𝔈𝔩𝔩𝔞 𝔶 𝔶𝔬

Aventura, Don Omar.

No recuerdo si era del género pero bueno me nació escribir algo con esta canción.

💥

Yunho suspiro al ver cómo su mejor amigo se acercaba, un nudo en la garganta junto a un revoltijo en el estómago se aparecieron ¿Estaba bien lo que iba a hacer? No sabía sólo quería acabar con aquella culpa que lo atormentaba todos lo dias desde que inicio esa aventura castigada por Dios.

—Hey lamento la tardanza, Jongho le distrajo— Hablo el pelinegro.

Jongho, Choi Jongho, la persona que para su malísima suerte él amaba hasta más no poderte pero que estaba casado con su mejor amigo y eso le daba celos.

—¿Quieres algo?

—Claro— Yunho pidió algo para el menor, como explicarle— Entonces ¿De que necesitas hablar?

—Estoy en algo así como una relación— Vio al pelinegro sonreír, sabía por qué— Es casado, aunque podría decir que estuvo casado conmigo primero— Bomin lo miro con asombro mientras bebía de su whisky— Es mi primer amor.

—¿Cómo lo encontra?— Ahora fue turno de Yunho para sonreír.

[…]

Yunho sabía claramente a quien era el esposo de su mejor amigo, lo sabía bien porque él fue su prometido en alguna ocasión, no sabía si estaba listo para ver al amor de su vida estando con alguien más. Admite su error de haberse ido y dejar al menor, quizás por eso había estado con Bomin.

—Yunho, al fin llegas— Pudo ver al castaño que estaba de espaldas tensarse a penas escuchó su nombre— Amor, él es mi mejor amigo— Con cierta lentitud el castaño volteó.

Sus miradas se encontraron y aunque ambos lo intentaron no pudieron hacer mucho cuando sintieron cierta chispa, el amor seguía ahí sólo que se había escondido. Jongho seguía siendo hermoso ante la vista de Yunho y no lo iba a negar, y Yunho seguía siendo la debilidad de Jongho, ambos habían vivido un romance único y puro del cual nunca podrían a olvidar porque ambos eran su primer amor, y aquel nunca se olvida.

—Parece que se conocen— Jongho regreso a la realidad y negó.

—No, ya regreso— Bomin asintió.

—¿Vamos por algo de beber?— Le preguntó al más alto, quien embobado asintio.

Desde eso no volvió a ver al menor en casi toda la noche, hasta que decidió ir al baño. Dejemos en claro que él no tenía nada planeado y que todo sucedió por varios factores. Entro y pudo escuchar pequeños sollozos los cuales conocía perfectamente, reviso que nadie estuviera sólo el último cubículo estaba ocupado.

—Jongho— Pudo escuchar al menor ahogar un sollozo.

—Vete— Balbuceó— Vuelve a irte— Pidió entre nuevos sollozos pero se podía distinguir el tono ebrio del menor.

—Lamento eso, pero no volveré a irme está vez ya no— Pudo escuchar como Jongho le daba una patada a la pared del cubículo— ¿Y si abres? Creo que hay que hablar— Por un momento creyó que le diría que no, pero si abrió y él ni siquiera lo pensó cuando lo besó. Lo había extrañado y no iba a perder la oportunidad.

[…]

—Desde ahí comenzamos una aventura que para nuestra desgracia está castigado por Dios— Claro Yunho no fue idiota y no le contó más que media verdad— Lo amo de una forma que no creirías que existe y sé que él también me ama de esa forma, lo nuestro es tan único.

—Si ambos se aman como dicen, entonces luchen por eso— El mayor sonrió sin mucha gracia para después beber de su whisky.

—No, te aconsejo que no me aconsejes no lo vale— Murmuró.

—Si te puedo aconsejar, yo también amo de esa manera, Jongho es perfecto para mí, es la personificación que de la belleza tanto así que es mi inspiración— Yunho volvió a beber.

—Él y yo nos tenemos que ver a escondidas...

[…]

Yunho tallo su rostro con sus manos cuando escuchó que la puerta era golpeada con algo de fuerza ¿Quién tocaba tan temprano? Para él las doce de la tarde en un sábado era temprano. A penas termino de abrir y pudo sentir como un cuerpo contrario estaba sobre el.

—Nos íbamos a ver hoy ¿Lo olvidaste?

—Es temprano, pero bueno ya no importa— Cerró la puerta y atrapó los labios del menor con los suyos.

Camino de nuevo a su habitación sin siquiera mirar por dónde iba. Para su suerte sabía el camino y como su su casa era de un solo piso pues no tuvo que subir escaleras. Depósito a Jongho en la cama y no perdió el tiempo de desvestirlo.

Iba a hacerle el amor de una manera tan única que nadie nunca podría hacérselo como él, iba a reclamar el cuerpo de Jongho como suyo porque lo era y por supuesto que el menor lo sabía, ambos se pertenecían y nadie podría cambiar ese hecho. Habían nacido para estar juntos y ya se habían separado en una ocasión por lo que no volvería a ocurrir, ahora si o si iban a estar juntos como debió ser desde un principio.

[…]

—Se que tiene dueño, pero realmente quiero ser yo su protector— Bomin asintio mientras escuchaba atentamente a su amigo— En realidad somos nosotros los que estamos casados, quizás no hay un papel que lo diga pero ambos lo sabemos.

—Pues quizás su marido no manda en su corazón— El mayor negó.

—Tú no sabes quién es la víctima en esta confusión.

—Jongho y yo somos felices dos almas matrices sé lo que es el amor, y sólo por eso te entiendo aunque sea casado
no te alejes por temor, más adelante eso traerá frutos.

—O sequías— Murmuró muy bajo— Ambos tenemos en claro que esto era una locura, pero ¿Que podemos hacer? El deseo nos llamó y la cama nos hizo una invitación, no pudimos negarnos a hacer el amor— Bomin entrecerró los ojos.

—Ya te explique, mira cuando dos personas se aman con intensidad no se puede hacer nada más que aceptar la realidad y ese otro hombre debe aceptar que perdió a su esposo, no pueden ganar los tres— El pelinegro más alto sintió pena y lastima, ya no podía seguir callando.

[…]

—¿Y crees que yo no me siento de esa manera?— Bramó Jongho— También me siento mal por Bomin.

—¿Entonces por qué seguimos con esto?— Llevaban medio año en su locura y ambos se sentían culpables pero tampoco querían detenerse.

—Porque nos amamos, Yunho— El menor se acercó para tomar la mejillas del mayor— Yunho, ambos nos amamos por eso no podemos detenernos.

—Pero no es justo lo que le estamos haciendo— Jongho asintio.

—Lo sé, Yunnie, sólo tenemos de dos, le decimos o terminamos ésto— Miró al mayor—¿Cuál?

Yunho lo sentía por su amigo pero él había vuelto con un propósito y ese era volver a tener a Jongho entre sus brazos, así que iba a afrontar las consecuencias de sus actos. Él era el verdadero esposo de Jongho y su único dueño.

[…]

—Bomin te pido una disculpa, realmente en un principio yo no sabía y después me traicionaron las ganas de volver a verlo... Este amargo encuentro me hizo comprender que también lo amas, y creeme no es fácil admitirlo, estoy saliendo con Jongho y no se una forma amistosa— El menor se quedó perplejo tratando de procesar lo que su amigo de años le había confesado.

La única persona de confian se había metido con su esposo, eso significaba que todo esté tiempo hablaba de su esposo de la persona que amaba como su propia vida.

—¿Qué?¿Tú y Jongho? Jongho mi esposo, mi alma gemela— Yunho asintio— ¿Cómo? Tú mi mejor amigo de años y la persona que amo, me traicionaron, y yo estoy como idiota dándote consejos— Yunho quiso decir algo pero sintió que no era el momento— Todo este tiempo y ambos viéndome la cara, todo absolutamente todo lo que ustedes me han hecho creer de viajes a otras ciudades, vacaciones con amigos ¿Todo fue mentira? Por supuesto que lo fue— Ni siquiera espero alguna respuesta— No quiero ver a ninguno de los dos, dile que ni se aparezca por la casa por sus cosas y que puede seguir revolcándose con quién se le pegue la gana— Eso último hizo al mayor enfurecerse, pero no tuvo tiempo de actuar pues Bomin ya había salido del lugar.

Había perdido un amigo por la tentación, pero de cierta forma sentía que valía la pena si con eso podría estar con Jongho.























Desde no se cuándo andaba pensando en cómo podría escribir esto, y pues ustedes entienden porque Jongho casi no apareció.

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