𝗏𝗂.

Spielberg, Estiria.


SIEMPRE HABÍA UNA PRIMERA VEZ PARA TODO, a lo largo de su relación con el piloto neerlandés jamás lo había visto perder una carrera a propósito por sacar a alguien más sin embargo gracias a eso su hermano había ganado su primer gran premio con la escudería austríaca.
Sus emociones estaban a flor de piel, pues no sabía cómo reaccionar después de aquella carrera. Estaba agradecida pero a la vez estaba irritada por la actitud arrogante que había tomado ante el monegasco y el simple hecho de que ella podría ser la culpable de que cualquiera de ellos terminara en el hospital la hacia sentir decepcionada.

¿Se había equivocado al establecer su relación con Max? No por supuesto que no, pero había olvidado el simple hecho que era compañero de su antiguo amor: Charles Leclerc.

La persona que había dejado su corazón roto, por un error tal vez pero la había dejado desconsolada. Y en ese momento lo había conocido a el, sin ser el culpable de la tristeza en su corazón se había encargado de desaparecer todo rastro de eso.

La había llenado de tanto amor, que estaba muy agradecida con el. Pero no podía aceptar el hecho de que ella era la culpable de una rivalidad de compañeros, tarde o temprano tendría que tomar una decisión pero por el momento se negaba.

─¿Qué te pasa amor? ─ cuestionó el neerlandés con preocupación al ver a su novia tan pensativa durante todo el camino al hotel.

─Nada. ─ sonrió.─ ¿Y a ti que te paso?

─¿A que te refieres?

─Tu ya no eres así de agresivo Max. ─ respondió llamando la atención del piloto. ─ Y ahora que empece a hablar con Charles nuevamente de repente vuelves a tener esa actitud. ─ añade. ─ ¿Acaso te molesta que me acerque a el?

─¿Disculpa? ─ cuestiono. ─ por supuesto que no. ─ aclaro. ─ Me arde el cuerpo cuando te veo a un lado de esa persona que en más de una ocasión a demostrado que sigue sintiendo interés por ti.

─Estoy a tu lado Max, no con el.

─Lo se, y te lo agradezco.

─¿Entonces cual es el problema?

La castaña abrió sus ojos sorprendida mientras lo observo fijamente.

─El problema soy yo, temo que tu amor por mi no este a la altura de lo que sentiste por Charles.

─No tienen comparación, Max.─ aclaró.

─Claro que la tienen. ─ replicó. ─ ambos somos parte importante de ti.

─Yo te amo a ti, no a el. ─ susurro.

─Por dios Laya. ─ susurro.

─Si tu te preocupas por el pasado ¿ debería hacerlo yo también? Ya sabes, cuando fuiste pareja de Kelly.

─¡Me preocupo por nosotros! Y me hablas de ella sabiendo que es tu cuñada ahora.

─Es novia de mi hermano, que es tu compañero. ─ respondió.─Es verdad, no sabe sobre esto.

Sus orbes cafés se mantuvieron fijos en la figura del piloto de red bull mientras esperaba alguna respuesta de este, esperaba y deseaba que el hubiera sido capaz de revelar aquella informacion al estadounidense pero solamente obtuvo silencio.

─Maravilloso, simplemente magnífico. ─ susurro con cólera dando por terminada esa conversacion. 

El día no podía ir peor penso max sin saber claramente la tormenta que se acercaba a ellos.


•••

LA LUNA ESTABA EN TODO SU ESPLENDOR anunciando así como si esta fuera una noche especial, donde se definiría un antes y un después en la formula uno. ─ El estadounidense había demostrado su talento y definitivamente que merecía su lugar en red bull, por otro lado Christian Horner apenas contenía la alegría de que habían ganado su primera carrera de la temporada.

La alegría de la escudería austríaca era demasiada pero aún así no todos la estaban pasando bien, y una de ellas era la castaña que había llegado sola al lugar donde se llevaría acabo la celebración para su hermano mayor.

Por supuesto que después de lo que habia pasado hace tan solo un par de horas fue un impedimento para max asistir junto a ella, se sentia culpable de no ser completamente honesto con su amigo pero ella habia aceptado su pasado cuando se entero y probablemente no seria un problema Jaden.

Su profunda confusion  no pasó desapercibido para el monegasco que desde que llegó, no había quitado su atención de ella. Sabía que algo andaba mal desde que observó sus ojos llorosos y su nariz ligeramente sonrojada así que se acercó lentamente hacia ella, volteo a todos lados buscando al neerlandés pero nunca lo encontró.

Parecía tan sumida en sus pensamientos que no fue extraño que cuando estuvo a su lado no reaccionó de ninguna manera, rozó su mano derecha con la de ella y finalmente la castaña centro su atención en el.

─Hola charles. ─ sonrió.─Perdón, no me di cuenta cuando llegaste.

─Algo te atormenta. ─ respondió el piloto de ferrari causando que lo observara intrigada.

─¿Por que lo dices?

─No has buscado a tu hermano, cuando en cada vez que gana un gran premio es al primero con el que hablas.

─Lo felicite en el hotel. ─ mintió causando que el monegasco negara rápidamente.

─Te conozco perfectamente. ─ replicó. ─Se que sin importar que se vean todas las horas del dia, siempre eres la primera en estar para el. ─ respondió. ─ recuerdo que odiabas cuando Arthur y yo eramos los primeros en felicitarlo.

La castaña sonrió con nostalgia al darse cuenta de que el monegasco no se había olvidado de aquellos momentos.

─Ademas llegaste sola, así que definitivamente algo esta mal. ─ aclaró. ─ Vamos cariño, confía en mi.

─Yo tuve un desacuerdo con max, nada mas. ─ admitió. ─ Su actitud agresiva hacia ti es mi culpa, lo siento.

─Escuchame Laya. ─ pidió charles mientras tomo su rostro en sus manos para evitar que desviara su atención. ─Nada de lo que pasó fue tu culpa, tenemos una rivalidad desde los kartings.

─Aun así Charles, sabes que tengo razón.

─Tal vez un poco. ─ asintió. ─ aún así no dejaré que cargues con la culpa de algo que ya existía antes de conocerte.

─Se supone que este día seria perfecto para red bull, pero no es asi. ─ respondió. ─ Max aun no a llegado para estar junto a Jaden, es importante este dia para ambos

─Tengo una idea. ─ admito charles llamando su atención. ─ ¿estas enojada con Max no? ─ asintió. ─ perfecto, sígueme.

─¿A donde vamos? No puedo irme sin el.

─Te aseguró que lo entenderá, iremos al cine a ver la película mas ridícula pero divertida para mejorar tu ánimo, despues regresaremos. ─ respondió. ─ ¿Que te parece la idea?

El piloto de Ferrari le tendió la mano a la joven quien lo observaba fijamente sin saber que el piloto de red bull ya se encontraba en el mismo lugar y habia escuchado todo.

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