𝙘𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧 𝙤𝙣𝙚. volterra of problems






CHAPTER ONE
Volterra de problemas.




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           Mire por la ventana del carro aburrida, mi mano tocaba el seguro de la puerta distraída mientras mi otra mano era apresada por Esme, en una clara busca de calmarme en mi rabia.

───¿Puedo preguntar por que Edward es parte de mi problema, Carlisle?

───Se que estas molesta, amiga mía, pero necesitamos tu ayuda.

───La ultima vez que hable con Edward acabo con un dedo fuera de su cuerpo. Que desafortunadamente tu le permitiste recuperar.

───Sabes que mientras la extremidad siga intacta es posible que uno de nosotros lo recupere.

───Lo hubiera quemado si no me hubieran sostenido.

───Jade───Me llamo Esme con un suspiro───Me preocupa Edward, es como mi hijo y, siente que es su culpa que Bella haya muerto.

───¿Y por que no la transformo?───Pregunte con un quejido───No, mejor. ¿Para que se acerca a ella?, si no la va a transformar que la deje, los Vulturi matan a un clan que este involucrado, por lo que este arriba.

───Es mi hijo, su felicidad es la mía.

───¿A costa de la felicidad de tus otros hijos?───Pregunte nuevamente───No los conozco pero tal vez no estén tan felices.

───Unos que otros───Sincero con un suspiro, Esme apretó el agarre en mi mano con una sonrisa.

───Perdónanos por meterte en esto, pero Aro podría creerte mas a ti de lo que nos cree a nosotros, nunca hablas calumnias, siempre haces lo que dices.

───Oh si, claro que le creerá a quien casi mata a su esposa───Susurre cerrando mis ojos carmesí, supe que Carlisle sonrió sutilmente por el tono de su respiración.

───Alice dijo que seria así.

───¿Alice?───Pregunte saboreando un poco el nombre, era lindo, sonaba como miel.

───Es una de mis hijas───Aclaro de inmediato.

───Ah, muy bonito.

───Te dejaremos cerca de Italia, no podemos entrar sin ser detectados, querida.

───Una vez te dejemos corres hasta el castillo, la palabra de Alice es creíble pero lo será mas contigo.

───¿Me estas usando, amigo mío?

───No, por que sabes que tarde o temprano la chica será transformada. Si no lo hago yo, estoy seguro de que lo harás tu.

───Claro.

Esme soltó mi mano para tomar su celular, sonriendo un poco al leer el mensaje que no le di mi atención, la dejaba para mirar por la ventana y acomodarme en el asiento para cerrar mis ojos en busca de desviar el ardor en mi garganta.

───Quiero humanos, necesito comerme a un humano.

───Mientras sea un poco lejos de Edward o Alice estará todo bien───Abrí mis ojos viendo su sonrisa y ojos dorados encima mío, volvió a mirar al frente───Ya casi llegamos.

───¿Creen que Caius intente arrancarme la cabeza?.

───Apuesto a que intentara quitarte un brazo. Aqui te dejamos, te dimos toda la información que necesitas, puede que Alice te de la restante, te estará esperando bajo el campanario.

───Entendido, jefe───Murmure sarcástica, saliendo del carro y cerrando la puerta con medida fuerza antes de correr sin pensarlo dos veces mas.

Los edificios, los arboles, el sol golpeaba contra la capucha encima mío para evitar que brillara como una pelota de disco. Los humanos se veían apetecibles, sin darme cuenta mis colmillos empezaban a gotear ponzoña, en efecto, estaba hambrienta; como todo el tiempo estaba.

Pero tenia que ayudar al pobre hijo de Carlisle, que estaba en una severa depresión por la 'muerte' de su compañera.

Y eso era horrible. No para el, es ridículo. Horrible es para mi tener que pisar Volterra otra vez.

Pare en una estructura que el sol tapaba creando una sombra perfecta, suspire aun cuando no lo necesitaba y viendo las capas rojas con una pequeña mueca, que horrible.

Pase mi mirada por todos lados, el campanario... Lo visualice a pocos metros de distancia.

Corrí otra vez, escabulléndome entre los humanos con cuidado de golpearlos, apretando mi mandíbula para abstenerme de encajar sus colmillos en un par de ellos.

Llegue a la puerta del campanario, recostándome y cruzando mis brazos en espera. No sabia como era esa Alice, no sabia si iba a llegar pronto, o tal vez ya esta en el palacio.

Eso creí hasta que la figura de una mujer de bastante baja estatura se acerco a mi con sus ojos dorados encima mío, dejándome en claro que era Alice.

Y dejándome aun mas claro mi corazón muerto quien era ella.

───Un gusto conocerte, Jade. Soy Alice───Saludo con una gigante sonrisa que dejaba sus colmillos al descubierto, brincaba ligeramente en su lugar emocionada───Te espere durante mucho tiempo───Sonrió aun mas de ser posible, imite su acción sutilmente.

Demasiado alegre. Muy bonita.

Alice sin dejarme hablar tomo mi mano con fuerza, arrastrándome con ella y cuidando de cubrir bien su rostro como yo lo hacia, pronto tome la delantera cuando la aglomeración de personas aumentaba, empujándolas para abrir un mejor camino hasta la gran puerta de roble del palacio.

Antes de que pudiera tocar, Alice le extendió su muñeca descubierta, sonriéndome y moviéndola frente a mi con segunda intención.

───¿Que?, no───Negue un par de veces y Alice rodeo sus ojos.

───Toma de la ponzoña para que sepas lo demás───Pidió con dulzura, pero con la firmeza de una orden, no pude evitar acatarla, soltando un suspiro y tomando su muñeca entre mis manos clavando mis colmillos en la piel de porcelana. Alice jadeo por la sensación.

Vi a la perfección cada recuerdo, incluyendo un par de visiones hasta que me sentí llena de información. Me separe con cuidado, lamiendo la ponzoña restante en las comisuras de mis labios, el veneno que ella tenia era dulce, adictivo.

───No puedo creer que me toca defenderlo.

───Gracias───Me sonrió aun mas antes de golpear la puerta, rompiendo la seguridad y entrando con una sonrisa───¡Vamos chicos!, es un festival, no querrán hacer una escena.

───No lo haríamos───Mascullo Felix con su mirada viajando entre las recién llegadas, lo saluda con un movimiento de cabeza permaneciendo detrás de Alice.

───Suficiente───Detuvo Jane entrando a la habitación, esta vez di varios pasos adelante para detenerme frente a Alice, no confiaba en Jane, nunca lo hice.

───Jane───Saludo incomodo Edward.

En verdad, lo ultimo que quería era estar en un mismo lugar con Jane.

Me tome la libertad de mirar a Edward, detallar su rostro demacrado y muchísimo mas pálido, llegando a lo esquelético, su posición abarrotada, estaba deplorable. Aunque su cabello seguía siendo el de una escoba usada sin descanso.

Edward me miro con ojos abiertos y yo no me inmute, solo lo salude con la cabeza divertida.

───Aro me envió para ver por que tardan tanto───Aviso echando una mirada a todos antes de irse.

───Voy a matarte───Gruñí adelantándome junto a Alice, Edward suspiro.

───Has lo que te diga───Aconsejo Alice afirmando su agarre en mi mano, Bella observo en silencio───Controla tus impulsos───Murmuro en consejo, la mire mas no hable, volviendo a mirar al frente cansada, molesta.

El camino por las escaleras fue demasiado tenso, sentía la mirada de Dimitri y Felix en mi, Jane giraba cada tanto para mirarnos, terminando en mi por varios segundos antes de mirar al frente. 

Estaba hastiada, y cada dos segundos se lo dejaba saber a Edward con amenazas de muerte a través de su vieja y estúpida mente.

───Dime, ¿Qué haces aquí después de tanto tiempo?───Pregunto en un susurro Demitri al llegar a mi costado, lo ignore y Alice afirmo su agarre───Ah, ignoras a tus antiguos amigos.

───Nunca fuimos amigos, Demitri───Aclare bajando las escaleras una a una a rápida velocidad con Alice..

El ascensor estaba abierto de par en par con la música de opera que recordaba odiaba tanto, mis oídos dolieron, casi podía sentir la sangre inexistente escurrir. Al principio, me negué hasta que Alice me empujo con su mano, obligándome a quedar en la pared izquierda con ella delante mío.

Alice detallo mi rostro, cada pequeña cicatriz que tenia, sus dedos seguían aferrados a los míos, podría decir que incluso aumentando su firmeza. Sus ojos se encontraron con los míos por unos minutos hasta que el carraspeo de Edward nos hizo mirarlo.

El timbre del ascensor hizo saber que estábamos en la planta mas baja, los tres vulturis esperaron a que saliéramos para seguirnos de cerca. Apenas pude soltar la mano de Alice para dejarla en su cadera y ponerla frente mío, donde podía monitorear su bienestar.

La secretaria, que era una humana cabía recalcar, saludo en italiano, mas no la mire, solo seguí caminando con Alice al frente. No me importaban humanos estúpidos que serian comida.

Una vez llegamos a la sala de los tronos, pude escuchar los murmuros; Chelsea, Afton, Alec... La tensión estaba aumentando tanto que me sentí agobiada.

Y supe que no era por la humana. Era por mi, por mi presencia al lado de los dos vegetarianos y una humana.





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