𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒗𝒆𝒊𝒏𝒕𝒊𝒖𝒏𝒐

"Vamos de camino al hospital porque mamá está con Taehyung allá, pero no es necesario que vengas si no quieres"

Las palabras vamos, hospital y Taehyung, resonaban fuerte en su cabeza. Una y otra vez, golpeándolo como si fuera un martillo.

Tuvo miedo por su hermano por un momento, nadie supo decirle con exactitud qué le sucedía y porqué se encontraban en el hospital. Sin embargo, no se presentó en el lugar.

—Eres un jodido cobarde—le acusó molesto, dejando su celular en la mesita de noche.

Si, un cobarde. Eso es lo que era. Porque en ese "vamos" estaba incluido Namjoon, y el adoraba tanto a su mejor amigo que prefirió quedarse donde estaba. Con la incertidumbre del estado de su hermanito menor y la cabeza girando solo en esos pensamientos.

—¿Y tú, qué?—le atacó, viéndo su silueta desde la cama caminar inquieto en la habitación—, ¿no es tu mejor amigo acaso, porqué no vas con él?

—¡¿Planeas que te deje solo en mi propia casa?!—pareció ofendido e indignado-. ¡Ay, sí, irme y dejar al gato gruñón solo en mi hogar!—acompañando sus palabras irónicas, hacía gestos y movimientos exagerados—. Joder YoonGi, no.

Cansado por el reciente ataque de histeria, se sentó a los pies de su cama. Y las lagrimas salieron con urgencia de sus ojos, una tras otra. Para colmo de la situacion, le estaba costando respirar y no tenía ni la más mínima idea de donde estaba el Sabutamol por si empeoraba.

YoonGi reaccionó tarde por la poca luz que había en la habitación del chico, pero en cuanto se percató de que el menor lloraba, se movió rapido en la cama y se acercó a el para abrazarlo por la espalda.

—Lo siento Jiminie, no quería que te pusieras así. Trata de calmarte y respira-recordaba a Taehyung contándole que su amigo de cabellera rubia sufría de asma y que no debería alterarse demasiado, por lo que si algo le llegaba a suceder seria completamente su culpa-, está todo bien.

—La situación me supera, perdón—musitó, secándose el rostro çon su ropa. Se tomo un par de minutos mas para respirar con normal—. TaeTae me envió un mensaje de voz diciendo que estaba bien y que tu madre es una exagerada. Pero me preocupa.

-¿Sabes... que fue lo que pasó?

—Sé que su ex le pidió que se encontraran en una cafetería para aclarar bien las cosas, quizá quedar en Buenos términos, pero no fue como Tae esperaba—giró un poco su rostro, encontrándose con la mejilla del mayor y un suave sonrojo en ésta—. Pero del resto no tengo la menor idea, no entiendo cómo terminó en el hospital.

—Lo dijo él, mamá es una exagerada.Seria buena idea ir juntos a verlo, ¿quieres?

Jimin asintió.

Cuando Jimin vió a su mejor amigo recostado en una de las camas de hospital, un sentimiento de tristeza lo atacó. A pesar de que el chico se mostraba alegre y sonriente, Park ya había estado muchas veces en su mismo lugar y soportaba verlo a él también ahí.

Jimin corrió desde la puerta hasta la cama para abrazar a Taehyung, quién no dudó en corresponderle acariciando su espalda.

YoonGi en silencio también se fue acercando a la cama, pero por el otro lado. No quería interrumpir a los dos menores, por lo que se había mantenido callado hasta que su hermano lo notó.

—Pensé que no vendrían—confesó, con una risita, cuando su mejor amigo lo soltó—, no hacía falta. Estoy bien, me darán de alta en un rato, aunque tengo que ir a un médico antes.

YoonGi negó con la cabeza, despeinandole los cabellos azules.

—No podíamos ser los únicos dos que no vinieran, tonto.

—Bueno, iban a ser tres—murmuró bajo.

El peli-rosa llego a oirle. Lo miró, claro que sabía a qué se refería. Jeongguk no estaba siquiera en la ciudad, y los más probable era que Taehyung no le había comentado sobre lo que había ocurrido.


Cuando un coche colapsa, nos toma tiempo ponerlo nuevamente en marcha. Hay que llevarlo al mecánico para que evalúen que tan dañado se encuentra, repararlo, y probar el ponerlo a andar hasta que al fin sea adecuado salir a las calles con el.

Y aunque Kim se había negado a la idea que su madre tenía de llevarle al hospital por su mal aspecto, allí fue donde después del almuerzo terminó a regañadientes. Se sentía débil y sin ánimos de si quiera respirar, pero SanA y una chica de la que no tenía idea el nombre le acompañaban haciendo un poco más divertido el trayecto que recorrían de sala a sala en el inmenso hospital.

"Le recetaré un anti-vomitivo por el momento para evitar las nauseas por ansiedad, pero tiene que sacar turno con el psicólogo para ver si es convenientemente darle ansiolíticos"

Hace dos horas le habían hecho una radiografía para verificar que todo estuviera en orden a pesar de haberse desmayado y quizás golpeado la cabeza o las costillas; gratamente el resultado fue positivo. Pero debían esperar a que la psicóloga de guardia atendiera los casos más graves que el suyo para recién ser atendidos. Taehyung no quería estar en ese lugar, le parecía algo absurdo e inútil.

—Mamá, me quiero ir a casa-murmuró cerrando los ojos, la luz del pasillo era molesta para su vista.

—Amor, no creo que falte mucho.

—¡Pero puedo venir mañana—continuó protestando—, no va a cambiar nada!

Su madre se puso de pie y salió a un pequeño espacio verde a tomar aire puro, ignorando sus quejas, y el chico aceptó suspirando que no era algo que estuviera en discusión.

Volvió a ponerse lo mas cómodo que pudo en el asiento viejo, e irónicamente incómodo, y cerró los ojos. Probablemente logró dormirse algunos minutos, quizá cinco o diez, y llamaron fuerte y claro a su nombre.

Al fin le tocaba pasar al consultorio.

—Buenas tardes jovencito—sonrió amablemente, indicándole que tomara asiento en una de las dos sillas frente a su escritorio.

Kim sonrió complacido, ¡era una silla con almohadón mullido en el aisento y la espalda! Con rapidez escogió la que tenía más cerca y dejó caer todo su peso en ella.

Lo que paso luego, fue la típica presentación: nombre, apellido, fecha de nacimiento. Sumado a la petición de la profesional de algunos datos más para rellenar la ficha de su historia clínica. Taehyung prefirió aclarar también que era gay, para no tener confusiones más adelante

Hasta que finalmente comenzó la parte que al menor le aburría más.

—¿Tienes pareja, amigos, hermanos...?

—Cuatro hermanos, un ex novio, mejor amigo, y alguien que debería ser mi novio en realidad—respondió de forma rápida, como si inconscientemente supiera que le iban a hacer aquél cuestionamiento.

La psicóloga anotó velozmente con un bolígrafo azul en una libreta y volvió a clavar sus ojos en los del menor.

—¿Y que crees que fue el causante de tu ataque de ansiedad?

Taehyung se mantuvo en silencio, con lo cual solo podia oirse el Toc Toc Toc de sus dedos contra el borde del escritorio. Eso lo mantenía cuerdo, o de lo contrario caería dormido en cualquier momento.
Y pensó en la razón, aunque era lo suficientemente obvia para si mismo.

Su ruptura y relación en sí, con Hoseok.

Había sido la burla del chico que lo enamoró con su torpeza en la clase de teatro por sabe quién cuanto tiempo. Se sentía usado y descartado como una cuchara plástica después de comer un helado, a la cual la habían quebrado en distintas partes solo por diversión. Y no solo le dolía pensar en el presente año, sino en todo el tiempo juntos hacia atrás; sus tantos años de amistad, los primeros meses de noviazgo donde todo era felicidad, paz y amor. Lo único que siempre quizo. Y eso acabó siendo...

Una completa mierda, llena de agresiones y toxicidad. Pero no tenía ganas de hablar de ello.

—Es.... algo difícil y largo de explicar—quizo excusarse.

—Si quieres hablar, tenemos todo lo que resta de la tarde—la mujer le sonrió con amabilidad.

Kim exhaló, sintiendo que al abrir su bocota la había empeorado más. Y aunque nadie le estaba obligando a hacerlo, muy en el fondo quería contárselo a alguien que no tuviese nada que ver en el asunto.


©ʏᴏᴏɴɴɪᴇxᴊɪᴍɪɴɪᴇ5

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top