Con la sangre hirviendo, Jungkook y Yoongi entraron a aquella mansión donde la ama de llaves les dio pase libre.

Ella fue la que llamó.

Bo Young quedó en un trance al ver el lugar donde sufrió tanto, la anciana cubrió su boca. Al parecer también creía que había muerto.

— Hola nana — Bo Young dio un casto beso en su mejilla y con pasos firmes siguió a los chicos.

Para Yoongi no fue difícil deshacerse del odioso mayordomo, con dos empujones hizo que huyera.

Jimin lloraba aún en el suelo, recibiendo golpes de su padre, quién traía una especie de cinturón, era una imagen cruel, una que Jungkook no pudo ni siquiera procesar una milésima de segundo.

Nadie podía tocar a su Jimin.

Sin razonar fue directo a los puños con el mayor, dejándolo estupefacto.

— ¡¿Cómo te atreves?! — gritaba Jeon rompiéndole la cara al señor, su rostro reflejaba una irá que nadie podría calmar.

Incluso la madre de los Park pedía auxilio, pero estaba de más escribir que nadie la ayudó.

Él se lo merecía.

Bo Young corrió a levantar a su hermano junto con Yoongi.

— ¡Dios mío! — soltó al ver a su hermana.

El aire se le fue y poco a poco perdió la noción del tiempo. Yoongi lo tomó en sus brazos.

— ¡Jungkook vámonos! — hablaba agitado Yoongi — ¡vámonos!

El castaño dio un último golpe en la quijada del mayor.

— Nunca más te metas con Jimin y prepárate porque esto no se va a quedar así — rugió intimidando a los Señores.

Sin embargo, como todos ahí, al ver a su hija les hizo estragos su interior.

— H-Hija — tartamudeo la señora.

— No. No soy su hija — respondió la castaña — soy el mismo demonio y vengo a hacer que paguen por todo el daño que nos hicieron —.

Eso realmente asustó a ambos.

Salieron del lugar, volviendo a prisa con SeokJin.

— Jimin, despierta por favor — hablaba Jungkook con la voz entrecortada.

— Trataré de volverlo en sí, pero por favor maneja con cuidado — decía Bo Young.

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Más terco que una mula, Jungkook insistió en cargar a Jimin quién de a poco reaccionaba.

Iliana, Taehyung y SeokJin se preocuparon más que los otros al ver las heridas en el pequeño cuerpo de Jimin.

— Despierta — susurraba Jeon. El peli rubio se hallaba recostado en el sofá más amplio y Jungkook estaba ahí, sentado justo a su lado — hazlo ya — pedía con desesperación el castaño y pronto sintió que la diminuta mano de Jimin se enredaba en sus traviesos cabellos.

— Amo la manera en la que me abrazas — dijo Park — pero me duele Kook — se quejó y rápidamente Jungkook dejó de aplastarlo. Limpiando con mucha sutileza una pequeña lágrima.

— Jiminie — fue lo único que soltó.

— C-Creí ver a mi hermana — dijo con pena — pero luego me desmayé —.

— Si prometes no desmayarte de nuevo, te mostraré algo hermoso — Jungkook besó la frente de Jimin mientras asentía.

— Iré por el botiquín — avisó Jin.

— Bo Young — dijo Jungkook y la castaña se acercó bajo la mirada de todos en el lugar.

El color carmín del rostro de Jimin se fue, dejándolo en un gran shock.

— Minnie — susurró la chica mientras tomaba el lugar de Jeon — mi pequeño  Mochi —.

Las lágrimas de Bo Young aparecieron dejándose caer como en las caricaturas, se acercó y sin esperar respuesta abrazó a su hermano.

Porque también lo había extrañado.
Porque ella también tenía pesadillas donde abandonaba a su única persona especial.
Porque ella también sufrió.

— Bonnie — Jimin aceptó el abrazo de la chica — realmente eres tú — su voz se rompió — mi Bonnie preciosa, estás viva...

Hundió su rostro en el cuello de su mayor y ambos se permitieron llorar.

Incluso Iliana y los demás soltaron un par de lágrimas, la escena era tan conmovedora que era imposible no sentir nada.

Los minutos caminaban y los hermanos seguían abrazados, sin emitir una sola palabra.

Jimin sintió como si algo dejara de pesar tanto en su pecho.

Bo Young sintió cómo si la última pieza de su rompecabezas fuera encontrada.

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Yo también lloré poquis. ❅