── 011


❝ NOTHING'S GONNA HURT YOU ❞

SIMON RILEYFEM! oc









     ──── ¿Ghost? ──── pronunciaste su nombre en voz baja, principalmente para esconderte del enemigo, pero también para ocultar el temblor en tu voz.

──── Estoy aquí, Búho. Voy a por ti ──── podías oír a Simon corriendo, y trataste de concentrarte en los sonidos que hacía en vez de en el punzante dolor que sentías en el muslo y el costado de tu cadera.

Era culpa tuya. De todo. Se suponía que debías estar en el tejado, no en el maldito suelo. Eres una francotiradora, mierda. 

Pero estando sobre el suelo, viste a dos hombres dirigiéndose hacia donde estaba el coche de huida del equipo. No ibas a permitir que te robaran el vehículo, pero si les disparabas, alertarías a los demás, y tu posición se habría visto comprometida.

Sabías cómo luchar mano a mano, aunque nunca te gustó enfrentarte al enemigo cara a cara y tus ojos se usaban mejor en la superficie, por eso eras francotiradora y te llamaban Búho, Ghost y Soap te entrenaron para derribar a hombres tan grandes como ellos.

El primero cayó rápidamente, estaba despistado y lo sorprendiste, por lo que en segundos estaba gorgoteando sobre su propia sangre en el suelo. El segundo te inmovilizó contra la pared, lo que te llevo a tomar tu segundo cuchillo de la correa del muslo derecho y atravesarle el estómago dos veces. Se estaba zafando de tu agarre cuando sentiste que el cuchillo que habías usado con él te perforaba el muslo y subia lenta y dolorosamente por toda tu cadera.

Gritaste em agonía y podias jurar que la punta del frio metal logro tocar el hueso de tu cadera. Un alarido salió de tu boca antes de que pudieras detener al soldado y terminar con el con un movimiento dificultoso. Tu muslo palpitó cuando le asestaste un último golpe en el cuello, y caíste contra la pared, parpadeando para que desaparecieran las lágrimas y los puntos negros que colmaban tu vista. Oíste que alguien te llamaba por el comunicador, pero no tuviste tiempo de responder, no cuando el tercer hombre vino detrás de ti. Debió de oírte gritar. 

Te rodeó la garganta con sus musculosos bíceps y apretó con fuerza, tratando de quitarte el aire mientras te inmovilizaba congtra el. La lucha y la huida se pusieron en marcha. La andrenalina corría por tu torrente sanguíneo y, sin pensártelo dos veces, le mordiste el bíceps con fuerza. Él maldijo y se apartó de ti durante una fracción de segundo, lo que te dió la oportunidad de respirar. Tropezaste hacia delante contra su cuerpo, pero él te atrapó, haciéndote girar y acercándote de forma imposible. 

Todo te daba vueltas en ese momento, no podias controlar tu cuerpo ni tu mente, no coordinabas tus movimientos. La faltra de sangre y de aire te estaban jugando una muy mala pasada.

Al principio, no lo sentiste. Sonó un disparo y su cuerpo se desplomó hacia delante, distrayéndote. El hombre estaba muerto en tus brazos, y su sangre te había salpicado la cara y seguía derramándose por tu hombro. Levantaste la cabeza hacia tu puesto: de ahí había venido el disparo. 

La figura borrosa de Gaz te preguntó si estabas bien, su voz sonaba tan lejana que te parecia estar en un sueño. Intentaste asentir, y fue entonces cuando lo sentiste. Te empezaron a pitar los oídos, y tus extremidades se empezaron a adormecer con los segundos; diste un paso atrás y el hombre se cayó al suelo con un fuerte estruendo que para ti parecio lejano. Te ahogaste con la respiración. Instintivamente, te llevaste la mano al costado y luego la pusiste delante de la cara. Ahora sangrabas por dos sitios.

Gaz volvió a llamarte, pero no respondiste. Te sentías mareada y, por mucho que intentabas parpadear, las manchas negras no desaparecían. Te apoyaste en la pared detras tuyo, buscando un punto de apoyo para evitar al menos desplomarte en el suelo. Escuchaste la voz de Ghost ordenando tu paradero, y Gaz le respondió apresuradamente, añadiendo que podía ver cómo perdías el conocimiento. Así que fue él quien disparó desde tu posición. Fantasma confirmó que venía hacia ti. Y así es como acabaste en esta posición.

──── Por favor, deprisa ──── tu grito de dolor hizo que el teniente acelerara el paso.

Ghost siempre tuvo una especie de debilidad por ti. Tu naturaleza amable y amistosa y tu personalidad burbujeante no ayudaron a su creciente enamoramiento; eras demasiado dulce para tu propio bien, y juraba que tus comentarios sarcásticos dirigidos sobre todo a Soap siempre conseguían derretirle el corazón.

Los chicos no eran ajenos a ello; podían ver cómo siempre te miraba fijamente, sus ojos duros parecían ablandarse cuando te miraba. En realidad, toda su postura cambiaba cuando estabas cerca. Simon siempre estaba cerca de ti, te ponía una mano suave en la parte baja de la espalda y te guiaba cuando estabas en la oscuridad durante las misiones, te lanzaba miradas cuando estabas demasiado callado para asegurarse de que lo estabas haciendo bien, cubria tu espalda todo el maldito tiempo.

Soap y Gaz habían bromeado sobre su fascinación por ti, preguntándole por qué nunca había hecho un movimiento. Él los había callado y calificado de inapropiados antes de bajar la cabeza para ocultar lo nervioso que se sentía. Pensó que enterrar esos sentimientos adolescentes en el fondo de su mente sería lo mejor. Nunca se le había dado bien expresar sus sentimientos y, por un demonio, era tu superior.

Pero al oír su respiración entrecortada y a Gaz diciéndole que se diera prisa a través del comunicador, sintió el pánico crecer en su interior. Sus pasos se hicieron más urgentes y su agarre del arma se tensó. Ya casi había llegado a donde tu estabas, solo le faltaban pasos para llegar.

──── No te muevas. Voy por ti, ¿me oíste? ──── la voz de Ghost estaba llena de pánico y ansiedad absolutos, y tomó aire para deshacerse del temblor en su tono, no queriendo asustarte aun mas. 

──── Ya casi llegó, cariño, resiste un poco mas ────

Oh, no.

No había querido que se le escapara eso, no pretendia ni necesitaba que se le escapara un comentario asi, y menos en ese momento. Oyó tu respiración entrecortada lo que lo regreso de nuevo a la realidad. Dobló en la esquina y allí estabas, desplomada sobre la pared, sujetándote el costado con la palma de la mano y respirando agitadamente. Guardó su pistola en la funda y corrió hacia ti, tomandote entre sus brazos tan pronto te tuvo en frente. Te desplomaste con un gemido, tu frente tocando su chaleco lleno de artilugios pero aun asi estaba calido. 

──── Lo siento, teniente. Lo siento mucho. Estaban... estaban intentando escapar con nuestro c-coche, y no podía dejarlos... no podía... ──── jadeaste mientras Ghost miraba los cadáveres a su alrededor, sus fuertes brazos aun tomandote entre ellos.

Estaba oscuro, pero pudo distinguir tres siluetas, definitivamente más grandes que la tuya, y todos yacían muertos en un charco de su propia sangre.

──── Está bien, está bien, amor. Ahora estoy aquí. No voy a ir a ninguna parte ──── un suave gemido escapó de tus labios, y sintió cómo tu cuerpo cedía a la fatiga causada por la pérdida de sangre.

Simon te recogió en sus brazos, pidiendole al resto del equipo que se reuniera con él en su ubicación. El coche estaba desbloqueado e intacto, tal cual lo habian dejado y su corazón se desbordó de orgullo. Te habías encargado a tres soldados para proteger al equipo y asegurar su transporte de huida, tres tipos que eran tan grandes como el por ti misma.

Murmuraste su nombre mientras te colocaba en el asiento trasero con suavidad. Subió rápidamente y volvió a estrecharte entre sus brazos, con una palma presionando tu costado herido y la otra sobre tu muslo sangrante.

Soap se deslizó en el asiento del conductor mientras Gaz los seguía justo detrás. 

──── ¿Cómo está, teniente? ──── preguntó el primero, mirando una vez detrás de él.

──── ¡Estará bien si mueves el maldito coche! ──── el tono de Ghost era cortante, pero Soap no se lo tomó como algo personal.

──── ¿Adónde, Ghost? ──── preguntó John.

──── Al piso franco. Asegúrate de que nadie nos siga. En cuanto estemos a salvo, Gaz, llama a Price. Dile que envíe evacuación ──── Gaz asiente secamente, seguido de un "sí, señor".

──── Simon... ──── te mueves lentamente, acurrucándote más cerca de la calidez de su cuerpo.

Tu ceño se frunce con dolor y confusión, solo sabes que estas a salvo. Simon te mira fijamente a traves de su mascara, observa como tus facciones se relajan cuando una de sus manos acaricia tu mejilla magullada, y como tus labios se curvan en una suave sonrisa gracias a su tacto. Su corazón no ha dejado de latir rápidamente, y la preocupación mezclada con el pánico aún se arremolina en su sangre. Quiere decirle a John que se dé prisa de una puta vez, pero sabe que el soldado va lo más rápido posible.

Gime angustiado, sus ojos parpadean muy lentamente. Le zumban los oídos, tiene la mirada desenfocada y los ojos vidriosos con lágrimas a punto de caer.

──── Shh, está bien, amor ────  susurra Simon ──── Vas a estar bien ────

──── ¿Me estoy muriendo? ──── hablas en un susurro de pánico.

Simon sacude la cabeza rápidamente de lado a lado como si tus palabras le quemaran. 

──── No, no. No, estás bien. Tu estas bien. Nada que no se pueda arreglar, ¿si? Puedo arreglarlo ──── intenta convencerse a sí mismo más de lo que intenta convencerte a ti.

──── ¿Nos persiguen? ──── vuelve a sacudir la cabeza ──── Entonces, ¿estamos a salvo? ¿Yo estoy a salvo? ────

──── Nada va a hacerte daño. Mientras yo esté aquí, nadie volverá a hacerte daño, ¿me oyes? ──── la finalidad de su voz es la tranquilidad que necesitas para calmarte.

Sientes que los ojos se vuelven a cerrar y el zumbido en los oídos por fin se desvanece

──── Gracias, Simon ────





───── 𝐖𝐑𝐈𝐓𝐓𝐄𝐍 𝐁𝐘

feralforfrank en tumblr

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