💚┋NO TE METAS CON MIS AMIGOS
💚
—Mami, pofavo~ —rogó el pequeño niño, uniendo sus manitos y abultando sus labios a modo de súplica.
—Señora mamá de Bambam, pofavo~ —le siguieron cinco niños más, y un bebé que solo unió sus manitos y pestañeó un par de veces con sus preciosos ojitos.
La Bhuwakul mayor apretó sus labios, sintiéndose sumamente atacada. Los siete niños eran unas ternuras que provocaban meterlos en una cajita para que nadie los tocara. Paseó su vista por cada uno de ellos, cada vez más débil ante sus lindas miradas.
Respiró hondo y asintió, escuchando los gritos de celebración de los cinco, los saltos emocionados de Mark mientras tapaba sus oídos, y la enorme sonrisa que tenía Yugyeom, que no sabía si era porque entendía lo que sucedía o simplemente se sentía feliz por ver a sus amiguitos serlo.
—Con una condición; deberán quedarse en un solo sitio y cerca de la zona de los más pequeño para que la maestra Wheein o el maestro Jongsuk puedan estar al pendiente de ustedes, ¿Sí?
Todos asintieron sin problemas, y es que a ellos les gustaba esa zona en específico.
Sumamente derrotada, tomó su celular y se alejó de los niños para hablar con su compañera y darle aviso de la situación.
—¡Yugy, iremos a fuera! —celebró Jackson, al tiempo que tomaba las pequeñas manitos del bebé y comenzaba a bailar con él, ganándose la bonita sonrisa de dos dientes que este poseía.
—Ya estaba cansado de tanto bebé asqueroso y tonto —suspiró Jinyoung con alivio. Yugyeom lo miró curioso y el niño hizo una mueca a modo de disculpa—. No tú, Yugy. Tú eres el único bebé que me gusta por ser bonito y listo.
El bebé volvió a sonreír.
—Bum —llamó Youngjae al tiempo que tiraba de la manito del mayor—. ¿Podemos jugá con la pelota?
—No, peota no —se quejó Bambam disgustado. Ese día su mami le había vestido con un conjunto negro de Adidas y tenis blancos, y si jugaban con la pelota se iba a ensuciar y no le gustaba. Además de que su colonia con olor a caramelo se iba a ir.
¡Él estaba muy lindo ese día! ¡No podía arruinarlo!
Ambos niños de dos años se enfrascaron en una discusión de porqué jugar con la pelota era divertido y de porqué jugar con la pelota los haría sudar y quedar feos.
—Bam... —llamó Mark al niño, alzando su ceja en cuanto esté lo miró. El más grande estiró su dedito tal como lo hacía su mami y relajó la frente del más pequeño—. P-podemos jugar con los peluches c-con Yugy. Yo t-tampoco quiero j-jugar con la pelota.
—Y Jackson, Jinyoung, tú y yo jugaremos con la pelota, Jae —anunció Jaebum al otro niño.
Jinyoung se iba a quejar, diciendo que él no quería jugar con la pelota, pero Jackson tapó su boca, ganándose un mordisco de su parte, aunque claramente se arrepintió después de hacerlo cuando el niño chino se quejó, reclamándole el ser un mal amigo, y un extraño sabor se sentía en su boca luego de morder la mano ajena.
—¡Iugh! ¿Qué tomaste con tus manos?
—¿Te doy asco? ¡Eres un mal amigo, Jinyoungie malo!
Ignorando a esos dos, los niños de dos años asintieron a lo dicho por sus amigos mayores y se abrazaron al tiempo en que se pedían disculpas.
💚
Luego de hablar con Wheein y tenerla al tanto de la situación, siete niños se encontraban en el patio de receso disfrutando del precioso día que hacía.
La razón por la cual los niños querían salir, era porque en el salón de Yugyeom no podían jugar correctamente, y en muchas ocasiones debían ser muy silenciosos ya que los bebés dormían. Además de que querían mostrarle más cosas a Yugy, siendo el consentido del grupo.
—¡Jinyoung-ah, tienes que atraparla!
—¡Déjame en paz! —exclamó con enfado el niño, caminando hasta donde había caído la pelota.
Estaban un poco más lejos de Mark, Bambam y Yugyeom, para no molestarlos con su ruido, pero lo suficientemente cerca como para verlos y estar al pendiente de ellos.
—Jin es integente pero no sabe jugá con la pelota —se carcajeó Youngjae, contagiando a Jaebum y a Jackson por lo escandaloso de su risa.
Jinyoung los miró mal a los tres y tomó la pelota, lanzándola con fuerza y pegándola en la cabeza de Jaebum. Esto no fue a propósito; él solo quería enviarla de regreso pero al parecer no tenía buena puntería ni buena suerte.
—¡Muy buen tiro! —gritó Jackson y se lanzó al piso a reírse sin parar. Youngjae también había caído al piso, riendo y soltando lágrimas a causa de la risa.
Jinyoung corrió hasta llegar a Jaebum, quien también estaba en el piso, pero no por reírse. —Lo siento tanto, Jaebum. No fue mi intención —se disculpaba al tiempo que acariciaba su cabeza. Dejó un pequeño besito en la zona afectada y miró al niño con arrepentimiento—. ¿Me perdonas?
Jaebum se sentía totalmente atontado por el golpe, pero de todos modos asintió a las disculpas, abrazando de vuelta al contrario, quien no dejaba de sobar su cabeza con culpa.
Mark rió bajito en cuanto vio la escena, y negó al ver a los otros dos niños reírse de sus amigos. Tenía a Yugyeom entre sus piernas, jugando con el peluche de Coco, mordiendo sus orejas y agitándolo de vez en cuando.
Bambam servía el té a todos los invitados, siendo tan delicado y elegante como solo a él le gustaba ser.
—¿Quiere un poco más de té, píncipe Mak? —preguntó con cordialidad el niño, a lo que Mark asintió, tomando la taza vacía que se le ofrecía—. Uh, tiene que levantá el dedito así —tomó una taza y levantó su dedo meñique.
Mark copió el acto y levantó su dedito de igual modo, bebiendo de la taza y haciendo un sonidito de sorbo, causando las risas de Bambam y de Yugyeom.
—E-está muy rico... —dijo con una pequeña sonrisa.
Bambam sonrió en grande y le entregó una taza al bebé. —Para el píncipe Yugy.
El bebé tomó la taza y se la llevó a la boca, pero la alejó rápidamente y miró a Bambam y a Mark con confusión. Aquella taza no tenía nada, ¿Por qué decían que estaba rico? La sacudió, para ver si salía algo de ese modo, pero nada.
Al final la tiró lejos, frustrado por no probar lo que sus amigos bebían.
Mark rió y le dio a Yugyeom un pedazo de manzana que su mamá le había enviado en su lonchera, al tiempo que Bambam se levantaba enfurruñado a buscar la taza botada, diciendo que Yugyeom era el píncipe más malucado del mundo.
El bebé comió la mitad del pedazo de manzana que le había dado Mark y, cuando volvió, le entregó la otra mitad a Bambam, sonriendo en grande y haciendo olvidar al contrario que el bebé había rechazado su exquisito té.
—Te pedono por se bonito —dijo sin más, comiendo el pedacito de manzana.
Se enfrascaron nuevamente en su juego, —dejando de lado a Yugyeom quien comía a gusto el resto de manzana de Mark— que no notaron cuando alguien se acercó a ellos.
—¡Que niños tan raros y estúpidos son!
Mark tapó sus oídos con rapidez al escuchar el grito. Yugyeom saltó en sus piernas del susto, y se abrazó a Mark con miedo. Bambam también se había acercado a Mark, asustado por ese niño que había aparecido tan de repente.
—Parecen unas niñitas y gallinas, ¡Están temblando del miedo! —el niño se rió de ellos, señalándolos con burla—. Se harán pipí en sus pantalones, se harán pipí en sus pantalones~ —coreó burlón.
—¡Défanos en paz! —pidió Bambam con enfado, mirando como ese niño se burlaba de ellos.
—Ay, el bebé no sabe hablar bien —se burló nuevamente el niño, causando que Bambam se encogiera en su sitio avergonzado—. Niñita tonta, juegas con muñecas, ¡Todas ustedes son unas niñitas! Y tú eres un rarito, ¿¡Por qué tapas tus oídos!? ¡Raro, raro, eres un raro! ¡Oh, mira tu ceja! ¡Niña, raro y feo!
El niño comenzó a gritar y hacer ruido, logrando que Mark se sintiese aturdido y paralizado en ese momento. Gruesas lágrimas bajaban por sus mejillas, pero a pesar de sentirse nervioso y asustado, quitó las manos de sus oídos y abrazó a Yugyeom y a Bambam contra sí, sintiéndolos temblar y llorar con desespero.
Ambos niños se aferraron a él con fuerza, y Mark deseaba con todo su corazón que ese niño dejase de hacer tanto ruido y de fuera de ahí. Su respiración era acelerada y sentía una dolorosa opresión en su pecho, pero no dejó de abrazar a Bambam y a Yugyeom en ningún momento, queriendo que estuviesen bien.
La pelota volvió a irse lejos, y Jinyoung pataleó molesto por eso, se giró para irla a buscar, cuando se percató de la situación que estaba ocurriendo con sus amigos. Abrió los ojos con sorpresa y sintió mucha desesperación al ver a Mark, Bambam y Yugyeom estando unidos al contrario, mientras que un niño reía y hacía burlas.
—¡Jaebum, Jackson, Youngjae! ¡Miren!
Los tres niños miraron a donde Jinyoung les señalaba y en sus caras también se sembró la sorpresa por lo que veían. Sin pensarlo mucho, todos salieron corriendo hasta llegar al lugar en donde se encontraban sus amigos.
Youngjae se abrazó a sus amigos, al tiempo que les repartía besitos para calmarlos, y Jackson tapó los oídos de Mark, sabiendo lo delicado que era con el ruido.
—¿Ustedes son amigos de los raritos? ¡De seguro son otros raros más! ¡Raros, raros, raros!
Jinyoung frunció el ceño y miró a Jaebum, quien estaba en una posición similar a la de él. —Sostenlo.
Jaebum no esperó para tomar al niño por las manos, sosteniéndolas en su espalda y empujándolo para arrodillarlo frente a Jinyoung. Por primera vez en su vida, Jaebum se sintió muy feliz de ser el niño fuerte que todos criticaban, sintiéndose complacido de escuchar las quejas del niño por el dolor que le causaba su agarre.
Poco le importó eso; sus amigos estaban llorando y temblando por su culpa.
Jinyoung miró al niño con la seriedad que lo caracterizaba, logrando en el contrario mucho miedo.
—¿Te crees muy gracioso por burlarte de alguien más? Eres un niño estúpido que no tiene amigos por lo feo y malo que eres, y te quedarás solo el resto de tu vida porque nadie te va a querer nunca, ¿Me oyes? —los ojos del niño se llenaron de lágrimas por las palabras de Jinyoung, pero al igual que a Jaebum, no le importó eso—. Esos niños a los que llamas "raros", son los mejores del mundo, en cambio tú hueles feo, eres feo, estás todo sucio, das asco y probablemente solo tus papás te quieran.
Se acercó más al niño y lo miró con mucho odio. »No te metas con mis amigos, niño estúpido.
Le hizo señas a Jaebum, quien soltó al niño, y este último se fue corriendo y llorando desconsoladamente.
Bambam se levantó del suelo y corrió hasta Jaebum, quien lo abrazó con fuerza y dejaba besitos en su cabeza, diciéndole que no era un niño raro, sino el niño más bonito y genial de todo el lugar.
Yugyeom también se levantó del suelo y caminó tambaleante hasta Jinyoung, quien también lo tomó en brazos, intentando que el bebé pasara el enorme susto que había vivido.
Jackson destapó los oídos de Mark, y lo abrazó a si mismo, sintiéndolo temblar con fuerza, uniéndose Youngjae al abrazo, puesto que no quería separarse de Mark.
—Eres el niño más valiente que he visto en mi vida, Markie —susurró Jackson, al tiempo que subía y bajaba su mano por la espalda del mayor—. A pesar de que no te gusta el ruido, no dejaste de lado a Bambam ni a Yugyeom. Eres un héroe y te admiro mucho.
—Sí, Makie. Eres el mejó —susurró del igual modo Youngjae, dejando cortos besitos en el brazo de Mark.
Mark no dijo nada, pero sintió como poco a poco sus acelerados latidos iban mermando, y esa fea opresión en su pecho disminuía hasta desaparecer. Miró a Yugyeom más tranquilo, y a Bambam dejar de llorar, sintiéndose aliviado de que también estuviesen mejor.
Las palabras de Jackson y de Youngjae le hicieron sentir mejor, y por fin sentía que había hecho algo bueno.
—Mientras estemos juntos, nadie va a volver a lastimarlos, ¿Sí? —dijo Jinyoung con firmeza—. Somos los mejores amigos del mundo y siempre estaremos para todos.
Los siete niños asintieron, sabiendo que así sería. Que de ahora en adelante estarían juntos, y la soledad no era algo que estaba dentro de sus planes.
Lo que parecía ser un final feliz, se vio interrumpido cuando un nuevo grito se escuchó en el lugar.
—¡Fue él, maestra!
Y Jinyoung sintió que todo el color se iba de su cara cuando el niño estúpido de antes lo señalaba, y su maestra Solar lo miraba con una mezcla de sorpresa y desaprobación.
💚
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top