Jeon llamó a SeokJin para reunir a Taehyung, Jimin y Yoongi, sin embargo el peli rosa le dijo que Jimin tenía que ir a la casa de sus padres puesto que éstos le habían llamado.

— ¿Tú crees que Jimin me odie cuando sepa que estoy viva? — preguntó Bo Young sacando de sus pensamientos al castaño.

— Realmente no lo sé, deben hablar primero, también debemos esperar su reacción, la de ellos tres — dijo Jungkook viendo al ventanal.

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El peli rubio entraba con cautela a la enorme casa, el mayordomo lo acompañó a la sala de estar.

Ni bien saludó cuando una primera bofetada rebotó en su mejilla, lastimándole la piel.

— ¡Eres repugnante!, ¡un maricón de primera!, ¡traicionero! — fue lo que articuló el mayor.

Jimin levantó su rostro, las lágrimas se acumularon como charcos alrededor de sus ojos, él sabía que ocultaba cosas, pero... ¿de qué exactamente estaba hablando su padre?

— N-No entiendo — respondió en cambio.

— ¿Ah? — el Señor Park enarcó una ceja — ¿acaso tienes algún tipo de retraso? — preguntó con burla.

Mientras su madre entraba a la escena aventando un montón de fotos dónde Jeon salía de su departamento temprano, donde incluso estuvieron en el bar, bailando como adolescentes, también el elevador donde compartieron un beso no tan decente... Todo estaba ahí, fotografiado.

— ¡Eres peor que la idiota de tu hermana! — el Señor empujó a Jimin dejando que cayera duramente en el suelo— ¡ambos son la desgracia de esta familia! — intentó patear una vez el cuerpo del peli rubio pero éste se arrastró hacia atrás.

— Déjame — decía Jimin con miedo, nunca había visto a su padre con los ojos llenos de ira. Cómo pudo se levantó pero fue en vano, ya que él Señor lo arrestó contra la pared.

— Voy a enseñarte lo que se merecen las personas como tú — dijo con amargura.

— ¡No! — gritó Jimin usando su poca fuerza para liberarse — mamá... Ayúdame, dile que esto no está bien — miraba suplicante a la Señora que estaba parada viendo todo.

— Lo que no está bien Jiminie es que seas homosexual — soltó sin ninguna pisca de emoción.

Jimin creyó que quizá ese era su final, pero no contaba que dentro de la casa aún había una persona que amaba con todo su corazón al par de hermanos.

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Jungkook, Iliana y Bo Young estaban a unos minutos del hogar del peli castaño.

Con los nervios de punta, bajaron de una lujosa camioneta.

— ¿Y si...

— Solo mantén la calma — respondió con anticipación.

Jungkook podía deducir que los tres chicos ya estaban dentro, puesto que las visitas que Jimin hacía a sus padres eran rápidas.

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