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"LLENÉ DE LIBROS MI HABITACIÓN PERDIÉNDOME EN HISTORIAS QUE ME HICIERAN OLVIDAR LA MIA"
En algunas partes, si ven que llego a escribir mal o raro, no se preocupen, es el efecto del alcohol xd
NARRA PETER
Dejo otra cerveza en la barra del bar y le pido otra al hombre como puedo. La noticia de que Alaia se fue hizo que se me cayese el cielo, ahora son las dos de la mañana y yo sigo tomando como un alcohólico depravado. Lo bueno es que no me han negado ni una sola botella porque si no, les hubiera gritado en la cara. Hace un rato hablé con Harry preguntándome dónde estoy, obviamente no le dije porque si no, vendría por mí y no quiero eso. Quiero desahogarme.
— Disculpe, señor... — me habla el hombre del bar poniéndose al frente mío — creo que ya tomó demasiado, ya casi se car cuando se levanta.
— Yo no he tomado nada, estoy perfectamenteee— niego y le doy otro trago al whisky — mire, señor Batman, ¿quiere saber por qué estoy así? m-mi esposa cree que la engañé pero no es así, yo la amo mucho, es la mejorrr de todas. ¿Quiere verla? se la mostraré.
— No es necesario, señor.
— Mire — saco mi teléfono y lo enciendo viendo el fondo de pantalla, sonrío como un idiota — mi Alaia, mi adorada Alaia... Esss taaaaan bella... Quise darle un beso pero lo único que me busqué fue una cacetada. Simplemente quiiiero habl con ella y darle un gran besoo... Ella es más linda que todas estas mujeres que están aquí.
— Señor, ¿se le ofrece algo más?
— Síp... Sí... Traiga... otra botella.
El señor se va dejándome solo, guardo mi celular y sigo tirado en la barra casi medio dormido. Mierda, cómo me gustaría llegar a casa y hacer el amor pero no tengo a mi hermosa musa que me espera todos los días... Miro a mi derecha encontrando muchos hombres de esos que se visten como motociclistas junto a varias chicas, me levanto y voy hacia allá caminando como puedo.
— Oye, amigo. — llamo a uno, él me mira con su semblante serio — ¿m-me puedes pestar a una de tus chicas? mira, amigo, es que... Mi esposa me dejó y necesito desahogarme...
— ¿De qué estás hablando, idiota?
— Solamente será media hora, no te preocupes...
El hombre se acerca a mí, ahora que lo veo, mide como un metro más que yo pero eso no me detiene. Intento ir donde están las chicas pero se cruza en mi camino. Y no sé ni cómo, pero le solté un golpe en la cara, todos los demás se levantaron. Me pongo en posición de pelea.
— ¡Veeenga, no seas miedosooo! — le grito tambaleándome
Trata de golpearme pero lo esquivo y le doy unos buenos golpes, todos en el bar se colocan a nuestro alrededor para ver la pelea. Solo quedamos esa pandilla y yo en un enfrentamiento pero admito que no me dan miedo. Le doy una patada muy fuerte y lo tiro a una mesa.
— ¿No hay más? ¿acaso no pueden conmigo, ganinas? — pregunto mirando al grupo.
Los tres se tiran encima mío por lo que me caigo al suelo, me dan patadas y puños pero no siento dolor, simplemente adrenalina. Admito que no me molesta que lo hagan, después de todo, quería darme a puños con alguien desde hace tiempo para dejar salir todo lo que tengo adentro por ser un idiota. Uno de los motociclistas me toma en brazos, se asoma a la salida del bar y me deja tirado en el suelo para después irse. Escupo sangre al suelo por mi labio roto e intento levantarme pero me duelen mucho las costillas. Estoy seguro que ahora tengo un montón de moretones en la cara. Camino para entrar de nuevo
— Hey, hey, Peter, amigo. — me detiene Harry apareciendo a mi frente y jalándome del brazo para que no vaya de nuevo — tienes que calmarte ¿okey? ya basta.
— No he terminado con esoosss idiotas...
— Vámonos, no querrás que te maten.
Me quejo, camino a su lado para ir a su auto y quizás llegar a mi casa a curarme estas heridas que tengo.
[...]
Camino por los pasillos de Stark Insdutries con un un inmenso dolor de cabeza y unas ganas de dormir insaciables. Anoche me quedé durmiendo en casa de Harry, donde al despertar me encontré una chica media desnuda, al principio me asusté porque pensé que me había acostado con ella pero mi amigo me explicó que tuvo una fiesta anoche y en eso terminó. En fin, ya saben cómo es él. Anda de cama en cama con cualquier mujer. Me contó más o menos lo que hice ayer ya que no me acuerdo del todo, creo que me excedí, es la primera vez que tomo tanto alcohol como para darme a golpes con alguien y terminar como un saco de boxeo.
Todos en la empresa se quedan mirándome por mis golpes pero no les presto atención, llego hasta mi lugar de trabajo, entro a mi oficina y me encierro ahí tirándome enseguida en la silla donde me acomodo cerrando mis ojos. Lo más probable es que no vaya a trabajar. Siento que abren la puerta.
— ¡Parker! — escucho el grito de mi jefe, hago una mueca y toco mi cien cuando me da un dolor muy fuerte — ¿qué son estas horas de llegar a la oficina? hace una hora te estaba esperando con los ejecutivos, ¿crees que no me dió pena decirles que viniesen otro día? ¡solamente el señor Leeds los pudo atender!
— Lo siento, señor... Yo... Tuve problemas ayer.
— Sí, ya lo veo, alcohólico. Si vuelves a llegar tarde, ni siquiera te dejaré entrar, ¿escuchaste niño?
— Sí, señor.
Se va hecho un cascarrabias tirando la puerta. Me levanto de la silla y me recuesto en el sofá que hay al lado intentando relajarme. No tengo ánimos para nada.
— ¡Peter!
— ¡Mierda! ¿¡pueden dejarme en paz solamente un segundo!? — grito poniéndome de pie muy enojado. Olivia me mira asustada.
— Peter, vengo a disculparme y a decirte la verdad sobre lo que pasó, yo...
— No quiero verte ni escucharte en este punto, Olivia. Te lo diré amablemente ¿de acuerdo? olvídate de que existo. Arruinaste mi matrimonio.
— Pero...
La empujo afuera antes de que diga algo más y cierro la puerta. Bufo molesto. Odio a esa chica, por su culpa estoy así ahora mismo. Vuelvo a acostarme en el sofá para dormir aunque sea un poco. Mi estómago me ruge por comida por lo que me acerco al teléfono fijo y le pido a Sasha que me traiga algo de desayuno y un café muy grande. Lo necesitaría.
NARRA ALAIA
Volver a Londres es algo muy extraño, las cosas no son iguales como antes hace muchos años, ahora siento como si no estuviera realmente en casa pero no me importa, intentaré adaptarme. Hoy llamé a Betty y me contó que Peter fue por mí ayer en la noche, obviamente no le dijo dónde estoy, aunque sí le dijo que me fuí. No quiero decirle a nadie mi ubicación porque sé que le contarían pero aún así confío en Morgan porque ella nunca rompe sus promesas. Confío en ella.
Pago el taxi que me dejó al frente de un edificio grande, suspiro y entro con mis maletas. Pido las llaves de mi habitación a mi nombre y me las entregan, subo por el ascensor hasta el decimoquinto piso y entro al apartamento número trescientos diez. Abro la puerta encontrando un lugar no tan grande, lo suficiente para mí, pero sí muy refinado, organizado y limpio. Dejo las maletas en la entrada dándole un vistazo al lugar. Mi celular suena.
— Hola ¿ya estás en el apartamento que te conseguí en el norte? — oigo la voz de Morgan.
— Sí, acabo de llegar ahora mismo... Es muy lindo y tiene lo suyo ¿cómo lo hallaste?
— Sabes que soy muy buena en los costos, convencí a los vendedores para que me lo vendieran porque otro empresario lo iba a comprar pero se lo gané.
— Vaya, no pensé que lo harías.
— Te lo prometí... Oye, Peter ha estado preguntando por tí y no sé qué decirle.
— Dile que no has hablado conmigo, lo más importante es que no se entere que estoy aquí en Londres o si no, vendrá por mí en menos de dos horas. Por favor.
— Bien, le diré... Debo irme, el almuerzo está listo, te quiero tres millones.
— Yo también.
Cuelgo la llamada y me voy a la galería viendo una foto mía y del chico. Muerdo mi labio y la elimino. Camino al balcón donde se ve toda la ciudad de Londres a estas horas de la tarde y volteo al apartamento pensando.
Quizás pueda convertirlo en mi nuevo hogar.
Perdonen que sea un poco corto pero es que ahora mismo se me fueron las ideas, tipo PUFF SE FUERON :c
PREGUNTA: ¿qué les gustaría ver ahora que nuestros protagonistas están separados? (Que sean momentos, experiencias o cosas que quieran que les pase a los personajes)
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