❝ ONE'S PATH ❞

NINA ZENIK ✗ FEM! BREKKER oc

──── Sabes que me encantan las puestas de sol tanto como a ti, pero... ¿No crees que esto es un poco excesivo? ────

 Te das la vuelta para mirarla con una pequeña sonrisa en la cara, el sol enmarcaba el cuerpo de Nina haciéndola parecer un ángel. Aunque ella fuera cualquier cosa menos eso. Una santa tal vez, pero no un ángel.

──── Los atardeceres son lo único que no está tapado por el humo de Ketterdam, no sé si habría sobrevivido hasta aquí sin ellos ──── tu voz se entrecorta al final de la frase.

 Nina se da cuenta del peso de tus palabras y rápidamente toma tu mano entre las suyas, apretándolas con la esperanza de que eso te tranquilice, de alguna manera.

──── Saldremos de aquí, te lo prometo ────

La miras con lágrimas en los ojos, agradecida de tenerla ella entre toda esa mierda.

──── Es una promesa bastante pesada de cumplir ────

 Sin embargo, Nina se limita a asentir totalmente seria apartando tus manos de las suyas, pero luego engancha tu dedo meñique con el suyo.

──── Te lo prometo. Y te enseñaré todo Ravka y conocerás al rey y a la reina. Luego viajaremos por el resto del mundo ────

 Sonriendo, te inclinas hacia delante y presionas tus labios contra los suyos para darle un breve beso antes de separarte.

──── Te tomo la palabra, Zenik ────

[ ... ]

──── ¿Otro mal día? ──── tu novia se acerca a ti mientras sigues comiéndote las uñas sin mirarla a los ojos.

──── Mhm... ────

──── ¿Salir lo mejoraría? ────

 Sacudes rápidamente la cabeza pensando en toda la gente que estaría allí, y ya había toneladas de gente en la tablilla. Sólo pensar en salir ya te daba ansiedad: toda la gente te estaría mirando, entonces la cagarías de alguna manera y pensarían que eres un idiota.

 Además, hoy no había buenas puestas de sol en esta parte de la ciudad.

 Entonces, fue como si toda tu visión de todo aquello cambiara cuando pasó tu hermano.

Sentías que el pecho se te oprimía, que las palmas de las manos se te ponían húmedas y que la respiración se te entrecortaba un poco.

 La cuestión era que tú no te parecías en nada a tu hermano mayor. Kaz era despiadado y haría cualquier cosa por terminar un trabajo. Era intrépido, orgulloso y frio. Te gustaría poder decir lo mismo de ti, pero siempre lo pensabas todo, una y otra vez. Y otra vez... Probablemente más veces que el propio Kaz, perdiendo mucho tiempo.

 Kaz había cambiado después de la muerte de Jordie, ambos lo habían hecho, cada uno a su manera. Tu te habías llenado de preocupaciones, pensamientos y voces que no siempre eran tuyas. O algunos días en los que todas eran sólo tu voz eran los peores días.

 Aunque Kaz se había vuelto frío e indiferente, eso era lo contrario de lo que necesitabas, necesitabas a alguien que pudiera estar a tu lado. Quizás no todo el tiempo, pero de vez en cuando estaría bien. Porque para eso está la familia, ¿no?

──── Pensándolo bien quizás sea una buena idea ────

 Rápidamente te pones de pie y el mundo gira por un segundo haciéndote casi caer. Sientes las manos de Nina agarrarse a tus brazos justo antes de que te estrelles contra la madera del suelo de mierda del Barril.

──── Gracias ──── murmuras mientras ella te conduce rápidamente fuera del edificio plagado de criminales hacia el exterior.

 Apenas podías pensar en otra cosa ahora. Lo único en lo que podías pensar era en Kaz, aunque no estuviera allí para ti, te necesitaba. Y sabías que probablemente nunca dejarías Ketterdam, al menos por ahora.

 Mirando a Nina sonríes ligeramente.

──── ¿Te he dicho alguna vez lo increíble novia que eres? ──── exhalas mientras los dos empezaban a caminar al azar, sin rumbo.

 Una sonrisa socarrona se dibuja en la cara de Nina mientras te toma de las manos y te acerca a ella.

──── No, creo que no, pero ¿quieres enseñármelo? ────

 Sonriéndole, asientes y la besas. Su beso estaba lleno de amor y pasión, y de vez en cuando le muerdes suavemente los labios para provocarla.

 Finalmente, ambas se separan porque el aire es de repente una necesidad. Riendo la miras mientras ella te envuelve con su ardiente pero suave abrazo.

[ ... ]

 Los disparos recorrieron la ciudad mientras la banda enemiga se acercaba cada vez más. Demasiado cerca de sutedes, para tu gusto.

──── ¡Nina! ¡Ahora! ──── Kaz le grita que use sus poderes mortales.

 Al salir de detrás de un edificio, Nina levanta las manos y los cadáveres de personas que no hace mucho estaban vivas se levantan del suelo y hacen lo que les ordena la bruja. Los gritos de la banda enemiga resuenan por los callejones como las campanas de una iglesia. Pero sabes que no están todos muertos, todavía no.

 Sacas tu pistola de la funda y respiras tranquilamente antes de entrar en acción. Los disparos suenan en todas direcciones mientras los Cuervos matan a cada miembro de la banda rival. Sus cuerpos caen al suelo inconscientes o muertos; lo más probable es esto último.

 La emoción estaba empezando a llegar a ti, y aunque habías hecho trabajos como estos antes, nunca te habían dado esta... alegria. La adrenalina corría por tus venas y por primera vez en mucho tiempo te volviste descuidada, ligera, pensando que eras intocable.

 Ese fue tu error.

 Una bala fue disparada en tu dirección pero no te diste el tiempo suficiente para esquivarla y pudiste escuchar tu nombre saliendo de los labios de Nina gritando como si estuviera sufriendo.

 Pero la bala nunca te alcanzó.

 Al ser empujada hacia un lado, caes al suelo con la pierna doblada de forma antinatural antes de casi gritar de dolor. Haces una mueca de dolor y miras a un lado con la esperanza, rezando, de encontrar a algún miembro de una banda rival herido. Sólo para encontrar a tu hermano con una bala en la cabeza.

 Tu hermano, que era frío y despreocupado, tu hermano, que lo hacía todo calculando con pasos cuidadosos que no llevaban tanto tiempo, se había quitado la vida para salvar la tuya.

 Esta vez lo único que haces es gritar, pero esta vez es de rabia.

 Empiezas a pelear con todos los que se interponen en tu camino porque, ¿por qué importaba Toda tu familia está, oficialmente, muerta ahora y Nina podría encontrar a alguien mejor si realmente quisiera. 

 No tenía sentido seguir peleando. No para ti.

──── Te pareces muchísimo a tu hermano. Incluso tienes la pierna para demostrarlo ────

 Calmas todos tus movimientos y justo en ese momento es cuando casi matas al rey de Ravka pero te calmas escuchando una voz en tu cabeza que te dice que lo hagas más tarde.

──── Estoy aquí por Nina Zenik, y si no me dices dónde está entonces nuestro trato se cancela ────

 Nikolai suspira antes de lanzarse a una larga y falsa historia sobre por qué ella no estaba en el palacio, si es que de hecho estaba en el lugar.

 A la mierda.

 No pasaron dos segundos antes de que lanzaras un cuchillo en su cabeza directo en el medio de su globo ocular derecho que acaba con su vida en nada de tiempo.

──── ¡T/N! ¡¿En serio tenías que matar al rey?! ¡Me gustaba! ──── una voz femenina muy molesto ecos a través de la habitación.

──── Me estaba molestando ──── dices rotundamente mientras ella se acerca a ti.

──── Sabes que todo esto de la venganza te está afectando, me doy cuenta. ¿De verdad crees que es necesario? ¿No crees que Kaz querría que por fin fueras feliz? ────

 Al mencionar el nombre de tu hermano mayor casi rompes a llorar durante un breve segundo antes de volver a levantar tu muro. Tu hermano merecía venganza, después de todo lo que había pasado para no obtenerla nunca.

 Al menos le debías eso.

──── Kaz no está aquí, ¿verdad? ────

 Y con esas simples palabras comienzas a caminar fuera del pequeño palacio con Nina a cuestas y los fantasmas de tu familia rondando tu camino. Tu camino hacia la venganza, sin importar el costo a cambio de ella.

───── 𝐖𝐑𝐈𝐓𝐓𝐄𝐍 𝐁𝐘

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