Capítulo dos: "Ratas de centro comercial"

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(Coloquen la canción cuando yo les diga)

Narrador Omnipresente

En una cabaña en el bosque de Hawkins, se encontraba afuera nuestra pequeña Doce caminando de un lado a otro con desesperación ¿El por qué? Su novio Mike no había llegado como lo habían previsto el día anterior. Ella un poco molesta por la situación entró a su hogar y agarró el teléfono.

— Oye ¿está todo bien? — Preguntó Hopper.

— Si solo...Mike no llega —Dijo Doce haciendo una mueca para luego entrar a su habitación.

En la casa de Los Wheeler sonó el teléfono y la madre de esta familia fue la que contestó.

Hola, casa de los Wheeler — Dijo la Sra. Wheeler a través del teléfono.

— Hola, si ammm ¿podría comunicarme con Mike? por favor — Dijo Doce amablemente.

Si un segundo — Dijo la Sra. Wheeler. — Mike, teléfono! — Gritó lo suficientemente alto para que su hijo escuchará.

— Ya voy! — Contestó Mike, el cual estaba caminando de un lado al otro en su sótano.

Mike se acercó al teléfono, dio un gran suspiro y contestó.

¿Hola? — Dijo un poco nervioso Mike.

— Son las 9:32, ¿dónde estás guapo?

Eh... lo siento, estaba apunto de llamar — Se excuso, mintiendo. — Yo... no puedo verte hoy.

— ¿Qué? ¿Por qué no? — Preguntó Doce extrañada.

Es mi abuela... está muy enferma.

— Pero... papá dijo que tu abuela estaba bien. — Dijo Doce bruscamente, pero extrañada. — Que era una falsa alarma.

Mierda. — Maldijo a lo bajo. — Si... eso... fue... lo que pensamos al principio, pero después empeoró mucho.

— Oh... y ¿que les dijeron?

Sí, creemos que podría... morir. — Dijo Mike.

¿Qué? — Dijo una tercera voz en la línea.

— Mike tapo rápidamente el teléfono. — Mamá! Cuelga el teléfono! Te lo he dicho!

¿La abuela llamó? — Dijo la Sra. Wheeler confundida.

No mamá! Cuelga el TE-LÉ-FONO! — Gritó Mike.

La Sra. Wheeler colgo el telefono. Mike suspiró pesadamente.

Perdón por eso.

— ¿Esa era mi suegra?

Si, está tan alterada que está hablando sin sentido, porque tenemos que irnos al asilo... para ver a la abuela.

— ¿Puedes venir después? Ya sabes... hoy papá trabaja hasta tarde — Preguntó Doce jugando con el cable del teléfono mientras norida su labio inferior.

No! — Respondió rápidamente, lo cual extrañó aún más a Doce. — Es decir... creo que... necesito estar solo hoy... con mis... ¿sentimientos?

A Doce se le hacía muy extraña la actitud de su novio, y una de las cosas que más odia después de que no le den el mérito que se merece, son las mentiras.

— ¿Estas mintiendome pendejo? — Preguntó molesta. — Si me estás mintiendo te irá mal.

¿Qué? — Dijo asustado. — No! Los amigos no mienten. — Dijo su tipica frase.

— Somos novios idiota ¿O también tienes que pensar eso? — Dijo con un evidente enojo en la voz.

Ay por favor Doce! Deja el drama!

Doce abrió exageradamente la boca, dando a entender que está claramente ofendida.

— El drama es algo que está conmigo desde el día que me escape del laboratorio, te aguantas o te jodes Michael. — Dijo cruzándose de brazos.

Espera... ¿Qué mamá? — Se quedó en silencio un momento. — Ah... mi mamá me llama, mejor me voy, te hablo mañana, ya te extraño, te quiero, adiós!

Todo fue tan rápido que Doce no sé dio cuenta que Mike había colgado.

— Me las pagarás idiota. — Dijo Doce en un susurro.

[...]

— Ash! Es que te lo juro Once! Me dan ganas de matarlo! — Dijo Doce tirándose en la cama de su hermana.

Doce después de que Hopper saliera, se teletransporto a la casa de los Byer's y Once. Al llegar, preguntó por todos, ya que Ce estaba sola. Will no le dijo a donde iría, Joyce estaba en el trabajo y Jonathan están en el trabajo junto con Nancy,

— Tienes que calmarte, tal vez solo... estaba diciendo la verdad y de lo nervioso que estaba... se escuchaba como si fuera una mentira. — Dijo Ce, intentando calmar a Doce.

— No, no lo sé, su mamá intervino en la llamada y dijo "¿qué?" como si no supiera de qué mierda está hablando Mike. — Dijo sentándose para ver a la cara a su hermana.

— Doce, a veces eres muy paranoica. — Dijo Ce.

— Es que... siento que me mintió pero a la vez ¿por qué me mentiría?

— Ya se quien es experta en estos temas. — Dijo Ce sonriendo,

— ¿Quién? — Dijo Doce levantandose de la cama.

— Vamos, pero iremos caminando. — Dijo poniéndose sus zapatos.

— Ay que flojera. — Se quejó Doce.

— Tienes que hacer un poco de ejercicio, no por tu figura, estas perfecta, si no que si no caminas y solo te la pasas teletransportandote, luego tendrás problemas con la circulación de tu sangre. — Dijo Ce.

— Ush, has estado leyendo mucho.

— Si, si, vamos! — Dijo jalandola a fuera de la habitación.

[...]

Verano, el ambiente perfecto para practicar skate ¿no?. Nuestra hermosa pelirroja Max, estaba en la calle de su casa practicando su deporte favorito cuando hace un mal movimiento y su skate se va. Siendo atrapado por Doce que estaba al lado de Ce. Ambas chicas se acercan a Max, la cual está extrañada porque se supone que Doce no puede salir, y es aún más raro que allá ido caminando en vez de haberse teletransportado como solía hacer.

— Hola. — Dijeron Ce y Doce.

— ¿Hola? — Dijo extrañada, y mirando con preocupación la cara amargada de Doce.

— ¿Podemos hablar? — Preguntó Ce.

— Y entonces me dijo "que me extrañaba, que me quería" y luego el muy desgraciado colgó. — Dijo Doce con furia.

— Es un hijo de perra. — Dijo Max decidida mientras caminaba de un lado a otro.

— ¿Qué? — Dijo Ce.

— Concuerdo. — Dijo Doce echando humo por las orejas. — Espera ¿Qué?.

— Mike obviamente no tiene nada que hacer y obviamente no está enferma su abuela! — Dijo Max alzando un poco la voz. — Se los aseguro, el y Lucas deben estar jugando Atari.

— El siempre dice que los amigos no mienten. — Dijo Ce.

— Si pero... somo novios. — Dice Doce irónica.

— Exacto, y además, los novios mienten. Todo el tiempo! — Dijo Max quedando cerca de Doce y Ce.

En otra parte de Hawkins...

— Ella sabe que estoy mintiendo, sabe que estoy mintiendo! Hasta me amenazo! — Dijo Mike muy preocupado.

— Ni siquiera entiendo, ¿por qué mentiste? — Preguntó Lucas.

— Hopper. Me amenazó! — Dijo Mike.

— ¿Dijo que te mataría? — Preguntó Lucas.

— ¿Qué? No! — Dijo Mike.

— ¿Entonces cuál es el problema? — Pregunto nuevamente Lucas.

— El problema es que si no hago lo que dice, no me dejara ver a Doce, permanentemente. — Dijo alterado. — No lo entiendes Lucas, está loco, perdió la razón! — Dijo haciendo un ademán con la mano cerca de su cabeza.

— Conociendo a Doce, ella preferiría que le dijeran la verda. — Dijo Will.

— No tiene sentido. — Dijo Mike firme.

— Por cierto, ya casi termino. — Dijo nuevamente Will, pero fue ignorado.

— No tuve opción Lucas, realmente no tuve opción. — Se quejó Mike.

— Desearía que me hubieras preguntado, porque como manejaste esto... estas en problemas. — Dijo Lucas.

Con las chicas...

— Vas a dejar de llamarlo, vas a ignorar sus llamadas. Por lo que a tu respecta, no existe. — Dijo Max.

— No existe. — Afirmó Doce.

— Max, ¿no crees que es mucho? Digo... bueno no lo sé, creo que pretender que no existe no es la solución. — Dijo Ce.

— No, no lo es, pero... le enseñara a no mentir— Miro a Doce. — Te trato como basura! Vas a tratarlo como basura. Dale de su propia medicina. — Sonrío orgullosa.

— Como... si recibiera karma. — Sonrió con malicia Doce.

— Exacto! — Dijo Max contenta. — Vamos Ce, dale un consejo, se que tienes un buen consejo. — Alentó.

— Ce suspiró pesadamente. — Si por alguna razón... el mintió y todo lo que Max dice no funciona, si no lo explica... terminas con el. — Dijo Ce empezando a apoyar a Max.

Doce abrió los ojos ojos bastante impresionada.

Con los chicos...

— Ahhh! — Se quejó Mike frustrado.

— No voy a mentirte... va a ser duro. — Dijo Lucas.

— Ahhh! — Volvió a quejarse Mike, pero más alto.

— Pero, puedes arreglarlo. — Dijo Lucas inseguro de compartir su "táctica" para ser perdonado por las chicas. — Solo es un pequeño error. — Se paró en frente de Mike. — Yo he hecho cientos, miles! Max a terminado conmigo cinco veces. — Dijo haciendo un cinco con las manos. — ¿Pero qué he hecho? ¿Ah? ¿Perdí la esperanza? No. He vuelto a la batalla, y la he recuperado, cada maldita vez, Mike! — Dijo alentando.

— ¿Cómo? Sabes que Doce es muy difícil. — Dijo Mike muy interesado.

— Te mostraré, ni siquiera la dramática y complicada de Doce se va a resistir. — Dijo asintiendo con una sonrisa. — Ven.

Mike y Lucas salieron corriendo hacia las escaleras del sótano. Dejando así a un Will solo.

— ¿Chicos? Sigo aquí! — Dijo Will intentando retenerlos. — Chicos!

Con las chicas...

— Vamos. — Dijeron Max y Ce al mismo tiempo, anteriormente conectaron miradas y se les ocurrió lo mismo.

— ¿A dónde vamos? ¿Me llevaran a un bosque y luego me mataran ahí para que nadie escuche mis gritos? Porque si es así... recuerdo que puedo teletransportarme a donde quiera y cuando quiera. — Sonrío Doce de manera orgullosa.

— No! Iremos a divertirnos! — Dijo Max tomando a Doce de las manos.

— Hay más en la vida que los estúpidos niños. — Dijo Ce sonriendo.

— Si! Apoyas la causa! — Dijo Max feliz, a lo que Ce río.

[...]

Las tres chicas bajaron del autobús, Max y Ce ya habían ido un par de veces a Starcourt, Doce solo fue una vez y fue hace un par de noches, con la diferencia de que era de noche y ahora es de día; cualquiera podía verla. Sabemos que nuestra Doce es todo menos tímida y penosa, pero estar rodeada de mucha gente... le causaba un poco de pánico.

Ella recorrió su mirada por todo el Centro Comercial, ya que la anterior vez estaban tan apurados que no tuvo tiempo de admirar.

— Entonces ¿Qué piensas? — Preguntó Max.

— ¿Te gusta? — Preguntó Ce.

— Si.

— Oye ¿Qué ocurre? — Preguntó Max.

— Es... demasiada gente. — Dijo haciendo una mueca. — Es contra las reglas y... jamás había estado en un lugar rodeada de tanta gente.

— ¿En serio? Tienes, bueno tienen super poderes! — Dijo Max mirando a Ce y a Doce. — ¿Qué podría pasar?

— En tal caso que Hopper te diga algo, yo asumo la culpa. — Dijo Ce abrazando por lo hombros a Doce.

Doce miró a sus acompañantes y les sonrió ampliamente. Max, como estaba en el medio de ambas chicas, les agarró las manos y las impulsó a correr hacia adentro.

Ya adentro, Doce miro el Starcourt, miro cada tienda, cada esquina, todo, parecía que se iba a marear de tantas vueltas que daba.

— Bueno ¿Qué hacemos primero? — Dijo Max.

— Nunca he ido de compras. — Dijo bajando los hombros.

— ¿Nunca has ido de compras? — Doce nego. — ¿Y tu Ce? 

— Unas cuantas veces, solo a comprar la ropa necesaria, con Joyce, pero jamás entre amigas.

— Bueno supongo que tenemos que probar todo! — Dijo Max con emoción.

— Vamos. — Dijo Doce.

La chica había visto una tienda la cual llamó su atención y no dudo en llevar a su amiga y hermana dentro.

Con los chicos...

— Solo, no entiendo que estamos buscando. — Dijo Mike preguntándole nuevamente a Lucas.

Los chicos también habían decidido ir a el nuevo Centro Comercial de Hawkins, Starcourt.

— Algo bonito y brillante, o unos dulces, que digan "lo siento". — Dijo Lucas, basándose en los gustos de su rara amiga.

— ¿Algo que diga literalmente "lo siento"? — Preguntó Mike confundido.

— No! — Dijo Lucas estresado.

— ¿No es más fácil ir a su casa y explicarle toda la verdad? Dijiste que te dijo que Hopper trabajaría todo el día. — Sugirió Will.

— Podría pero... ¿y si no funciona? — Preguntó incrédulo Mike.

— Pues, tendrás limpia la conciencia sabiendo que le dijiste la verdad, es cosa de Doce si te cree o no. Y si ves que pasan varios días y no te perdona, hay si le compras algo, comprarle algo ahora es... absurdo. — Explicó Will. El solía pasar mucho tiempo con Doce ya que ella se la pasaba de visita en su casa.

Con las chicas...

Las tres chicas entraron a una tienda de ropa femenina, Doce contemplo la hermosa ropa ochentera, se acercó a varias prendas mientras las tocaba levemente con una sonrisa en el rostro y con mucha emoción. Max y Ce la miraban sonriendo con ternura tras las acciones de Doce.

Doce se quedó mirando fijamente a un maniquí que llevaba puesto un conjunto de pantalones jeans holgados y una camisa de botones con un patrón de rayas de color azul, rojo y mostaza.

— ¿Te gusta? — Preguntó Max.

— ¿Cómo sé... que me gusta? — Preguntó con extrañeza Doce.

— Solo te pruebas cosas, hasta que encuentres algo que se sienta como tu. — Explicó Max.

— ¿Cómo yo? No entiendo. — Dijo Doce inclinando su cabeza un poco hacia la derecha con una mueca en el rostro.

— Si, como tu. No como Hopper, no como Mike, no como yo. Como tu. — Dijo Ce.

*Coloquen la canción*

Doce sonrío y empezó a buscar por toda la tienda algún conjunto que se sintiera como ella. El primer conjunto que encontró fue un pantalón de tirantes de jean, con una camisa manga larga de colores.

— Oh por Dios! Que mujer tan hermosa! — Dijo Doce viendose al espejo y posando.

Ce le paso un gorro negro y Max le puso unos lentes azules, Doce en forma de broma, agarró los tirantes he hizo un vaivén con ellos, ocasionando un ruido cuando los tirantes golpea tu camisa. Las tres chicas rieron.

Mike, Will y Lucas, estaban mirando un estante de vidrio lleno de joyería. Mike se agacho mirando cierta jolla que había llamado su atención del cual estaba seguro que le encantaría a su novia. Un broche de mariposa, bañado en oro (lo cual él no sabía).

— Disculpe señor. — Dijo Mike amablemente con una sonrisa en su rostro.

— ¿Ah? — Respondió el señor.

— ¿Cuánto cuesta este broche de mariposa de aquí? — Preguntó Mike señalando dicho objeto.

El señor sonrió y luego les dijo el precio del broche, lo cual hizo que los tres amigos salieran desconcertados de esa tienda.

— ¿300?! — Dijo Lucas todavía asombrado. — ¿300?! — Dijo sin creerlo.

— Debería haberle metido ese broche por el...

Doce dio un salto saliendo del probador con un nuevo conjunto, era una falda larga blanca con flores moradas y azules junto con una camisa de tirantes blanca. Max le extendió veía cual boina podría quedarle mejor, si la roja o la azul, mientras que Ce y Doce daban vueltas con sus faldas, hasta que Doce se mareó y cayó al piso como es de costumbre haciendo que las tres rieran muy fuerte, llamando la atención de todos en la tienda.

Mientras Doce buscaba otro conjunto y Ce estaba en el probador probandose un enterizo negro con figuras de colores que le había gustado, Max se dispuso a probarse lentes, primero unos negros, luego unos rojos con blanco y azul, pero ninguno le convencía, hasta que se probó unos rojos que la hacían ver más atractiva de lo que ya era, sonrió coquetamente para sí misma.

Los tres amigos seguian y seguian buscando algo para poder comprarle a Doce, hasta que estuvieron al frente de una tienda de lencería, llena de mujeres. Los tres chicos quedaron en estado de shock, no podían mover ni un solo músculo, solo miraban espantados lo que había delante de ellos. Los tres retrocedieron sincronizada y lentamente para luego salir huyendo del lugar.

Las hermanas habían salido por fin de los probadores, Ce salió con su enterizo negro y Doce con unos shorts color tierra claro y una camisa blanca de tirantes. Las tres chicas estaban satisfechas con lo que habían escogido así que se dirigieron a pagar, para luego salir tomadas las tres de las manos con Doce en el centro dando saltos leves.

— Tenemos que hacer esto más seguido. — Dijo Ce.

— Si! — Dijo Max.

— No pensé que venir de compras era tan divertido. — Dijo Doce,

Los chicos entraron a una perfumería, y cada uno pidió una loción diferente para poder encontrar así más rápido, alguna que les recordara a su loca y exigente amiga Doce. Lucas encontró una, solo necesitaba la opinión de Mike.

— Oye Mike. — Llamó Lucas.

Mike volteó y Lucas sin querer roció la loción en los ojos de Mike.

— Ah! — Se quejó Mike.

Mientras recorrían el Starcourt, Ce vio una tienda llamada "Flash Studio", así que jalo de la mano a Max y a Doce para dirigirse a ella.

Al entrar en ella se cambiaron con los disfraces antiguos que habían allí, para luego pasar el estudio y posar las tres.

— Eso es chicas, okey, aquí vamos! — Dijo el fotógrafo.

Les tomó la primera foto.  Ellas se volvieron a acomodar para que les tomaran la segunda foto.

— Cambio de vestuario por favor, cambio de vestuario! — Dijo el fotógrafo.

Al volver siguieron haciendo sus poses alocadas hasta que estuvieron satisfechas con las fotos.

Al salir de "Flash Studio", entraron a una tienda de tacones. Ce se puso un par de tacones y mientras ella caminaba con ellos, Doce y Max la sostenían para que no se cayera, pero no funcionó mucho porque de igual forma se cayeron las tres, haciendo que se rieran y que todos las miraban. Al levantarse vieron como tres chicas las miraban como si fueran unos bichos raros.

— ¿Qué tanto nos miran? ¿acaso están enamoradas de nosotras? O ¿somos demasiado hermosas y divertidas que les da pena su vida y tienen la necesidad de mirarnos como si fuéramos inferiores? — Dijo Doce con aires de superioridad. Como siempre, nunca puede cerrar la boca.

— Cierra la boca, niña rara. — Dijo la chica con cabello esponjoso.

— Si bueno... creo que más raro es tener el cabello como si no me hubiera peinado en toda mi vida. — Dijo Doce.

Ellas se miraron entre sí y estallaron en risas para luego salir corriendo de la tienda, Ce con sus zapatos en la mano ya que estaba descalza.

Luego de un rato se volvieron a encontrar a la "Chica que jamás se ha peinado en su vida", Ce, Max y Doce se escondieron detrás de la pared. Ce y Doce utilizaron sus poderes para que los vasos de las cuatro chicas estallaran. Haciendo que el líquido que había dentro quedará en todo su cabello. Ce, Max y Doce estallaron una vez más de risa y salieron corriendo.

— Ven! ¿Qué les dije? — Dijo Max.

— Hay más en la vida que los estúpidos niños. — Dijeron las tres al unísono agitadas mientras reían.

Will vio pasar a su hermana adoptiva junto a sus dos amigas, pero no dijo nada al respecto.

— ¿Podemos jugar D&D? — Preguntó aburrido.

— No! — Respondieron Mike y Lucas.

Steve se acercó con los tres helados a las chicas.

— Okey aquí tienen, uno de fresa, uno de vainilla con chispas con crema batida extra y uno de chocolate. — Dijo entregando cada helado a la chica correspondiente.

— Gracias. — Dijeron las tres.

— Espera un segundo... — Dijo entrando en razón. — Do... digo _______ tu no deberías estar aquí. — Dijo en tono de regaño. — ¿Hopper te dejo salir?

Ellas se miraron y rieron entre sí para luego salir corriendo de Scoops Ahoy.

Ce, Max y Doce salieron por fin del Centro Comercial. Caminando como todas unas divas empoderadas.

— ¿Cambiamos? — Les dijo Max.

— Nel, no hay nada mejor que el helado de chocolate. — Dijo lamiendo su helado. — Que asco compartir saliva... — Dijo lo último susurrando.

Ce y Max rieron y cambiaron sus helados.

— Es ridículo! — Se escuchó cerca de ellas. — ¿Por qué no puedo podar el césped del viejo...? — Dijo Mike.

— Ah! Debe ser una broma. — Dijo Max mirando a Lucas, Will y Mike.

La cara de felicidad de Doce cambió radicalmente a una de enojo combinada con desagrado mirando a Mike. Ellos estaban hablando pero no se habían percatado la presencia de las tres chicas.

— Asesinare a este mal nacido. — Dijo Doce muy enojada.

Las tres empezaron a acercarse.

— Que bonita sorpresa. — Dijo Max sarcástica.

Lucas y Mike quedaron en shock viendo a las chicas, tanto que a Mike se le callo la bicicleta. Will estaba relajado, él había intentado hacer cambiar de opinión a Mike aparte de que ya las había visto, sabía que no se metería en problemas, en fin, ventajas de ser Will.

— ¿Qué... haces aquí? — Dijo Mike empezando a asustarse.

— ¿Estas ciego o que? De compras idiota. — Dijo apunto de dar un paso para golparlo, pero Ce la agarró impidiendola avanzar.

— Es su nuevo estilo ¿Te gusta? — Dijo Max.

— ¿Qué ocurre con ustedes? Saben que no puede estar aquí. — Dijo Mike.

— ¿Y que es tu mascota? — Dijo Max.

— Si... ¿soy tu mascota imbécil?

— Max... — Dijo Ce en forma de que se callara y no alimentara la molestia de Doce.

— ¿Qué? No!

— ¿Y por que me tratas como basura? ¿Acaso crees que soy estúpida?

— ¿Qué?! — Dijo confundido.

— Dijiste "la abuela está enferma"

— Lo está! Lo está! — Dijo mirando a Lucas buscando apoyo. — Está enferma!

— Si está enferma la abuela. — Dijo Lucas a lo que Max lo miró sarcástica. — Está enferma, muy enferma! Por eso de hecho... estamos aquí.

— Si, no íbamos a comprar para nosotros, si no ella, para la abuela. — Dijo Mike siguiendo su mentira.

— Para la abuela! — Dijo Lucas mirando a Mike.

— También queríamos comprar un regalo, para ti, solo no encontramos nada que te quedara bien y que fuera de tu agrado y... solo tengo 3,50 así que es difìcil.

— Es muy... difícil. — Continuo Lucas. — Es, es muy caro.

— Mentiste y no me vengas con otra excusa barata... eres de lo peor mintiendo, ¿crees que no soy lo suficientemente inteligente como para saber sola sin la ayuda de Max que me mentiste?... No te doy un buen golpe porque hay mucha gente y tal vez me lleven. Además, con las abuelas no se juega, si tu abuela se enferma, es el karma que vino por ti. — Dijo Doce. — Ahora responde idiota ¿Por qué mentiste?

Mike no dijo absolutamente nada, solo entreabrió los labios y ni siquiera fue capaz de mirarla. Doce enojada, miro que el autobús había llegado para llevarse a los ciudadanos a sus casas.

Doce dio dos pasos al frente, quedando más cerca de Mike, el cual la miraba con pánico.

— Terminamos Mike. — Dijo ella para luego tirarle su helado en toda la camisa perfectamente planchada.

Doce medio sonrió burlona, se dio media vuelta y empezó a caminar con dirección al autobús. Ce y Max la miraban impresionadas, se dieron la vuelta y la siguieron. Will, Lucas y Mike, se quedaron parados ahí petrificados. Ni siquiera le importaba a Mike que tenía la camisa llena de helado.

Las chicas se montaron en el autobús, como los asientos eran de dos, Doce se sentó en las piernas de Max. Ellas se miraron entre sí y chocaron las manos orgullosas de lo que hizo Doce mientras reían.

Mike Lucas y Will miraban como se iba el autobús.

— ¿Ya podemos jugar calabozos y dragones? — Preguntó Will.

— No... — Dijo Lucas.

Mike se arrepentía mil veces internamente de no haberle dicho la verdad desde un principio como le había sugerido Will, pero sabía, que no se rendiría, él buscaría la forma de recuperar a su chica. Movería cielo, mar, tierra, y hasta demogorgons para poder recuperarla.

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Amigas del alma, otra vez me volví a desaparecer. Como que se volvió costumbre desaparecer por aquí ¿No? Jsjjsjjdjwnjnd.

De verdad lamento no haber actualizado antes, primero no lo hice por flojera, pero luego no lo hice porque tenía crisis existenciales y me sentía muy mal mentalmente.

No sé si ya lo saben, pero me salí hace unos dos o tres meses del fandom de Finn, y me uní al de Harry Potter, ademas que tengo un crush con Draco Malfoy (ush, viejo sabroso). Solo quiero aclarar que, terminaré de escribir esta historia (de hecho la continuaré hasta que se acabe finalmente Stranger Things) y sigo dentro del fandom de IT, de Stranger Things y de sus actores (bueno, su gran mayoría)

Ahora díganme ¿Qué opinan sobre todo lo que está pasando con Jack, Wyatt y Millie? Yo sinceramente, decido creerle a las víctimas hasta que se demuestre lo contrario, con todo el dolor de mi corazón, pero entre mujeres hay que apoyarnos.

Bueno, creo que eso esto todo por hoy, espero que les haya gustado el capítulo de hoy, voten, comenten, y nos leemos hasta que me digne a actualizar, adiós!

viv malfoy.

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