❁ཻུ۪۪🔖ꦿ 𝗣𝗔𝗥𝗧𝗘 𝗦𝗜𝗘𝗧𝗘.
❝ꓸ᭄ꦿ⃔𝐅𝐑𝐄𝐄𝐃𝐎𝐌 𝐎𝐍 𝐓𝐇𝐄 𝐑𝐀𝐌𝐏𝐀𝐑𝐓𝐒 ━━━━ 𝐞𝐫𝐞𝐧 𝐣𝐚𝐞𝐠𝐞𝐫.
ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ sɪᴇᴛᴇ: ᴛᴜ́, ʟᴀ ᴄᴀᴊᴀ ᴅᴇ ᴠᴇʀᴅᴀᴅᴇs ʏ ᴅᴇ ᴍɪsᴛᴇʀɪᴏs.
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Historia apareció frente a Eren y Artemisia, pero en la parte baja, dando poca posibilidad de que la de Caria pudiera verla.
— ¿Artemisia, Eren? Aguanten un poco más, todo estará bien. —dijo, con sus prendas blanquecinas ya puestas.
Artemisia abrió los ojos, recuperando la consciencia al instante de escuchar la voz dulce de Historia.
— Eren, Artemisia, escúchenme. —pidió la rubia—. Mi padre siempre fue y será un aliado de la humanidad de las murallas. Hubo un malentendido. Es cierto que molestaron a la Legión y mataron al pastor Nick, pero mi papá no tenía otra opción. Lo hizo por el bien de la humanidad, y de la gente de Artemisia y Orlando.
La mencionada se exaltó abruptamente sin seguir comprendiendo lo que quieren decirle.
"¿Qué gente?" se movió en su lugar.
— Historia, yo les explicaré el resto. —Rod Reiss llegó al espacio hasta permanecer al lado de su hija.
"Él... Él me dijo que me sacarían de las murallas... Pero... Sigo sin entender. ¿Y la Legión? ¿Orlando...?" Quedó cabizbaja.
— ¿Qué sucede? Es la primera vez que suben. Pero... A ti, Eren, este lugar seguro te resulta familiar. —la voz de Rod se hizo más clara, pues iba subiendo las escaleras sosteniendo la mano de su hija.
"¿De qué habla?" Artemisia entre cerró los ojos.
Pasaron frente a la chica, le dieron un vistazo y continuaron caminando hasta llegar a espaldas de Eren.
Rod acercó su mano a la espalda del castaño, pero fue interrumpido.
— Papá, explicaselo.
— Sí, eso pretendo. Pero quiero probar algo antes. —los dos alzaron las manos—. Es posible que recuerde si hacemos esto.
Los dos tocaron su espalda.
El shock inundó a Eren, dejándolo en transe durante unos segundos. Artemisia estaba enloqueciendo por tantas incógnitas y por la expresión que le habían dejado al castaño.
¿Por qué lo tocaban? ¿Qué pasaba? ¿Por qué ella estaba ahí? ¿Qué... Qué hizo?
— Una lástima que no haga el mismo efecto en ti, Artemisia. —Rod se giró a ver a la azabache—. Pero cuando ella venga, podrás saber quién eres.
Artemisia movió sus piernas irritada, quería hablar para saber más al respecto, pero era imposible.
— ¿Recordaste el pecado de tu padre? —susurró Rod, recordando que Eren seguía pensando en sus memorias pasadas.
Historia comenzó a llorar sin previo aviso, extrañando al hombre y a la de Caria. Resultaba ser que sus recuerdos fueron destapados al tocar a Eren, así regresandole memorias de cuando era una niña y era enseñada por Frieda Reiss.
Ella quería darle las gracias, sin embargo, el padre de Eren -Grisha- había asesinado a toda la familia Reiss, exceptuando a Rod. Llevándose así el poder del fundador consigo junto al que ya tenía previamente.
— Mi hermana... —Historia le dio una mirada sombría a Eren, el cual estaba de espaldas—. ¿Cómo pudo hacer algo tan cruel?
"Él no tiene la culpa de lo que haya hecho el señor Grisha..." Artemisia siguió dando pelea a las cadenas.
— Oigan, oigan, oigan. —una voz burlesca apareció—. ¿Qué hacen hablando tranquilamente? Fuera tenemos unos problemas, y esta señorita estoy llegando a sentir que es de los peores.
— ¡Cállate, idiota Ackerman! —era una voz femenina irreconocible para Artemisia.
— Oh, señorita Olympia. —Rod miró directamente debajo de ellos.
"¿Olympia? ¿Quién es?" Artemisia no alcanzaba a ver a la dueña de aquella voz misteriosa.
Pero Eren sí, y se le notaba demasiado tenso y asombrado.
— ¿Quién es ella, papá? —preguntó Historia, confundida.
— Nuestra invitada especial. —sonrió Rod—. Es Olympia V de Caria.
Artemisia palideció al mismo tiempo que Eren.
"¡¿De Caria?!"
— Hey, ¿hablan de mí? Solo quiero que me la muestren de una vez. Este señor está cansandome con sus bromitas inocentes. —bufó.
— ¡Miren quién habla! ¡La que viene con una corona en la cabeza y tacones como si fuera a un festival! —Kenny alzó la voz.
— ¡Soy de la realeza! ¡¿Qué esperabas que vistiera?! ¡¿Trapos cómo los tuyos?! ¡Soy una dama de modales! —gritó, y un estruendo se hizo sonoro.
Rod Reiss hizo una mueca sintiendo el dolor de Kenny. Pues la mujer lo había tirado al suelo de una patada.
— ¡Malditos Carianos! ¡Sabía que no debía escoltarte! —se quejó Kenny.
— Bueno, bueno... —Rod se acercó a Artemisia y desencadenó de la pared a la chica—. Solo hago este favor porque debemos unir fuerzas de nuevo.
Ella pataleaba, pero fue muy fácil acercarla a la cima al lado de Eren. Ambos enamorados se miraron mutuamente horrorizados con todo lo que ha estado pasando.
Lo primero que miró Artemisia fue a Kenny tirado en el suelo, después pasó su vista a una chica que podría decir que es de su edad o unos dos años mayores, llevaba un vestido de gala, con tacones, una capa rojiza con un símbolo marcado detrás de ella. Y finalmente, algo muy reconocible para Artemisia; la corona que miró en sus memorias.
La tal Olympia tenía un pie puesto el la espalda de Kenny. Después alzó sus orbes azulados en donde Artemisia era mostrada junto a Jaeger.
— Te lo dije, Ackerman. —sonrió con malicia—. Se parece a esos estúpidos.
Con el ceño fruncido, la melliza se revolvía en su lugar envuelta en furia gracias al comentario de la tal Olympia.
— Ya vi, pero seguro que no tiene el mismo genio que tú. —sonrió de la misma manera, así recibiendo una patada en su estómago que lo hizo retorcerse.
— Bueno... Te pareces demasiado a ellos y eso me repugna, ¿acaso no es suficiente con que tengas un mellizo? Me duele la cabeza de tan solo pensarlo. —rodó los ojos, pero regresó sus orbes a Rod—. Hola, Rod. Después de esto hablaremos lo acordado.
— No se preocupe, princesa. —asintió.
Ella sonrió inocentemente, para volver a sonreír a la joven.
— Dime, niña. ¿Te gusta tu hermano? —caturreó—. Me carcome la duda como no tienes idea.
Artemisia y Eren compartieron miradas asustadas con una mezcla de asco. En eso, Rod le quitó la mordaza para dejarla responder.
— ¡¿Quién eres?! —vociferó ardiendo en llamas.
— Oh, no. ¿El mal genio viene de familia? —Kenny se levantó.
La de la capa hizo callar al Ackerman.
— Ya lo dijeron, soy Olympia V de Caria. ¿Y tú? —mantuvo una sonrisa falsa.
— ¿Caria...? —susurró la azabache—. ¿Qué quieres de mí?
La chica de cabellos rubios pensó, colocando un dedo índice en sus labios.
— Primero dime tu nombre.
— Artemisia I de Caria.
Olympia soltó carcajadas enormes, provocando una confusión en los presentes.
— Está... Loca. —susurró Historia.
La chica enarcó una ceja al escuchar a la rubia heredera al trono, más no le dio importancia, pues ella se consideraba "superior" ante las simples personas en el lugar.
Colocó ambas manos apoyadas en sus caderas, y sonrió arrogante.
— Artemisia, tus padres te han dado un nombre demasiado grande para ti. —siguió con su característica sonrisa socarrona, después emprendió camino a las escaleras con suma elegancia en cada paso.
— ¿Qué...? —Artemisia dudaba de lo que decía—. ¿A qué te refieres?
Eren miró con preocupación a su acompañante, y moría de frustración por no poder ni pronunciar alguna palabra. Él necesitaba que Artemis estuviera bien, no quería que ella fuera involucrada en esta situación.
Olympia terminó de subir los escalones cristalizados, en el recorrido los dos Reiss se quedaron anonados al ver la altura de la mujer Cariana.
— No necesitas saberlo aún, primero debes saber lo más importante. —formó una mueca de desprecio al poder ver de frente a la joven Artemisia—. Los pecados de tus padres son una vergüenza para nuestra familia, así que debes cargar con ellos, y hacer frente a la catástrofe que causaron.
— ¡Maldita sea! ¡Explícame de una vez por todas!
— Ahora lo verás, no seas impaciente. —chasqueó la lengua, y antes le dio una cachetada para hacerla callar.
La melliza ladeó la cabeza por la fuerza ejercida en el golpe. Escupió un poco de sangre, y miró a la rubia.
— No deberías dejar que saque sangre... —Rod la amenazó.
— De esto me encargo yo. —Olympia frunció el ceño y volvió a mirarla.
Se removió los guantes tranquilamente sin despegar los ojos de la recién golpeada, los guardó, y con la mano derecha temblando, acercó lentamente sus finos dedos a su mejilma hasta finalmente hacer contacto con la piel de Artemisia. Al hacer ello, unas fuertes ráfagas de viento volcaron en lugar, siendo acompañados de unos enormes y eléctricos rayos de luz que comenzaban a formarse alrededor de las dos Carianas.
Olympia abrió los ojos entusiasmada, pero a la vez asustada por la nueva y exquisita sensación del poder en ella, aunque bien sabiendo que nunca lograría adquirir el Titán de Artemisia.
En eso, los pensamientos y recuerdos de Artemisia comenzaban a mezclarse entre sí, haciéndose imposible para ella diferenciar lo que pasaba y había pasado.
Ella finalmente lograría entender los motivos de su madre y de su padre por sus conductas extrañas. Todo esto muy a pesar, ya que de alguna manera no se sentía preparada para enfrentar ese hecho.
¿Y tú sí?
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Besties, en un ratito sacaré un One-shot nsfw de Eren en AU, para que estén pendientes en mi perfil uwu.
Q me dé unos besotes el cumpleañero aaaaa
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