𝔖𝔦 𝔫𝔬 𝔱𝔢 𝔮𝔲𝔦𝔢𝔯𝔢

Ozuna

[🍷]

Yunho no se consideraba de los hombres que gustaban estar con casados, de hecho jamás se interesó en alguien que estuviera casado, pero como casi todo había una excepción.

Dió un pequeño sorbo a su copa de vino, aquella fiesta se le estaba haciendo extremadamente aburrido, sólo escuchaba a todos hablando del trabajo o sobre cómo manejaban su dinero, temas bastante aburridos para él. No entendía porqué su madre le había dicho que tenía que ir a fuerza ¿Que había de emocionante?

—Yunho, hijo— El castaño volteo al escuchar a su madre. Su vista cayó en la pareja que iba a un lado, un chico rubio y otro pelinegro y muy lindo— Ellos son Jung Wooyoung y su esposo Choi Jongho— Y sus pensamientos sobre lo increíble que sería conocerlo cayeron.

—Un gusto— Saludo por educación.

Después de años alguien le parecía interesante, resultaba que estaba casado ¿Que clase de crueldad era esa? Pero había notado algo raro cuando miro a ese lindo pelinegro, cuando su madre dijo que les presentaría a alguien más, Jongho dudo en seguirlos, al final agachó la cabeza y los siguió como si fuera un perrito siguiendo a su dueño.

—Es una lastima— Yunho miro a su mejor amigo— Hace dos años si se veían enamorados.

—¿Cómo?— El castaño alzo una ceja.

—No es que me deje guiar por los rumores, pero dicen que Wooyoung lo engaña y que casi siempre lo deja sólo, nunca he visto que eso ocurra, pero eso dicen... Aunque por aquí todos hablan sin razón— El mayor busco a ese pelinegro. Parecía no estar cómodo siguiendo a su madre y esposo.

Las horas pasaban y no podía quitarle la vista de encima, parecía que a él tampoco le agradaba estar ahí. Se sentía un acosador pero se le hacía raro que hace más de media hora su esposo se haya ido y lo dejara ahí sólo y aburrido, aunque le sirvió como excusa para acercarse.

—Hola— El pelinegro pegó un pequeño brinco— Lo lamento no era mi intención ¿Puedo?— Jongho asintio— Yunho.

—Jongho— Murmuró—¿Te dí lastima?— Preguntó aunque sonó como una afirmación.

—¿Qué? No, nada de eso, sólo supuse que era aburrido estar aquí sólo— El menor lo miró—¿Y tu esposo?

—Por ahí— Balbuceó mientras bajaba la cabeza para mirar sus zapatos.

—Puedo hacerte compañía hasta que llegue, así no te aburres y de paso no me están molestando— Jongho lo miro— Si tú quieres.

—Supongo que está bien, pero ¿Estás seguro que no estás aquí por lo que se dice?

—¿Que se dice?— El menor nego.

Se podría que se la pasaron casi toda la noche juntos, platicando obviamente, olvidandose por completo de lo aburrido que era esa fiesta. Hasta que el dichoso esposo llegó, ambos notaron su aspecto, su cabello ya no estaba perfectamente peinado y sus labios estaban rojizos, le molestó que Jongho hiciera como que no vio nada.

[...]

No sabía porque su madre le daba por hacer una aburrida fiesta cada sábado pero ahora lo agradecía porque de esa forma pasaba tiempo con Jongho.

—Sabes que te engaña ¿Cierto?— El menor trato de evadir el tema tomando de su champagne— Jongho, lo sabes.

—Si— Musitó. Yunho bufó, no entiendia porque ese idiota lo hacía ¿Acaso no miraba con quién estaba casado?

—¿Y por qué estás con él?— Jongho suspiró.

—Te soy sincero, no tengo la mayor idea— El castaño negó y se levantó. Jongho se confundió iba a preguntar qué ocurría, pero Yunho tomo una de sus manos y lo jaló con delicadeza para sacarlo del salón, se aseguro de que no muchos lo vieran—¿Yunho?

—Sólo sígueme, es tú momento— El menor ladeo su cabeza, pero lo siguió.

El mayor saco las llaves de su auto para quitarle el seguro y abrirle la puerta trasera y dejar al pelinegro entrar primero y después él. Ya dentro no tuvo que dicen nada pues beso al menor, podría decir que no le sorprendió que Jongho le siguiera, sonrió cuando el menor colocó una de sus manos en su nuca para profundizar el besó, por su parte abrazo su cintura para juntar sus cuerpos, lamió su labio inferior para pedir permiso de ingresar a su cavidad bucal, el húmedo músculo del menor le dió la bienvenida.

Jongho estaba algo nervioso, nunca se había visto engañando a su esposo, pero no sentía que estuviera haciendo algo mal, Wooyoung lo hacía todo el tiempo y él también podía hacerlo si quería y claro que quería.

Sus pulmones exigieron oxígeno y no les quedó más que separarse, pero no perdieron tiempo, aprovecharon ese lapso para desvestir, ambos ansiaban conocer el cuerpo del otro, ambos tenían el mismo objetivo. Yunho quedó embelesado cuando el pelinegro quedó completamente desnudo, con más razón seguía sin entender porque el inepto de su esposo no lo apreciaba, Jongho tenía un cuerpo hermoso y bien proporcionado, hacia lunares salpicados en su cuerpo y di alguien se lo proponía podría besar cada uno de ellos. Por estar apreciando su desnudez, no se percató de que el menor estaba completamente rojo, pues hace tiempo no era observado de esa forma.

—Yunho— El castaño llevo una de sus manos a la mejilla izquierda del menor y con la yema de sus dedos la acarició para descenderla por su cuerpo.

Se detuvo en su cintura, la sujeto con ambas manos para tomarlo y sentarlo en regazo, el menor gimió bajito cuando su miembro tocó el del castaño, Jongho aún estaba sonrojado y lo hacía lucir demasiado tierno.

—No lo comprendo— Murmuró mientras se acercaba a su hombro derecho para dejar un beso ahí— Eres perfecto ¿Por qué te engaña?— Comenzó a acariciar sus glúteos— Eres demasiado para él— Se pasó a su otro hombro para igual besarlo— ¿Que razón hay par seguir con él?

—Tal vez soy un iluso— Gimió cuando el mayor lo acomodó de forma que su miembro rozará con su trasero.

—No creo que lo seas— Se acercó a sus labios— ¿Por qué simplemente no lo dejas?

—Suena sencillo— Abrazo sus cuello.

—Tal vez— Encontró la forma de girar sus cuerpos para que Jongho quedará bajo él.

Yunho comenzo a besar casi todo el cuerpo del menor, en algunas partes se atrevió a morder sin lastimarlo y en otras partes lamió. Desde su vientre hizo un recorrido con sus labios hasta llegar a los esponjosos belfos de Jongho, tomo sus labios regalandole un beso fogoso, el menor recorrió la espalda del mayor con las yemas de sus dedos, Yunho acomodo las piernas contrarias en su cadera y rompió el beso.

—¿Listo?— Jongho asintio, beso su frente, su naricita, sus mejillas y finalmente sus labios.

Alineó su miembro a la entrada del menor y entro lo más cuidadoso posible para no lastimarlo, las uñas de Jongho se enterraron en la piel desnuda del castaño, una vez que terminó de entrar Jongho dejó escapar un jadeo. Yunho comenzo a besar todo el rostro del menor para distraerlo.

—No te merece, ni un poco.

Un ligero movimiento por parte de las caderas del menor le avisaron que ya podía moverse, tomo su cintura y salió de él haciendo a Jongho jadear para entrar con cierta fuerza está vez logrando que arañara su espalda, las embestidas comenzaron lentas pero muy precisas.

Siendo sincero hace tiempo que no tenía relaciones y no creyó que volvería a tenerlas en el asiento trasero de un auto, pero no sé quejaba, Yunho lo estaba haciendo sentir bien.

El menor pidió por más y Yunho no era nadie para negarle algo a parte de que se veía tan lindo pidiendo por más, el castaño no podía estar mas feliz por el simple hecho de que tenía a Jongho con él. En verdad que su esposo era un idiota. Vió que el menor fruncía el ceño cuando dió con su punto, sonrió y comenzo a atacar eso lugar sin consideración, si con eso iba a escuchar más seguidos sus gemidos entonces atacaría su punto.

Comenzo a mostrarse más necesitado, Yunho supuso que se aproximaba su orgasmo, los gemidos del pelinegro lo animaron a dar más certero y preciso atacando el punto de Jongho, escuchando perfectamente como sus testículos se golpeaban contra el trasero del castaño. Jongho se corrió primero manchando ambos abdomenes y después Yunho dentro de él, este último enterró su rostro en el cuello del menor para darle besos.

Ambos respiraban agitados y esperaron hasta recuperarse en la misma posición en que se encontraban. Una vez se recuperaron Yunho salió de su interior logrando que Jongho jadeara.

—Si tu marido no te quiere, entonces yo lo haré, si no te da cariño yo lo haré— Jongho sonrió.

El mayor se inclino para besarlo con ternura, estaban decididos a irse a un mundo desconocido pero el molesto timbre de un teléfono los interrumpió. Jongho supo que era el de él, cuando Yunho estaba por separarse se lo impidió para volver a besarlo, su esposo no importaba en lo absoluto.

—Va a arrepentirse de todas sus acciones, mientras yo voy a disfrutar— El menor asintio, tomo su teléfono para apagarlo, sabía que lo llamaría incontables veces y no quería que lo molestará.

—¿Y a dónde me piensas llevar ahora?— Yunho se levantó un poco para que el pelinegro se acomodara y así comenzar a vestirse.

—No lo sé ¿Nos vamos hasta que aparezca el sol?

—Me gusta la idea— Volvió a besarlo.

Era momento de que Wooyoung se diera cuenta que perdió algo increíble, aunque siendo sincero en esa relación ya no había amor y Jongho lo agradecía.









No sé porque puse a Wooyoung ‹/3

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