38 - final
"LOS OBSTÁCULOS SON SOLO CAMINOS DE LA VIDA QUE HAY QUE AFRONTAR"
NARRA PETER
Abro mis ojos lentamente cuando la luz comienza a molestar en mi cara y tallo mis ojos con cansancio, miro a mi alrededor dándome cuenta que no estoy en la habitación de mi hotel, pienso un poco y me vuelvo a tirar en la cama que esta vez solamente la estoy ocupando yo. Después del calenturiento encuentro que tuvimos Alaia y yo anoche, decidimos venir asu apartamento, solamente dormimos juntos más unidos que nunca. Hace tiempo que no me sentía así. También he recibido muchas llamadas de los chicos preguntándome dónde estoy y cosas así, les conté todo lo que pasó y mandaron un audio gritando emocionados. Admito que me hicieron reír mucho.
Alzo mi cabeza un poco al oír que la puerta se abre y veo a la chica entrando, con mi camiseta que le queda bastante corta y una bandeja en sus manos. Se acerca con una sonrisa pícara y deja la bandeja en el mesón para después tirarse encima mío y besarme. Acaricio su cuerpo.
—Oye, espera, no podemos pasar todo el tiempo en la cama haciendo el amor como conejos —interrumpe separándose de mis labios — en una hora tenemos que ir a hablar con mamá, no voy a dejar pasar esto así como así, la haré pudrirse.
—Tienes razón pero ¿podríamos evitar la parte de "pudrirla"? siento como si la fueses a matar, bebé.
—Eso es lo que haré por las tantas veces que ha intentado meterse en nuestra relación y habernos separado.
Ruedo mis ojos y vuelvo a besarla apretándola contra mí. Nos separamos unos minutos después y como del desayuno que ella misma me preparó con todo su amor, ahora me dice a cada rato que me lo debe por haber sido una ignorante. No me doy una ducha ya que nos arreglaremos en el hotel porque, adivinen qué, volverá conmigo a Nueva York esta tarde. Ahora mismo puedo ser el hombre más feliz, pero obviamente hay asuntos que requieren de un alto.
Ambos nos vamos en el auto a un restaurante cercano, ella ya con todas sus cosas en maletas en el baúl. Me detengo y nos bajamos, veo en el vidrio de la ventana a la madre de Alaia sentada en una mesa esperando. Tomo su mano y la guío al interior. Si esta señora no colabora, no prometo que yo tampoco lo haré. Llegamos a su frente y se levanta de la mesa estupefacta.
—Sabía que esto pasaría, Dios, Alaia ¿cómo puedes ser tan estúpida de volver con él? — pregunta señalándome muy molesta.
— No vine a hablar de nuestra relación, vinimos a hablar contigo porque eres una lunática ¿cómo se te ocurre hacer todo lo que has hecho simplemente para separar una relación? ¡estás loca!
— No puedes exigirme absolutamente nada después de que te ayudé cuando regresaste, intenté hacer que te olvidaras de este bueno para nada y mira, al final quedaste con él. No tienes amor propio.
—La que no tiene amor propio eres tú, ni siquiera tienes sentimientos para sentir compasión de tu propia hija y simplemente aceptar el hecho de que es feliz por una vez en su vida. No quiero volver a verte jamás.
—Tú no te irás. — niega tomando a la chica del brazo, todas las personas en el restaurante nos miran por el espectáculo que hay. Tomo la muñeca de la mujer por el miedo de que le haga algo ya que todos ya sabemos de lo que es capaz. Ella me mira completamente enojada. —suéltame, esto es un asunto entre nosotras, no debes meterte.
—Él tiene todo el derecho de hacerlo.—me interrumpe Alaia antes de que yo hable y se suelta de un tirón del agarre de su madre. — esta es la última vez que me verás.
Alaia toma mi mano para irnos pero me detengo en seco cuando Elena nos apunta con un arma y de inmediato todos se asustan. La chica se pone delante mío aunque intente cubrirla.
—Hazme caso, Alaia, eres más que ese tarado ¿sabes lo que podríamos hacer juntas? tanto tiempo sin tu padre me volvió una persona ruda, te mandé con él para que no te metieras en mi camino y ahora que él murió, puedes convertirte en lo mismo que yo—comienza a hablar.
— Lo último que quiero es convertirme en alguien como tú.
— Puedes, pero no quieres por andar detrás de algo que jamás va a tener un futuro ¡ser una superheroína no te ayuda, te mata, y es por eso que Tony murió!
—Estás loca desde que papá te dejó y por eso es que te desquitaste conmigo, no te importó dejarme como una prisionera durante más de quince años, jamás...
Dispara a la ventana haciendo que se rompa y la gente se agacha. Iba a presionar el botón del reloj de mi esposa pero ella no me lo permitió y tomó mi mano en señal de que resolverá esto sin necesidad de una pelea.
— Si estás así porque te abandoné y te eché como una bolsa de basura, perdóname.
— No es una cuestión de perdonar y mucho menos ahora. ¿Acaso no sabes lo mucho que necesité una madre durante demasiados años? no, no lo sabes porque mi abuela siempre estuvo conmigo desde que naciste y aún así la tratabas pésimo. El día en que murió ni siquiera te dignaste a hacerle un funeral, solo la enterraron y ya.
— ¿Por qué no superas eso de una maldita vez? ¡pareces una niña de cinco años la cual está ofendida porque le quitaron su muñeca!
— No lo puedo superar porque he pasado por eso toda mi vida. ¡Papá nos dejó, me mandaste a Nueva York, me abandonaste ochos años después, papá murió y me quedé completamente sola! — le gritó molesta, pude oír que su voz se cortó un poco — y tú ni siquiera te dignaste a aparecer sabiendo por todo lo que él y yo pasábamos...
Elena muerde su labio pensando, frunce el ceño y nos apunta nuevamente con el arma, bueno, más específicamente a mí. Todos nos sobresaltamos cuando llegan hombres con armas apuntándole a ella, iba a disparar pero uno se le tiró haciendo que su arma caiga lejos. Nos quedamos inmóviles sin saber qué pasa. Nick Fury entra por la puerta del restaurante con su típico estilo de jefe malo.
— Hola otra vez niños que ya no son tan niños — nos saluda poniéndose a nuestro frente
— ¿Qué...? — intento hablar señalando a nuestro alrededor por todo el show que hizo en un segundo
— Los dos se preguntarán por qué estamos aquí; verás, Alaia, tu madre es jefa de un grupo que se encarga de la extorsión de armas tecnológicas desde hace cinco años. Y hace mucho intentamos encontrarla pero nada que aparece, gracias a ustedes es que logramos capturarla.
— ¿Qué? ¿cómo lo sabían?
— Bueno, estuvimos investigando y desde hace un buen tiempo hemos visto que sus cuentas bancarias están recolectando mucho dinero. Básicamente ustedes ayudaron en la misión sin saberlo.
— Ah... Qué bien, al parecer nunca van a escuchar de que ya no trabajamos más para ustedes.
— Eso no me interesa.
— ¡Me las van a pagar, estúpido! ¡no mereces a mi hija, voy a hacer que te maten! — me grita Elena mientras se la llevan a un camión blindado, la meten y sigue gritando pero se calla inesperadamente después de gritar adolorida. Al parecer un electro shock no le vino mal.
Alaia suspira y mira a Nick Fury que se va sin decir más nada dejándonos completamente confundidos con respecto a la mujer.
[...]
— ¡Alaia, volviste! — grita May felizmente abrazando a la chica con mucho entusiasmo apenas aparecemos por la puerta de su apartamento.
Mi tía casi la estripa. Entramos y casi toda nuestra familia le cae encima a Alaia por no haberla visto en un tiempo. Después de la gran bienvenida les contamos lo que pasó en Londres con la mamá de la chica, básicamente que es traficadora de armas, que casi me mata y supuestamente por lo que nos dijo el psicólogo que le pusieron, está loca desde que el señor Stark la dejó.
— Peter, queremos disculparnos contigo, enserio. Somos las peores. — me dice Pepper mirándome junto con May
— Sabía que no podías hacerle eso.
— No se preocupen, fue un error, pero intenten investigar antes de casi matarme.
Las dos ríen nerviosamente recordando el día que me iban a tirar por la ventana por contarles que "engañé" a Alaia. Me pongo a hablar con Happy, Harry y Ned que como siempre se ponen a darme consejos sobre lo que debo hacer de ahora en adelante. Me acerco a Alaia que está ayudando a mi tía en la cocina a hacer unos sándwiches, me la llevo a mi habitación para hablar. Cierro la puerta y tomo sus manos mirándola.
— Y... ¿Cuándo haremos los bebés? — pregunto. Ella ríe con muchas ganas.
— Peter, podemos esperar, tenemos mucho por delante todavía para hacerlo.
— Okey, pero... ¿Al menos puedes decirme qué nombres les pondremos si son niño o niña?
— Mmmm... No lo sé, con el tiempo veremos.
Pasa sus brazos por mi cuello acercando mi rostro al de ella, rodeo su cintura con mis manos poniéndola contra mí.
— El primero que llegue al Empire State gana.
Se separa de mí saltando por la ventana y en unos segundos está volando delante de ella con su traje. Qué hábil. Me quito mi ropa quedando en el traje, me pongo la máscara y me tiro por la ventana rápidamente yendo por las calles de Nueva York.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top