35
"MIL VECES INTENTÉ ARREGLAR LO QUE YO NO ROMPÍ"
NARRA ALAIA
Camino por las calles de Nueva York arreglando un poco mi cabello por el leve viento que choca contra mi rostro. Son la una de la tarde y estoy en camino a mi ¿cita?, si se puede llamar así no lo sé, con Peter. Me sorprendí demasiado al verlo en aquel primer evento al que fuí acompañada de Blake, nunca pensé encontrarlo y mucho menos después de tres meses de lo que pasó entre nosotros. Si les soy sincera, al verlo, no pude evitar sentir un descarga eléctrica por mi cuerpo, sintiendo que lo necesitaba, pero mi dignidad es más fuerte que eso.
Doy vuelta a la última esquina antes del restaurante, camino un poco más lento arreglando mi vestido negro y mi pelo. Entro de una vez y pido mi reservación, el hombre me indica y le agradezco sentándome en la mesa para dos. Llegué más temprano ya que quiero examinar un poco el perímetro por si me toca irme corriendo o algo así. Lo bueno es que nadie me reconoce. Saco un espejo de mi bolso pequeño y retoco mi labial dándole un pequeño brillo. Giro mi cabeza a la ventana viendo un auto un poco lujoso, lo suficiente para impresionar a cualquier chica interesada, pero no soy una de esas. Iba a apartar mi vista pero no lo hice al ver a Peter bajando, frunzo mi ceño, ¿dónde se consiguió eso? lo siento pero soy muy curiosa. Entra al restaurante y se dirije hacia mí, guardo el espejo.
— Hola. — le hablo cuando llega lo suficientemente cerca, no sé cómo saludarlo así que simplemente nos damos un beso en la mejilla realmente incómodo. Nos sentamos. — ¿puedo hacerte una pregunta?
— Eh... Claro. — acepta.
— ¿De dónde conseguiste ese auto? se ve muy lujoso para tí, sin ofender. — digo señalando con mis ojos al nombrado
— No es mío, Harry lo rentó durante el tiempo que estaremos aquí en Londres para no andar en taxi, ya sabes cómo es él de refinado. Y aprovechando que ellos no saldrán hoy, decidí traerlo.
— Buenas tardes, yo seré quien los atienda el día de hoy ¿desean algún vino de los que tenemos expuestos? — interrumpe un mesero mirándonos.
— Sí, deme uno de esos.
El mesero nos sirve vino tinto en nuestras copas al escuchar mi respuesta y nos pregunta por la comida. Yo pido algo no tan llenador, una ensalada César, hubiese pedido una paella pero es que ya saben, soy alérgica a los mariscos y más al calamar. Mientras que Peter se pide fish and chips, como su nombre lo dice, pescado frito y patatas. Sabía que iba a pedir algo no tan fino ya que todos sabemos que él no es así.
— Y... ¿Por qué no me cuentas tu historia con Blake? se ve que es buen tipo— cuestiona, yo pienso un poco antes de responderle.
— Mamá me lo presentó unas semanas después de que me fuí de Nueva York, pasó un mes e iniciamos una relación. Él es bueno conmigo a pesar de todos los rumores que se escuchan de él... ¿Y tú? ¿comenzaste a... salir con alguien?
— En realidad no, prefiero mantenerme solo por el momento.
— ¿Cómo está May?
— Me odia, casi todos los días me llama para ver cómo estoy y de paso me da una de sus buenas regañadas. Siento que ya ni me trata como su sobrino.
— Oh, qué mal... Deberías intentar entenderla, está teniendo problemas con Happy debido a que están tratando de adoptar un bebé ¿sabías? — niega con la cabeza. Suspiro y le doy un trago al vino dejándolo casi vacío— ¿y qué haces aquí en Londres?
— Mi jefe me mandó para acá con los chicos, al principio pensé que era mala idea pero después me convencí. Quizás para pasar el rato y alejarme un poco de Nueva York. ¿Y tú? ¿cómo hiciste con la empresa?
— Bueno, tengo sedes en todo el mundo y una de ellas está aquí en Londres, fue muy fácil trabajar desde aquí a pesar de que nunca estuve pendiente. Estoy tratando de acostumbrarme.
— Te ha sentado bien el cambio ¿verdad?
— Sí, es muy bueno aunque no esa lo mismo que antes. Betty aveces viene a ayudarme con papeles y eso porque sigue siendo mi secretaria, necesito su ayuda siempre.
Asiente entiendo lo que le digo. La comida llega a la mesa, le pongo la salsa a mi ensalada y comienzo a comer lentamente al igual que Peter. Ambos nos mantenemos en silencio durante el almuerzo. Admito que estoy incómoda, tres meses y se siente como si conociese a una persona completamente diferente cuando en realidad es lo contrario. El mesero nos sirve más vino y tomo un poco para relajarme.
— ¿Cómo está tu madre? — pregunta de pronto. Llevo mi mirada hacia él quien le mira muy curioso con una ceja alzada.
—Creo que está bien. Va a visitarme una vez a la semana para ver cómo van las cosas, ella me ayudó en la empresa cuando llegué ya que sabes que trabaja de Marketing.
— Me alegra que sea buena contigo. — susurra tomando una cuchara de su comida
Frunzo mi ceño mirando mi ensalada. ¿Por qué preguntó por mi madre? él es la última persona la cuál me haría esa pregunta y la forma en la que la hizo me pareció de lo más extraña. Acomodo mi vestido ganándome la mirada del chico en mis piernas, carraspeo mi garganta a propósito y me mira a los ojos.
— Y... ¿Has pensado en qué harás ahora que regreses a Nueva York? — le pregunto como distracción.
— Supongo que nada, seguiré trabajando en Stark Industries y comiendo comida recalentada en la noche, así toda la semana
Hago una mueca por lo último dándome cuenta que Peter no ha seguido con su vida, me da un poco de nostalgia que esté solo. Comienzo a recordar cuando él llegaba en la noche después de un día agotador de trabajo y yo ya le tenía la cena preparada que más le gustaba, pastas con salsa. Esos momentos nunca volverán. Terminamos de almorzar y ambos nos levantamos para ir a la caja, donde al llegar la muchacha nos pide una tarjeta para pagar. Ambos la sacamos y nos miramos.
— Peter, yo te invité a almorzar, no debes hacerlo— le digo recordándole que yo fuí la de la idea. Iba a pagar pero él toma mi muñeca deteniéndome.
— Te lo debo.
Le entrega la tarjeta a la muchacha y hace todo el procedimiento de pago. Yo guardo la mía un poco desconcertada. Sigue siendo un caballero conmigo. Los dos salimos del restaurante después de que pagamos, yo me detengo en medio de la acera y él me mira con curiosidad por ello.
— Voy a irme a mi apartamento, tengo deberes que debo terminar antes de mañana. Te veo después. — le aviso.
— Yo te llevo.
— No es necesario, el edificio queda a cinco calles, es una pérdida de tiempo.
— Pero quiero hacerlo.
Ruedo mis ojos. — Peter, enserio, no quiero que me lleves... No soy ese tipo de chicas que necesitan que las recojan y las lleven a su casa como unas princesas. Puedo hacerlo por mí misma.
Me doy la vuelta comenzando a caminar por la acera, cruzo la calle llegando al otro extremo. Giro mi cabeza a la izquierda viendo a Peter montado en el auto siguiéndome.
— No quise ofenderte, solamente lo hago porque no me parece que camines con unos tacones de diez centímetros además de que algo puede pasarte. No hay nadie a esta hora por las calles.
No le presto atención y sigo mi caminata, voy a cruzar otra calle pero se pone en mi camino sin dejarme pasar. Bufo un poco molesta por la insistencia y me termino subiendo en el asiento de copiloto. Le doy la dirección del edificio y comienza a conducir allá. En el camino intento bajarme el vestido lo más que puedo para que no me mire, esa mirada que da a mi cuerpo me hace sentir muy nerviosa y por ello comienzo a hablar cosas sin sentido. Detiene el auto al frente del edificio.
— Bien, te veo pasado mañana en la cena en la suite presidencial de Robert — murmuro. Robert es el hombre con el que hago negocios.
— ¿Podemos salir otro día? pero esta vez te recojeré. No somos del todo amigos todavía. — pregunta justo cuando voy a salir.
Suspiro y pienso recordando mi horario de esta semana. No puedo rechazarlo porque acepté que íbamos a tratar de ser amigos y eso conlleva a que debemos salir para hablar.
— Regresas el domingo a Nueva York ¿cierto?... De acuerdo, tengo el viernes libre así que vayamos a cenar a las siete, no faltes.
Salgo del auto cerrando la puerta y camino a la entrada del edificio sintiendo la mirada del chico en mí. Entro y subo el ascensor hasta mi piso indicado, recuesto mi espalda en la pared pensando ¿en qué me metí? ¿por qué acepté? mierda, si Blake se entera, le hará un interrogatorio a Peter. Las puertas se abren y camino hasta mi apartamento donde abro y entro enseguida encontrando al nombrado en mi mente.
— ¿Dónde estabas? te llamé más de cinco veces y tenías el teléfono apagado — dice sin mirarme revisando sus papeles
— Estaba almorzando con un amigo.
— Peter Parker ¿cierto? — me quedo tiesa al escuchar que dice su nombre, muerdo mi labio, me mira serio — lo busqué en internet, era tu esposo, o más bien lo sigue siendo ya que no firmaron papeles de divorcio. Vacaciones a Río de Janeiro...
— Blake, él no vino a Londres por mí. No voy a volver con él.
— Descuida, eso lo sé, de todas formas es un idiota ¿cómo te pudiste casar con él? — bajo mi mirada, deja el papel en la mesa sin importancia — como sea, voy a poner a ese imbécil en su lugar.
Se va a la habitación dejándome sola en la gran sala. Me mudé con Blake no hace mucho, cada vez que no llego a la hora indicada, averigua qué estoy haciendo y siempre adivina. Él es muy posesivo.
Solo espero que no le haga nada a Peter.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top