2.
La música resonaba fuerte en su habitación.
El castaño arreglaba su cabello hacia atrás frente aquel espejo, abotonaba con calma su camisa blanca del Instituto, iba sobre sus calcetines de un lado a otro mientras cantaba y brincaba para alcanzar su saco y luego meterse sus zapatos negros.
Estaba listo y guapo, como siempre.
Jungkook estaba cumpliendo los 19 esa mañana, era un chico... alto, de facciones duras, con ojos grandes y bueno, aunque era muy inteligente había una persona que le sacaba su lado más idiota.
— ¿Debería llevar otro cambio de ropa? — se preguntó luego de echarse loción por todo el cuerpo y tomar su morral.
Antes de cerrar la puerta entró con rapidez y tomo un hoodie y unos jeans. — Por si acaso — dijo y comenzó a bajar de dos en dos por las escaleras.
Su casa olía muy bien, a panqueques y café de grano, cerró sus ojos y aspiró la sensación de tranquilidad, amaría vivir así cada minuto, sin embargo, era más divertido pelear con Jimin.
Todo era mejor con él a su alrededor.
— Buenos días hijo — saludó el señor Jeon. — Feliz cumpleaños — entre sus manos tenía un gran hot cake con fresas adornando al igual que una vela — estás convirtiéndote en un hombre — dijo con la voz quebrada.
Sí, su padre era muy sensible.
— Un gran hombre como tú — habló Jungkook y se acercó a soplar aquella vela — gracias, no debías hacerlo — sonrió y ambos fueron a desayunar.
— ¿Quieres ir a algún lugar en especial? pediré el día en el trabajo — aseguró el mayor.
— Hmmm — el castaño dio un sorbo a su rico café. Observó a su padre por unos minutos, él era alguien responsable, protector, con un corazón noble... Sus leves arrugas alrededor de sus grandes ojos lo hacían ver mayor de lo que realmente era, quizá por el cansancio. Jungkook sabía que su padre necesitaba alguien quién viera por él y se preocupara por si comió, si durmió, alguien que no se fuera de su lado.
Odiaba que siempre le tocaban malas mujeres.
— ¿Hmm? — insistió el mayor.
— Realmente no, pasemos la tarde viendo algún partido de fútbol o box, lo que sea — respondió al fin.
— Bien. Pediré pizza en la tarde antes de que llegues de tus clases Kook — sonrió feliz.
Jungkook lavó sus dientes , se despidió de su padre y luego tomó sus llaves que estaban en un mueble cerca de la entrada, sus ojos se desviaron al cuadro donde estaba su madre, su papá y él... soltó una risa burlona cuando observó el cuadro de un lado, solo eran su papá y la señora Park.
Con fiereza tomó ambos cuadros y los metió en el cajón de ese mueble. — No es una colección — fue la despedida del castaño a su padre.
❅
— ¡Jungkook, feliz cumpleaños! — gritó Taehyung, quién caminaba hacia él con sus manos dentro de los bolsillos.
— Gracias Tae — sonrió Jungkook recibiendo el abrazo del castaño. — ¿Y Jimin? — preguntó al no ser atacado por el más bajito tan temprano.
— Sigue enojado — rio — ayer arruinaste su cabello con esa leche de plátano —.
Jeon se encogió de hombros.
— Jeon Jungkook — Jin habló por detrás y el castaño volteó con miedo.
— Te juro que no he hecho nada todavía — alzó sus manos como su hubiera sido detenido.
— ¿Todavía? — preguntó el peli rosa frunciendo el ceño. Taehyung aún a su lado sonrió. — Solo te iba a felicitar... Nam, dijo que pasáramos la tarde con él — comentó.
— Bueno chicos, los dejo — Taehyung palmeó la espalda de ambos y se fue.
— Le dije a papá que nos quedemos en casa — dijo Jungkook caminando a su aula. — Aparte Nam sale muy tarde de la Universidad, no quiero estarlo esperando horas — bufó entrando, varios de sus compañeros lo comenzaron a felicitar.
— Bien, entonces vayamos a tu casa — dijo Jin muy seguro.
Kim SeokJin era su mejor amigo, desde que Jeon tiene algo de conocimiento, era alguien importante... como un hermano, así que todo lo que él dijera o Namjoon, era ley, si alguien podía enfriar la cabeza de Jungkook eran ellos dos.
— ¿No me vas a felicitar? — preguntó burlón el castaño a Jimin, quién mantenía su rostro entre sus brazos sobre el pupitre.
— Piérdete Jungkook — murmuró.
— Vamos Jimin, no te cuesta un Felicidades cariño — rio el más alto.
— Solo espera a tu sorpresa Kookie — contestó Jimin levantando un poco el rostro para encarar a Jungkook.
— Bien, haz lo que quieras, esta vez traigo un cambio de ropa — se encogió de hombros sintiéndose valiente.
— Ja — fue lo único que respondió Jimin para pararse y arrebatar la mochila de Jungkook a una velocidad luz, entonces solo comenzó a correr sintiendo una tremenda adrenalina.
Jeon seguía con enojo al peli rubio quién hasta ahora no parecía estar cansado.
Fue en la explanada donde Jimin vació sus dos libretas que cargaba y junto a estas su ropa a la fuente. Jungkook enfureció entonces y como si fuese un jugador de futbol americano tacleó a Jimin haciéndolos caer al agua.
Todos sus espectadores rieron, ya nadie se inmutaba, había hecho cosas peores como afeitarse las cejas... Llenar sus casilleros con sustancias de dudosa procedencia, romper sus uniformes y hasta ayer... tirarle una cubeta de pintura a su maestra.
Jimin pasó sus manos por todo su rostro mojado para enfocar a Jungkook. Jeon tenía una sonrisita en su rostro al ver que al menos él no sería el único empapado durante el día.
— Feliz cumpleaños Jeon — dijo el rubio saliendo del agua. — Me gustaría quedarme nadando pero debo ir por mi ropa al casillero —.
La cara de Jungkook se volvió un poema.
— No sabes cuanto te odio Park Jimin — bufó manoteando en el agua.
— Pero no entiendes — dijo SeokJin acercándose antes de que llegara algún profesor y lo sancionara.
— Ya pensaré en algo — porque Jungkook nunca se detenía cuando se trataba de Jimin.
Cuando fueron a clases, Jungkook quitó al chico de la ventana para orearse un poco, estaba sacando humo por la cabeza, la maestra de Inglés ni siquiera preguntó el motivo, simplemente suspiró e impartió su clase como siempre.
Nunca fueron suspendidos debido a que ambos junto con otras chicas representaban la Institución en grandes e importantes eventos solo para alumnos cerebro, alumnos que solo con medio abrir la boca ya estaban en lo correcto.
Eso, era algo que había salvado su estancia en un lugar decente.
Mientras tanto, la mirada afilada de Jeon caía sobre Jimin, quién prestaba atención a la pizarra como si fuese lo mejor del mundo. El castaño observaba cada centímetro del rubio, ignoraba ese perfil tan hermoso, su nariz de botón, sus abultadas y sonrosadas mejillas, aquellos ojos tan inocentes pero a la vez tan fríos... ignoraba todo aquello solo porque su cabeza pensaba en cómo se iba a vengar, quizá pintarle el trasero de algún color café seria ya que para Jungkook y quizá todo el Instituto Jimin tenía buenos atributos... si, eso era, si llenaba su uniforme de pintura, todos notaría más su trasero.
Sonriente y casi triunfante decidió girar al ventanal para seguir secándose.
❅
Todo el camino de regreso Jin venía sarmoneándolo. — Kook, él debería ser cosa del pasado, incluso tu padre lo ha superado — soltó el peli rosa.
— No ha superado nada — Jungkook exprimió de nuevo su mochila, había dejado sus libretas hechas chicarrón en su casillero. — En la mañana vi... — apretó sus ojos tratando de tranquilizar su ira — mira, olvídalo, solo no hablemos de eso — negó. — Solo lo molesto porque se volvió costumbre, no lo odio —.
— Pues quizá Jimin si te odie — opinó Jin.
El Señor Jeon abrió la puerta para recibir al par.
— ¿Dijiste Jimin? — cuestionó el mayor — no sabía que aún se veían — indagó.
— Vamos en el mismo salón — dijo Jungkook para estancar la conversación.
— No me comentaste antes... — los ojos del señor Jeon veían con nerviosismo el suelo — s-sigue viviendo con su ma-
— Si papá, aún siguen aquí pero eso es algo que no nos interesa — cortó Jungkook para ir directo a su habitación y cambiarse de ropa.
— Buenas tardes — intervino Jin al ver al papá de su mejor amigo melancólico.
— Oh. Hola Jin, lamento e-esto... adelante — se hizo a un lado para que el chico pasara — pediré pizza para Kook, quédate... deberías llamarle a Nam para que venga, saben que Jungkook a veces no pide las cosas que desearía tener — pasó sus manos por su sedoso cabello y fueron a los sofás.
— No sé si Nam llegue a tiempo señor Jeon pero igual lo intentaré — sonrió.
— Vale —.
Toda la tarde fue realmente buena para Jungkook, incluso Taehyung fue y Namjoon también, una casa llena de hombres viendo deportes, snacks y comida grasosa era algo reconfortante.
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¡Hola!
Las amo.
Quedé bugeada cuando mis compañeros de la Universidad me dijeron que ya la próxima semana terminan mis vacaciones NOOOOOO JAJAJAJ f.
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