cuando Will Pyrmont el segundo hijo de la alcaldesa, llegó a la escuela y me dio un pan tibio y galletas como regalo mientras su rostro se consumía en el rojo de sus mejillas.

Muevo mi cabeza buscando a mi hermana entre las mayores, pero por alguna razón mi vista termina en los chicos grandes y más específicamente en Jackson, quién me sonríe y sacude un poco la mano en mi dirección. Levanté la comisura de mis labios ligeramente con la intención de verme tan calmada como el, hasta que recordé que su nombre está veintitres veces este año. Siete por obligación, catorce por pedir teselas para el y su madre cada año y dos por nosotras.

Cada año alguno de esos chicos mayores tuvo dos papeles más en la cosecha por nuestra culpa.

Veo el podio improvisado pero firme, la silla de la alcaldesa y alcanzo a divisar a Porter Millicent Tripp y Syrus Chlodowech, ambos vencedores. A lo lejos puedo ver la curiosa cabellera naranja de Ermilia, la escolta de nuestro distrito, saludando a la alcaldesa mientras los dos vencedores se dedican a mirarnos, uno con una pequeña sonrisa que pretende tranquilizarlos a todos.

El discurso empieza. Las razones para esta matanza anual se escapan de la boca de nuestra alcaldesa como si vomitara, quiere apresurarse y saber si alguno de sus hijos estará condenado o si podrá celebrar otro año donde no ha perdido a ningún miembro de su familia.

     ━━ ¡Felices juegos del hambre, y que la suerte este siempre de su lado!

Ermilia se ve feliz a pesar de nuestro silencio, quizás la victoria de Syrus el año pasado la tiene de tan buen humor. Ella ha sido la escolta desde que entre en la cosecha hace tres años, pues según me han dicho la anterior escolta era super vieja a pesar de lo que pudieras opinar a simple vista por sus arreglos estéticos, cortesía del Capitolio.

Ojalá tuviéramos la suficiente suerte para hacer que Ermilia mantenga esa actitud para el siguiente año.

     ━━ Las damas primero ━━ dice con su voz suave, ese timbre tan extraño de capitolina pintado en cada palabra.

Ese simple movimiento parece durar una eternidad, en la que tengo tiempo de mirar a mi hermana y ver bien ese atisbo de algo que confundí con tristeza, pero realmente era miedo. Si Kalia tiene miedo, algo podría salir mal.

Y así fue.

     ━━ ¡Hadra Cline!

Quiero reír pero no debo o pareceré una loca. Las chicas a mi alrededor que antes ni siquiera querían respirar el mismo aire que yo ahora me miran a los ojos con lastima, porque he sido elegida para el matadero en lugar de alguna de ellas. Apenas y puedo avanzar gracias a que Julia me ha dado un pellizco en el brazo para que despierte. Mi mano está fría cuando tocó la zona afectada, pero eso no importa. Solo debo avanzar antes de que Kalia reaccione y haga una estupidez. Empecé a subir los escalones al escenario cuando veo a mi hermana ser retenida por los agentes de la paz. ¿En qué momento todo se puso tan silencioso? No puedo oirla, pero se que grita, por mi. Su suave trenza se balancea y el vestido de mamá ahora está arrugado.

De entre la multitud de chicos mayores salen Jackson y Aarón Pyrmont, el hijo mayor de la alcaldesa que en otra vida pudo ser mi primo, pero en esta solo es uno de los chicos perdidamente enamorados de mi hermana. Ambos le sostienen la cintura y veo que Aarón le tapa la boca con ambas manos como puede, evitando que más sonidos abandonen sus labios.

Como puedo visualice en mi mente la sonrisa de Kalia minutos antes de que mi nombre fuera anunciado por Ermilia y fuerzo a mi cara a responder para mirar a las demás chicas, todas con sus ojos abiertos mientras suspiros de alivio adornan sus labios. "Esta bien, ya no teman. Abracen a sus madres, por mi"

Todo sigue en silencio un largo rato. Mi hermana fue llevada con la madre de Jackson y los demás adultos para después continuar con la selección. No puedo escuchar a Ermilia decir el nombre del pobre chico que me acompañará al Capitolio y tampoco puedo verla, no puedo ver a nadie o me romperé y no quiero. Ahora solo puedo mirar mis propios pies.

     ━━ Cariño, es hora de que se den la mano ━━ me dice mi escolta al oído. Todo estuvo en silencio tanto tiempo que solo puedo abrir los ojos y gritar en lo más profundo de mi ser cuando veo a mi compañero.

Frente a mi está el, con una sonrisa tenue y sus ojos brillantes por una lágrima que se niega a dejar sus ojos. Jackson artículo "Te voy a cuidar" en silencio con los mismos labios que hace solo un rato besaron los nudillos de mi hermana.

Y entonces quise llorar.

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