7. 𝗞𝗶𝗿𝘆𝘂 & 𝗠𝗮𝗷𝗶𝗺𝗮 (Y4 flashbacks)
Majima Goro y Kiryu Kazuma se encuentran por casualidad una tarde de 1985; con tantas cosas que aún no saben ni sobre ellos mismos, ni del otro.
KazuMaji Week 2023. Día 1: First Meetings.
Majima tuvo que salir hacia afuera para despejar su mente.
Faltaba poco para que llegara el suministro de pistolas que, junto con Saejima, les servirían para el asesinato del Clan Ueno Seiwa. Lo llevaban hablado desde tanto tiempo y sin embargo faltaban tan pocos días para que llegara aquello por lo que esperaban, que casi parecía irreal. Además, Majima se dio cuenta de que hasta ahora no se había percatado de todo lo que aquello implicaría; no había dudado ni por un segundo sus acciones ni a lo que accedió porque lo haría todo por Saejima, pero era el pensamiento de asesinar a sangre fría a tantos hombres lo que últimamente le estaba haciendo quedarse en vela por las noches.
Aceptaría las consecuencias porque de ninguna manera iba a dejar a Saejima solo, pero aún así, la seguridad con la que se veía reflejado en el acto era inexistente, a parte de las posibles consecuencias que surgirían en relación a la yakuza cuando básicamente se estaban sacrificando por la ascensión al cargo del jefe de Saejima.
Majima suspiró. La angustia empezaba a consumirle y no podía hacer más que mostrarse como un obstáculo a los transeúntes que se movían por el mercado.
Mientras tanto, Kiryu se movía entre la gente, casi empujándoles sin querer al perseguir a Kazama delante suya.
Llevaba todo el camino suplicándole. Kiryu quería unirse a la yakuza, lo deseaba más que nada pero Kazama no le dejaba.
Llevaba reprochándole todo el día acompañado de Nishiki la mayoría de las veces, y a pesar de todo su insistencia no bajaba; más bien se diría que iba aumentando progresivamente. Y daba igual la forma en la que Kazama le respondía fríamente y de todo menos asertivo pues había aprendido que en cuanto a Kiryu se le metía una idea en la cabeza, no la abandonaba nunca.
Iba a seguir gritando a Kazama pero en cuanto el sonido salió de su boca se encontró tropezando de golpe con un hombre; el golpe fue tal que Kiryu cayó de lado y de milagro consiguió no acabar plenamente en el suelo.
Majima se giró fugazmente en cuanto vio que sus pensamientos se vieron interrumpidos por un fuerte empujón que casi le movió del sitio. La rabia, siempre una emoción difícil de controlar para él, se apoderó de su cuerpo y rápidamente reaccionó.
—¡Eh! ¿Qué crees que estás hacien-
Goro se detuvo al bajar la mirada y ver quién se había tropezado con él; alguien tan pequeño que incluso cayó la mayoría de la presión del empujón en él mismo.
—Perdónale, por favor.
Majima ahora se giró hacia el otro lado y contempló como el mismo Shintaro Kazama se inclinó hacia él. Rápidamente descubrió que el capitán de la familia respondía por el otro hombre, y Majima, aunque enfadado por el golpe, se relajó tanto por el tamaño del chico que se tropezó con él como el saber que no debía de meterse en problemas con un capitán de otra familia y de su propio clan.
—Lo siento mucho, señor, debí haber tenido más cuidado —el chaval se agachó y Majima se dio cuenta al instante de cómo se disculpó con él de una forma tan desorganizada e inocente que a Majima casi le causó gracia el recibir una disculpa tan verde.
—Venga, vámonos Kiryu —le dijo Shintaro Kazama, agarrándolo del hombro y llevándoselo consigo. Majima era un hombre de muy bajo rango, y sus ropas no indicaban que era de la yakuza. Seguramente el capitán ni siquiera se dio cuenta de que él era uno de los hombres de Shimano y le tomó por un civil cualquiera.
Aún así, Majima se congeló al escuchar aquél nombre. “Kiryu”. Los rumores que había escuchado las últimas semanas de repente se hicieron reales y ya ni siquiera era importante para él el leve dolor del tropezón, pues aquella persona que le había empujado era el mismísimo púpilo de Shintaro Kazama, aquél que hablaban sobre cómo se iba a unir a la yakuza pero el adulto no le dejaba, a parte del fuerte potencial que había demostrado tener y de cómo su entrada a la organización causaría ruido.
Majima los observó atentamente mientras se alejaban de él.
Sin duda se había encontrado con un hombre interesante y se preguntaba si lo volvería a ver de nuevo.
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