𝗦𝗮𝗹𝘃𝗮𝗿 𝗮 𝗺𝗶 𝗵𝗲𝗿𝗺𝗮𝗻𝗮

Mini-maratón 1/2

—Ey, es Hobbs —avisó Tej cuando el teléfono de Lucía empezó a sonar, enseñando el nombre de “Thor samoano”.

—Contesta —le respondió ella mientras ajustaba un par de cosas en el motor de su coche.

—Hobbs —lo llamó Tej nada más contestar.

Dime que tienes algo, Parker —pidió Hobbs al otro lado de la línea.

—La pintura que encontraste en el sitio de Shaw, muy especializada —le dijo antes de darle un par de detalles sobre ésta.

—Militar —dedujo Dom, haciendo que Lucía llevase toda su atención a la conversación.

—Exacto. Tenemos una lista de bases alrededor de Europa que utilizan esta pintura en ningún color en específico —informó Tej mientras Lu se acercaba a Dom, quién la rodeó con su brazo.

Cruza referencias con todos los objetivos de Shaw, alguno va a coincidir —le ordenó Hobbs, y Tej no esperó para empezar a hacerlo.

—¡Bingo! —celebró él tras unos segundos—. Hay una base en España.

—Eso lleva a Shaw a otro país —dijo Dom mientras él y Lu se acercaban a Tej.

—Lo que significa que tiene ocho horas de ventaja sobre nosotros —añadió Lu.

¡Tenemos que movernos, ya. Tej, dame esa información. Riley y yo iremos de antemano y informaremos a la base. Protegeremos la base personalmente —les informó Hobbs—. Lucía, me haré cargo del trasporte para vosotros y vuestros coches. Practicar vuestro español, chicos. Os veo en España —dijo eso último en español.

El equipo no tardó en empezar a recoger sus cosas para dirigirse a España y, cuando estaban a punto de salir hacia el ascensor, Brian salió de él.

—¡Hijo de puta! —exclamó Roman más que contento de ver a su amigo.

Lucía soltó sus bolsas y corrió hasta Brian antes de abrazarlo con fuerza, haciéndole dar un par de pasos atrás por el impulso de la latina.

—Me alegro de que estés bien —susurró Lu entre sus brazos.

—No ibas a deshacerte de mí otra vez tan fácilmente —le dijo, haciéndola sonreír mientras se apartaba de él.

Tej y Roman lo saludaron antes de que Brian se diera cuenta de las bolsas que llevaban sus compañeros.

—¿Qué pasa aquí? —les preguntó confuso, así que Tej se lo explicó mientras Han y Gisele se acercaban a saludar al recién llegado—. Descubrí que le pasó a tu hermana —dijo un vez tuvo toda la información, haciendo que el cuerpo de Lu se tensaran de pies a cabeza.

Brian agarró su mano y caminó con ella hasta llegar al lado de Dom, quién estaba parado junto a su coche.

—Todo fue culpa mía —dijo Brian dolido, haciendo que ambos latinos la mirasen confusos.

—Brian, sea lo que sea lo que has averiguado, es por ti —le aseguró Dom por ambos—. Lo que estamos a punto de hacer, es por ella.

Lu se acercó a Brian y lo abrazó de nuevo mientras Brian dejaba caer un par de lágrimas que se le habían acumulado en los ojos por la culpa que sentía.

—No fue culpa tuya, Brian —le aseguró Lu mientras Brian la rodeaba con sus brazos.


—Acabo de hablar con Hobbs, Shaw ha intentado entrar en la base. Es hora —anunció Tej.

—Algo no está bien —dijo Brian preocupado—. Quería que encontráramos a ese tipo. Piensa en ellos. Interpol, estás cara a cara con ellos.

—¿Entonces, qué estás diciendo? —le preguntó Roman.

—Braga dijo: “la única manera en la que encuentras a Shaw, es si él quiere que lo hagas” —le respondió Brian.

—Eso no puede ser —dijo Lucía.

—¿Por qué dices eso? —le preguntó Roman.

—Yo estuve en su guarida. Hablé con Letty frente a ellos. ¿Por qué querría que encontrara su escondite? —les preguntó Lu muy confusa.

—¿Y si ese era su plan todo el tiempo? —preguntó Brian empezando a unir los hilos.

—¿A qué te refieres? —le preguntó Lucía con el ceño fruncido.

—Piénsalo. Letty es tu debilidad, esa es la única razón por la que la han estado utilizando desde el momento en el que perdió la memoria. ¿Y si el plan de Shaw siempre fue utilizarla para hacerte daño y después acabar con ella? Si el equipo piensa que Letty está de tu lado, ninguno va a arriesgar su vida para salvar la de tu hermana —le dijo Brian, y en ese momento todo encajó en su cabeza.

No atacarla, el tiroteo, la carrera.

Shaw quería que todos creyeran que Letty estaba del lado de Lu para así poder acabar con ella de una vez por todas y destruir a Lucía en el camino.

—¿Dónde está el dispositivo? —le preguntó Dom a Tej, intentando cambiar de tema al ver la piel de Lu palidecer.

—Lo van a mover a una localización segura —le respondió éste, haciendo sonreír a todos los del equipo.

—Shaw no va a atacar esa base —anunció Lu.

—Está en el cargo —dedujo Brian, así que todos empezaron a prepararse.

En cuanto el avión aterrizó, todos pusieron el plan en marcha y se colocaron en sus posiciones.

Más os vale daros prisa, acaban de hacerse con el vehículo —les avisó Tej desde el walkie, quién estaba sobre un puente por el que veía la carretera—. Ey, Lu. Tu hermana está con ellos.

—Seguimos con el plan —avisó Lucía por el walkie.

Habéis oído a la jefa. Hagamos esto rápido y limpio. Van hacia vosotros —les dijo Tej.

Esa palabra hizo sentir a Lu un pequeño revoloteo de mariposas en su estómago, ya que no era lo mismo que Dom o Hobbs se refirieran a como a la jefa del grupo, a que lo hicieran los miembros del equipo.

Por primera vez, Lu de verdad sintió que era Lucía Toretto Ortiz, no la novia de– o la hermana de–. Y ese sentimiento fue de lo más agradable.

Tras unos segundos, Tej volvió a hablar, pero esa vez su voz temblaba.

Chicos, tenemos que pensar en otro plan. Tienen un tanque.

—Perdona, ¿alguien acaba de decir un tanque? —preguntó Roman nervioso.

De todas maneras, Brian, Dom, Roman y Lu siguieron conduciendo por la carretera paralela a la que estaba el tanque.

De un momento a otro, Shaw lanzó un cañonazo con el tanque hacia el coche de Lu, así que ella aceleró, esquivando el golpe justo a tiempo.

¿Quién tiene un plan B? —preguntó Roman asustado tras lo ocurrido.

—¿Plan B? ¿Plan B? ¡Necesitamos plan C, D, E, F...! ¡Necesitamos más alfabeto! —gritó Tej perdiendo los nervios.

¡Ey, hacemos lo que hacemos mejor! ¡Improvisamos! ¿Vale? —les preguntó Brian antes de que Lu, quién iba en cabeza, girase el volante de manera brusca, girando el coche al carril de al lado, cambiando la dirección en la que conducían.

Ésta fue seguida por los tres hombres que iban tras ella antes de que los cuatro aceleraran abruptamente para intentar alcanzar el tanque.

El tanque giró hacia la carretera de la que los cuatro acababan de girar, empezando a conducir el vehículo en dirección contraria, atropellando y aplastando todos los coches a su lado.

Sin pensarlo, Roman fue tras él mientras Dom, Lu y Brian seguían en el mismo carril, viendo aquel destrozo sin saber cómo seguir con el plan de improvisar.

—¡Quitarle la atención de la gente! —ordenó Lu por el walkie al ver a gente muriendo frente a ella, así que Roman empezó a intervenir, cosa que no salió muy bien.

¡Roman, aguanta ahí! —le pidió Brian al ver como su coche quedaba enganchado a la parte delantera del tanque.

¡Nadie puede dispararme! ¡Tengo un tanque en mi cabeza! —les gritó Roman por el walkie.

—Tiene que haber algún modo de pasar más adelante, chicos —les dijo Lu, así que, sin esperar, los tres aceleraron en busca de alguna manera de pasar al otro carril—. ¡Dom, acelera! —gritó Lu por el walkie al ver que Shaw acababa de disparar al puente en el que Tej estaba, el cual pasaba sobre la carretera.

Ambos fueron capaces de pasar justo a tiempo antes de que Brian saltase el muro de escombros para pasar al otro lado del puente.

—¡Brian! ¡Ese coche haría un buen ancla! —le informó Lu al ver que un coche había empezado a ser arrastrados por el tanque.

¡Estoy en ello! —le dejó saber el rubio y, tras unos intentos, Brian consiguió lanzar el coche por el hueco entre las carreteras.

—¿Qué cojones? —preguntó Lu en voz baja de lo más confusa al ver a su hermana saliendo del tanque.

Al ver sus intenciones, Lu aceleró, maldiciendo por lo bajo mientras Shaw intentaba darle con el cañón del tanque.

—¡Letty! —gritó Lucía, llamando la atención de su hermana.

Al ver que no iba a conseguirlo, Lu maldijo un par de veces más por lo bajo antes de acercarse al borde de la carretera y abrir la puerta de su coche.

¿Qué haces, Lucía? —le preguntó Dom preocupado por el walkie.

—Salvar a mi hermana —respondió Lu para sí misma antes de girar el volante y dirigir su coche hacia los barrotes que había al borde de la carretera y saltar.

Lu agarró a Letty en el aire antes de caer junto a ella sobre los asientos traseros del coche de Brian, ya que éste había detenido el coche justo a tiempo para que las hermanas cayeran en el coche.

—Nunca te había querido más en toda mi vida, Brian —le aseguró Lucía con la respiración entrecortada y el corazón latiendo a mil por hora.

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