Nicky Jam, Enrique Iglesias

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Yunho apagó el televisor después de ver la noticia, arrojó uno de los cojines enviándolo por accidente a una foto, escuchó que el cristal se había roto y se le con prisa a recogerla. Sonrió con nostalgia, en la foto estaba él y Jongho, su dulce niño.

Jongho estaba comprometido con un heredero según lo que acaba de ver en el televisor, sin duda eso lo tenía celoso de aquel chico pues no sólo habían dado esa noticia sino que había visto como su niño estaba muy feliz con ese, y lo hacía dudar quizás el menor ya se había enamorado de ese tipo y ya lo había olvidado a él. Su boda sería en tan sólo unas semanas más y no podía hacer nada, hace tan solo unos meses todo estaba perfecto se tenían y planeaban cosas para su futuro no un detalle que no hayan hecho planeado, y todo se derrumbó ese día.

Jongho miro con una sonrisa al rubio, este aún no se percataba de su presencia, reprimió una risa y se acercó con sutileza para sorprenderlo.

—No lograrás nada— El menor fruncio el ceño y abulto sus labios, no le gustaba cuando el mayor hacia eso.

—No es justo, Yunnie— Yunho volteó sonriendole—¿Por qué haces eso?— Abrazo la cintura del menor y con frotó su nariz con la de Jongho.

—Por si acaso— Se inclino a besarlo—Me sorprendió que nos viéramos hoy— Acarició las mejillas del castaño.

—Mañana debo estar pegados a ellos y preferí verte hoy, Yunnie, hay algo que debo decirte— El mayor beso su frente.

—Te escucho— Antes de que Jongho pudiera abrir la boca, notó como tres hombres y una mujer se acercaban a ellos y no tenían un rostro amigable, al contrario. Intento pegarse al mayor.

Todo había pasado rápido en un momento ambos sentían su calor y en otro Jongho estaba siendo sostenido para que no se metiera a defender a la persona que amaba y que estaba siendo golpeado por dos hombres que conocía pues le debían favores a su padre. Sus ojitos se llenaron de lágrimas al ver que Yunho ya no podía con aquellos hombres, miro a sus padres y de nuevo a su amor, por él haría todo.

—¡Detenlos!— Le gritó a sus padres—¡Detenlos!— Pero sabía que estos no iban a ceder tan fácil—¡Acepto el matrimonio!— El señor Choi le hizo una seña a los hombres para que se detuvieran.

—¿Volverás a acercarte a este don nadie?— Jongho miro al mayor, él no era un don nadie. Soltó un pequeño suspiro y asintió.

—Si, padre— Murmuró.

Y en ese momento había perdido a su niño, Jongho no había vuelto a contactarlo y de hecho no sabía si estaba bien, pero esperaba que si lo estuviera.

Quería volver a verlo, ver su carita, sus ojitos, su naricita y esa linda sonrisa que tanto amaba, necesitaba verlo.

—Te dije que iba a estar aquí— La voz de Mingi se hizo presente— Jeong.

—¿Qué?— Volteo a dónde estaban dos de sus amigos.

—Tengo una gran idea— Yeosang alzo sus cejas un par de veces.

—¿Por qué están vestidos así?— El par lo miro confundido, bajaron su mirada a sus prendas y después le sonrieron.

Ambos vestían de traje pues había sido invitados a una cena en casa de los Choi, pero solo asistieron por compromiso.

—Eso no importa, arreglate vamos a visitar a Jongho y yo sé cómo, ándale, Mingi ayúdale

—¿Yo por qué?— El rubio lo miro mal— Vamos Jeong, tengo planes está noche y tú no los vas a arruinar...

[…]

Yunho negó, estaba bien que amaba al menor y que haría cualquier cosa para verlo, pero trepar hasta la segunda planta de aquella gigantesca casa eso era otro nivel.

—Es seguro, Wooyoung sube siempre, no te va a pasar nada— Yunho miro la ventana de la habitación donde debía estar su niño— Él acepto un matrimonio que no quería, tú sube aunque no quieras.

—Jeong, se me hace tarde, sube de una maldita vez...— Mingi pensó un poco ¿Que podía decirle para que por fin se animará?— Será que también lo estás dejando de querer— Yunho lo miró con el ceño fruncido— Hay hecho de por medio, ¿Puedes ser feliz sin él?

—Ya cállate y ayúdame— Yeosang saltó mientras aplaudía.

Como pudo Yunho subió hasta dar con la ventana de la habitación del menor, mas le valía a ese par que estuviera abierta porque sino bajaba y no les daría tiempo de huir, tocó el cristal y enseguida la ventana se abrió ahora solo quedaba que no hubiera nadie más que el menor. Entro a la habitación y se sorprendió un poco era muy grande para Jongho, volteó para encontrarlo en una pose de defensa y con una almohada, seguramente para defenderse.

—Yunho— Su voz salió con asombro y queriendo ocultar la felicidad— Yunho— Ya más resignado sonrió y se lanzó a él—¿Que haces aquí?

—No puedo vivir sin tí— Murmuró.

La puerta fue golpeada por fuera y Jongho tuvo que separarse del mayor, lo jalo para ocultarlo a un lado de su armario y abrir la puerta.

—Hyunjin ¿Que necesitas? Ya es muy tarde, no deberías estar aquí— Le sonrio.

—Tu madre me envió para decirte que mañana veremos lo último para la boda— Jongho asintio.

—Mañana entonces, descansa...

—Te quiero— El menor le sonrió con nervios.

—Te quiero— Balbuceó, cerró la puerta y volteó a Yunho.

—¿En verdad lo quieres?— Se acercó a él— De verdad lo quieres como me quisiste a mí— Jongho lo miro— Jongho...

—Lo intente, intente quererlo porqué estaremos juntos toda la vida, pero fallé porque no sales de mí, porqué tú eres el dueño de mi ser y mas que quererte, te amo, te amo Yunho— Tomo las mejillas del rubio y lo hizo agacharse para besarlo.

—Yo también te amo, me dolió cuando te fuiste de mi lado, perdón— Jongho lo abrazo.

—¿Por qué? No hiciste nada.

—Por eso, no hice nada para cuidar lo que teníamos— El menor le sonrió y volvió a besarlo.

—Entonces vamonos— El mayor lo miro con asombro— No me quiero casar y tú no quieres que case, supongo.

—No supongas nada.

—Ves,  vámonos sin nada que importa— Yunho lo tomo del rostro para besarlo.

—¿Ya?— El menor asintio.

Le explicó con brevedad como debía bajar para que no pasará nada, pero aún así bajo él primero para que no le pasará nada al menor.

¿A dónde se irían? No sabían pero si sería lejos de todo lo que tenían ahí, en un lugar donde pudieran ser sólo ellos dos, un lugar donde se amarían sin límites, un lugar seguro para su amor.

[…]

Jongho sonrió al ver por la ventana a su novio llegar, vivían en una pequeña casita muy cómoda para ellos y siendo sinceros era todo lo que necesitaban, ambos tenía la creencia de que si la casa era muy grande estarían alejados por eso prefierieron una pequeña.

—¡Yunnie!— Se lanzó al mayor a penas entro— Te extrañé mucho.

—Pero solo fui a comprar algo para comer— Jongho abulto sus labios.

—Fue mucho tiempo para mí— Beso al rubio— A la próxima llévame contigo, no me quiero separar de tí— Yunho sonrio.

—Bueno, a la próxima te voy a llevar conmigo— Sin bajar al menor llevo las cosas que compró a la mesa. A parte de que el menor se negaba a separarse de él, se ponía muy berrinchudo y mimoso.

—Yunnie, y gracias por nuestra casita, aquí si me gusta...

—Y a mí me gustas tú— Jongho se sonrojó— Te amo, Jonggie.

— También te amo, Yunnie.

Creo que sí se asemeja a la canción, porque no escuché la canción mientras escribía.