💚┋UN GRUPO MÁS GRANDE
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Jinyoung comía de su sandwich mientras escuchaba lo que contaban Jackson y Jaebum con tanta emoción. Desde el primer momento en que los oyó, quería mandarlos a callar, más prefirió seguir escuchando la sarta de mentiras que estaban diciendo para ver hasta dónde llegaban. Jinyoung no era tonto, ¿Por quién lo tomaban?
Mark, quien se encontraba comiendo su fruta picada, —con la manzana separada de la pera porque no le gustaba cuando estas se tocaban— se encontraba en una posición similar a la de Jinyoung, escuchando a sus amigos sin intervenir.
—No les creo.
Tanto Jackson como Jaebum miraron a Jinyoung con incredulidad, ¿Cómo que no les creía? ¿¡Acaso parecían ser unos mentirosos!?
—¿Por qué no nos crees? —refutó Jaebum con el ceño fruncido—. Te estamos diciendo la verdad.
—Es cierto, Jin. Somos incapaces de mentir.
El niño rodó los ojos y guardó lo que le quedaba de pan en su pequeño envase, siendo observado intensamente por los otros dos.
—Cómo quieren que les crea de que salvaron a un niño de ser devorado por un horrible monstruo, que lo destruyeron con sus movimientos de lucha, que luego llegó su amigo y también lo salvaron y, cuando el monstruo fue derrotado, los premiaron con un día de películas —dijo el joven Park, recitando toda la historia que sus amigos le habían dicho—. Jackson, a ti te aterran los insectos, y Jaebum es muy torpe y se golpea con todo.
—Yo no soy torpe —se quejó—. Solo soy algo distraído —murmuró.
Jackson se acercó hasta Mark con precaución y lo miró a los ojos. —¿Tú si nos crees, Markie? —el niño de rasgos delicados miró a Jackson con pena y negó tímidamente, haciendo que Jackson abultara sus labios en un puchero. —Markie...
—Uh, c-creo que exa-geran —balbuceó de vuelta, mirando a Jaebum esta vez—. Lo siento...
—No te disculpes, Mark —intervino Jinyoung—. Es obvio que no están contando la verdad, así que no les vamos a creer.
Jackson miró a Jaebum de manera resignada, así que suspiró. —Puede que hayamos mentido un poquito nada más.
—Poquito, poquito —secundó Jaebum—. Muy poquito.
—Ajá —Jinyoung sabía que ese "poquito" era otra mentira, pero ya no quería llevarles la contraria—. ¿Y esos niños sí son reales o también es parte de sus inventos?
—¡Reales!
—¡De carne y hueso!
—¡Muy pequeños!
—¡También muy lindos!
Mark tapó sus oídos y ambos niños pidieron disculpas por sus gritos. Negó sin importancia y se encogió de hombros. —¿D-dónde están?
—En la zona de niños chiquitos —respondió obvio Jaebum para luego sonreír emocionado—. Podemos ir hasta allá para que los conozcan
—¡Sí! —exclamó el niño chino con alegría, tapando su boca al gritar, mirando a Mark con arrepentimiento—. Lo siento, Markie.
Jinyoung pensó la situación y se encogió de hombros, así que miró a Mark y le susurró. —¿Quieres ir o prefieres quedarte aquí?
Durante el tiempo que llevaban juntándose, Jinyoung había desarrollado una actitud empática con respecto a Mark, siempre estando al pendiente de él y de cómo se sentía. Sabía que Mark era diferente a ellos, —no en el mal sentido— y que tenía necesidades especiales de las cuales debían ser muy consientes de ellas. Él, junto a Jaebum y Jackson, buscaban siempre el bienestar de su amigo.
Mark pensó en su respuesta, pero al ver la emoción que se veía en Jaebum y Jackson no quiso negarse para así no ser un impedimento. Ellos siempre intentaban hacer de todo para que se sintiese bien, así que él también podía sacrificar un poco de su tranquilidad por sus amigos. —P-podemos ir —susurró de vuelta, sintiendo bonito en su pecho al ver las sonrisa de ambos niños.
Los cuatro se levantaron del suelo y sacudieron sus pantalones, a excepción de Jinyoung quien había sido precavido y había puesto una servilleta debajo de él al sentarse.
Green Garden tenía dos zonas para que los niños pasaran sus recesos; estaba la más grande donde los niños de tres a cinco años podían jugar un poco, y estaba una más pequeña en donde los niños de dos años podían pasar el rato, siempre con la supervisión de sus maestros. Los bebés, por otro lado, lo pasaban en su mismo salón para así evitar accidentes.
Así que los cuatro niños se encaminaron hasta la zona de los niños más pequeños; una que estaba toda llena de pasto y cubierta con enormes árboles que brindaban una muy buena sombra, además de que el viendo era el justo para crear un ambiente agradable. Estaban además unos pequeños juegos actos para los niños, y pequeñas mantas para cuando quisiesen descansar.
—¿Por qué nuestra zona no es así? Esto es increíble —se quejó Jinyoung, queriendo un lugar así para almorzar y no su zona donde habían miles de niños corriendo de un lado a otro tentando su comida de ser llenada con tierra—. ¿No es mejor, Mark? Aquí podíamos sentarnos tranquilamente.
El niño asintió, mirando con asombro el lugar. Le gustaba, claro que sí, y esas mantas se veían muy cómodas para sentarse y pasar el rato. Él quería pasar sus recreos ahí, ¿Por qué nadie lo había enviado hasta acá?
—Jinyoung es un bebé y por eso quiere estar con los bebés —se burló Jackson, haciendo que Jaebum se riera con él.
El nombrado frunció el ceño. —Yo no soy un bebé, tonto.
—Un bebé gruñón~ —siguió el chino, haciendo exasperar a Jinyoung por la broma. Jackson se acercó hasta su amigo y lo tomó en un sorpresivo abrazo—. Pero no te preocupes, Jinyoungie, porque siempre serás mi mejor amigo, incluso si eres un bebé.
—Jackson suéltame.
—Nop —sonrió en grande y abrazó más fuerte al niño—. Mi bebé, Jinyoungie es mi bebé.
Mark y Jaebum miraban con gracia como Jackson intentaba besar la mejilla de Jinyoung, y este solo luchaba para quitárselo de encima. Jae abultó sus labios hasta Mark, y este sintió su rostro sonrojarse, pero solo abultó su mejilla derecha, siendo esa su forma de corresponder el acto sin llegar a tocarse. Jaebum entendió a la perfección, sonriendo por ello.
A Mark aún no le gustaba mucho el contacto físico. Algún día será un niño normal y cuando lo sea, le dará todos los abrazos y besos a sus amigos.
—¡Jason! ¡Bum!
Un grito llamó la atención de los cuatro niños, haciendo que Jaebum y Jackson sonrieran y corrieran hasta los dos pequeños que los veían con alegría. Mark y Jinyoung se acercaron con calma, mirando como sus amigos abrazaban a esos dos niños.
Una vez llegaron, pudieron ver con más detalle a los dos infantes que al parecer sí eran reales. Jinyoung quiso reír por eso.
—Bum, ellos —señaló uno de los niños.
—Ah, ellos son nuestros amigos. Él es Jinyoung y él es Mark —presentó Jaebum, señalando a cada uno respectivamente—. Él es Youngjae y él es Bambam.
—¡Hola! —saludó Youngjae con alegría.
Bambam se aferró a Jackson y movió su manito con timidez. Esos niños se veían algo serios y lo hacían sentir más chiquito de lo que ya era. —Hola.
Mark movió su mano a modo de saludo, siendo copiado por Jinyoung de igual modo, sintiéndose incómodo por ese tal Bambam quién no quería separarse de Jackson. Él era su mejor amigo, ¿No? Así que no debería de estar tan cerca de él. No le gustaba la extraña sensación en su pecho, y aunque sabía mucho, no podía entender qué era lo que sentía.
—Como ahora ustedes son nuestros amigos, queríamos presentarlos y hacer un grupo más grande —comentó Jackson contento.
Youngjae sonrió y aplaudió. Miró a Mark y se acercó hasta él, tomando su mano y mirándolo con ilusión. —¿Quiere juga conmigo y mis peritos de juguete?
Los ojitos de Youngjae brillaban tanto, logrando una bonita sensación en Mark. Asintió y se dejó guiar por el niño, siendo seguido por Jaebum para vigilar que Youngjae no hiciese nada que afectara a Mark.
Tomaron asiento en un árbol cercano, donde los peluches de Youngjae se encontraban. El bebé tomó uno de ellos y se lo entregó a Mark. —Se llama Coco. Le gusta juga mucho.
Mark tomó el peluche y sonrió. —H-hola, Coco.
El más pequeño sonrió y tomó un gatito de peluche para entregárselo a Jaebum. —Se llama Nora, y le gusta domi.
—Me gustan mucho los gatitos y también me gusta dormir —dijo Jaebum al tomar el peluche.
Youngjae analizó sus palabras y sonrió una vez más. —Tuyo. Te lo legalo.
—¿En serio? —preguntó incrédulo, mirando el juguete con asombro.
El niño solo asintió. —Somos amigos.
Los tres se entretuvieron en jugar con los peluches. Youngjae nunca cuestionó el porqué Mark no hablaba tanto, pero no le tomó importancia, ya que era muy entretenido jugar con él. Jaebum por otro lado se sintió muy feliz de no tener que advertir a Youngjae sobre la condición de Mark, ya que el bebé era muy tranquilo y hablaba con suavidad. Se dedicó solo a ser lo más cuidadoso posible, queriendo ser lo más delicado con sus torpes manitos.
Los otros tres restantes se habían sentado un poco más alejados en un lugar donde la sombra pegaba de igual modo. Bambam había ido por una manta y la había puesto en el suelo para que todos se sentaran, acto que Jinyoung agradeció en su mente ya que iba a evitar sentarse en el suelo.
Bambam se encontraba sentado en medio de las piernas de Jackson, mientras este escuchaba todo lo que el niño quería decirle, opinando con la misma emoción. Jinyoung los miraba con seriedad, sintiéndose mal al verlos de ese modo, ¿Acaso él no era tan entretenido? ¿Jackson no iba seguir siendo su mejor amigo? ¡Mejores amigos por siempre! ¡Lo había prometido!
—... y mi mami me compó el libo pero no me lo ha leído —contó el niño con pesar, ya que quería escuchar la historia que ahí se encontraba.
Niño tonto, no sabe ni hablar bien. Jinyoung rodó los ojos y miró a otro lado.
Jackson asintió y abrió los ojos. —¡Jin sabe leer! ¡Puedes traer el libro y que él lo lea!
Bambam miró a Jackson con curiosidad y luego posó su vista en el otro niño que se encontraba con ellos. —¿Tú sabe leé?
Jinyoung solo hizo un sonido afirmativo, no queriendo decir más.
—¡Sabe leer mucho! Siempre me cuenta historias muy buenas —exclamó el niño chino con alegría—. Jinyoung es el niño más inteligente que conocerás en tu vida, ¡El mejor del mundo!
Las mejillas de Jin se sonrojaron levemente por la manera en que Jackson presumía de él. —No exageres.
—No estoy exagerando, Bam —replicó—. Jinyoung es increíble, y la mejor parte... ¡Es mi mejor amigo!
Como muy pocas veces sucedía, una sonrisa se formó en los labios de Jinyoung, haciendo que Jackson se sintiese muy feliz de lograr dicha acción en su amigo. Jin era muy serio, ¡Pero a él le gustaba tanto cuando sonreía! ¡Se veía muy lindo! Jinyoung sonriendo era su Jinyoung favorito.
—Woah... —murmuró Bambam y se alejó de Jackson para sentarse al frente de Jinyoung, mirándolo con los ojitos brillantes de admiración—. ¿Puede contá una historia? De animalitos, pofavo.
Mirándolo de cerca, Bambam era un niño muy lindo, y no había ignorado el hecho de que oliese a caramelo y usara unas converse con pequeñas flores. Para Jinyoung, esto era algo raro ya que nunca lo había visto antes, pero le restó importancia. Se sintió un poco avergonzado al pensar tan mal del niño, pensando que sería dejado de lado por Jackson, pero este le había dejado muy en claro de que siempre serían los mejores amigos.
Comenzó a relatar una historia, teniendo la atención de Jackson y Bambam, respondiendo sus preguntas con calma, una que había estado practicando desde que conoció al chino. No se dio cuenta en qué momento tenía a Bambam entre sus piernas, pero tampoco lo quitó, siguiendo con la historia y pasando un rato agradable con su nuevo amigo.
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