❁ཻུ۪۪🔖ꦿ 𝗣𝗔𝗥𝗧𝗘 𝗗𝗢𝗖𝗘.
❝ꓸ᭄ꦿ⃔𝐅𝐑𝐄𝐄𝐃𝐎𝐌 𝐎𝐍 𝐓𝐇𝐄 𝐑𝐀𝐌𝐏𝐀𝐑𝐓𝐒 ━━━━ 𝐞𝐫𝐞𝐧 𝐣𝐚𝐞𝐠𝐞𝐫.
ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴅᴏᴄᴇ: ʜᴇʀᴇᴅᴇʀᴀs ᴀʟ ᴛʀᴏɴᴏ.
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Erwin había parado frente al carruaje de los jóvenes y Levi, preguntó por su seguridad y por la nueva chica desconocida que los acompañaba. Artemisia respondió lo mismo que en el subterráneo.
Después se repasó el tema del primer rey y la posible liberación que podrían dar al Titán de Rod, que sería que Eren se dejara devorar por el mismo para que regresara a su forma humana.
La cariana no concordó con el tema, era obvio que podrían haber varios métodos para detener al Titán enorme que se dirigía a una de las ciudades cercanas. Así que Historia reaccionó y habló sobre la otra posibilidad, además de los motivos por los que Grisha robó el poder del Titán fundador, que sería “ayudar” a la humanidad.
— Cierto. —Artemisia musitó—. El Señor Grisha era inteligente, no creo que lo haya hecho por nada.
— Tiene que haber una forma de salvar a la humanidad sin la sangre de los Reiss. —está vez habló Mikasa—. Por eso te dio la llave del sótano.
Se había llegado a la conclusión de que deberían matar a Rod Reiss, Historia lo aceptó con algo de tristeza, pero estaba segura de sus acciones.
Artemisia los ignoró durante unos minutos al vagar en sus pensamientos.
Podría verse tranquila desde el exterior, pero por dentro le preocupaba el significado de lo que conllevaba su familia fuera de las murallas. Pero aún, tener que tapar la verdad sobre Olympia y los secretos detrás de la muralla.
“Hay humanidad... Fuera de aquí, pero solo se empeñan en continuar destruyendose unos a los otros...” miró de reojo a su mellizo, y después a Olympia.
“Tal como me dijo mamá de niña; es lo mismo aquí, que fuera de las murallas...”
Tal vez cuando recuperen Shinganshina les pueda contar, pero aún debía pensar bien lo que debería decir, pues no sería fácil contar que hay personas fuera de las murallas y que ansían pelear entre sí.
Al bajar de los caballos, Levi informó a Historia que sería la heredera como reina de las murallas. Jean y Connie salieron en defensa de la baja, ya que sería más peso sobre ella después de lo de su familia.
Artemisia continuaba viajando en sus pensamientos.
“¿Quienes serán los reyes de Caria ahora...? Hace catorce años que lo era mi abuela, y mamá pasaría a serlo.”
— No tenemos reyes, por si te lo preguntas. —le susurró Olympia a su lado, a lo que la azabache dio un pequeño brinco del susto—. No se le podía dar el puesto a alguien más que no fuera del linaje del mismo rey o reina, y los demás hijos no aplican. Por eso ni mi madre ni yo pudimos lograr obtener la corona. Solo la persona que tenga el Titán fundador puede ser el rey o reina de Caria.
— ¿Y cómo dirigen a sus ciudadanos? —preguntó.
— La ex-reina Rusałka, nuestra abuela, ayuda con el control, pero no es reina oficial. —suspiró—. Los únicos que pueden pasar a obtener el trono eres tú u Orlando, cualquiera de los dos.
Sus ojos se abrieron con nervios a la par. Orlando se les acercó y miró con desconfianza a Olympia.
— ¿Qué tanto se cuchichean? —preguntó con una mirada suspicaz a la rubia.
— Nada, Ori. —la azabache sonrió sin despegar los labios—. Cuando estemos disponibles los presentaré.
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Estaban alineados en el pequeño cuarto, con el capitán Levi liderandolos unos centímetros más al frente que sus subordinados. La de ojos azulados permanecía siempre al lado de su mellizo y Eren, pero siempre intentaba incluir a Olympia en el grupo.
Artemisia sonrió de manera socarrona al ver a su superior frente a ellas, ladeó la cabeza en dirección a la próxima reina.
— Hey, Historia. —la llamó, con éxito—. Cuando seas reina, podrás golpear al enano capitán.
Mikasa sonrió orgullosa.
— Sí, podrás golpear al enano.
Las dos azabache sonrieron con burla, mientras que Historia soltó un jadeo de impresión.
— Determinamos la posición de Rod Reiss. —un soldado leyó la hoja de papel—. Se acerca a Orvud por el suroeste. Probablemente lo alcance al amamecer.
— Entendido. —el policía de la unidad de guarnición se giró al comandante Erwin—. ¿Cuál es su plan? ¿Cómo evacuamos a los ciudadanos?
— No evacuaremos. —interfirió sin un sentimiento demostrado en sus facciones.
— ¿Qué?
— Los ciudadanos permanecerán en Orvud.
Los presentes en la habitación alegaron sorprendidos, en cambio, la facción de Levi quedó en completo silencio, aunque un poco asombrados.
— ¡¿En qué piensa, comandante Erwin?! ¿Qué dejaremos a los ciudadanos en la ciudad? —el mismo hombre lo tomó de su chaqueta y lo miró con reprendimiento—. ¡Ese Titán llegará cuando amanezca!
— Es un Titán excéntrico. —interrumpió Hanji, con su mano reposando en la mesa.
— ¡¿Y qué importa eso?!
— Ese titán excéntrico se siente atraído por altas concentraciones de humanos. —tomó aire—. Ignoró las pequeñas aldeas para dirigirse directamente a la ciudad fortificada. Si evacuamos a la población a la muralla Sina, el titán atravesará la muralla para llegar hasta ahí. Podría llegar a la capital, Mitras, donde hay aún más gente, y poner en peligro de extinción. —quedaron boquiabiertos—. Mientras volvíamos, probamos usar el poder de Eren Jaeger para controlar a los Titanes, pero no funcionó con Rod Reiss.
«Artemisia observaba a Eren de pie en el carruaje, tenía los brazos frente su pecho formando unos puños.
— ¡Detente, titán! —lanzó un golpe al aire—. ¡Detente! ¡Te estoy hablando a ti!
La melliza alzó una ceja con una sonrisa al ver el rostro de Levi y Eren, pero se desvaneció cuando vio que el Titán de Rod no hizo caso. »
Ya al amanecer, con la luz irradiando y dejando mostrar al enorme Titán que se trataba del mismísimo Rod Reiss, la legión se preparaba en sus posiciones con los cañones apuntando al gigante que se propulsaba con sus cuatro extremidades contra la tierra, así dejando un enorme orificio.
— ¡Disparen!
Los cañones provocaron un enorme y sonoro estruendo que llegó a los oídos de los ciudadanos, que ahora mismo estaban siendo informados de una supuesta “simulación”.
— ¿Funcionó? —murmuró Erwin, al lado de todo el escuadrón de Levi.
— Lo dudo. —opinó Artemisia.
En eso, la mano del Titán sobresalió de entre el humo que habían provocado los disparos de los cañones.
— ¡Fuego! —ahora los cañones de la parte inferior de las murallas sonaron.
— Los cañones de tierra son aún menos efectivos.
— Naturalmente. Ni siquiera los de la muralla le dieron en la nuca. ¿Qué pasa? —preguntó Levi sin despegar sus orbes del gigante.
— Tenemos una mezcla de soldados y cañones, y una organización sin liderazgo firme en la zona norte. No tienen experiencia en combate. Pero es lo mejor que podemos reunir. —respondió el comandante.
— Sí, lo sé. —Levi se cruzó de brazos—. Al fin y al cabo, la estrategia de la Legión vuelve a ser una apuesta. Es lo único que se te ocurre.
— ¡Erwin, aquí lo traigo! —una voz chillona acaparó la atención—. ¡Pólvora, cuerda y red! Tenemos que montarlo.
Hanji sonrió viendo a los soldados cargaron con grandes barriles en carretas.
— Hay otro de estos en el lado opuesto. Al disparar, el gatillo sigue apretado y rebobinar la cuerda sin parar.
Mientras los dos charlaba del Proyecto, Artemisia, Eren e Historia acomodaban las cuerdas de una de las armas con barriles.
“Espero que Olympia no nos traicione... Que haya aceptado con su personalidad tan brusca me preocupa, y eso que la acabo de conocer. Probablemente ni siquiera piensa en quedarse aquí más de un día, pues tiene familia fuera de las murallas que la esperan con los brazos abiertos. Pero bueno, está en el cuartel que hay en Sina, no creo que pueda escapar fácilmente. ” ajustó una parte de la red con fuerza.
“De hecho... Tengo que pensar mas en esto con seriedad cuando derrotemos a Rod. La información que ahora sé es algo crucial para la humanidad, pero... ¿será correcto que lo revele ahora? ¿o debería esperar a que veamos lo que hay en el sótano de los Jaeger? Quizá ahí hay información más concreta de mi familia y la nación de Caria.
Mierda... No puedo pensar en eso ahora, estoy demasiado acalorada ya con lo que está pasando ahora, como para ponerme más peso encima.”
Miró de reojo a Eren, y después a su mellizo, el cual había recibido órdenes por parte de Erwin junto a compañía; Sasha, Connie y Jean.
“Reiner, Bertholdt, Annie... Ellos me querían llevar a un lugar, ¿era Caria? Lo dudo, no noté que tuvieran alguna melliza o mellizo, algo no cuadra aquí.” suspiró cansada, por lo que volvió a mirar a Eren para relajarse.
El moreno observaba a Historia.
Artemisia enarcó una ceja y un sentimiento desagradable interfirió en sus pensamientos, al instante intentó reprimirlo, más no pudo.
— ¿Sucede algo, Eren? —dejó las cuerdas que había acomodado al lado de las del mellizo.
El mencionado dio un ligero salto en su lugar y miró a Artemisia nervioso.
— ¡No es lo que crees! —se tocó la cabeza, y se lamentó en sus adentros.
— Tranquilo. —sonrió agradablemente, a lo que Eren la miró asombrado, pero encantado por la actitud de la de ojos perlados azulados.
— Estaba pensando en la fuerza que desarrolló Historia, y que... El que siempre ha sido débil soy yo. —desvió la mirada a las cuerdas.
La fémina comprendía a Eren, ya que ella ha llegado a sentirse de la misma manera, pero en diferentes situaciones.
— Me ha pasado. —se acomodó en su lugar sin despegar la mirada del perfil del castaño—. Demasiadas veces, de hecho. Pero siempre termino acompañada con las personas que más amo, y es ahí cuando me doy cuenta de que nunca perderé, ni que soy débil, pues normalmente demuestro que no lo soy.
Eren entre abrió sus labios por las palabras de Artemisia, mientras una sonrisa se iba formando poco a poco en su rostro.
Estaba orgulloso de los cambios de Artemisia, porque él siempre la ha considerado como una persona llena de fuerza, alegría y confianza. Y ver que ahora se tenía muy en claro esas aptitudes, lo dejaba sin palabras.
— Te admiro. —se acercó a la chica, y plantó un suave beso en su mejilla derecha, provocando un sonrojo en sus cachetes.
— ¡A-ah! No es para tanto. —intentó ocultar el sonroso con un mechón de su cabello.
Soltó una pequeña risa, y luego pareció recordar algo.
— ¿Por qué Olympia está con nosotros? Te quería secuestrar e incluso te golpeó y degradó de manera horrible. —pasó de estar feliz a fruncir el ceño.
— Debo darle una oportunidad, es la única manera en que... Podré saber sobre mi familia, además de que le mintieron sobre mis padres y mi mellizo y yo. —entre cerró los ojos—. No comentes nada al respecto, a fin de cuentas es algo familiar, nada interesante que pueda aportar a la humanidad. —se encogió de hombros.
Eren la miró por unos segundos con sus orbes zafiro, aún entraba en duda, pero confiaba en la persona a la que ama.
— Bien, pero después quiero que me actualices sobre lo que pasa contigo...
— ¿Mm? ¿Por qué te interesaría? No lo digo de mala forma, solo es una duda.
— Porque... —bajó la cabeza avergonzado—. Quiero saber más de ti, quiero conocerte y velar por tu seguridad por si algo malo llega a suceder.
Artemisia sonrió y unas cuantas lágrimas resbalaron rápidamente por sus pómulos, se abalanzó contra él y lo abrazó irradiando una increíble y hermosa sonrisa llena de alegría.
— Lo sabrás, sólo dame un tiempo para explicarte con certeza.
— Gracias... Artemis. Eres una persona maravillosa.
— Gracias a ti, por interesarte en mí.
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Escribir esto aun viendo las cosas del cap 139 de snk me dejó devastada, espero que lo disfruten tanto como yo lo hago escribiendo.
Artemisia y Eren se merecen lo mejor del mundo, son unos bebés tortolos que se aman demasiado. 😪💘
Un besito, nos leemos después. 🌺
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