ᴺᵃʳʳᵃᵈᵒʳ ᴼᵐⁿⁱˢᶜⁱᵉⁿᵗᵉ

La rubia cerró la puerta nada más guardar su bolsa en el maletero de su coche y mirar una vez más a su hermana pequeña que estaba de pie detrás de ella intentando apoyar de alguna forma a la chica que estaba a punto de irse, pero la mayor no se atrevía a darse la vuelta y tener que enfrentarse a decirle adiós a aquella pequeña niña que siempre había estado para ella y que ahora parecía tan traicionada por su ida a la escuela de aviación.

-Te voy a echar de menos Chay... -La más joven susurró antes de tirarse a la pierna de Chayanne abrazándola provocando que la mayor la acariciara el pelo antes de agacharse para abrazar a la mini rubia- 

-Prometo llamarte todos días, vale enana? -Le dijo a su hermana Michelle quien solo asintió contra la piel de su hombro antes de volver a hablar-

-Y me llevarás a volar cuando puedas? Como me dijo papá -Se separó de la rubia para mirar una vez más a los ojos azules de la chica, los cuales poco a poco se humedecieron ante aquel recuerdo mientras que asentía-

-Seras mi primera compañera de vuelo, te lo prometo -Le guiñó un ojo en un intento de evitar que ninguna lágrima saliera de sus ojos y por suerte aquella escena fue interrumpida por su madre-

-Te vas a enterar como me llamen de la enfermería algún día -Fue la forma de despedirse de su madre que como siempre prefería poner un escudo a su alrededor que derrumbarse frente a su hija- Pásatelo bien, vale? Y no te cortes si te encuentras con algún idiota, hay muchos por ahí -La sonrió antes de abrazarla por última vez antes de dejar que por din se fuera a su coche y encendiera el motor de este-

El viaje sin duda fue mucho más tranquilo de lo esperado para la chica, ya que no había aquella preocupación de llegar tarde o causar una mala impresión, ya que había decidido ir un par de días antes del principio del curso para conocer la zona y hacerse mejor a la idea de estar en un lugar totalmente desconocido para ella y con gente que no conocía, además de que le daría algo de aquella libertad que era fundamental para que la chica pudiera ser ella misma o simplemente una persona decente.

Su coche separó justo enfrente del que parecía ser el edificio principal de la escuela y se bajó sus gafas de sol provocando que solo la parte superior de sus ojos se viera mientras que el resto estaba cubierto por el cristal oscuro de sus gafas, más tarde miró a su alrededor en busca de algún sitio donde aparcar su coche y al no ver nada que lo indicase simplemente lo dejó en el lugar más decente posible para después bajarse del vehículo y dirigirse a la entrada principal en búsqueda en el que le pudiera decir el cual sería su habitación para poder mudarse directamente allí.

-Tu vienes también a top gun? -Una femenina sonó a sus espaldas provocando que la rubia diera un pequeño salto ya que el resto de la estancia estaba totalmente vacío y luego último que se esperaba era a alguien allí que sin duda parecía haber sido la llegada de un fantasma pero al darse la vuelta y encontrarse con una chica de más o menos su edad su pulso se calmó un poco- No pretendía asustarte, lo siento.

-No te preocupes, eso es lo que no estoy muy acostumbrada a tener que tratar con personas que se aparecen a mis espaldas sin previo aviso -Sonrió levemente antes de ofrecer su mano en dirección a la  contraria justo antes de presentarse- En efecto, soy Chayenne Hamilton, encantada

-Dallas Davenport para servirte -La castaña no tardó en aceptar el saludo de la chica con una encantadora y amplia sonrisa dejando muy claro que estaba verdaderamente emocionada por aquella noticia- Me alegra no ser la única chica aquí, aunque la verdad no sé ni cómo me han aceptado, he escuchado que la mayoría son unos idiotas que probablemente no nos haga ni caso -La chica era muy propensa a hablar rápido cuando estaba nerviosa y era algo que solía detestar bastante de ella misma por lo que en cuanto se dio cuenta de que lo estaba haciendo se cayó de repente- Lo siento, suelo hablar mucho.

-Yo también me alegro de no ser la única chica por aquí, al menos tendría alguien con un mínimo de cerebro con quien mantener una conversación -Decidió ignorar la disculpa de la chica diciéndole de forma indirecta que no tenía por qué disculparse lo que provocó que aquella sonrisa permaneciera en el rostro de la más joven-

-Crees qué vamos a compartir cuarto? Supongo que será así teniendo en cuenta que no creo que haya muchas más chicas -Siguió haciendo preguntas mientras ambas empezaban a andar por los pasillos de aquel edificio en busca en inglés pudiera dar un poco de guía en aquel primer día un poco bastante más adelantado pero sin duda fue la elección correcta ya que no tardaron mucho en encontrar a alguien que les iba a ayudarles-

Sin duda ambas chicas tenían una visión bastante distinta de todo aquello ya que aunque sin duda las dos tenían una gran emoción por participar en una escuela así las expectativas y cosas que tenían claras sobre lo que les iba a suceder allí eran bastante opuestas ya que mientras que la rubia no se sorprendió en absoluto cuando terminaron juntas en una habitación a la castaña se le seguía notando la emoción por aquello ya que aunque había sido ella quien había resaltado el hecho de el machismo que iban a tener que estar sufriendo por ser probablemente las únicas pilotos allí no parecía procesar aquello correctamente.

-Voy a por mis cosas y nos vemos en la habitación, te parece? -La rubia dar media vuelta para volver a su coche y coger al menos la maleta principal con sus cosas ya que el resto de cajas probablemente irían en tandas que me llevaría mucho más tiempo y la verdad lo tenía intención de ponerse a trabajar en ello en su primer día allí-

-Solo si después nos podemos ir a investigar todo esto... Es enorme -La mirada de la más joven se desvió a las paredes que las rodeaban para después regresar su atención a la tejana-

-Me has leído la mente -Fueron las únicas palabras que salieron de su boca antes de desaparecer por completo del campo visual de la contraria-

Sinceramente no pasó mucho tiempo antes de que se volvieran a encontrar ya que lo que llevaba con ella en aquel primer camino era bastante ligero ya que en el interior de aquella bolsa simplemente estaban algunos CDs y un par de mudas de ropa para sobrevivir un par de días antes de seguir trayendo cosas

-Te gusta Paul Newman? -Preguntó la chica de Brooklyn nada más ver como la rubia abría su bolsa y dejaba a la vista uno de los CDs de su cantante favorito el cual rápidamente fue sacado de que ya maleta por la castaña la cual también parecía compartir aquel gusto por el cantante oji azul-

-Tambien tengo a Elvis, Buddy Holly y por supuesto los Beatles -Hizo una pequeña lista de sus artistas favoritos mientras que iba sacando cada uno de aquellos cedes debido a que obviamente también se había traído un pequeño reproductor para pasar algo de tiempo escuchando música mientras que no tenían que estar en aquellos largos y por lo que había escuchado duros entrenamientos que le esperaban en las próximas semanas-

-Creo que ya te amo, yo la verdad no sabía que se podía escuchar música aquí por lo que que sepas que te pienso robar a uno de estos CDs -Sonrió mientras se sentaba en la cama de la rubia sin siquiera pedirle permiso por lo que al recibir una mirada de aviso por parte de esta se levantó con lentitud aún con uno de los cebes en la mano-

-Mientras que ninguna de estas preciosidades se raye puedes usarlos todos lo que quieras -Por fin tuvo la oportunidad de tirarse en su cama y tomarse un pequeño por un descanso, centrándose por un momento en como su pecho subía y bajaba acorde con su respiración método que siempre había estado usando para tranquilizarse cuando estaba nerviosa y sin duda aquella era una situación perfecta para ponerlo una vez más en práctica-