Extra
Hyunjin no llegó a ver a Felix en sus últimos momentos de conciencia, por seguramente hacer sus cosas, pero que no valían nada comparado al pelinegro.
Para cuando llegó al hospital, ya lo habían inducido en coma farmacológico, y afuera de la sala, en la espera, estaban los seis mejores amigos del mundo.
—Chicos. — Hyunjin los llamó al llegar, cuatro de ellos alzaron sus ojos llenos de lágrimas para mirarlo, el rubio fue el único que no lo hizo, apretando sus puños y su mandíbula. —¿Y Yongbok? — Preguntó, no había preocupación en su voz, sino que había sorpresa y había hablado muy tranquilo, su voz no estaba ni un poco quebrada.
Lo siguiente fue tan rápido que Changbin no llegó a terminar un “¡Dongsaeng, no!”, que Seungmin ya había estrellado su puño en la mejilla del castaño.
—¡¿Quién carajo te crees para venir a por él ahora?! ¡¿Después de dejarlo tanto tiempo?! ¡No tienes derecho ni a decir su nombre, Hwang Hyunjin!
El musculoso del grupo tuvo que ir a sostenerlo, tomándolo por los brazos y trabándolos detrás de su espalda, mientras Seungmin seguía gritándole a Hyunjin con todas sus fuerzas, reclamos en nombre de quién ya no podía hacerlos.
Porque sí, él había visto todos los videos de su mejor amigo, lo había visto quebrarse con los días, disminuir sus sonrisas y sus lágrimas y romperse una y otra vez, lo había visto intentar justificar una injusticia, un amor unilateral, lo había visto darlo todo por alguien que no sabía cuidar ni un anillo de compromiso, y mucho menos un corazón.
Hwang solo lo miró gritar, sin decir nada, sosteniendo su mejilla, donde había sido golpeado, y pensaba que era una suerte que no le hubiera al menos dislocado la mandíbula.
No lo dejaron pasar a verlo, los médicos habían dado aviso horas antes para que se despidieran, y evidentemente tenía tres llamadas perdidas del hospital y varios mensajes y más llamadas de parte de los chicos, el tiempo ya había pasado y él no lo había aprovechado.
Echó una vista hacia el interior de la habitación, por la ventana de la puerta, un último vistazo, al chico pelinegro que dormía profundamente esperando también a dejar este mundo.
Tanto el grupo como Hyunjin se alejaron luego de eso, Hwang nunca mostró interés en reencontrarse, en saber algo de sus vidas o de contar la suya.
Por eso, fue bastante sorpresa cuando tres años después de la muerte de Felix, cuando ya creía que estaba todo en el olvido, alguien tocó a su puerta, quien resultó ser el mismo Seungmin.
—Hola, Hyunjin. — Dijo, el rubio —Ha pasado mucho, ¿no? - Sonrió mínimamente.
—Sí, Seungmin… sí pasó mucho. —Hyunjin le dedicó una sonrisa forzada.
—¿Vas a… dejarme pasar? Quería pasar un rato contigo hoy, en especial.
—Oh, claro, claro, adelante. — Dijo, apartándose, Seungmin pasó y se acomodó en el sillón, Hyunjin puso en marcha la cafetera y fue con él. —Y… ¿qué pasa hoy? — Preguntó, sentándose junto a él.
La expresión de Seungmin cambió y lo miró con seriedad.
—Hoy es el aniversario de la muerte de Felix.
—Oh… sí, yo siempre olvido la fecha.
—Hyunjin, lamento haber reaccionado así cuando ocurrió. — El mayor negó, restándole importancia, había recibido varias golpizas en su vida como para que le importara. —Y yo, bueno, quería ver los videos de Yongbok de nuevo, y solamente tú los tienes.
—¿Qué videos? — Preguntó Hyunjin, frunciendo el ceño.
Seungmin tuvo que pasar varios segundos buscando palabras, y luego comenzó a negar.
—La memoria que te di, en el hospital. ¿La tienes?
Hyunjin asintió.
—Claro, está guardada en mi-
—¿Nunca viste lo que tenía?
Hyunjin negó, una sonrisa tonta se colocó en sus labios.
—¿Era tan importante? Qué podía tener… un montón de fotos vieja-
—Hwang, traerla y te vas a sentar a verla. — El tono del menor fue fuerte y totalmente cerrado a discusiones, y el otro se levantó a buscar su computadora. La memoria que guardaba en su armario desde tanto tiempo, y se sentó en la mesa de comedor, con el más bajo, tensando su mandíbula de nuevo, apretando sus nudillos, mientras abría la memoria en la computadora. Esta solo tenía una carpeta de archivos que se llamaba “Para Hyunjin”.
Al abrirla encontró los diez videos, cada uno titulado con “Primera vez”, “Segunda vez”, “Tercera vez”… y los vio uno por uno, en orden, al principio sorprendido de ver a su exnovio, su expresión fue totalmente blanca a lo largo de todos los videos, diferente a Seungmin, quién volvió a llorar igual que la primera vez que los vio.
Al finalizar todo, unas finas lágrimas se deslizaron por el rostro de Hyunjin, pero no por las palabras o porque haya aprendido algo, sino que era más por ver a Felix tan roto y enfermo, verlo empeorar con cada nuevo minuto.
—¿Has visto lo que le has hecho?
Hwang asintió ligeramente, pero no respondió ni lo miró.
—¿Por qué? ¿Por qué eras así con él? Lo fuiste hasta su último momento, Hyunjin, él no te merece, y tú tampoco lo mereciste.
Él volvió a asentir, sin embargo, Seungmin le exigió que respondiera.
—P-Porque… yo tenía mis cosas, mi espacio, él era muy demandante, para no decir pesado, o molesto… exigente, y exagerado, y yo siempre quise la tranquilidad, quería estar tranquilo.
—Él era sensible, y necesitaba afecto, mucho, y se lo merecía porque él vale muchísimo… te amaba de verdad, él te amaba con todo su ser, ¿Y tú no? Qué siempre lo desperdiciaste todo con él…
—Yo sí. Se volteó a mirarlo. Yo sí lo amaba, pero él era mucho más, Yongbok siempre fue quien demostraba amor de los dos, eran los roles típicos de la relaci-
—¿Roles? No existen esas cosas, son dos para todo, son dos para dar y para recibir amor, son dos dar fuerzas y dos para sostenerse mutuamente… él era débil y estaba enfermo y aun así se obligaba a parecer que no, a estar fuerte para ti, a hacer todo… cuando no podía, cuando no podía tenías que estar ahí para él, y te lo ruega, en cada puto video quiere que estés, porque eras un ausente, y no hacías nada, ni por él, ni por la relación.
»¿Piensas mucho en ti, verdad? ¿Te amas mucho no? ¿O es que te importa muy poco, incluso los que te aman?
Hyunjin negó.
—No es así en verdad.
—Es así, Hwang. — Dijo Seungmin, suspiró, sus manos temblaban. —Mejor me voy de aquí, porque si no te voy a terminar golpeando de nuevo y… nadie va a salvarte esta vez.
Tomó su abrigo y abrió la puerta por sí mismo, en el umbral, señaló a Hyunjin y le dijo unas últimas palabras:
—Espero que esto te haga pensar, y cambies, y nunca más en tu vida vuelvas a ser la misma basura con alguien que vale más que tú.
Cerró de un portazo, y Hyunjin se quedó pensando varios minutos en silencio, sintiéndose en verdad solo y frío.
Y pensó en las infinitas formas de cambiar, en todo lo que podría haber hecho diferente, y como quizás podría haber dejado una última buena vista de sí mismo, siendo quizás un poco bueno, y quizás haber ido en la última visita en el hospital, pedir un simple perdón y decir un “Te amo”, un beso suave y todo hubiera sido distinto, y quizás no estaría tan amargo.
Hyunjin pensó mucho en el pasado y en lo que debería haber hecho, pero nada de eso sirve en realidad, porque imaginar fantasías hipotéticas no hace nada al mundo o a sí mismo.
Yongbok le dio un mensaje para su futuro.
Pero él solamente lo pudo mirar en pasado.
Hyunjin nunca cambió, y más que dejarle siquiera una frase de las tantas que había dejado el pelinegro en aquellos videos, para al menos hacer de motivación o para filosofar, solo quedó un sentimiento frío y amargo, que no interrogó, no le buscó una respuesta, y de nada sirvió.
Hay personas que simplemente nunca cambian, ni siquiera con algún golpe fuerte, o algo tan claro como unos videos con enseñanzas.
Casos perdidos hay en todo el mundo.
Con suerte tú no serás uno.
Hasta La Última Vez terminó y también con mi salud mental.
No puedo creer que exista personas así, estoy muy feliz de adaptarla y dar este mensaje, que va más allá de la historia.
Muchas gracias por todo el apoyo y acompañarme a lo largo de la adaptación.
¡Los amo!
No se olviden de votar.
-Miss 📷📷📷
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